[ER] Centro de Deportes

Era curioso no ver llegar a Omeny de forma acelerada, ingresó de lo más tranquila, saludando a sus compañeras y yendo hacia los vestidores.

De cierta forma observan con extrañeza a Omeny, quizás su atuendo o su movimientos calmados. Se puso y uniforme, Adriano ya les esperaba.

Debían hacer su calentamiento previo, así que Adriano les indicó que debían dar 10 vueltas a la cancha, trotando, después, correr esquivando algunos conos y saltar unos obstáculos con todo y balón.


Omeny iba a bien paso por la orilla de la cancha, pero de pronto bajó su ritmo, sus compañeras pasaban de largo, ¿Omeny distraída? Si, si lo estaba por lo ocurrido.

-No lo entiendo...-

Comenzaba hablar consigo misa. Al reaccionar volvió a tomar el ritmo para terminar de darle las 10 vueltas al campo y continuar con los demás.

De vez en vez volvía a desconcentrarse, tanto que casi tropieza con uno de los conos y no eran actividades muy complicadas de realizar a pesar de que Adriano esta vez pedía realizar todo aquello más rápido con el fin de que todas agilizaran sus piernas.

Kisa escribió:

En un momento, el entrenador se acercó a Omeny y le pidió que se concentrara un poco más. Al ver que la chica tenía la cabeza en las nubes, y hacía un menor tiempo que sus compañeras, decidió que debía de detener su entrenamiento.

-Hamilton, venimos a dejar todo lo que tenemos en el campo, porque es lo que amamos. Deje a un lado todo lo demás y ¡Haga lo que tenga que hacer! Sé que su estado físico está muy bien, así que ¡Muévase! -le dijo.

Tocó su silbato y comenzó a prestar más atención a cómo Omeny hacía las cosas. Luego trajo una bolsa con 50 pelotas de fútbol.

-Entrenamiento con pelota, ahora. Formen grupos de 5 vs 5. Quien anote un gol debe atajar hasta que le hagan un tanto. Tenemos que estar preparados para cualquier emergencia, si un arquero se lastima y ya hemos hecho los 3 cambios, alguien debe estar preparado para salvar al equipo. ¡Vamos, ahora! -dijo, sonando otra vez el silbato.

Adriano escribió:

Adriano la sacó de sus cavilaciones con su peculiar tono de voz y forma de decir las cosas.

-S-si.. ¡SI SEÑOR!-

Omeny comenzó a hacer las ultimas actividades a buen ritmo. Debía concentrarse si en verdad quería participar en aquel torneo.

Minutos más tarde el campo era invadido por balones de futbol, algunas chicas traban de esquivarlos o tropezar con ellos. Omeny comenzó a jugar con uno mientras escuchaba las indicaciones de Adriano.

Una vez que se formaban los equipos, la chica se movía entre pelotas para conseguir anotar, sus compañeras hacían un buen trabajo al impedirle avanzar. Burlando a una de ellas logró pasar el balón entre las piernas, corrió y pateó con la zurda hasta incrustar el balón al fondo de la portería.

Había llegado su turno de defender, Omeny tuvo un duelo de piernas con una chica más alta que ella, pero logró librarla y despejar el esférico.

De pronto un cañonazo salió disparado hacia la portería, Omeny apenas si tuvo tiempo de reaccionar y se lanzó para desviarlo con la cabeza. Rodó un poco por el campo al caer, pero se levantó.

Más balonazos iban en su contra, sus compañeras pateaban duro también, dos veces el balón se estrelló contra su abdomen, pero afortunadamente su abdomen era firme y fuerte, de no ser así, cualquiera de esos balones le hubiese sacado el aire.

En un descuido ya no logró desviar un balón y el gol fue anotado. Aún así Omeny estaban disfrutando de lo que hacía, se olvidó por ese instante de los problemas y poco a poco comenzaba a acoplarse mejor con cada una de sus compañeras.

Kisa escribió:

Adriano

Adriano se acomodó sus gafas y dibujó una mueca en su rostro al ver la segunda etapa del entrenamiento del equipo. Sobre todo, fijaba su vista en los avances de Omeny. No parecía tan enfadado como antes... ya estaba dejando de fruncir el ceño cuando miraba a la chica.

-Eso, bien bien, vayan sintiendo el desgaste... -les animaba el preparador físico.

Mientras tanto Adriano sólo observaba. El DT fue a hablar con el preparador físico un momento, pero nadie pudo saber lo que decían pues hablaban bajo. Seguramente, el preparador físico estaría pasando información al entrenador sobre cómo estaban las chicas en cuanto a rendimiento.

Entonces Adriano les informó el 11 titular para el primer partido del campeonato. Omeny estaría en la banca, con el número 18.

-Eso es todo, el primer partido será pronto, cuiden su cuerpo, su alimentación, sus horas de sueño. Nos vemos la próxima -dijo Adriano, dando por finalizado aquel entrenamiento.

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Acciones:

-Volver a la mansión, juntarse con los chicos de su misión (Gabrielle, Meredith, Kevin, Noah) y escuchar las explicaciones de estos.

Adriano escribió:

Tras terminar la practica y tomar un respiro, Omeny tomaba una toalla y una botella de agua. Minutos después Adriano anunciaba sobre el primer partido del torneo y la chica que sería titular.

Omeny sería suplente, estaría en la banca.

-¡Ya tengo un número!-

Adriano mencionaba que debían cuidarse muy bien con el fin de estar al %100 en torneo.

-¡Si señor!-

La chica ayudó a juntar los balones esparcidos por el campo y llevarlos a su lugar, después alcanzó a sus compañeras en las regaderas. Una vez lista se disponía a regresar a la mansión.

-Hasta pronto, chicas, ¡Suerte!-

Se despidió y sus compañeras de igual forma lo hacían.

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En el camino la chica mantuvo ese paso tranquilo, pensaba en algunas cosas.

-AL fin de cuenta voy a ir a torneo, podré ver un partido de ese nivel muy de cerca...-

Sus ojos grises expresaban cierta ilusión, comenzó a visualizar el estadio lleno y la gente aclamando a su equipo preferido.

Omeny pensó que ser suplente no era tan malo, si alguien se lesionaba podían tenerla en cuenta para tomar su lugar y podría jugar aunque fuesen unos breves minuto.

Dejó que su mente aterrizara de nuevo para abordar el tren que la llevaría de vuelta a casa.

Kisa escribió:

Estaban comenzando a equilibrar las cosas. Pero con el empate, el equipo rival (que había corrido bastante menos) se concentró más, y volvió a tomar las riendas del partido en los últimos 10 minutos del encuentro. Entonces, Adriano hizo 2 cambios más para renovar un poco la energía de su equipo y le pidió a Omeny que juegue bien hacia el extremo derecho del campo, casi pegada a la línea.

Las dos jugadoras que entraron eran defensoras muy altas y corpulentas, saliendo del campo dos mediocampistas bajitas y veloces que estaban ya bastante cansadas. Adriano le indicó entonces a Elsa que ella quedaba como la única punta del equipo. Pero al mismo tiempo, indicaba a las demás que, en cuanto pudieran, lanzaran en largo hacia Omeny, en la derecha.

En los últimos minutos, Omeny vio algo espectacular. El rival, apresurado por marcar otro gol, comenzó a desordenarse. Y ahora era más difícil marcarlo, pues se les oponían más defensoras. El equipo de Omeny robó la pelota en una oportunidad y, como pidió Adriano, lanzó en largo hacia Omeny, quien tuvo que correr varios metros para llegar a tomar el pase.

-Corre vamos, llega hasta el final del campo y lanza hacia Elsa... -indicaba Adriano.

Una sola defensora había dejado el equipo rival. Estaba indecisa entre marcar a Elsa o ir hacia Omeny. En esa indecisión, tardó lo suficiente y ya nada pudo hacerse. Omeny envió hacia Elsa, quien sin parar ni bajar el balón de ninguna forma, conectó la pelota con su botín derecho (aún siendo zurda) y fusiló la portería con un disparo muy potente. 2-1 en el último minuto. Dos asistencias de Omeny, dos goles de Elsa, quien festejaba sola, y luego con una, o dos compañeras que se acercaban de a poco.

El encuentro terminó, y ya en el vestuario, las chicas y Adriano felicitaron a Elsa y a Omeny. Pero también se felicitaron entre ellas, todas, pues el esfuerzo se comparte. Adriano así les dijo.

-Nuestra dupla arriba estará conformada por Omeny y Elsa en el campeonato... espero se lleven bien todas -les recomendó.

Omeny salió de casa rumbo a la Universidad tenia dos exámenes las primeras horas.  En sus siguientes clases se mantuvo algo distraída con el bolígrafo entre su nariz y sus labios viendo hacia la ventana, incluso uno de sus profesores la sacó de sus cavilaciones para que prestará atención, se avergonzó un poco ya que algunos compañeros reían.

Durante el receso notó que ya estaban algunos resultados de los exámenes pasados, se buscó en las listas y sus calificaciones no eran del todo alentadoras.

Se puso de espaldas contra la pared y se dejó caer al suelo despacio.

-No puede ser....

Suspiró. Alguien le buscó y le avisó que el director le esperaba en su oficina, Omeny dedujo el por qué.

El director le expresó los detalles sobre su desempeño académico he incusó preguntó si tenia problemas en casa o algo similar, a lo que la chica negó absolutamente, pero en verdad se notaba que algo pasaba por que sus calificaciones bajaron de pronto. Incluso el Director le dijo que su beca estaba en juego, si su desempeño escolar no mejoraba la perdería.

Aquello le cayó como balde de agua fría a la chica. En cierto momento cruzó por su mente decir << Lo intento, pero a veces debo realizar otras cosas por el bien de la humanidad >> Cosa que no sería creíble e incluso podría tachar de loca.

Tomó su boleta, la guardó en la mochila y salió de la oficina del director para dirigirse al club, tenia practica.

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También se le hizo tarde para llegar al club por aquella llamada de atención en su escuela, entró y fue directo hacia los vestidores, los cuales no tardaron en llenarse de murmuraciones por parte de algunas compañeras, sobre todo de Elsa.

¿Te pasa algo, Omeny? Te noto diferente en estos días...

-No, Maya, no es nada, mmm ya sabes... "los cambios hormonales".

Le dijo en voz baja. Maya se rió un poco, al menos la relación con ella estaba mejor. Con Elsa... todo seguía igual, pero lo sobrellevaba. Salieron finalmente y Adriano estaba ahí, con aquella misma pose, misma expresión y misma mirada analítica. Omeny sabía que por llegar tarde le tocaba guardar todo al final.

Kisa escribió:.

Adriano

Sin embargo, Adriano no le dejaría esta vez a Omeny el trabajo de recoger las pelotas. El entrenador estaba bien al tanto de las calificaciones de la chica y la llamó a reunirse con él en el medio del campo luego del entrenamiento.

-Hamilton, tus notas están bajando. ¿Sabes qué significa eso, verdad? Que tus habilidades deben subir. Ninguna universidad dejará libre a un alumno que puede hacer famoso a su equipo. Por cada genio del deporte, el estado subirá la "ayuda" al establecimiento, como premio.

Entonces, él mismo recogió todos los balones y los puso en línea, en el límite del área grande, frente al arco. En el arco, Omeny no se había dado cuenta... pero estaba la portera suplente de su equipo.

-¡Hola! Creo que... practicar luego de hora es lo que hace la diferencia. ¡Un placer! -le dijo.

Adriano colocó unos muñecos delante del balón, a cierta distancia, y luego miró a Omeny.

-Tu compañera, quiere ser la portera titular. Y tú quieres seguir con tus estudios. Hoy por hoy no tienes lo suficiente como para que el Director no te expulse, y tu compañera no tiene lo suficiente para ser titular en el equipo. ¡Así que se quedarán aquí cada práctica, hasta que tengan lo que sea necesario! ¡Faltas directas y penaltis, media hora y media hora, vamos! Y no me digan que están cansadas por el entrenamiento, sin excusas... -dijo Adriano, demostrando lo buen técnico que era.

¿Cómo rayos estaba al tanto si parecía que le gustaba vivir metido en su oficina? Al menos no comentó aquello delante de todo el equipo, a Omeny no le gustaba que "medio mundo" se enterara de sus rollos.

Sin embargo el hecho de que tuviera que quedarse al final de cada practica, atrajo la atención y inconformidad de Elsa quien estaba por ahí "espiando"

Aún pensaba que solo a Omeny querían hacerla sobre salir. Finalmente se fue del sitio.

-Que onda.

Saludó a la chica que estaba en la portería.

-Faltas directas ¿Está usted seguro?.

No hacia falta que Adriano respondiera todo aquello ya que su mirada decía todo, casi un "haga lo que le digo"

-De acuerdo.-.

Puso manos a la obra y comenzó con aquellos muñecos a los cuales de momento los vio con los rostros de los apóstoles y su practica se tornó algo "violenta" Omeny jugaba con cierta rabia y aquellos muñecos sufrían las consecuencias.  Aquella media hora pasó rápido y tocaba el turno de apoyar a la otra chica, pero Omeny aún tenia a full aquella adrenalina por lo que ni siquiera se midió a la hora de patear el balón hacia travesaño.

Era lógico que su compañera le costara llegar siquiera aunque los impactos que lograba desviar, en ocasiones, casi hacían que sus guantes salieran de sus manos.

La chica de ojos grises colocó el balón en manchón, su respiración estaba algo agitada, clavó su mirada en la portería y en la persona que tenia enfrente la cual, ya no era su compañera, era Cyon quien la veía con burla como en aquella ocasión, Omeny apretó los dientes y pateó el balón con tal fuerza que éste se impactó en el abdomen de su compañera sacándole el aire, en esos instantes Omeny volvió en si y dándose cuenta de su acción

-¿Qué hice?-.

Corrió hacia la chica y le auxilio.

-¿Estás bien? Lo siento, en verdad lo siento...-.

No podía seguir así, si se dejaba llevar por aquello dañarías a varias personas y las pondría en un riesgo más grande por actuar por mero impulso. Omeny no podía dejar que el coraje la dominara, debía actuar con la cabeza fría.

Una vez que se cercioró que su compañera estaba bien le ayudó a levantarse.

-Te llevaré al servicio médico.-

Quería que todo estuviera bien y que la chica no estuviera lastimada por su estupidez.

Kisa escribió:.

Adriano

Al darse cuenta de lo ocurrido Adriano apareció en el lugar, preguntando por la portera. Tomó el control total de la situación, pidió asistencia médica y a la chica se la llevaron con un buen golpe y una costilla rota. Estaría fuera de las canchas unos meses. El entrenador no podía explicárselo a sí mismo.

-¿Se golpeó contra la portería? -preguntó- rayos, qué golpazo -se lamentó- de verdad iba a darle una oportunidad si mejoraba. Pero estoy seguro de que se repondrá, y volverá a intentarlo. Esa chica no se rinde ante nada, tenga o no tenga el talento. En 30 días la tendremos aquí intentándolo otra vez...

El entrenador se quedó con ella, y se olvidó un poco de Omeny, por supuesto. Ahora lo más importante era atender a la chica golpeada, llamar a los padres, etc. Él era el responsable de todo lo que pasara en el campo de entrenamiento y debía de responder a esa situación.

-Hamilton, a casa, nos vemos la próxima. Atenderé a los padres de tu compañera.

No pudo responder a Adriano, como explicarle que había sido ella la responsable y no la portería. ¡Le había roto una costilla de un balonazo!  Omeny salió a toda prisa hacia los vestidores se duchó y cambió, Al cerrar su respectivo locker recargó la frente sobre el.

-Esto no puede seguir así,...

Golpeó el locker un poco.

-Ya, ya, debo terminar de una vez por todas con esto.

Tomó sus cosas y salió del club, en el camino sacó su móvil y telefoneó a una persona de su entera confianza, Amanda.

Llamando a Amanda.

-¿Amanda, estás disponible? Necesito verte, es importante, por favor... ¿Puedo ir a tu apartamento o dime dónde te veo?-.

La chica se escuchaba perturbada.

Kisa escribió:

Amanda Grudke

La mujer respondió bastante rápido el teléfono, al escuchar el tono de Omeny habló rápidamente y con cierta preocupación.

-¿Eh? ¿Pasó algo grave? Ven a la mansión, estaré el jardín sur... estaba preparando el entrenamiento... -respondió.

-Te espero ahí en unos minutos ¿vale? -concluyó antes de cortar la comunicación, sin dudas se le notaba inquieta.