[ER] Centro Comercial, Tokio

Recuerdo del primer mensaje :




La moneda de Japón en Evil Rises es el “Kin”, se representa con este símbolo 金. Los pagos en los trabajos son SEMANALES. Los días de pago siempre serán el 1º de mes, el día 8, el día 15 el día 22.

Iniciaremos otorgándoles a todos un saldo de 6.000 金.

Aquí, la equivalencia de los sueldos según el nivel de trabajo:

Nivel 01) 1.000 金
Nivel 02) 2.000 金
Nivel 03) 5.000 金
Nivel 04) 8.000 金
Nivel 05) 10.000 金
Nivel 06) 15.000 金
Nivel 07) 20.000 金
Nivel 08) 25.000 金
Nivel 09) 50.000 金
Nivel 10) 75.000 金

Aquí los artículos que se pueden adquirir (sujetos a cambios y agregados):

-Cámara fotográfica 1.000 金
-Cámara de video 2.000 金
-Tablet 3.500 金
-Motocicleta 4.000 金
-Laptop 4.500 金
-Motocicleta veloz 12.000 金
-Automóvil de 10 años 20.000 金
-Automóvil de 5 años 35.000 金
-Automóvil nuevo 60.000 金
-Apartamento pequeño (1 ambiente) 100.000 金
-Apartamento amplio (3 ambientes, cochera) 120.000 金
-Casa pequeña (2 ambientes, jardín) 180.000 金
-Casa amplia (3 ambientes, parque, piscina) 230.000 金

Serán los juagdores los responsables de llevar las cuentas de sus personajes, y deberán actualizar los datos en sus bios, tanto de nivel de trabajo, como de sueldo, y los movimientos de sus cuentas. Al recibir un pago deberán inormar la actualización de la bio con el saldo anterior, lo que se agrega, y el nuevo saldo. Y al hacer una compra, deberán informar el saldo anterior, lo que se gasta, y el nuevo saldo. Los admin no se harán responsables por objetos que se compran y que no se actualizan, ni por sueldos que se olvidan de actualizar.

Joven misteriosa escribió:

La chica siempre lo miraba a los ojos, cosa que lo ponía un poco nervioso, parecía un adolescente en su primer cita, le molestaba que esa situación lo pusiera nervioso así, un par de veces desvío la mirada hacia su café, o hacia otras personas, no pudiendo sostener la mirada hacia los ojos de la chica y tratando a su vez de que ella no lo percatará.

-- Pues... llego a decir cuando le pregunto a quien esperaba, pero enseguida volvió a hablar sobre las medialunas.

-- Prueba una si quieres entonces... Le ofreció, aunque era extraño que nunca hubiera probado, algo tan tradicional como eso.

-- Novia!! Le dijo entre risas frente a lo próximo que dijo la chica.

-- No para nada, estoy un poco tenso, pero es porque la persona que espero me va a ofrecer un trabajo, recibí una carta, y bueno, me cito en este lugar... quizás más que tenso la palabra sería entusiasmo o ansiedad por saber que me van a proponer.  Termino respondiendo, para darle un sorbo a su café, y mirando alrededor para ver si aparecía aquella persona que lo había citado.

@Slade

La chica tomó dos medialunas como si en verdad las hubiese pagado ella, y comió una.

-Están buenas -dijo- ¿cómo te llamas?

No parecía acusar recibo de la "vergüenza" de Alex.

-¿Te buscaron para ofrecerte un trabajo? Qué suerte. ¿Por carta? Qué raro. Me parece una historia extraña.

Sin preocuparse en serio, comía la segunda medialuna. Después de la hamburguesa... debía de tener un metabolismo formidable, porque era perfectamente flaca a pesar de cómo comía.

-Ah, se me terminó el café, disculpa...

Hizo un gesto, como si se atragantara con la medialuna y tuviera que bajarla, y entonces tomó el café de Alex y le dio un buen sorbo.

-¿Casi sin azucar...? -se quejó, añadiéndole más desde un sobre y volviendo a probar- ahh... mucho mejor.

Hizo un ademán revoleando los ojos hacia arriba. Alex se sintió aliviado por un segundo de que dejara de mirarlo. Pero la chica pronto volvió a poner sus dos cristales azules sobre los de Alex.

-No viene nadie... ¿y si te gastaron una broma? ¿vas a esperar todo el día?

Revolvía el café. Al parecer no tenía intención de devolverlo.

Si ese día había empezado extraño, cada vez se hacía mas extraño todavía.  La chica sin ninguna verguenza tomo las medialunas y se comio una, de hecho no paraba de comer cosas, entre hamburguesa, café, medialunas, era poderosamente llamativo, no se asemejaba a una persona normal, realmente parecía más un vástago por su forma de actúar.

-- Alex... me llamo Alex.  Contesto frente a la pregunta por su nombre.

-- Si, de hecho apareció en mi habitación, o sea que alguien entro a mi departamento sin llaves, la dejo allí, tuvo tiempo de abrir la ventana y luego se fue sin dejar rastros... así de extraño...  No parecía ser ella quien lo había citado, pero si le llamaba mucho la atención, empezaba a creer que no era coincidencia que esa chica apareciera frente a él de esa forma.

Cuando termino de comerse su hamburguesa, y también sus medialunas, incluso agarro su café, se quejo de que estaba amargo y le puso más azúcar para luego tomarselo.  Esa chica no conocía la palabra verguenza, eso estaba claro, si hubiera sido otra la situación le hubiera dicho algo por lo que había hecho pero en esas circunstacias lo dejo pasar.

-- No, obvio que no, en cuanto terminará mi café y mis medialunas como mucho esperaría quince minutos más y me iría, pero veo que ya te encargastes de eso.  Dijo entre risas.

-- Y tú te llamas? Eres humana? Pregunto directamente, puesto que ya prensetía que algo ocultaba esa jovencita, esta vez no esquivo su mirada, al contrario también la dejo fija a sus ojos.

@Slade


Ella al escuchar lo último, colocó las manos en sus caderas y se echó un poco hacia adelante.

-Ey, ¿No estás siendo grosero con una dama? -le reprendió- ¿cómo que si soy humana?

Sonrió de costado cuando Alex la miró finalmente. Pero no parecía para nada intimidada, ni nada por el estilo.

-Está claro soy demasiado buena para ser de este planeta... ¿no crees? -bromeó.

Luego, guardó silencio un minuto o dos, mirando hacia el techo del centro comercial, con la cabeza totalmente echada hacia atrás. Aún miraba el techo mientras volvía a hablar.

-Ne... creo que... necesito tomar aire. No creo que me sienta muy bien...

Se levantó. Estaba un poco pálida de pronto. Salió caminando un tanto dudosa, hacia una salida de emergencia que había en el lugar. Alex podría seguirla si quería. Al salir por la salida de emergencia, ella había subido por una escalera de servicio, hacia una enorme terraza donde no había casi nada, excepto algunas pocas cajas algo arruinadas por la lluvia, y salidas de aire acondicionado.

Joven misteriosa escribió:

La reacción frente a la pregunta de si era humana no denotaba que no lo fuera, su reacción fue la de cualquier otro ser humano frente a una pregunta tan extraña... estaba bastante perdido sobre esa jovencita.  Para solventar un poco la situación entre risas dijo.

-- Era sólo una broma... y siguiendo lo que ella decía prosiguio.

-- Por eso lo preguntaba.  Para luego soltar una carcajada tras ello.

De pronto su rostro empezo a empalidecer, y se levanto para ir a tomar aire, Alex dejo el dinero en la mesa de lo que habían consumido y salio tras ella algo dudoso, puesto que se le venían a la mente tres cuestiones: y si viene el que le dejo la carta y no lo encuentra... por otro lado, si la chica esta haciendo toda una actuación y justamente quiere que la siga para tenderle algún tipo de trampa, o la tercera, tantas cosas comió y mezclo que pudo sentirse mal en serio, y no podía dejarla sola, si le pasaba algo...  se quedo con la tercera y fue tras ella.

Subio por lo que parecían ser unas escaleras de servicio hasta llegar a una terraza esperando encontrar a la extraña jovencita y verificar que estuviera bien.  Aunque ya iba preparado para sacar su espada por cualquier cosa que pudiera pasar, debía ser cauteloso.

@Slade


Para cuando Alex llegó a la terraza, vio que la chica estaba allí también, pero colgaba de la parte de afuera de la reja, instaladas a propósito para intentar disuadir a los suicidas. La chica miraba hacia abajo inclinando su cuerpo, sosteniéndose con una mano con sus finos dedos.

-El suelo... parece estar tan cerca... -dijo, sin saber que Alex estaba allí.

Sin dudas, Alex debía de tener mucho cuidado. Anunciarse podría entablar una conversación que pudiera salvar a la chica. O podría asustarla o enojarla, y hacerla tomar una decisión apresurada.

La chica estaba colgada de una reja de la parta de afuera, acaso pensaba lanzarse al vacío, porque le tocaban todas las personas mas extrañas siempre a él, sino es la Dama Errante con sus locuras, ahora es esta jovencita.  Decidió hablarle de forma tranquila, pero a su vez estaba listo para usar Reappear en el caso que decidiera lanzarse y así salvarla en caso que lo necesitará.

-- Oye te encuentras bien?  Pregunto con cierta cautela, sin dejar de observar las acciones de aquella mujer.

@Slade


La chica le miró de forma curiosa.

-Ah, eras tú -dijo como saliendo de un trance- al aparecer estaba a punto de tirarme, qué bueno que hayas venido.

Como si fuera lo más normal, se dio media vuelta, trepó otra vez la reja, cayó del lado seguro y sonrió.

-A veces, tengo estos lapsos de tiempo en donde no recuerdo nada, y acabo así o peor. Cuando pasa, luego me anima ir a comprar cosas.

La situación era por demás extraña. Daba para pensar que esa chica debía de estar en una institución, y medicada.

-Bueno, creo que van a ser unos zapatos. ¡Adiós chico de la cita de trabajo extraña! Suerte con ello... -dijo, y se dispuso a cruzarse con él encarando la puerta para volver al centro comercial.

La chica respondía a la pregunta de Alex, y por suerte no se tiraba, aunque lo tomo como algo de todos los días, y le comentó sobre unos trances que le agarraba  cada tanto y era como que perdía la memoria y no sabía que hacía.  Era llamativo que alguien que tuviera ese tipo de cosas que podían poner en riesgo su propia vida no estuviera medicada o supervisada por algún médido.

Luego se dirigió hacia donde estaba él, para volver al Centro Comercial, al mismo tiempo que se despedía.

-- Deberías ir al médico, es algo peligroso que te agarren esos trances, si no te seguía quien sabe en lo que hubiera terminado.  Le dijo a la chica para luego responder al saludo.

-- Hasta luego... oye al final no me dijistes tu nombre...  Le llego a gritar mientras la chica desaparecía.

Y pensaba que desde que es un vástago le habían pasado toda clase de cosas extrañas, pero por lo visto hay muchas más.  Recordó su cita misteriosa de trabajo y enseguida volvio al café en el que se encontraba antes de toda esa situación.  Igual el tiempo que estuvo con la chica no había aparecido nadie, ya empezaba a pensar que le habían tomado el pelo.

Se sentó y pidió nuevamente un café con leche como para esperar unos minutos más, pero si no pasaba nada, después de ese café volvería a su departamento a descansar un poco.

@Slade


Alex sintió de pronto un perfume que le atrajo. Lo llevaba una persona sentada a su lado, pero esta vez no era una jovencita despreocupada. La mujer le tendió una tarjeta personal.

"Dra. Angela Wiek, Instituto Nacional de Investigación de Biomedicina y Salud Mental.
Subdirectora."

Mientras Alex miraba la tarjeta, la mujer pedía un café, haciendo un gesto con su mano.

-Tengo entendido que usted fue miembro del grupo de personas que ayudó en cierto indicente a una paciente de una granja. Esa muchacha, Natsumi, era hija del ex-primer ministro. ¿Es eso cierto señor Slade? -preguntó.

Dra. Angela Wiek escribió:

Cuando había terminado su café, apareció otra mujer a su lado con un perfume algo peculiar, pero al menos a esta se la veía mas cuerda, le entrego su tarjeta de presentación a la que Alex observó con detenimiento, mientras la mujer se pedía un café e iba directo al grano y le hacía una pregunta.

-- Asi es, tuvimos una pequeña invernción en ese asunto, pero nada más.  Contestó algo pensativo, puesto que no sabía bien que quería esa persona, y si al fin era la que le había dejado la carta, aunque no parecía ser de las que entran a los departamentos ajenos a dejar cartitas, pero como sabía que lo encontraría en ese lugar, tenía que ser ella.

-- Y usted es la que me dejo la carta para esta reunion? Preguntó con seriedad pero con tranquilidad.

@Slade

Ángela sonrió.

-Me gusta hacer mis propias contrataciones, elegir el equipo con el que trabajo, y hacerlo a mi manera -dijo- porque así es como obtengo los resultados.

Revolvió su café, sin ponerle azúcar, y prosiguió.

-Debo decir, que parece que he acertado nuevamente. Le he citado en el lugar favorito de la muchacha, y parece que usted ha sido escogido por ella. Observé cómo se ponía en contacto con usted sin siquiera intervenir en nada.

Dio una mirada amplia a los alrededores como asegurándose de no ser vista por "la muchacha".

-Hablamos de un paciente surgido de los experimentos del fallecido ex-primer ministro Matsumoto. Suelen tener personalidades depresivas, cambiantes, podrían ser un peligro para ellos mismos o para otros. Pero encerrados no arrojan datos que nos ayuden a mejorar su situación. Por eso buscamos tutores para estos jóvenes. Personas especiales, con paciencia, poder, amistad, piedad... cualidades difíciles de encontrar hoy en día.

Le echó una mirada penetrante, como si fuese una amable advertencia.

-Es un trabajo difícil... física y mentalmente desgastante. No es para cobardes, señor Slade. Pero sí es para gente que sin importar lo difícil que sea, buscan hacer la diferencia... ayudar cuando nadie más puede. Estamos buscando un tutor para esta chica. Cuanto más segura y sana esté, y más tiempo pueda vivir fuera en el mundo, más aprenderemos y estaremos más cerca de reparar el daño que se ha hecho con tantos jóvenes que hoy padecen lo mismo o están en peores condiciones. Y, claro, mejor vida podrá tener la pobre.

Angela escribió:

Cuando la mujer empezo a hablar, no paraba de sorprenderse con cada cosa que decía, para empezar todo ese asunto de esa chica misteriosa había sido planeado de alguna forma, aunque en realidad lo único que era parte del plan era que Alex fuera al lugar favorito de la muchacha mientras ella verificaba todo, la conducta de la chica, a quien elegía, y como se desenvolvía su elección.

-- Ya veo... y que pasaba si la chica se lanzaba al vacío? Dijo algo molesto puesto que toda esa situación podría haber terminado mal.  Su sorpresa crecía cuando le explicaba que se trataba de uno de los tantos experimentos del Primer Ministro, Arrows había tenido bastante cercanía a todo aquello.

-- Lo sé, ya he tenido algunos encuentros con ellos, y sé de lo que son capaz, aunque también todo lo que han sufrido.  Dijo mas calmado, y algo apenado cuando penso en las gemelas.  Al parecer la función de la Doctora era recopilar datos de estos chicos para poder ayudarlos de alguna manera, al menos parecia tener buenas intenciones.  Pero necesitaba que los chicos se desenvuelvan fuera del hospital, y para ello necesitaban un tutor, ese era el trabajo que le estan proponiendo.

Aunque no estaba seguro que hubieran encontrado a la persona indicada, puesto que necesitaban que esos tutores tuvieran paciencia, amistad, poder, piedad.  En lo único que concordaba era en tener poder, eso no le faltaba, piedad puede que también aunque ha hecho cosas de las que no se enorgullece, como cuando asesino a todas esas personas en la ilusión de Cyon, si bien había sido como un sueño, su actitud no había sido la mejor.  Amistad, no había tenido mucho éxito en eso con los chicos de la mansión, y paciencia, era algo que prácticamente no poseía.

Ese trabajo sonaba más para alguien como Dereck, o incluso Kevin, aunque era muy pequeño para semejante responsabilidad.  Pero él... no se veía mucho.

-- No sé si cumplo con todos esos requisitos que busca en un tutor, no soy muy sociable que digamos, y paciencia... pues... no tengo mucha, como veo que lo que intenta hacer es algo bueno, y realmente hace falta de eso en el caos que se esta convirtiendo el mundo, quiero ser sincero con usted, me agradaría ayudarles en todo esto, pero no sé si soy el indicado, y menos de una jovencita que quizás necesita más bien una mujer como tutor para que pueda aconsejarla sobre cosas que yo no podría, no sé si me entiede... tenía una hermana, y la verdad muy pocas veces podía entenderla.  Comento con cierto suspiro y al mismo tiempo nostalgia.

-- No se lo tome a mal, pero a veces es dificil entender a las mujeres.  Le dijo entre risas.

-- En cambio tenía un pequeño hermano con el que sí nos entedíamos de maravilla... pero esos son sólo recuerdos de mi pasado.  Termino diciendo con un poco mas de tristeza.

-- Pero me interesa este proyecto que estan llevando a cabo, sabe, tengo amigos, con los que he vivido cosas que nos han llevado al límite, son buenas personas, y me gustaría, si me lo permite, recomedarselos... puesto que me imagino que deben ser muchos los jovencitos o niños que necesitan de un tutor... y creo que las personas que les podría recomendar harían un gran papel, incluso mejor que yo... me imagino que yo sería mas ayuda para un jovencito tan raro como yo.  Le dijo entre risas.

-- Mas que para una jovencita tan sociable, pero podría intentarlo... mire, la cosa es así, en primer lugar vine porque necesito de un trabajo, tengo deudas que saldar, pero ahora que me explico de que se trata, no lo haría sólo por el dinero, sino por darles una mejor vida a esos jovencitos y niños, y le ayudaría en todo lo que pueda de buena gana... aunque insisto no sé si soy el indicado como tutor de esta jovencita, eso dejaré que usted lo evalúe, y después me diga que decidió.  

Realmente le gustaba la idea de ayudarlos pero la amistad, el ser sociable, la paciencia no eran algo que prevalecían en él, no eran su fuerte... y esa jovencita de hace unos minutos, si hay algo que no tenía era verguenza y dificultad para socializar.  Desde su perspectiva sería de mas ayuda para alguien como él, cerrado, poco sociable, puesto que quizás hasta lo podría entenderlo mejor y podrián sentirse identificados el uno con el otro.  Eran personas inestables, en un descuido la chica se podría haber lanzado al vacío, por eso se debía tener mucha cautela al tratar con ellos, que no se sientan perseguidos, ni encerrados, y que la persona que los cuide puedas seguirle el ritmo, se conviertan en sus amigos y puedan entender sus cosas.

@Slade

Dra. Ángela Wiek

Ante la primera pregunta de Alex, la doctora apretó sus labios y contestó decidida.

-Lo siento, pero si usted no acepta ser su tutor, entonces no le explicaré nada sobre las características de la muchacha señor Slade. No puede saber qué hubiese pasado. Pero créame, cuidamos a los nuestros. Es sólo que, no es justo que sólo un par de los jóvenes puedan tener vidas fuera del laboratorio, sólo porque no somos suficientes para cuidar a más.

Ángela tomó un poco de aquel café, y su rostro se tensó, como si el sabor no hubiese sido de lo mejor.

-Lo siento, pero es como usted dice. Olvídelo, si usted no es social no le servirá a nadie en este trabajo. Pero creo que se equivoca si cree que podría ayudar a alguien parecido a usted. Las personas antisociales necesitan abrirse, así que necesitarían a alguien incluso más paciente y abierto. Alguien con sus características sólo empeoraría el cuadro. -dijo, con aparente conocimiento en el tema.

La mujer desestimó mucho de lo que decía Alex, pero siempre con respeto. Francamente parecía a punto de irse. Pero antes de que todo quedara en una enorme pérdida de tiempo, Ángela volvió a mirarle. Lucía poco dispuesta a rendirse, o a aceptar que había fallado.

-Señor Slade, aprecio sin embargo su franqueza para tratar este tema. Por alguna razón me pareció que podía servir en mi equipo, y no suelo equivocarme. Si no es usted el indicado, puede que sea usted quien me lleve a dar con personas útiles.

La mujer sacó de una pequeña cartera, un espejo de maquillaje y comenzó a retocar su cabello, un poco.

-Quizás su trabajo sea hacer de nexo entre paciente y tutor... ser quien conecte al que necesita con el que puede ayudar. Aunque me gusta reclutar en persona, no puedo estar en todos lados al mismo tiempo, señor Slade.

Angela escribió:

Mientras terminaba su café, escucho atentamente lo que decía la Doctora, quien desestimaba absolutamente todo lo que Alex suponía, le dejo bien en claro que no servía para ser tutor de esas personas, menos con características similares, pero como no era sociable directamene le dejo en claro que no servía para cuidar ninguna de las personas con las que ellos trabajaban... si bien la mujer era la que sabía del tema, y desde ya que entendía mucho más de lo que pudiera entender él, le parecio algo cerrada, como puede saber si una persona por el simple hecho de no ser sociable no le haría bien a uno de sus pacientes o no podría ayudarlos.

-- Entiendo, y no esta en discusión, usted es la profesional y la que entiende del tema, no yo... aunque cada persona es un mundo, y es dificil que la ciencia pueda saber con exactitud si una persona no sociable le haría bien o no a otra persona, eso se va dando en las relaciones, depende mucho de la personalidad de cada sujeto, tanto del tutor com del paciente; puede tener un tutor super sociable y quizás no se lleve bien con un paciente haga lo que haga, pero si con otros... pero no soy quien para tratar el tema.  Se límito a decir, no se iba  aponer a discutir con la Doctora, ella hablaba desde el conocimiento científico, él hablaba desde sus creencias, perspectivas e ideas.

-- Pero bien, usted ya hizo su evaluación, y dejo en claro que no sirvo para este trabajo, de hecho lo suponía, pero como bien dije quiero ayudar, tome nota de los teléfonos de estos amigos que le comentaba para ponerse en contacto con ellos, estoy seguro que obtendrá mejores resultados con ellos que conmigo.  De esa manera le pasaba los teléfonos, luego pagaba lo que había tomado y extendía su mano como saludo hacia la Doctora.

-- Espero mis compañeros le sean de más utilidad, mucha suerte, ojala esos chicos puedan tener mejores vidas a las que tuvieron, un gusto Doctora Angela.  Se despidió de la Doctora para luego salir del Centro Comercial, había sido todo una pérdida de tiempo, iba a tener que buscar algún otro trabajo donde no busquen sólo personas sociables.  Igual apenas podía cuidarse del él mismo, menos iba a poder cuidar de otros... de hecho no pudo cuidar de su hermano y lo había perdido.  

Realmente este encuentro lo había dejado bastante desganado, sentía que no podía ser de utilidad, no le fue del todo bien en la mansión, más de una vez había tenido enfrentamientos con sus compañeros por sus actitudes... era como que no encajaba en este mundo.  Estaba más para ser un paciente de esa clínica que un tutor, así de irónico era todo.

@Slade

Dra. Ángela Wiek

La doctora esperó a que Slade terminara de hablar, y mientras estaba tomando nota de los números que él le otorgaba, dijo:

-Estoy segura de que puede llevarse bien con una persona parecida a usted, señor Slade, pero eso no es lo que hace que un tutor ayude a un joven. Así como no hace falta que un psicólogo sea nuestro amigo. Fue usted quien se declaró a sí mismo como no muy sociable, y falto de paciencia, no fue ninguna evaluación hecha por mi.

Terminó de anotar, guardó su pluma y estrechó la mano del joven, porque se la había ofrecido. Alex se iba.

-Gracias por los contactos, señor Slade. De seguro me servirán y habrá ayudado en la medida de sus posibilidades. Que tenga un buen día.

En efecto, la doctora sacó su móvil y comenzó a hablar con un equipo que había estado observando a la muchacha de cabello verde. Luego pidió un taxi y se subió en él.

@Kisa

Kohaku


Kohaku eligió un lugar que estaba a la vuelta del centro comercial. Había muchísima menos gente, y en general una calma bastante aceptable dentro de lo que siempre era el bullicio de Tokyo. Kohaku se pidió algo muy sencillo. Básicamente el almuerzo era una excusa para hablar con una vieja amiga, con un poco más de libertad.

-Sus tatuajes -dijo mientras disfrutaban de la comida- muestran un poco cómo son los Vástagos ¿no crees?

Él la miró, señalándole con los palillos.

-¿No te revisaste aún? Debes de tener tu propio tatuaje de Vástago. Después de todo, este es otro viaje...

Luego se señaló su rostro.

-Está claro cuál es el mío ¿verdad? -bromeó.

Comió un poco más, entre que Bridget revisaba si tenía un tatuaje de Vástago.

-Es fácil darse cuenta... estos tatuajes están llenos de oscuridad.

Eso estaba claro desde el primer momento. Esos chicos eran los que más se acercaban a un viajero, de todas las personas que habían visitando en muchos mundos.

-Bianca ha viajado también. No sé si vendrán otros... es una posibilidad. Necesitaremos un equipo para trabajar con estos chicos. Este mundo... podría ser muy interesante ¿no crees?

-Por qué crees que no mostré el mio durante el desayuno ¿eh? Es muy probable que se esté en un lugar dónde ni yo misma alcance a verlo, la espalda, abajo del hombro o algo así ¿Me ayudas con eso?-

Se quitó su ligero saco y se dio vuelta, su vestido era sin mangas y tenia un pequeño escote en la espalda, también recogió un poco su cabello y ahí estaba, justo bajo su nuca, en su cuello, su cabello lo cubría al menos que se hiciera una coleta.

Tatuaje:

-¿Ves algo? ¿Qué es?-

Se alegró al saber de Bianca.

-Esa es una noticia maravillosa, que gusto volver a la verla. Se nota que son chicos agradable, aunque pareciera que están un tanto dispersos. Sabemos de sobra lo que sucede cuando los eslabones en grupo no son los suficientemente sólidos.-

De nueva cuenta hablaba por su experiencia.

-Ayudaremos que reforzar esa unión y que ganen seguridad y confianza en cada uno de sus miembros. Y si, será bastante interesante. -

Así lo había sentido desde que llegó.

@Kisa

Kohaku

Kohaku asintió de inmediato.

-Si si, ahí está. Una clave de sol y una flor, muy adecuado... -dijo.

Ya comenzaba la sobremesa, y mientras seguían hablando.

-Sí, un poco dispersos, tienes razón. Además uno de ellos es un niño, y ya viste cómo me hablaba de su organización, sin saber si yo era un miembro nuevo o un simple amigo tuyo.

El rubio hizo a un lado todo lo que había usado en el almuerzo.

-Incluso hay dos de ellos que ni siquiera hemos visto. Te envío fotografías...

El móvil de Bridget en aquel mundo sonaba y su pantalla se prendía.

-Querrás conocerles la cara si te topas con ellos por casualidad.

Kohaku hizo un pausa, y recordó que no todo era la salvación del universo.

-¿Y qué pasó hace un tiempo aquí? ¿Qué te hizo venir en primer lugar?

Recibió aquellas fotografías.


-Muy bien, ya los tengo... Así que ellos también. -

Por la última pregunta Bridget comenzó a reír con cierta diversión

-¿Me creerías si te digo que fue por una cita a ciegas que conocí a Noah?-

Así había sido.

-¿Y qué pasó? Pues... lo que pasa en todas las citas, platicas, convives haces de todo un poco y...Ya.-

En realidad no quiso dar detalles sobre aquella ocasión, había cosa que prefería reservarlas para si.

Siguieron hablando un poco más, pero Kohaku debía ir hacia otro sitio, Bridget se despidió y aprovechó para pasear un poco por aquel centro comercial.

Más tarde telefoneó a Noah y quedaron en verse en su departamento, Bridget llegaría.

-Oye, se que está cuidad es grande, pero no creas que me pierdo así como así, tonto. -

Decía a Noah por teléfono.

-Te veo en un rato, llevaré la cena y el postre.-


Colgó finalmente.

Bianca Di Mateo

Definitivamente, Bianca quería despejarse un poco. Había pasado poco tiempo desde su última misión y aún se sentía algo rara con ello. Previamente, había enviado un mensaje de texto a unos amigos para encontrarse en el centro comercial, pero al final se puso a arreglarse y terminó saliendo sin siquiera ver cuántos habían contestado, ni quiénes.

Spoiler:

La chica había elegido algo de ropa casual, y había decidido ponerle algo más de color a su cabello (después de todo, ella tenía el poder de cambiar su apariencia a gusto). Se sentó en las afueras del centro comercial a esperar, aquel lugar le traía muchas cosas a la mente.

@Suzume

Haruki

Bianca se encontró con el chico de cabello oscuro y ojos claros, justo donde había dicho ella que iba a esperar a quienes pudieran ir. Él llevaba un traje gris azulado, pero parecía haber terminado su actividad diaria, por lo que estaba un poco desarreglado, y llevaba un portafolios. Aunque era joven aún, daba la sensación de todo un adulto.

-Hace mucho tiempo que no nos vemos Bianca... -dijo el chico como saludo, sonriendo un poco- por lo visto, he sido el primero en llegar.

El muchacho parecía contento por ver de nuevo a una antigua amistad como ella.

-Y si, dijiste 2 horas pero he llegado en apenas 1. Es que... acabo de salir de la empresa -se disculpó- trabajo aquí cerca, por lo que en vez de esperar pensé que quizás ya estabas aquí, y era mejor pasar a saludar primero y cambiarme en casa después.  

Había acertado... Bianca había llegado un poco antes de tiempo y ya estaba allí esperando. Se alegró de que así fuera, porque pensaba que así la espera de la mujer podía ser un poco menos aburrida. Haruki crecido un poco más en altura, al parecer. Y por lo visto, estaba trabajando en alguna empresa.

-Puedes esperar aquí a que se haga la hora, o acompañarme si quieres. Cuando llegue la hora, seguramente habrá alguien más. Si está en el mismo continente, estoy seguro de que Dereck se dejará caer por aquí para saludarte... -agregó.

Okazaki escribió:

Bianca Di Mateo

Bianca se levantó e hizo un pequeño saludito con la mano a Haruki,

-Haruki-kun, ¿cómo estás? -preguntó de lo más normal mientras observaba como había crecido el chico y como su atuendo lo hacía ver más adulto.

Tras escuchar un poco lo que decía, la muchacha asintió y se acomodó un poco la cartera.

-Hee, es que terminé haciendo todo más rapido de lo que pensaba, y creí que iba a tardar ese tiempo pero nop. -aclaró en primer lugar.

-Menos mal que llegaste antes entonces! -sonrió para luego adelantarse unos pasos- La vida de trabajador es dura ¿no? Te acompaño para que te puedas cambiar, debe ser pesado estar vestido así todo el día. Y estoy segura de que si viene alguien más se tomará su rato, incluso si es Dereck o algún otro -indicó finalmente, para luego esperar que Haruki le indique el camino hacia su casa.

-Pues, en qué consiste tu trabajo? Es aburrido? -preguntó en el camino, para sacar un poco de conversación.

@Suzume

Haruki

El joven caminó con ella mientras hablaban, y la condujo a un humilde y pequeño coche, aunque no era muy malo tampoco.

-Ahora es aburrido mi trabajo, antes no lo era... -contestó, poniéndose el cinturón de seguridad- al principio detenía incidentes con vástagos desconocidos y sucesos extraños. Ahora simplemente coordino a un grupo más joven y presento informes a superiores en el Estado.


Mientras iban en viaje le miró un par de veces, mientras conversaba.

-Aún estoy pensando si esto es lo mejor. Colaboro, porque creo que puede ser útil, pero estoy atento. Tampoco me gusta que algunas pocas personas tengan tanta información, y suelo no seguir las reglas al pie de la letra -dijo- Creo que una organización puede descontrolarse fácilmente...  

Mientras doblaba en una esquina y luego esperaba en una pequeña calle, a que pasen dos chicas que salían de un conbini, se sintió curioso.

-Hay que buscar qué es lo que haremos. ¿Alguien más respondió? Ah, además, cuéntame un poco sobre lo que has estado haciendo.... -quiso saber.

Okazaki escribió:

Bianca DI Mateo

-Vaya, así que Haruki-kun tiene coche, quién lo hubiera dicho! -mencionó de forma intensionalmente exagerada a la par que se subía al asiento del acompañante e, imitando al chico, se ponía el cinturón de seguridad.

En el camino la mujer lo escuchó atentamente, asintiendo de vez en cuando e incluso observando por la ventana de a tramos, como si pensara en cosas más profundas.

-Bueno, te entiendo perfectamente. Antes me dedicaba a viajar por los mundos resolviendo todo tipo de situaciones, conociendo todo tipo de gente. Pero por mi propia cuenta decidí que quería rehacer mi vida como algo más “normal”, no solo por mi, también por mi hermano (aunque esa es una historia aparte) -dijo alegremente pero reflexiva a la vez.

-Si bien estoy viviendo muy bien dónde elegí seguir con mi vida, a veces también me pregunto si es lo mejor. Quizá estaría mejor siguiendo con eso, después de ustedes descubrí que las cosas siguen alteradas y me digo a mi misma ¿Qué haces aquí, trabajando de actriz, viendo el noticiero a la mañana como si nada? -indicó hablando un poco más rapido que de lo normal, siendo un poco más natural. Hizo silencio unos segundos y decidió enfocarse en lo que decía el joven- Tienes razón… he visto organizaciones que estaban bien y de un día para el otro, pum, se descontrolan. El manejo de información es una gran fuente de poder, y muy peligrosa -dijo para luego soltar una pequeña carcajada.

-Ya estamos hablando como unos adultos ¿no? -mencionó a la par que seguia un poco la mirada de Haruki, para encontrarse con unas jovencitas saliendo de un mercado- Podemos ir a un karaoke, o no se qué otras cosas hay que para hacer en esta zona. Solo he frecuentado las fiestas -concluyó tras guiñar un ojo.

-Sobre lo que estuve haciendo, un poco ya te adelanté. Trabajo como actriz, a veces canto. No soy muy buena pero ya sabes como es el público… si luces como una idol quieren que hagas todo, aun si eres muy mala en eso jaja pero me divierte y además me genera dinero -indicó un poco avergonzada por admitir aquello ultimo.

@Suzume

Haruki

El joven rió ante el primer comentario de Bianca.

-Es un compacto un poco viejo que me dieron para el trabajo, ahora que me piden "discreción".

En el camino Haruki escuchó a la mujer que decía que "antes" se dedicaba a viajar por mundos. ¿No era eso lo que hacía cuando la conoció?

-Entonces, te retiraste... -dijo, mientras doblaba para entrar en el pequeño garage de una casa.

Apagó el motor, se encendieron las luces... y ambos pudieron salir hacia una puerta que daba al living-cocina del pequeño hogar. Le indicó con una mano que podía sentarse. Le preguntó si quería algo de comer o tomar, y le sirvió exactamente lo que ella pedía, porque el lugar no era grande para nada pero en esa cocina parecía estar abarrotado todo snack y bebida que pudiera caber. E increíblemente todo estaba en equilibrio. La vista no era la más organizada, parecía todo a punto de caerse... pero se notaba que Haruki apilaba todo de forma tal que no sucediera.

En cuanto Bianca se sintió un poco más cómoda con su pedido cumplido, el chico se fue.

-Vuelvo en seguida... -dijo.

Unos 10 minutos después apareció nuevamente con una ropa casual.


-Me alegra que te sientas como en casa aún luego de un tiempo. Me hace sentir más cómodo también  -dijo, sentándose un poco con ella en una pequeña mesa- ¿me das un poco? -dijo estirándose hacia arriba, sacando un vaso de vidrio de un aparador sin siquiera levantar la cola de la silla.

-Es la ventaja de vivir en un lugar pequeño -comentó- y los vecinos no molestan tanto, ni son tan numerosos como en un bloque de habitaciones.

En cuanto también pudo relajarse un minuto, prosiguió con lo que había querido decir antes de llegar.

-Vas a tener que perdonarme, pero yo también entiendo un poco lo que dicen esos "fans", tiene sentido que te dediques a lo que haces ahora. Y estoy seguro de que no lo haces nada mal. Después de lo que les vi hacer a ustedes, no creo que hagan algo mal jaja. Pero respecto a la duda que dices que tienes... -dijo pensando un poco- ¿no crees que es un poco duro? Digo... que yo sepa ¿no había gente que se encargaba de esas cosas además de ti? Supongo que no tienes por qué olvidarte para siempre de vivir tu vida ¿no? Pueden haber otros que den lo suyo también. -y bebió un sorbo de lo que le había servido a Bianca.

Okazaki escribió:

Bianca DI Mateo

Al llegar a la casa del joven, Bianca se sentó y aceptó el ofrecimiento de Haruki. Obviamente pidió una cerveza, algo que prácticamente no podía faltar en la casa de cualquier muchacho en Japón. Para comer, tan solo le pidió a Haruki cualquier snack que acompañara bien la bebida.

-Vaya forma de ordenar más rara… -susurró mientras el dueño de casa se cambiaba y mientras ella observaba un poco el lugar, a la par que le daba pequeños tragos a su bebida.

-Es un bonito lugar, al menos para un hombre que vive solo -comentó alegremente Bianca.

Escuchó al joven conversar un poco más, sin embargo no contestó hasta haber dejado vacío su vaso.

-Jee, es verdad, comparado a otras cosas que he hecho no es nada difícil fingir que se cantar ¿no? -indicó divirtiéndose un poco con la idea. Antes de contestar a lo siguiente se quedó pensando un poco.

-Mmm, si, eso seguro. Hay gente que continúa con esa tarea, y estoy muy segura de que lo hacen bien. No necesitan mi ayuda ni nada por el estilo. Pero no lo digo solo por eso, sabes? Quizá a ti te suceda un poco o no pero… a veces es aburrida la vida normal -dijo con una risita- No es que no me guste, no reniego de lo que he logrado en este tiempo, después de todo fue mi decisión pero hay días en los que me despierto y pienso que quizá debería volver a dedicarme a aquello -concluyó entrecerrando un poco los ojos, como si recordara algo.

-Tampoco es que me haya retirado de todas formas, simplemente es que “ellos” han decidido respetar mi decisión. Yo decidí vivir una vida normal, y no vienen a molestarme cada día diciendo “ups, un mundo necesita que los salves” aunque si lo hicieran, tampoco me molestaría. Es algo contradictorio ¿no? -bromeó mientras le hacía señas a Haruki para que le rellenara el vaso.

-Creo que simplemente estoy aburrida y digo tonterías… -dijo un poco dubitativa- Y tú, ¿has sabido algo de tus amigos últimamente? -preguntó desviando un poco el tema.

@Suzume

Haruki

Haruki creyó que pronto se irían, pero Bianca le hacía señas para que volviera a servirle cerveza. Lo hizo, entonces.

-Una vez que te has sentido especial, es lógico que la vida "normal" aburra un poco... -asintió.

Sonrió mientras se servía un poco también.

-Hay días en los que también recuerdo las cosas no tan buenas que trae una vida "entretenida"... -añadió- así que lo único que puedo decirte al respecto es que no tengo ni la menor idea de qué pensar al respecto.

Tomó un trago y prosiguió.

-Me jodería que pasara algo grave otra vez, y al mismo tiempo, me pregunto si ésta es mi vida ahora -dijo señalando esa pequeña cocina rodeada de snacks.

Suspiró, pero pronto recuperó la tranquilidad.

-A esta edad, me imaginaba mucho más realizado. Tengo dudas como un adolescente... -se sinceró- pero supongo que todas las edades y etapas tienen un poco de esto... -se resignó, haciendo un brindis- y de los demás... pues Amanda nos cuenta cada tanto qué onda con Haon y Noah, y la situación de la nueva Mansión Deneb... por lo demás, no he tenido mucho contacto con nadie -aseguró- ni siquiera con Nanami o Natsumi -agregó, con un tono un poco menos alegre.

Desvió rápidamente la mirada de Bianca hacia el costado, al piso, y luego se levantó y sonrió de nuevo, mostrando las llaves del coche.

-Sería malo si llegáramos tarde... quizás haya alguien, aunque lo dudo. De todas formas, deberíamos ir ¿no crees? -preguntó.