[ER] Mansión Deneb

Eitan Chassier

Al peli púrpura se le hacía muy difícil creer en las explicaciones de VI tan a la ligera.

Loca~

Susurraba en un tono melódico y en voz tan baja que tan sólo los que estaban cerca de él, pudieran escucharle. La mujer al pedirles que le siguieran, vaciló con hacerlo, aunque se sintió obligado a seguirle cuando su hermano accedió a aquella petición. De algo seguro, era que no le dejaría solo con gente extraña, además que Dereck era quien disponía del dinero para el regreso.

¿Estás seguro de ésto, Dicky?

Le preguntó en voz baja a su hermano mientras se dirigían a aquella limosina que aparentemente les esperaba. También le extrañó que aquella pared invisible que le había detenido antes, no estuviera al momento que todos desfilaban tras VI.

El viaje en limosina no le pareció tan emocionante como lo hubiese esperado en otra oportunidad bajo circunstancias diferentes. Arrecostaba de vez en cuando su brazo más cercano hacia el hombro de su hermano, mientras mostraba una cara de fastidio y sus labios juntos y muy apretados haciendo mueca de boca de pez. Pasado apenas unos minutos, se volvió a sobresaltar y a preocuparse por los siniestros (para él) sonidos de su teléfono buscando apagarse.

YAHHHHHHHHHH! RESISTAN, CLARISSE, MIMI!!!

Desesperado, miró lo que le rodeaba, buscando algo que le pudiese ser de utilidad. Terminó con la mirada puesta en las luces para lectura del interior de la limosina. Brincó de su asiento y encendió una de las luces, aunque la otra que le era cercana la mantuvo apagada. Se retiró el delgado gancho de metal que recogía su fleco, haciéndole caer varios mechones de cabello lila sobre su frente. Con rapidez como si se tratara de una situación de vida o muerte, retira el resorte de la pinza hasta quedar las dos partes metálicas por separado y usa una de ellas en la linterna apagada como si se tratara un fino destornillador de pala. A pesar de su desespero, se le veia muy seguro maniobrando con el accesorio interno de aquel auto. Termina por sacar un conjunto de cables del orificio que había quedado tras el retiro del slot de la luz. Gracias al otro bombillo encendido, pudo visualizar lo que había dentro, por lo cual husmeó con rapidez y selecciona un par de cables dentro del conjunto. Tira un poco de ellos y los recorta con lo que había sido su gancho a una distancia prudente.

No me dejen! Resistan un poco más!

Decía aparentemente al móvil mientras lo acercaba cuidadosamente a los cables.

Positivo con positivo, negativo con negativo... Voilá, Electra!!

Encendió de golpe el switch de lo que hubiera sido el bombillo de ese lado. Se le veía muy contento al ver como su teléfono reaccionaba favorablemente, comenzando a recargarse por la batería del auto. Miraba la pantalla de una forma como si hubiera ocurrido un milagro frente a él, con una sonrisa incluso de alivio por salvar su teléfono de un apague seguro.

Por el resto del viaje, se mantuvo de vez en cuando atento a su móvil, aparentemente ocupándose de algo "vivo" dentro de él. Comenzaba a hablarle con tanta simpatía a la cosa dentro sin importarle lo más mínimo lo que quizás murmuraran alrededor. Al acabar aquel viaje, esperó que todos salieran y con la misma habilidad que tuvo para desarmar, rearmó el bombillo con sus cables dejándolo perfectamente operable como si nada hubiese pasado.

Mientras ingresaban a aquella mansión a la que pararon, se mantuvo cerca de su hermano. Echaba miraditas alrededor, asombrándose con el lujo de aquel sitio, aunque al mismo tiempo, se ocupaba de reparar nuevamente su útil gancho de metal y recogerse así nuevamente el fleco que obstaculizaba un poco a sus ojos.

¿Vamos a dormir aqui? Es tan...Woaaaaa!!! Ese Dendé debe tener muuuuuuucho dinero!

Echaba pequeños vistazos al interior de algunas habitaciones que tenían la puerta abierta.

Aragaki Tenma

Tras la larga arenga de la chica de cabello blanco, durante la cual Tenma bostezó un par de veces, pues los canapés no le había caído muy bien, siguió al resto del grupo y subió a la limousine. Se colocó en la parte trasera, pegado a la ventana izquierda. Una vez dentro y cuando el automóvil comenzó a moverse, bajó la ventanilla para contemplar el paisaje y sentir el viento en el rostro. Detestaba el olor a cerrado y, sobretodo, el desagradable olor a sudor humano arrmolinado en el interior. Miró su móvil y siguió al pendiente de sus redes sociales por un rato hasta que la limousine se detuvo frente a una imponente mansión. Abrió la portezuela sin esperar a que el chófer la abriese y entró. Silbó por lo bajo al notar la enorme cantidad de lujo innecesario que había dentro: cuadros de artistas famosos, jarrones caros, piso de mármol y techos abovedados. Por un instante se le pasó por la cabeza el acercarse a un jarrón y empujarlo, pero decidió dejarlo para después.

Al adentrarse un poco más en la mansión, descubrió un cómodo sofá-cama de cuero mullido en el que tomó asiento. Saltó un par de veces en él y se sintió satisfecho con el mueble, así que se quitó las zapatillas y las dejó frente a él. Sacó el autógrafo que la vocalista le había entregado, le tomó la foto con el móvil y en menos de diez minutos, el autógrafo estaba siendo subastado en una página web por 7500 yenes de puja inicial; el dinero no le vendría nada mal a algo que bien pudo haber tirado por el camino o en un cesto de basura. Se recostó, lanzó una pequeña flatulencia causada por los canapés y tomó el control del televisor; encendió aquella monstruosidad de pantalla plana y comenzó a cambiar los canales.

[quote="Todos"]

Gabrielle Cohen

Las palabras de VI le causaban desconfianza, y le había molestado sobremanera el que hubiera insultado a su familia. Apretó los puños pero como no parecía tener más remedio siguió a los demás, no tenía mucho que agregar salvo mantener lejos al chico antipático. Se sentó cerca de las otras chicas mientras recorrían el camino en la limusina parecía muy inquieto. Las cosas pasaban por su mente a una velocidad impresionante, ahora debía hacer algo al respecto, poner los pies en el suelo y tratar de ser un poco más comunicativo con los demás.

El menor de los hermanos lo hacían reír un poco, parecía un niño hiperactivo, pero no debía ser mucho mayor que él, en cuanto al hermano mayor, sólo lo miraba de reojo y no por mucho tiempo para que no se diera cuenta. En el rincón que había elegido Gabrielle parecía lo más "seguro" para él. Le llamó la atención las habilidades del pequeño hermano con respecto a la electrónica, era un superdotado al respecto, en ese instante se sintió pequeño y patético. Él no sabía hacer nada así, más bien era muy gris.

Al llegar a la mansión siguió el camino mencionado, pero se mantuvo pensativo en la puerta, atrás de los hermanos pero siempre callado y como ratoncito asustado. El lujo y espacio del lugar lo dejaron sin palabras, así que, sólo se contentó con mirar. Ese señor Deneb seguro que no tenía en que gastar el dinero, suspiró. El hermano menos ya iba a visitar la casa y parecía que tenían todo a su disposicion, se encogió de hombros y fue a ver la cocina pero regresó de inmediato para con los demás.

-am... em... ¿Les gustaría comer algo... o beber algo?... Yo podría... preparar algo- dijo tímidamente a todos los chicos

Todos escribió:

Kisa escribió:

VI

La mujer había decidido no intervenir demasiado, simplemente se limitó a observar las primeras reacciones de todos al llegar a la mansión. Sin dudas, se trataba de una persona que conocía cada parte de la casa.

-Al menos algunos ya van acomodándose -musitó al ver como era Tenma el primero en "reclamar" un lugar donde dormir.  Su mirada se desvió rápidamente a Dereck, que cuestionaba algunas cosas, aunque no permaneció mucho tiempo en el mismo lugar.

-Exactamente, pueden hacer lo que quieran hasta mañana cuando, luego de descansar, se reunan con el señor. Si van a cocinar, les sugiero que lo hagan en la cocina de la casa principal, ahí tendrán más espacio para comer y todo tipo de provisiones -precisó.

Suspiró una única vez más.

-Sería bueno que traten con un poco más de respeto al señor Deneb -concluyó, algo más atenta por si acaso.

Aragaki Tenma

Pasó al menos unos veinte minutos cambiando canales: el sistema de cable de la mansión era impresionante, había al menos contado 200 canales... y ni uno solo que llamara su atención. Bostezó un poco y se incorporó del sofá, tomando sus zapatillas y colocándolas en el mismo, marcando su presencia y dominio del sofá.

Se desperezó un poco y se rascó ligeramente el trasero entumido mientras avanzaba por la casa; en pocos minutos encontró a la chica de cabello blanco. Hablaba con la pareja yaoi y con el afeminado, que de pronto le pareció más afeminado por su porte tímido con los otros dos. Patético.

-Oye tú, la NPC de cabello blanco- dijo, recordando su previa y breve conversación con ella en el backstage del concierto sobre juegos de rol- voy a agarrar comida. Regresó a la cocina y abrió el refrigerador más grande que había visto en su vida: dentro, habían enseres como para un año: quesos, embutidos, carne, vegetales, vinos y bebidas varias e incluso algunos postres, como tiramisú, gelatinas y demás. El paraíso de los obesos. En la parte de abajo, cubiertos por plástico, habían algunas baguettes, por lo que tomó una y la sacó, junto con un pedazo grande de jamón serrano y queso gruyere. Aunque aún le dolía el estómago por los malditos canapés de mala calidad y su estómago se lo recordaba con los nauseabundos gases, tenía un poco de hambre; no podía evitarlo, estaba aburrido.

Removió el plástico de la baguette y la colocó dentro del horno, tal como le habían enseñado: un par de minutos después, el pan salía crujiente y fresco, podías saberlo al oír la corteza crujir. Cortó unas rebanadas del mismo y las colocó en un plato, donde además puso una enorme rebanada de queso, aceitunas y se sirvió una copa de vino tinto, sacado de una pequeña cava a los pies de la mesa. Comer como rico era un lujo que no se daba a menudo, pero qué diablos, no era su casa ni su comida. Con el aperitivo listo, se sentó frente al televisor y lo encendió otra vez; había encontrado algo que atrajo un poco su atención: un programa de aliens. Era mejor que hablar con los tipos de arriba.

Pensó por unos momentos en el misterioso señor Deben o Dedeb, como se llamase, y lo que la tipa dijo sobre los dichosos cazadores. Debía ser una broma; seguro era un reality o algo así, conociendo el morbo de las personas. Comió su aperitivo mientras miraba a un sujeto con el cabello alborotado que perjuraba que todo era obra de aliens y en cierto modo le entretuvo.


-¡Tú, la canosa!- gritó desde el sofá- ¿cuándo podré ir por mis cosas?-.

Dereck-Gabrielle escribió:

Eitan Chassier

El menor de los hermanos Chassier salió por unos momentos de la dependencia del servicio, donde aún aguardaban todos. Siguió caminando mientras se concentraba en su móvil, aunque al terminar, desvía su mirada hacia la gran mansión. Se tomó unos minutos en explorar un poco más aquel nuevo territorio mientras se entretenía hablando prácticamente para sí mismo. Al final, debido al frío del exterior, decidió volver al sitio donde estaría su hermano, quién le recibía con una interrogante.

¿Por dónde quieres que comience?

Se sonrió y señaló momentáneamente con su índice en la dirección donde estaría la casa principal.

Hay una mansión enorme por allá. Si ésta es de lujo, aún tienes que ver la otra, Dicky. Éste lugar lo tiene todo! Hasta hay una sala de juegos, una piscina y una habitación con camas resuaves!

Se le veia ansioso por detenerse con un poco más de tiempo sobre todo en la habitación de camas matrimoniales. Aparentemente, como Ricitos de Oro, se había tomado la molestia de probar las camas. Luego escuchó la propuesta tanto de su hermano como el chico rubio sobre hacer algo para todos. VI les ofreció incluso la cocina de la casa principal, cosa que ya Eitan ubicó rápidamente en su reciente memoria.

Bien! Luz verde para comer! La otra cocina es por acá!

Dio unos cuantos pasos hacia la salida que conectaba más cerca de la mansión, ofreciéndose quizás como guía, aunque la aparición de Tenma le hizo desviar por breves segundos su atención, hasta finalmente ignorarle como a quien no le importa la cosa y seguir con su camino hacia la casa principal.

Suzume escribió:

Kurumi Enoshima


Kurumi no dijo nada al respecto al cuento de que todos tenían amnesia y que habían sido revividos por un tal Señor Deneb y que ahora era su “padre”. Se mantuvo callada y se dispuso a escuchar, pues eso le despertó la curiosidad sobre todo por la palabra “peligro “, de hecho se mantuvo meditando la situación, en un momento en su mente paso la idea de que esa mujer era una secuestradora, y trataba de persuadir no solo con su cuerpo sí no también con sus historias irracionales. Kurumi subió a la limusina, y en todo el transcurso del camino mantenía su rostro serio, sin hacer caso a lo que hacían las demás personas que estaban dentro; ella se encontraba sentada a un lado de de la puerta, con las manos cruzadas sobre el pecho, sin hacer un mínimo ruido.

Al llegar y al acercarse observo la enorme mansión de asombroso tamaño. Y al adentrarse, inmediatamente inspecciono las habitaciones, la nevera, la sala principal, el comedor, etc. Y después regreso donde estaba aquella mujer de cabellos claros.

-¿Cuanto tiempo tendremos que vivir todos “juntos”?

Miranda escribió:

Tenma escribió:

VI

Ignorando completamente los requerimientos de Tenma, siguió con la mirada a los Chassier y luego escuchó lo que le preguntaba Kurumi.

-Si muestran interés por aprender a defenderse, y al mismo tiempo ganan dinero, podrán volar del nido más rápido -contestó la mujer.

Luego al fin cuando todos los demás comenzaban a ir hacia la cocina de la casa principal, observó a Tenma y levantó una ceja.

-Alguien como tu no tiene nada que valga la pena -sentenció.

Suzume escribió:

Aragaki Tenma

-Shh, veo televisión- respondió sin dejar de mirar la pantalla, haciendo un ademán con la diestra y tomando su bocadillo con la zurda, para darle un gran mordisco. La opinión de alguien así no era algo que le quitase el sueño ni mucho menos. Miró como pasaban los otros sin hacer gran hincapié en alguno y se volvió completamente a la pantalla, ajeno a todo lo demás.

Todos, Suzume escribió:

Gabrielle Cohen O.

-Gra... gracias- dijo en voz un poco baja -Agradezco tu ayuda

Asintió al comentario del hermano mayor y bajó la mirada, miró a VI había pasado por alto las normas de educación adecuadas, se sonrojó un poco. Iba a hablar cuando escuchó al desarrapado e insolente sujeto. Frunció el ceño.

-Pobre Imbécil- murmuró y no prestó atención a la actitud del sujeto en cuestión pues VI hablaba -¿Ganar dinero? ¿Podremos elegir trabajar donde queramos? - preguntó un poco más tranquilo a VI

Siguió al hermano menor a la casa grande... aquello estaba más allá de sus expectativas, era impresionante. Entró a la cocina y decidió hacer algo delicioso pero sencillo.

-Con su permiso... les prepararé algo de cenar...- miró tímidamente a Dereck pero no se atrevió a decirle que hacer -No tardo, tomen asiento... dicen que es bueno cenar... en "familia"

Fue al refrigerador, sacó queso, pan árabe, jamón, puso los ingredientes cerca de la estufa, buscó un sartén donde hacer la comida. Encendió uno de los espacios, puso la sartén a calentar, mientras abría el pan árabe, cuando el sartén estaba calientito, bajó la flama, calentó un poco el pan árabe y puso dentro de ellos los ingredientes, los dejó gratinar y fue poniéndolos en platos que puso frente a cada uno de los chicos que habían llegado.

-Espero que les guste... ¿Hay... bueno... gustan algo más?- preguntó amablemente aunque a cierta distancia -

hendrixkin escribió:

Eitan Chassier

En tanto la comida era preparada, Eitan había tomado asiento en una de las sillas del extremo de la gran mesa del comedor. Nuevamente se le veía muy concentrado en su móvil, jugando con él.

Lo hiciste, Mimi! Lo hiciste! Sabía que lo lograrías!

Levantó su teléfono al aire y sonrió con cierto entusiasmo por aquel logro que retrataba de su mascota, quizás por algún minijuego del programa. De pronto, el aroma a comida se hace sentir, con Gabrielle acercándose con lo que había preparado. Por lo último que comenta el chico, el peli-lila reposa su móvil al lado de su plato y sube la mirada hacia el rubio.

¿Por qué no te sientas? Ya hiciste tu parte de salvar nuestros estómagos.

Se retiró de la boca el palillo que restó de lo que era su dulce y lo puso a un lado, con intenciones de botarlo luego.

Si alguien quiere algo, que levante su humanidad y lo tome. Así de fácil, Danielle!

No parece darle mucha importancia a su error (si es que se había enterado de que lo era), y toma su tenedor y cuchillo para cortar la cantidad necesaria de comida para un bocado.

Gracias por la comida.

Mencionó por costumbre e inició con comer de su cena. Al acabar, se pone de pie con sus trastos sucios y regresa con varios vasos y un jarrón de agua, sirviéndole uno a cada uno.

Como mínimo, lávense los dientes con agua. El hada de las Caries es...

No terminó la frase al colocar de repente una expresión que denotaba cierto estorbo.

VEN ACÁ!

Yendo tras algo totalmente invisible para los presentes, se le pudo ver al final entrando en el baño contíguo con un cepillo dental de viajero que parecía haberlo sacado de uno de los bolsillos de su suéter. Luego de unos minutos, sale del baño luciendo muy complacido y dándose un estirón con los brazos al cielo.

Ahhh! Ésto es vida. ESPERO TE HAYA DOLIDO, HADA!

Sonrió con orgullo y se acercó de nuevo a los presentes, dejando escapar un bostezo en el camino.

No sé ustedes, pero las camas de arriba me llaman.

Miró hacia su hermano.

¿Vienes conmigo, Dicky? Las camas de arriba y a la izquierda son muuuuuuuuuuy buenas!

Dejó escapar otro bostezo y se masajeó su panza llena con gusto.

Deberías llamar a mamá al menos o se preocupará... Sabes cómo es ella. Mientras tanto, iré a hibernar!

Miró así al resto.

A ver... ¿cómo decirlo? ... Tengan buenas noches y sueñen con vástagos amigables!

Dejó escapar una corta risa mientras se dirigía a las escaleras.

Si, claro... vástagos... ajá...

Era evidente que aún no creía del todo aquella historia que les pintó VI. Entró a una de las habitaciones y se lanzó sin cohibirse hacia una de las camas matrimoniales, quedándose casi instantáneamente dormido por el cansancio con todo y ropa.

Miyami Hotsuin

Se había quedado atras al ser empujada por la multitud de gente, logro salir de la multitud y tenía que llegar a la Mansión Deneb, caminaba sola por las calles, sin poder contactarse con alguien o encontrar a alguien conocido o un lugar.

- ¿Qué hago?, creo que me perdi.

Si saber que dirección tomar continuo caminando, cada vez más rápdo, estaba asustada y preocupada.Sin ver por donde iba se golpea con un poste de luz y cae al piso adolorida por el impacto,cada vez más asustada se levanto.

- Hayy! Eso me dolido... y ahora ¿por dónde me meti?

sigui caminando hasta que encontro una hermosa mansión al apreciarla sonrio y comenzo a saltar de alegría, despues de hacer un pequeño ridículo por su alegría se acerca donde fue bien recibida, empezo a observar detalladamente toda la mansión apreciando absolutamente todo.

-Wow! Increible...esto es cien veces más grande que mi casa.

SunakoSan escribió:

Joan Adele Von der Rose


Las palabras de aquella mujer quedaron de alguna manera grabadas a su forma en la mente de Adele; su mirada se mostró preocupada cuando vio que no tenían más que seguirla. Escuchpó lo dicho por aquel chico de nombre de Eitan y ella misma también sacó sus conclusiones.

-Será un secuestrador?, trata de personas? Sí ella misma se ve muy pervertida con esa ropa…- se preguntaba en voz muy baja, como su alguna vez aquellos términos hubieran sido familiares. Suspiró con preocupación.

-Joan debes ser valiente!- susurró para sí con decisión e ímpetu, aunque no se dejaba ver su mirada asustada.

Pronto vieron una gran mansión, en vez de preocupada, se asustó un poco más y decidió mejor mirar a los compañeros que les seguían, sería una coincidencia que todos se vieran jóvenes, eso incrementaba su inquietud. Entraron a la mansión y cada uno de sus compañeros cuestionaba a aquella señorita o hablaba entre ellos, algunas cosas las escuchó, sobre todo las palabras que venían de aquella mujer de cabellos blancos.

El miedo le impedía sentir hambre; además sintió nuevamente una nueva incongruencia; por qué si están muertos tendrían hambre? Seguía sin convencerse.

Escuchó lo dicho a dos de sus compañeros.

-Nos controlaran todo - suspiró nuevamente apesumbrada y para cuando decidió subir al siguiente piso se tropezó con el primer escalón.

-Auchh- le dolió el golpe en su espinilla con los demás escalones; ahora que estaba nerviosa se sentía torpe e incluso sus extremidades ya temblaban, pronto no contendría el miedo que crecía, ella aún se sentía muy joven aun entre aquellos jóvenes.

Se levantó y corrió hacia el piso siguiente ahí con mirada nerviosa y respiración agitada entró a la primera habitación; ahí había literas, seguía sin sentir tranquilidad; necesitaba respirar… pero se topó que no estaba sola.

-Wah! Disculpen… no pensé que estuvieran hombres aquí…- dijo, estaba confundida por verse en una habitación con chicos, se seguía sintiendo muy inquieta que solo se hizo unos paso para atrás y tocó la pared, de alguna manera aquello le brindaba ese apoyo que necesitaba; fueran 2 o 7 años ella había pasado por una situación muy difícil como para ahora verse en otra similar o peor.

Todos escribió:

VI

Luego de que VI revisara la casa para que estuviesen todos -incluso Miyami, que al parecer andaba por ahí perdida- todo el mundo tomó su lugar en la mansión o en la dependencia de servicio y la noche pasó.

Al otro día, por la mañana VI se dejó ver en la dependencia y en la casa principal, avisando a todo el mundo lo que podía hacer.

-El que quiera hacerlo puede tomar un desayuno y un baño. Luego, asistan por favor al Living 2 cuando se hagan las 10 de la mañana en punto. Allí esperarán al señor Deneb, que llegará a esa hora. Piensen, mientras tanto, todas las preguntas que quieran hacerle.

Sin decir mucho más, VI se retiró a la habitación más grande del primer piso, y cerró la puerta con llave.

---

Acciones:

-Estar a las 10 am en el Living 2.

Notas:

-Pueden tomar un desayuno
-Pueden tomar un baño
-Pueden tomar ropa de los muebles de los dormitorios
-Pueden contactar a algún familiar para tranquilizarlo
-Pueden conocer más la casa e interactuar
-Pueden pensar entre sí algunas preguntas para Deneb
-No pueden acceder al dormitorio 1.

Suzume escribió:

Eitan Chassier

La noche transcurrió muy rápido. Esa mañana siguiente, la puerta se abrió, revelando a la mujer de cabellos blancos de la noche anterior.

...Uhhmmm...

Aún medio dormido y súper envuelto en sus sábanas, Eitan hace un gesto de molestia y se reacomoda boca abajo y con la almohada sobre su cabeza, cubriendo sus oidos para que su sueño no terminara de ser interrumpido. Le era costumbre levantarse muy tarde, por lo que aquel evento con VI diciéndoles lo que podían hacer, terminó volviéndose parte de la continuación de su sueño.

Suzume escribió:

Aragaki Tenma

Amaneció con los primeros rayos del sol de la mañana. Bostezó y se limpió la saliva que había quedado prendada de su mejilla. Con pasos lentos y arrastrando los pies, encontró un lavabo de paredes blancas y muy pulcras; las toallas eran de una seda muy fina y el decorado de los bordes del baño era de oro blanco. Al acercarse al lavabo, abrió el grifo hecho de plata pura y con un poco de agua cristalina se limpió el rostro, así como la saliva y las lagañas que pululaban por sus ojos y le impedían ver bien.

Al mirarse al espejo, contempló el mismo rostro que había visto desde hacía ya un buen tiempo y no pensó en nada, salvo que quizás tenía el cabello un poco largo. Al terminar, tomó una de las toallas y secó su rostro con la toalla, para después colgarla de forma apresurada y posar su mirada en el inodoro. Se acercó lo suficiente, levantó las tapas y bajó sus pantalones para lanzar la primera orina del día.

Cuando el amarillento líquido dejó de salir, se subió la bragueta y los pantalones, presionó un botón en la caja del inodoro para que la orina se fuera por el desague y contempló el agua por unos cuantos minutos, sin pensar en nada. Ver agua le hacía tornarse así. Salió del baño y se dirigió hacia donde había dormido a colocarse las zapatillas con despreocupación. Afuera, lucía una bella mañana, donde los pajarillos cantaban y el sol salía en el horizonte: el peor clima, en su opinión; prefería los días nublados y grises, donde todos llevaban abrigos.

Cuando la chica de cabello blanco se presentó y le dijo las actividades del día con la voz más monótona posible, se preguntó con seriedad si no era un NPC o un maniquí vivo. Asintió sin añadir nada y cuando se alejó, le miró indiscretamente el trasero. Si era la secretaria de Deneb, el viejo tenía buen gusto. Volvió al enorme refrigerador y tomó un poco del tiramisú que había visto anoche, junto con una botella de leche descremada y se sentó a la mesa a comer tranquilamente; se detuvo justo a la mitad del pastel y cuando la leche se había terminado. Eructó violentamente y se encaminó hacia el dichoso Living 2 que le habían mencionado. Por suerte habían algunas flechas que indicaban los lugares importantes de la casa. Que suerte, como si quisieran guiarme.

En el camino, abrió su móvil y llamó a su padre, quien estaba en casa aquel día. Le pidió que si podía recoger sus cosas y mandarlas con alguien a la dirección de la mansión; explicó que se quedaría un tiempo en una casa de huéspedes que encontró placentera y cómoda y quería sus cosas para sentirse más a gusto. El padre asintió y dijo que más tarde alguien iría con sus cosas. Colgó y guardó su móvil mientras se acercaba al Living 2, donde tomó asiento lo más lejos posible de la puerta.

Miyami Hotsuin

Se quedo dormida en una de las habitaciones, cuando desperto eran las 7:30 como aún era temprano saco de su bolso su móvil y cargo una tarjeta, mando un mensaje a su madre para que no se preocupara por ella, obviamente sin avisarle que estuvo perdida por varias horas.

- Querida mamá no te preocupes por mi estoy bien, no me perdi, estoy en la Mansión Deneb,besos.

Volvio a dejar el móvil en su bolso y se quedo sentada por varios minutos hasta que el móvil hizo su sonido de mensaje, cogio el móvil y abrio el mensaje, sonrio y para si misma dijo:

- Parece que estoy a salvo por ahora.

Vio la hora, dejo el móvil y se cambio las pijamas por ropa normal, fue a preparse su desayuno ya que siempre suele ser glotona y golosa, al tiempo de desayunar escucho lo que VI dijo.

- ¿Qué podría preguntar?

Pensaba mientras su desayuno se quedaba enfriando, después de desayunar fue a lavarse los dientes y a leer un libro en la habitación.

Suzume, Kisa, Todos escribió:

Gabrielle Cohen O.

Le sonrió al más joven de los hermanos y agradeció su apoyo, hablaba suavemente pero lo suficientemente alto como para que fuera escuchado, aunque sus ojos huían de las miradas de los otros. Cuando terminaron de cenar, recogió las cosas que habían en la mesa y lavó todo, se aseguró que todo estuviera en orden en la cocina y fue a ver donde podría dormir, en el camino se encontró con Derek y le sonrió discretamente.

-Gracias... am... ¿Y... si les dejamos las mejores habitaciones a las chicas?- le comentó mientras se mantenía a distancia, era evidente que se refería a la casa grande  y lujosa. Gabrielle estaba acostumbrado a dormir en casi cualquier lugar así que, realmente no le preocupaba mucho donde estaría, sólo no quería que el salvaje e irrespetuoso chico estuviera cerca de él. Derek se había ido quizá no lo había escuchado.

Gabrielle salió de la casa grande y fue a la dependencia de servicio, subió por las escaleras de caracol y eligió la habitación en la que las camas tenían colcha roja, a fin de cuentas esa era la única diferencia entre ellas. Vio con alivio que todo cuanto necesitara estaba ahí. Pese a todo durmió tranquilo en la litera de arriba. Cuando apenas salía el sol, se despertó y salió unos momentos al patio a dar unas vueltas y hacer un poco de ejercicio, luego subió a bañarse. Se comenzaba a arreglar -cepillaba su cabello- cuando Derek les invitó a desayunar, asintió agradecido.

Pensaba en lo que le había comentado VI así que asintió. Llamó para informarle a su madre que como de costumbre las cosas estaban tranquilas. Aunque no se sentía bien de decir una mentira, tampoco hubiera encontrado las palabras para explicarle lo que pasaba. Pronto apareció en el comedor donde Dereck estaba esperándolos, lo saludó amablemente.

-¿Dormiste bien? - preguntó un poco más tranquilo mientras se sentaba en uno de los lugares preparados -En la habitación en la que estuve hay espacio... bueno... si estás a gusto... está bien...- estuvo callado unos instantes pero luego encontró como desviar un poco la atención de lo que había dicho, jugaba con sus manos y parecía inquieto, aunque no tanto como antes, ya que había hablado más con Dereck quien le daba una sensación de una mamá -¿Qué le preguntarás al señor Deneb? Yo la verdad no entiendo... ¿Qué podría tener de valor... como para que me elegiera alguien?- ahora jugaba con los dedos en la mesa.

Estaba pendiente del reloj para que no se le hiciera tarde a la cita que tenían.

[quote="Kisa"]
Gabrielle Cohen

Gabrielle tomó nota mental, seguro habría buenos libros... se rió sobre lo de las camas

-Mmm... pues yo estuve en la instalación de servicio y son camas individuales...-se llevó un dedo a la boca pensando, correspondió al gesto del joven y comenzó a comer, sabía muy bien.

Gabrielle suspiró, Dereck tenía razón y era una primera pregunta para hacer al señor Deneb... los recuerdos ¿Realmente quería perderlos? Había algunos que sí... pero... bajó la mirada de nuevo y siguió escuchando al joven mientras continuaba con su comida.

-Vaya... supongo que cada uno de nosotros tenemos una meta... y ahora tenemos que replantearla- le comentó al joven, siguió mirándolo y sintió que parecía abatido y angustiado, aunque trataba de que no se notara -Mmm... sólo hay que saber que quiere... ojalá estemos a la altura...- apretó los labios y suspiró a su vez, Dereck realmente estaba ansioso por lo que podría pasarle a su hermano menor.

Gabrielle soltó la cuchara y escondió la cara entre las manos, contuvo las lágrimas le dolía aún su hermanita... respiró profundamente y volvió a ver a Dereck, se veía muy serio.

-Tuve dos hermanas... Mi... mi hermana mayor... ya no está con nostros. Me cuida desde el cielo. Ella... era la mayor de nosotros... ahora sólo me queda mi hermanita menor...- de pronto ya no tenía mucha hambre -Si puedo ayudarte a que no le pase nada a tu hermano... con gustó lo haré...- dijo tímidamente y se sonrojó un poco -El dolor de perder a un hermano... no se lo deseo a nadie...- parecía comer con dificultad -¿Cómo haces para ser un buen hermano mayor?- miró el reloj, aún tenían tiempo

Todos escribió:

Joseph Deneb

???

Exactamente a las 10 de la mañana VI estaba con todos los demás en el Living 2. No faltaba nadie. Frente a la mansión se detuvo un automóvil de color negro, del que descendieron dos hombres. Uno, el que había conducido el coche, tenía el cabello de color casi turquesa y llevaba un abrigo y sombrero. El otro era una figura un poco más alta, con un traje negro, pulcro y exacto.

Ambos se acercaron caminando a la casa, hacia la entrada principal. El de cabello celeste se quedó en el ingreso, hablando por móvil. El señor de traje fue hasta el Living 2. VI hizo una pequeña reverencia con la cabeza y cerró las cortinas. Con una voz profunda que hizo un poco de eco, saludó a su asistente.

-Buenos días VI.

-Buenos días señor Deneb -dijo VI, con algo de ilusión.

-Veo que los has reunido. Bien.

VI asintió enérgicamente. El hombre llevó su mirada desde VI hasta los huéspedes. Inclinó un poco su cabeza hacia adelante.

-Es un placer verlos nuevamente.

Se acercó hasta la chimenea y los observó. No parecía que fuera a quedarse mucho tiempo y fue directo al asunto.

-Lamento tener que confirmarlo, pero sus vidas como humanos están condenadas. Han muerto. Lo que estuvieron gozando los últimos 5 años fue un proceso llamado Muerte Blanca. Si un humano muere, un Vástago con suficiente poder, puede ofrecerle su sangre. Algo de la vida de ese Vástago pasa al muerto y lo revive por cierto tiempo. Esto, claro, sólo puede hacerse con humanos con el potencial suficiente.

Esperó, para escucharlos. Pero luego de un par de segundos de silencio absoluto continuó.

-Ahora todo está bien, pero pronto comenzarán a sentir mal gusto en la comida. Sufrirán insomnio, dificultad en la concentración, pérdida de memoria temporal, varias anomalías sin razón aparente. Terminarán teniendo ataques parecidos a la epilepsia, que concluirán con una falla general de todas las funciones vitales. Es decir, si no han hecho lo necesario, no soportarán la transición de humano a Vástago y morirán definitivamente.

Sacó del bolsillo del saco, una cigarrera de plata, de la cual extrajo un cigarro blanco. Jugueteó con él, entre sus dedos.

-No quiero asustarlos, pero esto es así. Hay una forma de vivir, pero ya no será como personas normales. Respetaré sin embargo, a quien quiera rechazar esta oferta. Quien no esté de acuerdo en vivir aquí puede irse, y no habrá rencores entre nosotros -aseguró.

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Acciones:

-Hablar con Deneb y preguntar sus dudas.

Joseph escribió:

Eitan Chassier

A regañadientes, Eitan fue obligado a despertarse media hora antes de las 10 de la mañana. Con pereza y un poco de claro mal humor, se aseó en el baño y salir asi con una nueva muda de ropa y los dientes limpios. Por unos momentos, se echó nuevamente en la cama matrimonial donde había dormido gustosamente. Se abrazó de su almohada por el tiempo restante, aprovechando jugar con su teléfono y actualizarse en sus redes sociales. Se "desayunó" con un par de sus chiclets almacenados en los bolsillos de su suéter y terminó siendo el último en ingresar en la habitación donde VI y los demás aguardaban.

Qué onda!

Saludó de esa manera sin muchas ganas a los presentes. Hizo una bomba con su goma de mascar, con ésta explotando al tener un considerable tamaño. Como era usual, Eitan se despegaba lo que quedaba adherido alrededor de sus labios (o nariz) y seguía masticando. No mencionó nada más en ese tiempo. Por su mal despertar, su estar de malas sería un problema.

En eso, dos hombres lograron verse en la entrada del lugar: uno de cabellos oscuros y otro de cabellos claros. El primero, fue quien ingresó al living y saludó incluso a VI. Al momento que el hombre se dirigió al resto por segunda vez, se pudo escuchar el "Plop" de otra bomba de la goma de mascar. Eitan le miraba con fastidio, a sabiendas que aquel sujeto era el causal de su "madrugar". Aún así, como los demás, tuvo que escuchar sus palabras. De vez en cuando durante la explicación, volteaba los ojos con hastío, como si se viera cansado de escuchar tantas cosas sin sentido (al menos para él).

Vástagos ésto, vástagos aquello... Oiga, oiga! No somos niños que se chupan el dedo cuando nos cuentan cuentos de ficción!

Respondió al acabar el sujeto y verlo jugar con su cigarro. Era evidente que no creía aún en sus palabras y la de VI.

Podrá hacer teatro con todo su dinero y engañarnos con una mala película de terror, pero a diferencia de varios aqui, yo no le creo.

Agregó desafiante, con material aún disponible para exponer debido a sus "cables cruzados" mañaneros.

Si los vástagos son reales, quiero ver uno con éstos ojos!

Se señaló con su diestra hacia sus orbes azules. Luego adoptó una pose desinteresada.

Sino, no importa. Me conformo con ver Drácula, Harry Potter o una mala película de Crepúsculo en internet.

Nuevamente se escucha otro sonido de Plop por otro estallido de bomba, en tanto Eitan miraba con rebeldía al sujeto.