[ER] Mansión Deneb

Meredith Ackerman

Escuchó atenta la respuesta que aquel tenía para ofrecerle mientras retomaba el asunto con su chocolate. Vuelve a dejar la taza en la mesa, esbozando aún una sonrisa en sus labios.

Debe ser entretenido tener trabajos que se complementen con los de los demás. Ustedes deben ser muy unidos.

Supuso. Por el toque de misterio, llevó de nuevo su zurda hacia sus labios y rió por lo bajo.

Ya tendré tiempo de hacerlo, eso espero. Amanda me comentó que contaría con nuevos "hermanos". La verdad, ya me gustaría compartir con ellos... Hay muchas cosas que por ser hija única no se puede experimentar.

En tanto Noah intervenía de nuevo, aprovechó para terminarse de comer su galleta. Bajó la mirada hacia su taza, un poco triste por lo último que dijo Noah, aunque no pasa mucho tiempo cuando enfoca de nuevo sus orbes rubí en él con algo de interés.

Amanda, cuando hablamos, me explicó algo sobre los vástagos que me pareció muy triste... sobre que perdían recuerdos y las sensaciones de emociones humanas. Me dijo que no perdería todos mis recuerdos al beber de mi sangre mezclada con la suya, pero y si otro vástago que no lo hizo de esa forma ¿corre el riesgo de perder recuerdos de sus experiencias como vástago?

Miró nuevamente a la TV, aunque no le prestó atención de momento. Lució un poco apesadumbrada.

De ser así, sería triste que los que conocías antes te hubieran olvidado... Sería horrible.

Opinó y regresó su atención al peliceleste, con intenciones de cambiar de tema. Le sonrió con dulzura mientras paseaba por un momento su mano por su largo cabello.

¿Sabes, Noah? Me gustaría conocer la casa. ¿Te animas en ser mi guía mientras charlamos?

Preguntó y esperó respuesta de su parte.

[quote="SunakoSan"]

Noah Bachman

-Lo intentamos Meredith, intentamos ser unidos, aunque a veces puede costar, claor... -aclaró el chico.

Al escuchar las dudas de la recién llegada con respecto a los dichos de Amanda y los sentimientos de los vástagos, Noah negó con la cabeza.

-Amanda hizo bien en comentarte el aspecto "técnico" de un Vástago. Alguien que se convierte en uno pierde los recuerdos de su vida humana, y ¿eso no borra sentimientos? Si pierdes tu humanidad, se supone que ya no puedes sentir como ellos sienten

Noah parecía darle la razón a la profesora en eso. Y sin embargo, terminó su chocolate caliente y sonrió a Meredith.

-Pero por suerte ambos sabemos que hay excepciones. ¿Recuerdas que te dije que mi esposa me convirtió en vástago? Eso quiere decir que nos casamos siendo ella un vástago y yo un humano. Y que me convirtió porque, como ella viviría (entre comillas) eternamente, no quería separarse de mi. ¿Un vástago, que en teoría es incapaz de sentir como un humano, se comportaría así?

Entonces, como de mejor ánimo, Noah se llevó las tazas y comenzó a lavarlas.

-Meredith -dijo mientras las lavaba- sentirás lo que tengas que sentir, en el momento en que debas sentirlo -le aseguró.

Noah no tenía la necesidad de hacerlo, puesto que la casa se restauraba sola, pero secó las tazas que lavó y también secó sus manos.

-Ok ven vamos... -dijo, dando un tour por la mansión y deteniéndose en los lugares donde Meredith más se emocionaba de estar- ¿cuál es tu lugar favorito hasta ahora? -le preguntó.

Meredith Ackerman

Terminaron por recorrer buena parte de la casa, incluido los exteriores (aunque de forma más rápida por el clima). Al entrar al living, Meredith tomó asiento en la silla vecina al gran ventanal de la habitación, para mirar al exterior a través de ella. Sonrió divertida mientras volteó por unos instantes a ver a Noah.

Me estás haciendo una pregunta difícil, Noah. Ésta mansión es enorme y muy hermosa...

Volteó de nuevo a mirar al jardín que apreciaba por la ventana.

Lo tiene todo, aunque me hubiera gustado tener un jardín tan tranquilo y colorido como éste.

Voltea de nuevo a mirar al peliceleste, recogiendo su cabello rojizo para pasarlo sobre su hombro y peinarlo con sus dedos. Su dulce sonrisa se mantuvo en sus labios.

Vivo en un departamento... A mi padre no le agrada demasiado los espacios muy abiertos.

Explicó. Hizo un pequeño silencio, pareciendo al final verse curiosa.

¿Puedo preguntar algo?

Inició.

¿cómo mantienen toda la mansión? ¿Ustedes mismos lo hacen? Es que... todo es tan perfecto que es extraño imaginarlo sin un mayordomo

Preguntó, claramente con la idea de una mansión de películas.

SunakoSan escribió:

Noah Bachman

-También vivo en un departamento... -dijo Noah, pensando en la coincidencia.

Observó los gestos de Meredith. Le parecía una muchacha muy cuidada, se le notaba en la cara, en sus movimientos...

-Ah, es así, mira...

Noah sacó los almohadones de sus lugares, bajó los cuadros, deshizo la cama y la tomó de la mano, haciendo que la chica saliera del cuarto. Ambos esperaron unos segundos afuera, y volvieron a entrar. Los cuadros estaban colgados, la cama hecha y los almohadones colocados donde debían.

-Las cosas son así en esta mansión. Para entender por qué deberás esperar a visitar cierta tienda, que es algo especial y pasa algo bastante parecido a lo que pasa aquí -le explicó.

Él rió un poco por la cara que puso Meredith.

-Conveniente, sí... aunque puede hacer que las personas se vuelvan un poco descuidadas.

Meredith Ackerman

La peliroja mostró sorpresa, con la boca abierta y siendo cubierta a pocos centímetros por su mano. Era mágica la forma como todo había vuelto a la normalidad luego que Noah hubiese hecho un previo desastre.

Es asombroso!!

Exclamó, claramente impresionada.

¿Cómo es qué...?

No terminó siquiera de hacer la pregunta cuando Noah estaba añadiendo algo más al asunto. La chica volteó a mirarle.

¿Una tienda especial?

Soltó para inmediatamente acercar de nuevo su mano a su boca, cerrar los ojos y reir por lo bajo con diversión. Abrió sus orbes rubí para enfocarlas en el peliceleste mientras sonreía.

Hay tanto material en este "nuevo mundo" que hasta podría escribir una novela de misterio.

Agregó mientras bajaba su mano.

Noah, eso me hace pensar... ¿Qué tan de cierto hay en la existencia de seres míticos como los vampiros y hombres lobo?

En su mirada, cobraba cierta chispa de interés por el asunto. Aquel nuevo mundo parecía más impresionante de lo que antes le parecía.

Okazaki escribió:

Noah Bachman

Noah sonrió ante las últimas palabras de Meredith.

-Mi mejor amigo es un hombre lobo. ¿Te interesaban esas cosas antes de ser un vástago?

Asegurando eso, Noah pretendía despejar las dudas de la nueva invitada a la casa.

-Aunque no somos tan estereotipados como en las películas, se podría decir que los seres así existimos -le dijo- tu serás uno de nosotros. Pero no te creas que dormimos en ataúdes -le explicó riendo.

Meredith Ackerman

Por aquella respuesta, sus mejillas cogen una suave coloración rosada. Sonriente, llevó sus manos atrás y las entrelazó mientras se doblaba un poco hacia adelante, mirando en dirección al peliceleste. Se le escucha reir un poco y en tono bajo.

Aún me gusta. Tengo que admitir que es mi debilidad.

Endereza su pose, aún con sus manos atrás con los dedos entrelazados. Cierra los ojos, algo soñadora.

Me gustan mucho las historias de romance con aire de misterio y sobrenatural. Mi alma vibra cada segundo en que se traslada aun escenario tan particular como ese.

Lo decía en un tono de voz tan apasionante que no cabía duda de lo que decía era cierto. Abrió los ojos y escuchó el resto, entreabriendo los labios con sorpresa y sus mejillas nuevamente rojas. La idea de ser convertida en "una de ellos" le resultaba fascinante. Sin embargo, el comentario final le saca una risita.

Hablando de dormir en ataudes, ¿tienen un sitio para mi?. Enviarán mi equipaje más tarde, así que necesitaré un lugar para mis cosas.

Comentó.

También me gustaría que me hablaras sobre cómo es la vida normal de un vástago... ¿Salen de caza o cosas así para comer? ¿Tienen problemas en salir a alguna hora particular del día? ¿Cómo sé en qué tipo de vástago me convertiré?

Interrogó. Sin dudas, tenía aún mucha curiosidad por saciar.

SunakoSan escribió:

Noah Bachman

El peliceleste escuchó atentamente todas las dudas de Meredith. Eran bastantes, pero claro ¿quién no las tendría? Aunque... no le había sucedido antes, los chicos anteriores no sentían tanta curiosidad por aquella vida y nunca les había gustado del todo.

-Uno de los chicos, amablemente, te dejará su cama y dormirá en un muy cómodo sillón-cama en el apartado de visitas... el que tiene el balcón que da a la piscina. Me encargaré, no te preocupes...

Mirando por la ventana, le señaló el lugar para que recordara dónde quedaba.

-Ese lugar también puedes usarlo, tiene cocina y baños, y dos dormitorios. Como verás, el lugar es cómodo, pero no es un hotel, así que las camas tienen un límite. Igualmente los vástagos que no queremos perder nuestra cordura solemos trabajar para no alejarnos de la sociedad... y aunque al principio vivimos aquí casi siempre solemos "dejar el nido"...

Negó con la cabeza. No había certezas para lo último que preguntaba.

-El poder cambia al vástago y no se podría saber de qué forma, de antemano. Pero lo que importa no es en qué te conviertas sino para qué. Aléjate de la sociedad, junta rencores, y no importa que te conviertas en un ser poderoso y angelical, serás un demonio por dentro. La verdad no importa la forma que tomes... si quieres salir a alimentarte de humanos, puedes. Los efectos serán siempre tendientes a volverte un animal. Jaja nosotros... comemos comida normal y mantenemos costumbres humanas, porque no nos alejamos de ellos...

Luego, quiso aclararle algo.

-No soy ni un vampiro ni un hombre lobo. No hay estereotipos, aunque estas razas existen. Podemos ser tan variados como la vida misma. No tomo una forma de animal ni vuelo, ni nada parecido. Pero soy rápido, tengo algunas habilidades útiles que tu también podrás aprender y, por último, manejo Auspex, que tiene que ver con una especie de sexto sentido.

Alex Slade

Despues de una dura semana de entrenamiento, al fin volvia de nuevo a casa, ¿Cómo estarian los chicos, habran terminado la misión?  Clarissa me alanzo como era habitual hasta la mansión en su auto particular.

-- Estuvo bien no?

-- Si Alex, fue algo duro al principio, pero ayer demostramos que podemos pilotear esas naves.

-- Nos estamos viendo compañera.

-- Hasta luego compañero, descansa.

De esa manera nos despedimos, baje del auto y me dirigi a la dependencia de servicio para pegarme un buen baño caliente y ponerme algo mas comodo.  Una vez termine fui hacia la mansión para ver si estaban los chicos.  Escuche algunas voces, una me parecía que era la de Noah y otra era de una chica pero no llegaba darme cuenta de cual de todas.

-- Buenas chi... Noah, y a ti no te conozco, creí que eran los chicos.  Nunca había visto a esa mujer antes, pero su belleza era increíble.  Quien lo iba a decir que mientras nosotros arriesgamos nuestras vidas, Noah aprovecha la mansión para andar con chicas.

-- Perdón, no quería interrumpir, me llamo Alex... Observe a Noah con una mirada pícara.  

-- Ella... ella es tu... Pero no quise terminar la frase era bastante incomodo todo aquello.

Meredith Ackerman

Tras escuchar la respuesta sobre alguien cediéndole su lugar para dormir, la pelirroja se ruborizó, apenada, mientras lucía un poco asombrada.

¿De verdad no es molestia? Me sentiría mal quitarle la comodidad a alguien.

Igual Noah seguía con la explicación. Subió su palma derecha hasta pocos centímetros de su boca mientras la abría de nuevo de asombro.

Ser vástago se ve que es más delicado de lo que parece.

Se rie por lo bajo, aún con su diestra cerca de sus labios.

Ésto es muy emocionante. ¿Podrías mostrarme tus poderes? Estoy ansiosa por verlos.

Indica. El tema parecía interesarle mucho. En ese instante, la voz de alguien ajeno la hizo voltear. Al fin otra persona más en aquella enorme mansión. Meredith le sonrió al recién llegado en respuesta al saludo (casi a medias) de aquel, pasando su diestra por detrás de su espalda hasta tomarse del brazo contrario. Miró brevemente a Noah, como si esperase que le presentara a aquel chico, aunque éste por sí solo ya pronunció su nombre. La joven lo observó con sus vivos ojos rubi.

Soy Meredith Ackerman. Es un gusto conocerte, Alex. Noah me habló un poco de tí.

Contestó y a la insinuación de ser "algo" del peliceleste, la chica solo rió en voz baja pero divertida.

A partir de ahora viviré con ustedes. Vengo de parte de Amanda.

Añadió al recién llegado.

Todos escribió:

En el capitulo anterior (?) xD:

Omeny estaba echa un desastre total, antes de entrar a la casa escuchó algunas voces, entre ellas identificó la de Noah << No puede verme así >> Se dijó, así que entró a la mansión lo más rápido posible hasta llegar a la habitación principal y de inmediato ducharse. Era algo tarde, el baño caliente la relajó bastante, se puso el pijama y esa noche Omeny durmió profundamente.

También tuvo una que otra pesadilla que la hizo despertar temprano.

---

Salió sin hacer demasiado ruido. frotándose los ojos, no estaba del todo despierta, así que a mitad de las escaleras terminó de despertar al caer.

-¡Eso me dolió!-

Observo la casa, ¿Estaría alguien despierto ya?

-¡Buenos días, quien quiera que ya está fuera dela cama!-

Se estiró un poco mientras su ombliguito se asomaba debido que su pijaba se subió un poco.

-Tengo hambre y sueño.-

Omeny escribió:

Alex Slade

Apenas habia conocido a la nueva compañera, pero ya se estaba haciendo tarde, y se fueron a dormir, no escucho llegar a los chicos.  Si bien en la base militar tenía comodidades, no había nada como su cama, ya la habia adoptado aquella de la mansión, y nada era comparable. Durmio como nunca antes, profundamente, sin sobresaltos, después de lo de su hermano siempre dormía mal, pero todo ese entrenamiento en la base habia logrado algunos cambios en él.

Se desperto, escucho algunos pájaros cantando afuera, parece que al fin la calefacción central andaba bien, no sentía frío para nada, abrio la ventana, se veía bastante despejado, pero se notaba que hacía frío afuera.  Se puso igual algo medio abrigado para ir hacia la mansión, tantos días había desayunado en la dependencia de servicio, pero hoy tenía ganas de ver a sus hermanos.  Bajo las escaleras, salio, y cruzo rápidamente el patio hasta llegar a la mansión, llendo directo a la cocina que era el lugar habitual de encuentro de todas las mañanas en la casa.  

Escucho una vocecita que preguntaba quien estaba despierto, cuando entro vio que era Omeny, la única valiente que estaba levantanda.

-- Omeny!! Buenos días!!  Se acerco a ella bastante animado, la saludo con un beso en la mejilla, y luego la agarro de los brazos, quedando frente a frente, empezando a mirarla por todos lados mientras decía.

-- ¿Cómo estas? ¿Salio bien la mision, los chicos estan bien? ¿No te lastimaron cierto?  Se veía bastante curioso, se notaba que mas alla de todo lo que había pasado ese tiempo lejos los había extrañado.

-- ¿Te preparo un café con leche calentito? ¿Quieres?

Luego de contactar que Omeny estaba bien, se dirigio a la heladera, mientras la miraba de reojo esperando lo que la chica tuviera que decir.

Eitan Chassier

Meredith Ackerman

Aún quedaban muchas dudas en la cabeza del pelilila sobre lo ocurrido, pero se sentía demasiado cansado como para pensar en algo más. Con ayuda de Omeny y Kevin acabó llegando a la mansión. Estaba tan cansado y mareado por la secuela de lo ocurrido con Rania, que Noah cuando se le acercó a informarle de algo, aquella información así como entró por un oído le salió por el otro y terminó por subir las escaleras y entrar a su habitación. En ese momento había una chica de cabellos largos, rojizos y trenzados durmiendo en una de las camas matrimoniales, recuperándose del efecto del cambio de horario. A pesar que Eitan había encendido las luces y había hecho un poco de ruido en abrir las gavetas para buscar ropa, la peliroja dormía plácida y muy profundamente.

De igual forma, Eitan hace caso omiso a la presencia de aquella. Su cabeza estaba entre mantener la consciencia, recordar lo sucedido y pensar qué habría sido de su hermano. Después de ducharse para quitarse toda la mugre y sangre de encima se lanza a su propia cama a dormir como si nada.

A la mañana siguiente, un sonido de notificación de celular, provoca que la peliroja entreabriera los ojos. Se sentó sobre su cama (notándose que llevaba un vestidito de dormir) y algo somñolienta, bostezó decentemente (cubriéndose la boca con una de sus manos).

Pijama Mere:

Sin embargo, algo le llamó la atención: El sonido de notificación seguía, originado en el otro rincón de la habitación donde Eitan descansaba hecho una bola con su manta. De momentos, la mano del pelilila se escabulle de sus sábanas y, tanteando con la mano, busca tomar su móvil.

Miiimiii... ya voooy...

Dijo con clara voz de recién levantado. Meredith al darse cuenta que su compañero de habitación no era común, su cara enrojeció como termómetro mientras veía estupefacta en la dirección del pelilila.

AHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!

Gritó del espanto (haciendo que Eitan se sentara de golpe del susto y con los ojos abiertos) y acabó corriendo fuera de la habitación, aún en su corta pijama de vestido.

Kevin Iruka

Esa noche durmio bastante bien a pesar de todo lo que habia vivido, después de todo estaba bastante cansado, aunque se desperto un par de veces.  Se vistio, el rubio todavía dormia, se iba a acercar a acomodarle la frazada como alguna vez lo había hecho antes, pero se detuvo y decidio que no, se lo quedo unos segundos observando con mirada triste, y luego bajo.

Decidio quedarse en la dependencia de servicio esa mañana, abrio la heladera, se preparo una chocolatada, encendio la tele y se sento en el sillon a ver unos dibujos animados, muchas cosas pasaban por su cabeza, muchas de ellas no entendía, una vez termino el desayuno, salio afuera para buscar al perrito, no recordaba si al final le habían puesto algún nombre, pero esta vez podía llamarlo, ya no vivia en le silencio como antes.

-- Pe-perrito... do-donde estas... Dio algunas vueltas hasta que a lo lejos observo que venía corriendo moviendo la cola, cuando llego a él el empezo a saltar, hasta se lo veía contento.

-- Tu tambié te... te sientes so-solo, verdad?  Ven... hace mu-mucho frío.  Lo alzo con suma amabilidad y se lo llevo a la dependencia de servicio, saco de la heladera algo de carne y se la sirvio en un platito para postres.

-- Shhh... no va-vayas a la-ladrar, que algunos estan du-durmiendo to-todavía.  El perrito comia sin dejar de mover su cola, mientras Kevin se lo quedo observando unos segundos y lo acariciaba.

Alex. escribió:

Recibió aquel abrazo y saludo de Alex de la misma forma efusiva.

-Me alegra verte, nos hiciste falta. Aceptó ese café con leche.-

Fue con Alex hasta la cocina y trato de comenzar a la relatar lo sucedido.

-Fue una situación bastante complicada, Alex. Recuerdas aquella persona que llamaban "Malabi" Pues apareció en Shangai. No se que fue exactamente lo que pasó, comenzó a escribir en libro extraño una situación con Dereck y él... parecía que estaba muerto.-

Aquello en verdad los había sorprendido a todos.

-Amanda actuó rápido y lo llevó a un lugar seguro, nos dijo que estaba bien, solo que no sabemos cómo está o cuando volverá. Nos encontramos con una de los apóstoles, su nombre es Rania, es muy fuerte, es una necromante, tomó por unos instantes el control sobre Eitan y... nos atacó a todos, pero lo más increíble es que en medio de ese caos, Kevin recuperó el habla. Por favor, no le digas nada de Eitan sobre esto, el piensa que tuvo un mal sueño. Y no tuvo la culpa.-

Le suplicó

-Ahora... lo que te voy a decir no se como lo vayas a tomar, pero... Rania volvió con nosotros, de alguna manera, se consiguió hacerla reflexionar, aunque creo que Mae y Kevin no están de acuerdo con que ahora ella se integre a Arrows. Ahora no se quien esté con ella si Deneb o los demás miembros de Arrows.-


De pronto un grito aterrador se escuchó en la mansión, Omeny se alarmó, aquella voz no pertenecía a ninguno de sus "hermanos"

-¡Alguien se metido en la casa!-

Salió como rayo de la cocina para ir al segundo piso, en el camino se topó con una chica en pijama. La primera reacción de Omeny fue ponerse en guardia.

Meredith escribió:

-¿Quién eres?-

Preguntó.

Omeny, Meredith escribió:

Alex Slade

Omeny aceptaba la invitación del café con leche, mientras lo preparaba, la chica le relataba los sucesos de la misión que habian tenido.  Su expresión cambio a asombro y preocupación cuando le decia lo que había pasado con Dereck.

-- Pero él esta... No llego a preguntar que ya la chica le respondia con lo siquiente que decía sobre Amanda.

-- Esperemos se reponga pronto... Parece ser que la situación habia sido bastante caotica en aque lugar, se lamentaba un poco no estar allí para ayudarlos en momentos tan críticos.

-- Vaya... pobre Eitan, mi imagino como se habra puesto cuando le paso eso a Dereck... quedate tranquila no le voy a decir nada.  Pero hay que tener cuidado con eso, si se entera de otra forma no le va a caer bien que no le dijeran la verdad.  Siendo como era Eitan, ocultarle cosas podía jugar en contra, pero quizás era mejor así, si estuvo a punto de matarlos a todos, eso era algo terrible.

Cuando escucho lo de Kevin le dio mucha alegría.  -- En serio recupero el habla? Wow, eso es fantástico, de seguro esta muy contento... de a poco las cosas se van acomodando supongo.

Lo próximo le sorprendio un poco.

-- Así que Rania se cambia de bando entonces... pues yo no estuve ahí asi que no soy quien para juzgar, alguna razón habran tenido para ofrecerles pertenecer a nosotros, me llama la atencion que Kevin lo haya tomado mal siendo un niño tan dulce.  De a poco se daba cuenta de algo que le daba mucha alegría.

-- Pero eso... eso quiere decir que entonces mi hermano todavía tiene posibilidades, si Rania era un apostol, y ahora se viene a Arrows, quizás pueda lograr lo mismo con Martín, no crees?  Pero la pregunta se vio opacada cuando se escucho un grito de terror en los pisos de arriba de la mansión, Omeny corrio a ver que pasaba, y Alex fue detrás de ella... al pasar tomo una escoba como para tener algo para golpear a cualquier ladron que se haya metido.

Cuando llegaron al lugar, Alex levanto la escoba como para pegarle un buen golpe, hasta que se dio cuenta quien era.

-- Vaya... Meredith, eras tu... Estas bien? Te paso algo? Rápidamente escondio la escoba atras de su espalda, le parecio algo vergonzosa esa situación.  -- Tranquila Omeny, es una nueva compañera, conocida de Amanda, no es ningun ladron.  Se la quedo mirando unos segundos con ese pijama realmente se la veía muy sexy... hasta que se dio cuenta de su error y desvio la mirada algo avergonzado.

Meredith Ackerman
Eitan Chassier

La peliroja había apenas terminado de bajar las escaleras en su prisa cuando se topa con Omeny. Ésta última por su forma de enfrentarle, hizo que Meredith se estremeciera un poco.

¿Dónde está Noah? Hay alguien en mi habitación!

Lanzó con urgencia en vez de responder a la pregunta de Omeny. En ese instante, Eitan comenzaba a asomarse con su conjunto de pijamas de pantalón a rayas desde arriba de las escaleras.

Ora, ora. ¿Por qué tanto alboroto tan por la mañana?

Al éste percatarse de la presencia de la "intrusa", levanta una ceja.

¿Y tú de dónde saliste, eh? ¿Quién te dejó entrar a mi habitación?

Interrogó a modo de queja como si se tratara de su "territorio". Meredith lucía confundida por lo último, aunque se mantuvo alerta cuando Eitan comenzó a bajar los escalones. Se detuvo a unos pocos metros de la jovencita, mirándola de la cabeza a los pies. Por unos instantes, juntó sus labios a modo de pez y mirada claramente interesado en lo que veía, cosa que intimidaba más a la peliroja.

¿Y bién? ¿De dónde saliste?

La peliroja miró de Omeny a Eitan y viceversa. Ambos no parecían alarmarse por la presencia del otro, e incluso Alex hacía presencia, lo que le hizo sentirse más tranquila. Se calmó mientras cerraba los ojos y respiraba hondo, con ambas manos juntas frente a su pecho. Sus orbes rubí vuelven a enfocarse en ambos.

Lo siento. Me fue tan repentino... Noah me había asegurado que tendría la habitación, por ahora, para mi sola.

Contestó, ya más calmada. Sonrió a ambos mientras asentía a la breve presentación que ofrecía Alex.

Así es. Mi nombre es Meredith. Desde ahora viviré con ustedes... Espero nos llevemos muy bien desde ahora, dejando de lado...ésto.

Luego se percata de algo más, lo que la hace abrir los ojos con sorpresa y sonrojarse. Baja ambas manos unidas, luciendo muy apenada.

Ah! Que pena! Ésta no es una buena forma de darse a conocer!

Lo decía más que todo por la pijama.

Meredith, Eitan escribió:

Alex Slade

Alex observaba toda esa situación, le causaba algo de gracia todo aquello, también se alegraba de ver a Eitan en buenas condiciones.

-- Ya tranquilos, hoy arreglan bien lo de las habitaciones para que no tengan mas sobresaltos.  Les dijo riendo un poco. -- Ten Meredith, no te preocupes.  Se saco su campera que traia puesta y se la dio a la chica para que se tapara, se dio cuenta que se había apenado por aquello.

-- Y tu cachorro, ven aquí! Lo tomo a Eitan desde su ropa y lo atrajo hacia él con fuerza, para brindarle un fuerte abrazo, luego le desacomodo un poco el pelo, mas de lo que ya lo tenía despues de todo recíen se levantaba.

-- Lamento lo de Dereck, pero es fuerte, y de seguro esta mas que bien ya... y deja de andar asustando damicelas por la casa.  Le dijo volviendo a reir.  -- Bien... ahora que ya se calmaron un poco, bajare a la cocina a seguir preparando los café con leche, alguno quiere algo? No soy Gabrielle en la cocina, pero al menos eso puedo preparar.

Les dijo y emprendio el viaje nuevamente hacia la cocina, al mismo tiempo sacaba su celular y le mandaba un mensaje a Clarissa para ver como había amanecido y darle los buenos días.

Meredith, Alex, Eitan escribió:

Omeny levantó una ceja cuando aquella chica pelirroja preguntaba por Noah, parecía damisela en peligro.

-Noah aún debe estar dormido, pero quien quiera que sea que yo misma voy y lo patearé.-

Alex parecía ya conocerla y minutos después Eitan se asomaba, fue entonces cuando comprendió lo que había sucedido. Se relajó.

-Ah, ya entiendo, eres recién llegada, soy Omeny y bueno, disculpa el escándalo, pero tus gritos me hicieron pensar que algún extraño se había metido a la casa.-

Sonrió.

-Pues bienvenida a la mansión Deneb y no te preocupes, podemos llevar una se esas camas a la habitación principal. Ahí dormimos, Mae y yo. Habitación de chicas ¿Te parece? Y no te preocupes por la presentación igual ando en pijama-

Aunque Meredith parecía estar más al descubierto.


Estabamos en la cocina tomando café ¿Quieres? Ven conmigo.-


Le invitó.

Meredith Ackerman
Eitan Chassier

Meredith se sonrojó un poco por el buen gesto con la campera, cubriéndose lo más que podía con ella. Sonrió con calidez al chico de cabellos oscuros.

Muchas gracias, Alex.

Luego la peliroja se centró en Omeny mientras ésta le hablaba. Sacó su diestra escondida bajo la campera y la dirigió hacia sus labios, guardando cierta distancia de éstos mientras reía por lo bajo.

¿Una habitación de chicas? Eso me encantaría, Omeny.

Ora, ora! Ni sueñen que yo arrastraré su cama todas las noches, eh!

Protestó, anteponiendo cualquier acto de "esclavitud", consciente que la cama regresaria a su sitio de origen. En ese instante, Alex tira de su ropa y lo atrapa para alborotarle el cabello con brusquedad. Eitan soltó una carcajada por el gesto, aunque apenas Alex se descuida, ahora es él quien sujeta al pelioscuro al rodear su cuello con su brazo y restriega sus nudillos libres de la cabeza de aquel por juego malicioso.

Toma!!!! Yahahahahaha!!!!

Aquella jugarreta sin dudas llama la atención de Meredith, la cual sonreía y terminaba de reir por lo bajo cubriendo sus labios. La chica volteó a mirar a Omeny de nuevo cuando le ofrece la invitación.

Claro que me encantaría. Iré en seguida. No tardo!

Así Meredith se dispuso a subir rápido las escaleras con intención de cambiarse, mientras Eitan por fin soltaba a Alex, sonriendo enormemente mientras veia marchar a la peliroja.

Ne! ¿cómo no quieres que la asuste si estoy como lobo con una caperucita en mis manos?

Lanzó una mirada maliciosa acompañada de una sonrisa triunfante hacia Alex, confiando en que el chico entendería a lo que se refería. Luego busca aplacarse un poco el cabello alborotado con sus manos mientras seguía tanto a Alex como a Omeny de camino a la cocina.

Hablando de Dicky, ¿alguien ha visto a Matilda?

Preguntó, claramente interesado por localizar a Amanda. Rato después, entra Meredith mucho más arreglada, con el cabello completamente suelto y decorado con un cintillo. Usaba un vestido un poco más cubierto que el anterior, de colores oscuros y zapatillas que hacían juego.

Pinta de Mere:

Aqui estoy! Disculpen la tardanza!

La peliroja se excusó y procedió a entregarle el saco prestado a Alex mientras le sonreía dulcemente.

Aqui tienes, Alex.

Luego aquella toma asiento cerca de Omeny. En ese momento, Eitan había ido al baño cercano a lavarse los dientes.

Omeny, ¿llevas mucho tiempo viviendo aqui?

Le preguntó a su nueva compañera, intentando abrir un tema de conversación.

Slade escribió:

SunakoSan escribió:

Kisa escribió:

Amanda Grudke

Luego de la misión, la pelivioleta los había despedido a todos sin decir demasiado y se fue a su departameneto. Su experiencia en arrows le permitió comprender la situación de Rania y por lo tanto, la decisión que tomaran sus estudiantes y portadores de la llave era la correcta para ella.

Al día siguiente, su camioneta color champagne se estacionó enfrente de la mansión y ella bajó vestida con su atuendo de profesora, puntero en mano y una sonrisa bastante renovada en el rostro. Ingresó a la casa principal y fue hasta la cocina, donde siempre habría alguien.

-Bueeeenos días… -dijo al entrar, alertando a cualquiera que estuviera allí. Por suerte, varios estaban despiertos. Inmediatamente, fue con Alex y le brindó un abrazo.

-Me alegro de verte bien, Alex. ¿Lo has visto a Haon, cómo está el, cómo les fue? -preguntó rapidamente para informarse. Luego vio a Eitan y le sonrió ampliamente.

-Luces mucho más descansado, luego de desayunar y hacer algunas cosas podremos ir a ver a Dereck -mencionó, y cuando dijo esto ultimo miró a todos con ternura- Yo les dije que lo había dejado en buenas manos, no se por qué algunos no querían entenderlo -concluyó riendo un poco.

Finalmente, su mirada se posó en Meredith, a quien le sonrió con tranquilidad.

-Meredith, bienvenida. ¿Cómo te está yendo? Veo que ya has conocido a algunos de los chicos, y me imagino que también has visto la casa… tranquila, pronto te adaptaras, además eres bastante dada con las personas así que dudo que tengas algún inconveniente -aclaró, mientras se quitaba el abrigo para quedar solo con camisa y pollera, así se la notaba un poco más suelta- Pero si algo te llega a molestar, solo ven y dímelo y veré qué podemos hacer -concluyó con amabilidad.

Se sentó en una de las banquetas de la cocina principal, esperando también un café con leche de los que Alex hacía. De repente, pareció recordar algo y se los indicó a los chicos.

-Hoy es el cumpleaños de Mae, no habrá mucho tiempo para festejar pero me gustaría que le hicieramos un bonito desayuno ¿Qué dicen? -propuso, tal como había hecho en su momento con Alex.

Todos escribió:

Cuando Meredith subió para cambiarse, Omeny aprovechó para hacer lo mismo y de paso mostrarle la habitación dónde dormía con Mae. La habitación era amplia y estaba segura que otra cama más entraría perfectamente.

Antes de bajar fue hacía la habitación de Gabrielle y Kevin para tocar y decirles que bajaran a desayunar. (aunque no hubiera nada aún)

Al regresar a la cocina Omeny lucía un coqueto atuendo, cómodo y sobretodo alegre tal y como ella.

Spoiler:

Tomó su taza de café y comenzó a charlar con la chica pelirroja

-No mucho, tardé un poco en decidirme a venir a la mansión. Cuando tuve el conocimiento de que era vástago estuve en casa de mi padres. Al final me decidí. Los que llevan más tiempo son Alex, Eitan, Dereck y Gabrielle, llegamos a integrarnos después, Kevin, Mae y yo. Ahora tú, claro.-

Amanda llegaba minutos después.

-Buenos días, Amanda-sempai-

Les tenia buenas noticias, irian ver a Dereck.

-¡Súper! A Eitan y a Gabrielle les dará gusto. ¿Qué pasó con Rania?-

Se atrevió a preguntar y asintió a la propuesta.

-Muy bien, yo me encargo de las malteadas, veré que más hay en la despensa y en la nevera. Hay que darnos prisa para cuando despierte esté todo listo. ¿Nos ayudas Meredith? ¿Sabes cocinar? De cualquier forma cada uno aprende algo aquí, mira a Alex sabe a hacer un rico café con leche.-

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Alex Slade

Cuando terminaba de mandar el mensaje y aún bajando las escaleras, Eitan se le tiraba encima con su brazo rodeando su cuello devolviendole el alborotamiento de antes, cosa que lo alegraba mucho, eso confirmaba que Eitan estaba muy bien, le dijo una última frase sobre caperucita y el lobo a lo que Alex dejo escapar una carcajada.

-- Eres terrible Eitan! Le dijo, guiñandole el ojo y volviendo a bajar por las escaleras. --No, a Amanda no la vi todavía.  Una vez en la cocina termino de preparar los café con leche, justo llegaba Meredith y le devolvia la campera mientras sonreia y lo miraba con esos ojos fuego... Alex le devolvio la sonrisa, luego empezo a llevar los cafés a la mesa mientras las chicas charlaban.

En eso llegaba Amanda saludando y le daba un abrazo a Alex.

-- Amanda!! Buenos días.  Le devolvio el abrazo efusivamente, la chica le preguntaba sobre Haon.

-- Excelente... ya conoces a Haon, nos saco toda la diversión.  Le dijo riendo.

Lo próximo que dijo Amanda sobre Dereck le llamo la atención, al parecer hubo dudas sobre si la maestra habia dejado al chico en buenas manos o no, pero como el no había estado mejor era no meterse en ese asunto.  Rápidamente preparo otra café para llevarle a Amanda, se sento con ellos a tomar el suyo también.

-- Pero si no disponemos de mucho tiemo, quizás sería bueno encargar unas ricas facturas, hay una panadería por aca cerca que las hacen muy bien... porque si entran a cocinar vamos a tardar mucho.  Si quieren ya mismo llamo y las encargo, también tengo entendido que hacen pasteleria, puedo pedir una torta.

Se percato del atuendo de Omeny.
-- Omeny, cuantos corazones, es un llamado al amor? Le dijo entre risas, el alejamiento de la casa le había hecho bien, y otra vez disfrutaba los desayunos con los chicos como antes de que pasara lo de Martín.  Al mismo tiempo le llegaba un mensaje, era Clarissa respondiendo.

"Buenos días Alex, qué pasa extrañas a tu compañera? Descanse muy bien, me hacia falta."  Se alegro al leerlo, sólo esperaba que Haon no se olvidará de su pedido, esa mujer se merecía encontrar a su hijo.

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Joseph Deneb

Joseph estacionó su Aston Martin negro cerca de la camioneta color champagne de Amanda y descendió, llevando consigo un paquete fucsia en sus manos. Mas allá de ese paquete, su aspecto no era distinto en ningún nivel y vestía su siempre impecable traje negro, su costosa camisa blanca y la fina corbata negra.

Al entrar en la cocina vio con agrado que la mayoría se reunía allí aquel día.

-Buenos días a todos -dijo al ingresar- traigo algo... creo podemos tomarnos un rato para celebrar el cumpleaños antes de que acompañen a Noah a un lugar -propuso.


-Bienvenida Meredith -dijo también mirando hacia la pelirroja- soy Joseph Deneb, encantado de conocerte...

Noah Bachman

Al rato de la llegada de Deneb, Noah dejaba su coche rojo en el garage de la dependencia de servicio, y luego cruzaba el frente de la casa hasta llegar también a la amplia cocina de la mansión.

-Hola a todos ¿cómo va? -preguntó.

Primero fue hasta el sillón del living y dejó una bolsa que llevaba en la mano, luego volvió a la cocina.

-Llegué a tiempo para el desayuno, por lo que veo. Qué bien...

Noah lucía contento. Saludó también a Alex, a quien no veía desde hacía unos días.

-Ah, ¿todo bien en la milicia Alex? Ayer por la noche hablé con Haon -agregaba, mirando a Amanda- él está muy bien. Me dio un obsequio para Mae de hecho, pero dijo que no vendría hoy.

Himoru, Todos, Slade escribió:=__=

Gabrielle Cohen O.

Gabrielle despertó poco después que Kevin se había ido. Tenía vagas memorias de lo sucedido el día anterior, el comentario de Omeney le había hecho sonrojar porque realmente no se veía como el príncipe... pero eran detalles. Seguía con cierta resaca de sus sentimientos, se bañó, estaba arreglándose cuando Omeney le avisó que esperaban a todos en la cocina. Terminó de peinarse y salió a enfrentar su nuevo día. Fue al sillón donde había dejado a Rania para que descansara, no habría sido prudente dejarla en su cama con Kevin.

Acarició su cabeza y suavemente la trató de despertar sin que se angustiara

-Hola, ¿Cómo estás?- preguntó casi en un susurro, seguía sonriendole, se sentó a su lado en el sillón -Espero que ya estés mejor ¿Te parece si nos acompañas a desayunar?- luego señaló en dirección a su habitación -Mi habitación es la última del corredor, mi cama es la de arriba de las literas. Si necesitas algo no dudes en tomarlo. Te veo en la dependencia principal, hay una cocina enorme- volvió a acariciarle la cabeza y se levantó para marcharse, antes de bajar las escaleras -Rania... gracias

El rubio bajó de la dependencia auxiliar y camino a la cocina vio a Kevin, por un momento iba a seguir de largo pero decidió enfilarse a donde estaba el chiquillo

-Buen día Kevin- el chico probablemente no querría hablarle pero ese tipo de reacciones jamás lo habían detenido. Se acercó a abrazarlo  -¿Quieres que te prepare algo de desayunar?- en eso vio a Deneb llegar, con un pastel, Gabrielle no pudo evitar un gesto de disgusto al verlo, se encogió de hombros -Mira quién llegó ¿Por qué no vas a saludarlo?- le dijo a Kevin.

El rubio llegó justo con Deneb, no dijo nada, no había mucho, era tan raro... mira que llegar con un pastel. ¿No que no tenía sentimientos? Quizá trataba de enmendar eso. O quizá tenía sus favoritos. Se dibujó una sonrisa burlona en su rostro. ESO tenía que verlo. Había una chica nueva, aquello le sorprendió, ya se daría el tiempo de conocerla. Eitan ya andaba dando lata por ahí y eso le alegró, no había necesidad de palabras o reconocimiento. Estaba ahí, vivo y feliz, había cumplido su promesa. Suspiró un poco angustiado pero se recompuso en seguida y se mantuvo a la expectativa de lo que harían.

Su actitud se mantuvo así hasta que llegó Noah con muchas cosas, le causaba hasta cierto punto gracia.

-Noah... ya por fin llegaste- saludó cordialmente, realmente apreciaba a aquel sujeto, hizo un gesto de desilusión cuando supo que Haon no vendría -Buuuu! Dile que nos deberá un chocolate por no venir a vernos, vaya con nuestro lobo guardián- dijo con cierta burla pero era su manera de mostrarle afecto al otro miembro de Arrows

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Meredith escribió:

Iwata Mae

La rubiecita agradeció a Rania por liberar de su control a Eitan y recapacitar las cosas, finalmente ella volvería con ellos y por ahora el tema estaba solucionado; aunque le sorprendió saber que no había sido Rania la culpable de la masacre en Shangai. Al regresar a la mansión, notó el clima algo tenso, quizá hasta un poco hostil. Se despidió sin muchos ánimos de los demás, y se fue a la cama donde le costó un poco dormir, pensando en la situación.

-No entiendo por qué me trataron como si fuera una intransigente -se dijo a sí misma, quizá algo enojada o desilusionada con el asunto. La pesadez del día y el cansancio finalmente la hicieron dormir.

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Al día siguiente, se despertó algo tarde -porque se había dormido tarde-, incluso Omeny ya no estaba en la cama. Dio algunas vueltas en forma de bolita hasta que decidió levantarse al fin. Estaba algo perdida con los días, y no estaba segura sobre su trabajo por lo que consultó el calendario cayendo en la cuenta de que era su cumpleaños.

-Vaya, hasta lo olvidé, qué mal que estoy -suspiró algo desganada, mirando a los pies de su cama. Sus padres acostumbraban a dejarle los regalos allí. Al no encontrar nada inflo los cachetes y fue al armario a elegir un atuendo para el día. Combinó una boinita color marfil con una camisa blanca y una pollera de tiro alto, pero no muy larga, haciendo juego con los detalles de la camisa. Para terminar, se puso unos pequeños taquitos color azul.

Así luce Mae:

-Hoy es tu cumpleaños Mae, la felicidad está detrás de ti, no huyas como siempre -se dijo a sí misma frente al espejo y bajó. Al llegar a la cocina, varios de sus compañeros estaban desayunando.

-Hola a todos! ¡Guau! Ese pastel es para mi ?! -preguntó algo ansiosa, al ver el paquete que Deneb dejaba en la mesa. Se acercó a toda prisa y dio un pequeño aplauso. Justo se dio cuenta de que había una chica más en la sala, la miró de arriba a abajo y le sonrió simpáticamente.

-Me llamo Mae y… ¿tú eres? -preguntó con educación- Tu vestido es precioso, me encanta, me encanta -dijo algo emocionada, después de todo, la moda era una de sus debilidades.