Tenma Aragaki.

El joven abrió la puerta rápidamente, introduciendo la llave en la cerradura y se abrió paso hacia la casa. Se descalzó, dejó sus zapatillas en la entrada y caminó por el estrecho pasillo. A todas luces, la casa estaba vacía. Subió por las escaleras del fondo y torció a la derecha, pasando enfrente del cuarto de su hermana. Por la hora y el día, sabía que estaría en su club deportivo. Al entrar a su habitación, suspiró aliviado: un día más había terminado. Dejó su mochila en la puerta y cerró la misma. Abrió la ventana y dejó que el fresco aire de mar entrara y llenara la habitación de su aroma, pues olía a cerrado.

En su escritorio, encontró un plato con tres onigiris grandes y una nota: Llegaré más tarde. Mamá. Se encogió de hombros, tomó una y la comió con lentitud, saboreando el arroz y la considerable cantidad de anguila que su madre le colocó. Eran sus favoritas. A lo lejos, escuchó la sirena de un barco, probablemente otro crucero que llegaba a la costa. Aunque estaba a unos cuantos kilómetros de la bahía, las sirenas de los enormes trasatlánticos llegaban hasta su habitación, donde la vista de la ciudad era preciosa, sobretodo de noche. Se sentó en su escritorio y tomó un pequeño bloc de hojas amarillentas; tomó un bolígrafo y escribió:Hoy en el tren, un tipo me miró, así que lo miré. Al terminar, despegó la nota y la pegó en la puerta, donde se podían ver muchas más notas, de diferentes colores.

Tomó un cuaderno viejo de un pequeño estante donde habían acumulados algunos libros y lo abrió por el centro: las amarillentas hojas crujieron al abrirse y escribió la fecha: Miércoles, Octubre 12. Miró a su derecha, al estante donde guardaba sus mangas, y eligió uno mentalmente para leerlo después de que terminara. Al acomodarse de nuevo en la silla, comenzó a escribir con una letra muy fina.

"El asesor me dijo que escribiese un poco, así que haré algo de eso. Ya lo he dicho tantas veces que me fastidia, pero si hace falta, lo diré una vez más: No hay mucho que decir de mí. Tengo una hermana y dos padres. No tengo mascotas. Mi única afición son el manga y los videojuegos. En pocos días cumpliré la mayoría de edad. No encuentro qué más decir, así que dejaré esto por ahora.

Cerró el cuaderno y se apresuró a guardarlo mientras encendía el computador cuando se detuvo unos instantes. Abrió de nuevo el cuaderno y escribió una frase rápida en él. Dejó abierto el cuaderno unos instantes y miró la pantalla un momento, para después voltear y mirar en tu dirección.

P.D.: Seas quien seas, deja de leer mis pensamientos.