[ER] Mansión Deneb

Noah escribió:

Alex Slade

Volvia del trabajo, se pego un baño y bajo a cenar con el resto del grupo.  Ya había pasado una semana desde que la mayoría habían adquirido sus habilidades en ese entrenamiento bastante exigido por ellos mismos.  Cuando se sento a la mesa, observo a todos, esa era su nueva vida, su nueva "familia", su nuevo trabajo y su nueva rutina.  La semana había pasado sin sobresaltos.  

Noah comenzo a hablar, los invitaba a los chicos a ir a un Club, y menciono que al día siguiente les iban a dar su primer tarea de la organización, eso produjo una gran intriga sobre Alex.  De pronto Noah se acerco a él, y le menciono algo sobre su hermano, le pidio información.  Alex sonrio, al fin la organización iba a empezar a ayudar con lo de su hermano.

- Voy a armar un pequeño informe sobre mi hermano y te lo voy a pasar, pero para eso voy a necesitar permiso para visitar mi antigüa casa.  Desde lo sucedido aquella vez Alex jamás había vuelto a su antiguo hogar, había quedado la casa abandonada, y sólo tenía una foto de su hermano bastante mala, necesitaba ir allí y encontrar una donde se lo vea mejor.

Si bien no le gustaba mucho bailar y hacer sociales en un Club, por lo menos escucharía música y vería un poco de movimiento, y eso ayudaría a deperjarse un poco.

- Sería bueno una distracción, conta conmigo para el club.

Noah, Todos escribió:

Gabrielle Cohen O.


Se quedó dormido donde estaba, amaneció muy mal pero no se quejó. El resto de la semana fue olvidable completamente, se la pasó escondiéndose de Milliana pues estaba muy avergonzado de lo que había sucedido, ya había ofrecido disculpas pero no estaba a gusto con lo que había sucedido. Ene se tiempo tampoco había hablado mucho con Dereck, más bien parecía evitarlo y cuidar de él a lo lejos, era como un ratoncito que huía de las personas.

Afortunadamente no habían sido llamados a entrenamiento así que estaba tranquilo por ese lado, no vio a VI o a Deneb y tampoco le importaba mucho. Con Haon estaba intrigado pero tampoco hizo mucho, seguro tenía sus razones para estar oculto. Esa tarde de viernes había ayudado en la cocina a pesar de que necesitaba un poco de reposo, pero eso lo mantenía ocupado y entretenido. Noah fue el que rompió con el ambiente solemne que prevalecía yt les hacía una interesante propuesta. Gabrielle levantó una ceja, no estaba de ánimo para ir a fiestas y tampoco era de su gusto, siempre había preferido una cafetería o una tienda de libros para pasarla bien. Pero si iba Noah a promocionar, implicaba que habría reflectores y eso podría ayudarle en su trabajo como actor.

-Mmm... yo voy- dijo tímidamente y se levantó de la mesa -Yo te acompaño en el coche... quizá... bueno... podría servir para mi trabajo- dijo un poco avergonzado y sin mirar a nadie más -Me arreglo en menos de 20 mins... y te veo en el garage- dijo haciendo un gesto de respeto y corrió a arreglarse para estar impecable para la cita de esa noche.

Outfit:

Tomío su ducha, se puso presentable, se cepilló el cabello, puso un poco de perfume y bajó de inmediato para encontrar a Noah.

-Estoy listo- dijo humildemente.

Todos escribió:

Eitan Chassier

La semana había transcurrido muy rápido. Los primeros días luego de aquel entrenamiento, Eitan en algunas pocas ocasiones que quedaba solo y sin que nadie le viera (generalmente cuando los residentes se iban a trabajar) aprovechaba para esperanzadamente intentar hacer surgir sus poderes, sin embargo, el resultado no fue diferente. Terminaba por darse por vencido y entretenerse con alguna que otra cosa para evitar frustrarse en demasía.

Ya era viernes y se encontraba cenando con todos en la mesa. Mientras Noah recogía los platos, Eitan meneaba sin mucha emoción su chupeta dentro de su vaso de agua a medio beber. Después de escucharle, mira hacia el peliazul y levanta de zopetón su brazo derecho.

Ehy, ehy! Yo me quedo! Tengo algo bueno que terminar!

Sacó de debajo de la mesa una especie de pequeño robot (quizás lo hubiera sostenido con sus piernas en todo ese tiempo para que no regresaran las piezas mágicamente a sus sitios de origen). Se sonrió, mostrando sus dientes.

Pero no prometo nada, Nova!

Agregó en referencia a "mantener todo en orden". Efectivamente, durante las horas en que podían ver a Eitan en una habitación cualquiera, era asombrosa la rapidez con que desordenaba un lugar en minutos (a punta de cosas desarmadas hasta verse como chatarras), pero gracias al truco de la casa de re-organizarse, apenas abandonaba la habitación y regresaba todo a la normalidad...o casi todo, dependiendo de las cosas que el pelilila se llevara consigo para que no desaparecieran.

Soar Grey

Milliana, Gabrielle escribió:

Antes de partir a buscar la ropa de Milliana, el rubio medio raro le había besado de manera extraña e inconsistente. Sus ojos se abrieron, sorprendidos y anonadados, y pronto una extraña ira controló su brazo hasta asestar un fuerte golpe en la mejilla del contrario. Había sido lo suficientemente fuerte para desestabilizarlo y tumbarlo al suelo.

Luego de eso, puesto que Milliana aparentemente no había tenido ninguna reacción adicional, este la siguió a paso calmo.


En esta ocasión sin duda pensó que la personalidad de aquel chico era desesperante, pero no se inmiscuyó ya que el asunto parecía quererlo manejar personalmente Milliana, razón por la cuál simplemente ayudó a la chica a cargar algunas de sus cosas y posteriormente, una vez terminó el discurso, se encaminaron hacia la dependencia de servicio en dónde varios cuartos esperaban a Milliana y no muchas camas se encontraban ocupadas, ya que la mayoría había preferido estar en la mansión. Precisamente al lado de su cuarto, en  el segundo piso, habían camas libres.

Soar la guío y le explicó donde quedaba todo a la chica, dejando finalmente la decisión de quedarse allí a esta.


Había estado asistiendo al técnico del equipo en su trabajo, aunque más que eso había estado observando. Su talento natural en el deporte se basaba en dos factores, su capacidad de adaptación y concentración, y la capacidad de aprender sólo con el hecho de ver. Y por supuesto, aprendió muchas cosas de los entrenamientos de la liga mayor, y comenzó a comprender más que este juego dependía más de un trabajo grupal que de la proeza individual, aunque claro, ambas cosas eran importantes.

En misma semana se había reunido varias veces con Milliana, había preguntado a esta por cosas superficiales como:

Spoiler:

Entre otras preguntas mantuvieron un flujo medio de conversación entre ellos, además de que claro, más o menos el miércoles Soar tuvo un descanso y la llamó al trabajo como había prometido, para que hablaran y ella sintiera un poco el cambio de rutina.Con las demás personas su interacción no fue desmesurada, sólo la necesaria.

Además de todo esto, en secreto, todas las noches, Soar salía y sólo entrenaba aquello que le habían enseñado, principalmente Gravem, con el fin de poder decidir sobre qué ejercer su poder y sobre qué no. Además la ejerció diversas veces sobre sí con dos objetivos, el de entrenar para su propia carrera ya que le era útil hacer ejercicio graduando su peso corporal, y adicionalmente con el fin de mejorar su control sobre aquello, decidiendo qué tanto aumentar la gravedad sobre las cosas y personas cercanas.

Con respecto a protect hand lo practicó estando en el suelo, tras lanzar piedras y otros objetos al cielo y posteriormente aplicarles gravem para que aceleraran radicalmente su impacto. Si bien no entrenó tanto este poder, para entonces ya dominaba perfectamente, al menos, su aparecer, la dureza, entendiendo el tope y el mínimo, y principalmente se dedicó a aprender los límites de aquel poder y sus variaciones. Lo que no pudo, sin  embargo en el transcurso de su entrenamiento, fue materializar sus espadas, aún no les habían explicado mucho de aquello aunque más o menos creía que entendía como hacerlo, de hecho esperaba poder probarlo el fin de semana.

Entendió también que su compensación era oler a alguien, por eso era que, luego de usar sus poderes siempre iba al encuentro de alguien más a quien disimuladamente olfateaba para calmar sus ánsias. Generalmente era Milliana a quién olía sin embargo.

Y en fin, ya era viernes, y aunque él había creído que sería otro día relativamente normal, al parecer esa noche debían ir a un Club. Agradeció a los dioses por ello, cuánto lo extrañaba. Lo que menos le importaba eran los premios, lo que quería era volver a estar en ese ambiente bailando, rodeado de mujeres, lícor y pasión.


Pronto cuadraría con Milliana para que se fueran juntos cuanto antes. Claro, había reclamado su dinero y demás para el taxi.

Soar había vestido de manera bastante casual, de hecho casi siempre vestía algo diferente, mucho más relajado y aireado que la gente normal. Para este día estaría así:

Spoiler:

Milliana Strauss:

Gabrielle Cohen O. escribió:

¿Dulce?¿Atrevido?¿Delicioso?¿Arriesgado?¿Tierno?... sin saber como describirlo, Milliana abrió sus ojos quedando totalmente perpleja ante tal evento. Sus labios chocaron con el rubio de manera delicada, pero su lengua se entrometía con la contraria, aun así no tardó en reaccionar. Sus orbes en cuestión de segundos denotaron demasiado enojo, y aunque había sido 5segundos, había sido suficiente tiempo para que su puño se levantara y se arremetiera contra el estómago del otro sin dar espacio a más y terminar por alejarlo en ese mismo momento.

La respiración de la pelinegra era bastante notoria, sus sentidos, todos estaban enfocados en aquel, que sin tener motivos la había besado. Pero no fue todo, antes de que todos pudieran preguntar por tal acontecimiento, Soar había dado un fuerte puñetazo dejándolo en el piso. Dejó sorprendido a todos, incluso a Milliana, quien en ese instante sintió como todo el calor que tenía se iba al piso. ¿La había protegido? Y si era así¿porqué lo había hecho?. Era tan obvio que llamaba la atención del chico, o al menos eso pensó por su cabeza. Tras esto solo sonrió algo apenada y fue por sus cosas. Todo esto, antes de dirigirse a la casa para ir al lugar en donde dormiría.

Eitan y Soar. escribió:

Luego de eso, había ido a la casa por sus cosas, para lograr salir con ambos, Soar y Eitan. El primero le indicó los lugares en los que podía descansar en la dependencia de servicio. Eligió su lugar ahí, no muy lejos de donde estaría Soar; y el segundo, simplemente les había acompañado aun con el mismo semblante. No era fácil lo que había pasado y Milliana simplemente lo entendía.

Transcurso de la Semana.

El trabajo y la rutina habían dado inicio, la pelinegra se preparaba día tras día para cumplir con sus obligaciones, mientras que usaba sus ratos libres para conocerse con los demás. Su labor en la oficina se veía bastante destacada, aparte de que se veía bastante bien, como la única chica en aquel lugar, su eficiencia mejoraba día tras día, al igual que su relación con Alex. Regresaban juntos a casa, se había dado cuenta que todos ahí eran buenas personas, así como luego de entender lo de las compensaciones, había entendido el suceso con Gabrielle, con quien días después de lo ocurrido tuvo una muy seria conversación y quedaron por buenos términos, disculpándose ambos por todo aquello, fortaleciendo su amistad un poco más.

Aparte de eso, la llamada de Soar el miércoles, con quien se había visto varias veces luego del trabajo, había terminado con su rutina. No habían demorado hablando mucho, de todas formas era ese su trabajo y respetaba aquello, pero tal y como lo había prometido, la había sacado de aquella rutina con solo una llamada. Su contacto con el contrario se fortalecía, era evidente. Sabían cada vez más uno del otro a la vez que discutían temas de interés como el estar en la mansión y todo aquello, relacionado con cosas sin mucha importancia a las que contestaba sin ningún tapujo, al igual que seguramente lo hacía Soar con ella.

Le llamaba la atención la seriedad de aquel chico, ya que le había visto salir, en las noches solo, aunque su forma de ser era en ocasiones un poco infantil, tirando a pervertida. Desde la ventana de su habitación le veía entrenar, día a día para controlar sus habilidades, con lo que motivaba a Milliana a trabajar en lo mismo. Así, cuando el chico salía por las noches, ella se posaba en su balcón, se entretenía con las estrellas, la luna que noche a noche les alumbraba con su brillo y claro, con objetos de pequeño tamaño que solía convertir en invisibles, y darles mucho de su calor y lograr hacerlos hervir.

Entendió su compensación, aunque la detestaba, al igual que logró darse cuenta de la de Soar. El chico, noche tras noche penetraba su puerta y se acercaba a ella, mientras se hacía la dormida y la olía con total mesura, para no “despertarla”. Definitivamente, la hacía sonreír, pero lo había luego de que el chico saliera de la habitación y la dejara tapada con la sabana como solía hacerlo últimamente, para protegerla del frío, así como cerraba también la ventana que daba con el balcón, con el fin seguramente de que el frío no terminara por levantar el manto con que la cubría. (off: Vale agregar que Soar siempre encuentra a Milliana en ropa interior, y sin sabanas D= ).

Todos escribió:

Era viernes, durante la comida, se había propuesto varias cosas, entre estas, salir. ¿Qué cosa podría haber sido mejor?. La chica había esperado por beber desesperadamente con el transcurso de los días. Pero llamó su atención que Eitan se opusiera a todo aquello, que siguiera alejándose y que por lo mismo, se convirtiera en el ente extraño de la casa. Posó sus ojos inmediatamente en él, con lo que alzó la ceja como era costumbre en ella, mientras que pensaba como le convencería de no quedarse solo. –Si el no va… dudo que yo lo haga-Dijo sin más mientras que se ponía de pies, y se encaminaba a donde tenía sus cosas. No esperó respuesta de nadie, porque solo tenía 20minutos. Esperaba que Eitan reconsiderara y al menos tratara de integrarse una vez más.

Llegó a su habitación, se metió al baño y salió tan rápido como pudo de este, se vistió de la forma que pensó era la más adecuada y se encaminó luego de esperar a Soar, para ir juntos hasta la mansión en donde tomarían el taxi -¿Crees que Eitan vaya?- preguntó mientras acomodaba su cabellera hacia el lado derecho.

Ropa Milliana:

Soar Grey

Milliana/Eitan escribió:

Soar se estaba volviendo más fuerte con el pasar del tiempo, y aunque no había dejado de ser un pervertido, Milliana calmaba bastante aquello, en especial al recordar como la veía casi todas las noches en prendas menores. Llegó a aceptar ante sí mismo aquello un día en el que, por supuesto, pecó en soledad dando satisfacción a su apetito carnal sin que nadie le escuchase y bajo el único incentivo de imaginar a Milliana.

Si bien su relación no había mejorado con casi ningún miembro además de Milliana, esta misma le había hecho acercarse, sin ser de su agrado a otras personas. En este caso específico había sido Eitan, a quien de momento no quería entender. Los "caprichos" de la chica lo dejaban sin palabras, y aunque normalmente quizás no cedería tanto, estaba consciente de que ella misma lo había descubierto olerla. Al ir en varias ocasiones a su habitación, incluso había teorizado cuando realmente estaba dormida y cuando no bajo su modelo de respiración o sus movimientos, aunque aún no podía estar seguro.

La cosa era que, cuando Milliana lo volvió a mencionar, Soar se dio la vuelta sin decir nada, y mirando por toda la casa, buscó a Eitan, y cuando lo encontró, simplemente se lo echó al hombro, y ejecutó gravem bajo un margen limitado de espacio para que sólo afectase al chico y a él mismo, que bajo el efecto se veía casi caer, pero que lo hacía para pagar su descaro y egoísmo por complacer a Milliana.

En un rato llegó con Milliana, deshaciendo su poder y esta vez, sin la más mínima intención de ocultarlo más, olió descaradamente el cuello de la chica.

-Vamos antes de que recupere sus desquiciadas energías -le dijo a su acompañante mientras viraba su mirar hacia afuera viendo el taxi.

Ejerció toda su fuerza para retener a Eitan, y luego de que Milliana se hubo subido al taxi en la parte de atrás, echó al otro chico en el interior e impidió que escapase al, él mismo, sentarse en la otra salida, cuñandolo en medio del asiento trasero. Luego pasó su mano tras el cuello del que aparentaba ser menor como advertencia de no intentar nada extraño y dio las direcciones al taxista para que arrancase.

Soar escribió:

Milliana escribió:

Eitan Chassier

Por las palabras de Milliana al levantarse de la mesa, Eitan ingresó su piruleta a su boca mientras veía a su hermano, encogiéndose de hombros. Claramente no entendía la posición de aquella sólo porque él decidió quedarse. Así también se levantó de la mesa y se fue con su pequeño robot en sus manos. Mientras caminaba, le iba dando ojo perfeccionísta en algunas zonas que quizás no le convencían del todo.

Terminó en la cocina, usando la mesa para trabajar. Alrededor, en el suelo, muchas piezas de otros electrodomésticos estaban regadas, haciendo un poco difícil el caminar en la zona. Al pelilila se le notaba muy entretenido, ajustando una pieza con otra del pequeño robot hasta que de pronto Soar hace aparición. En un principio, no le prestó atención, sin embargo, éste último de un jalón lo levanta de su asiento y de otro más, se lo monta en el hombro.

Hey, hey!!! ¿Qué te pasa, Sora!!? Bájame!

Ordenó entre quejas, haciendo incluso un esfuerzo por librarse por sí mismo, pero como si la gravedad estuviera en su contra, sus luchas no brindaron demasiados frutos. Con su cuerpo aún sintiéndose demasiado pesado para moverse, fue llevado por Soar hasta donde aguardaba Milliana.

¿Es que acaso no escuchaste? Yo no quiero ir, maldición!!!

Volvió a quejarse a Soar, notándose ya mucho más molesto cuando notó la intención al ver el taxi. Parte de su molestia incluso iba afín al aparato que estaba armando con las cosas de la casa: sin dudas, en el breve tiempo que ha estado lejos de ella por culpa de Soar, ya las piezas debieron reubicarse en su sitio original.

De alguna manera, Soar logró retenerlo por un buen tiempo, incluso lo ingresó al auto por la fuerza. Cayó con su brazo izquierdo apoyado de las piernas de Milliana. Soar estaba por meterse, pero no le dejaría tan fácil. Aprovechando su posición recostada, flexionó rápidamente su pierna derecha y logró plantarle el pie en la cara al otro chico mientras buscaba entrar, sin embargo, no logró hacerle retroceder lo suficiente para escapar. Aquel se recuperaba rápidamente del golpe y terminaba de ingresar al auto, encerrándolo entre él y Milliana. Posteriormente sintió la mano de Soar en su cuello, lo que provocó que Eitan le mirara con una furia indescriptible ligada a su propia molestia. Como pudo, con su mano más cercana de la misma forma le tomó del cuello a Soar.

Oye, oye. ¿y tú quién te crees para obligarme a venir?

Le preguntó a Soar con evidente molestia en la voz. Giró la mirada al taxista.

Eh! Taxi! Deténgase ya mismo! Yo me quedo!

Ordenó a aquel y esperó a que el último acatara el pedido.

Haon

Gabrielle entonces, se volvería con Noah un rato después. Todos se fueron despidiendo de Amanda, quien volvería a su casa en su vehículo. A Gabrielle lo verían pronto. Luego Haon y los demás llegaron hasta el estacionamiento, en el edificio de al lado. Haon sacó un paquete de Red Apples y encendió uno, mientras esperaba a Milliana y a Soar.


Se lo veía tranquilo al largar el humo, apoyando la espalda sobre la puerta del conductor.

-Jaja maldito Noah, se compra su Corvette de los '60 y siempre sale con eso de "sólo puedo llevar a una persona". Y ahora soy yo el que parece un viejo que se va a casa temprano... -se quejó un poco en voz alta.

Cuando se dio cuenta, estaban volviendo Milliana y Soar. Se estaba terminando su cigarrillo, después de todo. Lo tiró a un lado y se subió también.

-¿Estamos todos? -dijo, sabiendo que sí- encendió el motor. Al haber estado prendida la radio con anterioridad, volvió a prenderse de inmediato. Estaba en medio de una canción.


-Ah, cierto... estaba el disco de Al Green puesto cuando vine. El hombre tiene el toque... -dijo.

A las pocas cuadras, andaba cantando.


Aunque apenas. Se notaba que no le gustaba cantar.

-Desde que lo escuché en una película, este tema me encanta. Al Green... el tipo es un romántico. Noah dice que no va conmigo jaja... ya lo creo, tiene mucha razón.

En el camino, Haon habló pocas veces. Todavía era de noche, pero no faltaba mucho para que amaneciera. La camioneta era cómoda y Haon manejaba como un experto.

-Pero hay cosas que creo que simplemente se te quedan en el cerebro y no puedes olvidarlas. Una película, una canción... por algo, o por alguien, resulta difícil borrarlas.

Estaban llegando. La camioneta de Amanda, aquella de color champagne, aún no estaba. Haon estacionó la suya (color negra) en algún lugar del Jardín.

-¿Les gustó el paseo? -preguntó.

Alex Slade

Abrio los ojos con dificultad y se encontraba en un auto, no sabía ni como había llegado ahí, miro a su alrededor como en estado de alerta, pero como vió que estaban los chicos, se sintio seguro, desactivo el estado de alerta y siguio durmiendo profundamente. El dolor de cabeza era desesperante, pero el sueño le ganaba.

Kisa escribió:

Amanda Grudke

La instructora se había despedido de los chicos a la salida de Lexington Gas Panic, después de felicitar a los flamantes ganadores de las cámaras. Sin embargo, no fue tras ellos a la mansión. Subió a su camioneta y tomó su camino en otra dirección.

Anduvo un buen rato hasta llegar a la casa de alguien a quien le habían encargado recoger. Se trataba de Omeny, una chica que debía llevar hasta la mansión para que conozca a los demás. La ayudó a subir las valijas a la camioneta y ambas emprendieron el camino al lugar de destino.

-Muy bien, parece que hemos llegado… bienvenida -mencionó con una amplia sonrisa, para luego dar un bocinazo que indicaba su llegada. Estacionó y le abrió la puerta a la jovencita, invitándole a bajar del vehículo. Rápidamente le dio algunas indicaciones sobre la casa: dónde dormir, dónde estaba el baño y etc. Finalmente, la acompañó a entrar en la misma. Con una gesto saludó nuevamente a todos, quienes se encontraban reunidos junto con Haon.

-Venimos de una salida, hoy por la noche tienen algo importante que hacer así que le dimos un poco de libertad. Algunos están un poco… alegres, otros ya se están durmiendo. Pero son buenos chicos. Me alegro que hayas reconsiderado tu postura y hayas aceptado venir finalmente… -le dijo Amanda, sonriendo muy sinceramente a la chica. A pesar de haber estado toda la noche bailando y tomando, la profesora aún conservaba la mayor parte de su peinado y su entereza.

Acciones:

-Omeny puede presentarse con sus compañeros, descansar y hacer cualquier cosa que le sirva para adaptarse a su nuevo entorno.

Todos escribió:

Milliana Strauss:
Al subir, emprendieron de inmediato rumbo a la masión Milliana, en el asiento de adelante no hacía más que posar sus ojos por la ventana y sonreír con todo lo que decía Haon, pero nunca le contestó nada, era el niñero hoy, algo tenía que hacer para llenar lo que quizá hacía Noah. Al llegar, simplemente acomodó sus ropas –Si, a mi me ha gustado mucho- acotó mientras acomodaba su cámara, la misma que tenía sobre el cuello –Me iré a dormir de inmediato, ando cansada- agregó mientras daba la espalda y se quitaba los tacones para llevarlos en las manos. Se detuvo un momento al ver que amanda llegaba con quien parecía una nueva integrante.

-Hola, soy Milliana Strauss, diviertete y no te descuides que por aquí hay gente loca –sonrió levemente a eso último tras haberlo hecho sin girarse, alzó su derecha en señal de despido, ladeándola varias veces, continuó su camino hasta el lugar donde estaba su habitación.

Aquella noche, Amanda había pasado por Omeny muy puntual. Durante el trayecto la chica permaneció callada, encogida con las manos metidas entre sus rodillas, no era porque no tuviese nada de que decir, sino que, se sentía un tanto avergonzada.

Llegarón a la mansión Amanda le daba la bienvenida y luego del bocinado Omeny se sobresaltó y golpeó con la cabeza el techo del vehículo, era una clara muestra de que estaba nerviosa.

Bajó por fin llevando consigo parte de sus cosas, dos mochilas una se la colocó enfrente y otra atrás, sus patines y su osote. Asintió a la indicaciones de Amanda mientras sonreía con cierto nervio aún.

-Yo espero hacer buenas migas con todos.-

Mencionó finalmente mientras se acercaba al grupo de chicos y Haon.

Así se presenta Omeny:

Daba la impresión de que no podía moverse bien por todo lo que llevaba encima.


-Qué onda. Me llamo Omeny Hamilton Aldrich, se que quizás me uno algo tarde, pero espero que tengamos una buena convivencia.-

Se presentó por fin. Milliana fue la primera en presentarse antes de retirarse.

-¿Qué hay, Milliana? Descuida supongo que se integra una loca más. Descasa, buenas noches.-

Rascó su mejilla un poco.

-La profe Amanda me contó que salieron y no es mi intención entretenerlos demasiado, supongo están cansados así que pueden ir a dormir. No quiero comenzar a hacer ruido porque ya es algo tarde, mejor mañana acomodaré mis cosas, por hoy puedo quedarme a dormir en un sillón o algo así.-

A decir verdad ella también tenia algo de sueño.

---

Por otra parte a Dereck le sorprendió la llegada de otra chica. ¿Cuantos hijos más tenía Deneb por ahí?


-Bienvenida Omeny, Soy Dereck, siéntete como en tu casa porque de hecho lo es.-

Dereck se ofreció para ayudarla a llevar sus cosas, pero recibió una negativa por parte de la chica. Encima de que había llegado tarde no quería causar molestias. Mencionó que se ocuparía ella misma.

-Está bien, como tú quieras, pero si necesitas ayuda no dudes en pedírmela.-

Ya tendrían tiempo de tratarla y conocerla.

-Si me disculpan, me retiró a descanasar, creo que nos espera algo de vital importancia así que, buena noches a todos.-

Se despidió y retiró.

Todos escribió:

Noah

Haon

Al otro día era sábado. Por supuesto, todos se despertaron tarde, puesto que se durmieron apenas salía el sol. Para cuando todo el mundo estuvo listo, habiendo desayunado y habiendo recibido como correspondía a la nueva chica, ya eran las 4 pm. Para sorpresa de todos, Haon había dormido en un sillón verde, en el living cercano a la cocina. Para cuando se levantó, se preparó un café casi con los ojos cerrados y subió al primer piso para darse una ducha. Al rato bajó, informando que quien quisiera hacer lo mismo ya podía, pues él ya había terminado.

Se dieron cuenta luego, que VI se había levantado temprano. Había estado mucho tiempo en la PC del primer piso, y buscaba no ser molestada por un buen rato. A Deneb no lo habían visto por el momento. Noah se había despertado tarde, como ellos, pero ya estaba en movimiento.

En un momento de la tarde, Noah ayudó a Haon a ir hasta su camioneta. Abrieron la parte posterior de la misma y comenzaron a sacar varias valijas grandes. Las transportaron entre los dos y las colocaron en el living donde Haon había dormido. Noah sacó una lista con una serie de ítems, y comenzó a revisar las valijas como si se tratara de un recuento para que no faltara nada.

-Cuéntalo todo si quieres, pero no es necesario. Conseguí todo lo que pidió papi -dijo Haon, sentado en una de las valijas.

-Lo sé, peor si no lo hago VI va a regañarme -comentó Noah, siguiendo con el control.

Quizás, ese momento fue el que más les recordó la misión de la noche. Vieron que era algo bastante serio cuando comenzaron a sacar chalecos anti balas, googles, camisetas negras, pantalones del mismo color, botas, cinturones, headsets para comunicación, cuchillos de caza, sogas, linternas y cascos. Era realmente un montón de equipamiento táctico. La última de las valijas tenía fondo triple y era enorme. Allí había unas pocas pistolas, municiones y algunos rifles de asalto, que Noah se puso a armar rápidamente, de manera bastante concentrada.

-Parece que la fiesta de hoy va a ser más intensa que la de anoche...

-No digas así -lo cortó Noah.

-Hombre, ya tengo ganas de reventar ese lugar de una vez...

-Supongo que estás enojado por las quemaduras -comentaba Noah, armando un rifle.

-Nah. Quiero partirle la cara a ese idiota de Fausto, sí, pero otras cosas me molestan más.

Dejaron la charla por un rato y se dedicaron a trabajar y dejar todo listo. Un rato después, por fin estuvo todo listo.

-Te toca explicarles, yo ayer los traje aquí...

Noah lo miró y sonrió.

-Supongo que tienes razón... -dijo, y suspiró.

Omeny, Todos escribió:

Alex Slade

Al fin había llegado a la mansión, la siesta que se hizo en el viaje lo había despejado un poco, pero el dolor de cabeza era terrible.  Se bajo del auto.

Con Amanda habiá una chica que empezo a presentarse.  Los primeros en darles la bienvenida fueron Millana y Dereck.  Alex solo quería acostarse no daba más, pero se acerco a la nueva integrante para darle la bienvenida, no quería pasar como un mal educado.

- Bienvenida Omeny, a la mansion de los locos Adams.  Sonrio.  Vaya que era bonita.

- Tuve una noche algo "agitada", así que ire  a descansar pero ya tendremos tiempo suficiente para conocernos.  Apoyo su mano sobre el hombro de la chica y le dio un beso en la mejilla como despedida.  -Hasta mañana.

Entro a la mansión. Pero que... le di un beso en la mejilla, como si fuera amiga de toda la vida.  Se reia solo.  Va a pensar cualquier cosa de mi.  Pero no le dio mas vueltas al asunto lo único que quería en ese momento era una cama para dormir.  Paso por la cocina, tomo un vaso de agua con unas aspirinas y se fue a dormir.

Al otro día, se desperto tarde, la resaca era insoportable, paso al baño, luego se vistio y bajo a desayunar, sólo se preparo un café con leche como era habitual en él, tenía el estomago cerrado para comer nada más.

Cuando Haon salio de ducharse, Alex fue el siguiente, un buen baño lo ayudaría a despejarse un poco más, antes se tomo otro vaso de agua con aspirinas.  Y fue a ducharse.

Cuando salio encontro a Noah y Haon con un monton de cosas, parecía que estaban por ir a la guerra.  Se preguntaba cual iba a ser la misión, para ser la primera parecía algo complicada y peligrosa.  Escucho decir a Haon que hablaba de partirle la cara a Fausto, a caso se iban a tener que enfrentar contra ese vástago caído, si bien había aprendido algunas habilidades, no suponía que fueran un reto para el pelirojo.

Agarro una silla, prendio la televisión para ver un poco que pasaba en el mundo de los humanos, mientras esperaba que Noah o Haon explicaran de que iba todo esto.

Eitan Chassier

El viaje de regreso del pelilila daba a entender que algo no le estaba gustando. Miraba su cámara nueva con disgusto, debido a que el repentino cambio de la motociclera le alejó aquella posibilidad de obtenerla.

Al llegar a la casa, una chica nueva estaba allí. Aún con su cara de malas, no se tomó la molestia siquiera de darle la bienvenida como lo estaban haciendo otros, sino que directamente fue a las escaleras que comunicaban al primer piso de la mansión y se encerró en su habitación.

No tarda en prepararse para conciliar el sueño, transcurriendo buena parte de todo el día dormido, sin embargo, aún siendo de tarde, Eitan no daba señales de actividad. Aún dormía plácidamente en la cama matrimonial de la cual se hizo para él solo.

Omeny no se había levantando tan tarde, pero se dispuso a recorrer la mansión, estaba sumamente impresionada

-Esto parece un hotel de lujo.-

Después del recorrido, estuvo haciendo un poco de ejercicio en uno de los patios, se duchó, cambió de ropa y se colocó sus patines en linea. Llegó como bólido con los demás.

-¡Qué onda! ¿Qué hacen?-

La chica estaba más relajada y desbordante de energía. Vio todo lo que estaba ahí.

-¡¿De verdad vamos a usar todo eso?!-

Se acercó un poco más y tomó unos googles para probárselos.

-Nunca he usado un arma de fuego. ¿Van a enseñarme a disparar, cierto? -

Miró a Haon y de reojo a Noah, a éste último (por alguna razón) No podía sostenerle la mirada por mucho tiempo. De momento recordó algo y se dirigió a Alex.

-Oye, anoche creo que si estabas muy mal, me diste la bienvenida, pero no me dijiste como te llamas.-

También la había tomado por sorpresa el gesto de Alex, pero supuso que fue por el sueño y el cansancio.

-Por cierto ya me instalé y acomodé mis cosas.-

Spoiler:

Dereck, Omeny, Todos escribió:

Alex Slade

Mientras miraba la tele se acerco Dereck a preguntar como estaba.

- Se me parte la cabeza, y apenas si me acuerdo algo de todo lo que paso anoche, soy muy mal bebedor "risas". - Pero mas alla de eso bien.  Se levanto del sillon y miro a todo el grupo.

- Desde ya quiero pedir disculpas a todos, no sé como habra sido mi comportamiento de anoche, asi que por las dudas.  Y se volvio a sentar en el sillon.

Se le acerco la chica nueva.

- Si mal no recuerdo eras Omeny ¿cierto?.  Disculpa si no me presente pero anoche nisiquiera yo sabía como me llamaba. Sonrio.  - Soy Alex, bienvenida.  Volvio a sonreir.

Siguio mirando la tele, pero por momentos volvia a mirar a Noah y Haon, tanto se iban a demorar para decirnos que iba a pasar con todo eso, la intriga lo mataba.

Habitaciones:

Todos escribió:

Milliana Strauss:

Así como así, Milliana se había marchado tan rápido como había podido. Entró a su habitación y después de darle seguro y cambiarse de ropa, cayó a la cama sin saber de algo más hasta el día siguiente, aunque no se esperaba que despertaría tan tarde. No tenía dolores de cabeza, ni nada, como era costumbre, jamás se había pasado de tragos, aunque la pereza la carcomía. Duró un poco más, pero entonces pensó en que sería demasiado si en 6horas tendría que dormir de nuevo, así que se puso de pies, se arregló y luego de esto se fue a la mansión donde seguro estaban todos.

Un gran alboroto lograba oirse desde a fuera, todos, igual de animados que el día que les conoció, hablando una cosa y de la otra. Pero al entrar, lo único que llamó su atención era todo el arsenal que tenáin en las manos Haon y Noah. Abrió sus ojos sin poder decir nada más, quedando perpleja ante tal situación –Buenas…¿Tardes?- repicó dando leves pasos hasta encontrar un sitio en la pared en la cual apoyarse -¿Somos traficantes hoy o qué onda?- dijo sin más empezando a tranquilizarse, mientras recordaba que algo se les había dicho de volver a la discoteca, pero esta vez, con otro fin. Su primera misión se acercaba y por suerte, sus habilidades, al igual que las de Soar, habían sido entrenadas, seguro un poco más que las de los demás. Esperó entonces palabras del resto antes de saber que decir, mientras que detallaba a los que estaban ahí, en especial a la nueva, quien parecía ser alguien bastante interesante y buena.

Taiga Ibuki

Paso ya un poco de tiempo desde la ultima ves que Taiga vio a los chicos, lamentablemente ella no pudo participar de el evento ni pudo empezar a entrenar con la señorita Amanda.

Al empezar la escuela tenia la semana de exámenes de nivel, en el cual tuvo que ponerse a estudiar de lleno para poder aprobarlas a todas, estaba un poco angustiada por no poder participar en nada de lo q había que hacer pero sus estudios para ella eran mas importantes.

En toda la semana se la paso en la biblioteca de  la Mansión y también en la de su escuela, estudiando y sacando información para sus exámenes, perdió totalmente la noción del tiempo en todo eso pero trato de ponerse al día con el resto, ella quería poder entrenar y poder pulir sus poderes, todavía tenia su entusiasmo arriba.

A todo esto Taiga todavía seguía en la biblioteca de la Mansión, ya que tenia su ultimo examen, pero el cansancio que le producía todo el esfuerzo que hizo le termino ganando y quedo totalmente dormida encima de unos libros que estaba leyendo.

PD:

Kisa escribió:

Haon

Noah

Noah y Haon saludaron a Dereck. Al parecer, el único Chassier despierto. El peliazul le agradeció la ayuda, lo miró a los ojos y parecía estar evaluando el semblante del chico. Luego le sonrió y se juntaron con los demás en la cocina.

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Haon y Noah se presentaron ante la mayoría de los chicos allí. El único que no estaba presente era Eitan, aunque su ausencia no parecía hasta ahora un asunto relevante.

-Bien... -comenzó Noah como era costumbre- espero que recuerden un poco el lugar de anoche. Voy a explicarles algunos detalles, para ponerlos en contexto de lo que está ocurriendo, y lo que vamos a hacer -dijo Noah.

Mientras, Haon se comía una manzana tranquilamente.

-Adelante, mátalos de aburrimiento... -bromeó.

-Ryuichi Yamamoto es el director adjunto de la División de Regulación de Estupefacientes del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social. Su hija Nanami, de 17 años, ha sido secuestrada por una banda de narcos. Actualmente, la dopan y la obligan a trabajar de acompañante en el último piso de la disco Lexington Gas Panic, junto a otras chicas.

Básicamente, el resumen era ese. Pero Noah tenía que explicar por qué les importaba todo aquello a Deneb y cía, como es que se habían enterado, etc. Tomó un vaso de agua del refri antes de explayarse más.

-Yamamoto-san tiene una buena relación con la firma de abogados Deneb desde que defendimos con éxito un caso en el que estuvo involucrado. Bien, ésta era Nanami cuando aún no había hecho ningún amigo peligroso, hace 2 años y medio -dijo, mostrando una fotografía.


-El señor Yamamoto nunca supo, hasta último momento, que su hijita comenzó una relación sentimental bastante tormentosa con alguien peligroso. Ni que él la inició en las drogas.

-Menudo padre, no saber nada de su hija. Típico de un tipo con poder… -acotó Haon- y obviamente cuando lo supo ya era tarde. Hace 15 días Nanami desapareció. Y papá Yamamoto además quiere que se mantenga el secreto, claro, por eso no va a alertar a la policía del hecho.

Noah y Haon se tomaron un respiro. La historia era larga, pero sería mejor explicarles todo, para que vieran que hacían algo bueno por alguien.

-Por pedido del señor Yamamoto -que a estas alturas ya sabe que no somo sólo una firma de abogados- rastreamos las raíces de la banda. Operan desde Lexington Gas Panic vendiendo drogas y sexo con menores, a quienes dopan para que la abstinencia no les permita siquiera pensar en escapar. Anoche en el último piso, pedí que me mostraran un catálogo con chicas, para ver si realmente encontraba a Nanami. Pude sacar esta con mi móvil, perdonen la baja calidad:


-A esto me refería… unas quemaduras no son nada comparado con esto -dijo Haon, en un susurro.

-Estamos tratando de salvar a una chiquilla de una banda peligrosa. Pero también debemos aprovechar la única oportunidad de detener a la banda. Deneb aceptó este trabajo porque la banda la maneja alguien que ya conocen. Un pelirrojo llamado Fausto… él se queda con un porcentaje de las ganancias. También es quien engañó a Nanami. Y va los sábados a controlar el negocio…

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Acciones:

-Informar quien esté interesado en ayudar en la misión.
-Evacuar dudas que puedan surgir.

Noah, Haon, Todos escribió:

Alex Slade

Al fin Noah y Haon decidieron explicar la misión, bastante compleja para unos vástagos novatos penso.  Pero si la organización ya había empezado a ayudar con lo de su hermano, Alex tenía que empezar a ayudar a la organización.  Se levanto del sillon y se acerco al grupo, como era habitual Alex era el primero en hacer preguntas.

- Pueden contar conmigo, aunque, ¿Tenemos alguna chance contra Fausto? Esta bien que tengamos habilidades ahora, pero Fausto nos supera por lejos.  Hizo silencio unos segundos y continuo diciendo.

- ¿Cómo nos vamos a infiltrar en el lugar? ¿Qué tenemos que hacer exactamente ahí adentro? ¿Cuál sería la estrategia o el plan de ataque?  Se acerco a Noah.

- Desde ayer te quiero pregunta algo ¿Podemos usar nuestras habilidades frente a los humanos? Porque me preocupa las reacciones que podrían tomar, nos verían como fenómenos, habria pánico.  ¿O nuestras habilidades no son percibidas por ellos?

Para finalizar dijo.

- Nunca use armas de fuego, así que prefiero utilizar solo mi espada.

Se volvio a sentar en el sillón esperando las respuestas a sus preguntas y si alguno de los chicos aportaba otro interrogatorio.

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A Omeny se le borró la sonrisa del rostro cuando escuchó hablar de un "pelirrojo"

-¿U-un, chico pelirrojo dices?-

La chica comenzó a patinar de un lado a otro con cierta desesperación hasta volver a su posición inicial..

-No puede ser la misma persona...-

Murmuró recordando aquella escena.

-Qué horrible lo que hacen ahí adentro, a eso se le llama "trata de blancas" ¿verdad?-

Comenzó a frotarse las manos sobre sus piernas, señal de que comenzaban a sudarle por la tensión.

-Podría colaborar también, pero... ¿Y si por alguna razón me descubren?-

Comenzó a imaginarse miles de cosas.

-Con los atuendo que hay aquí puedo pasar por un chico fácilmente, ¿pero si descubren que soy una chica? ¿Y si, y si...?  ¡Ay no!-

Alborotó su cabello ella misma.

-Quiero ayudar, pero me da cosa que el miedo me invada y por descuido lo arruine todo.-

Su preocupación, más bien era toparse con aquel pelirrojo del cual había escapado.

Eitan Chassier

Se había despertado mucho más tarde que el resto, pero tan sólo la necesidad de ir al baño le hizo levantarse de la cama. Curiosamente, apenas puso un pie en el piso, se vio algo mareado, pero retomó su andada para asearse. Luego de hacer sus necesidades, cepilló sus dientes y se miró al espejo. Se veía más pálido de lo usual y quizás algo cansado, pero no se entendía por qué. Su estómago rugía y tenía una necesidad de comer como si no hubiera probado bocado desde hace días. Salió del baño y lo primero que tomó antes de vestirse, fue una bolsa de gomitas, las cuales abre desesperadamente y la eleva un poco para al voltearla, dejar caer los dulces a su boca, que esperaba abierta. Masticó todo el dulce que pudo y tragó con fuerza. No se sentía en nada satisfecho, como si no hubiera llegado nada a su estómago.

Se vistió a medias con un pantalón y una franela y bajó apresuradamente hacia la cocina. Quizás hubiera algo que pudiera satisfacerle más. Sin embargo, se encontró con una reunión del resto con Haon y Noah. Se fue acercando un poco mientras lograba escuchar lo que decía su hermano. Aparentemente saldrían a una misión, poco interesándole del todo el sentido de aquel caso....su motivación generada fue otra.

Ora, ora! Si Dicky va, yo voy!

Sentenció desde la entrada a la cocina con poca emoción. Miró hacia la nevera sin mucho más que acotar: tenía algo más en mente. Abrió el refrigerador y tomó uno de los cartones de jugo, pero aunque lo bebió enteramente, se sentía con la misma hambre.

Yaaaaaaaah!!!

Algo furioso y desesperado por no saber qué cosa siquiera le pasaba, lanzó el cartón vacío a un lado y tomó otra cosa para comer, ocurriendo exactamente lo mismo: estómago vacío. Abrió con el mismo desespero el sitio en el congelador donde se guardaban las carnes. Se detuvo en seco y observó lo que había dentro con deseo: aunque estuvieran congeladas y crudas, el rojo de la carne le llamaba como si se tratara de un predador. Lo tomó con el mismo desespero y le hincó los dientes, sintiendo las perlas de hielo de la carne e incluso su extraño sabor a crudo, el cual en ese momento le parecía placentero, comiéndolo como hambriento. Curiosamente, aquello comenzaba a saciar un poco aquel instinto que afloraba en él, tan nuevo y extraño.

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Haon

Noah

Era lógico que Alex tuviera las dudas que expresaba. Haon y Noah parecían pensar de ese modo. Igualmente, fue Haon quien lo tranquilizó un poco con respecto al nivel de Fausto. Terminó de comer la manzana, se chupó un poco los dedos que le habían quedado mojados. No parecía muy preocupado por el asunto del pelirrojo.

-Sería tonto exponerlos ante Fausto, quien los quiere bajo su dominio -dijo, echando lo que quedaba a la basura- pero tienen que comenzar a ganar experiencia. Por eso nos va a apoyar VI. Noah y yo también iremos con ustedes. Así aprenden el oficio...

A la confianza que mostraba siempre Haon, Noah siempre respondía con un regaño. Pero esta vez, Noah mismo rió un poco.

-Fausto es fuerte, pero ya vieron lo que pasó en la posada. Cuando sucede algo que él no espera, comienza dudar. Lo conozco un poco... -aseguró el peliazul.

En cuanto a lo que iban a hacer, el que contestó fue también Noah.

-Cortaremos la energía del lugar. Las chicas están en el último piso. El techo tiene en el centro un cuadrado de vidrio blindado como decoración, así que vamos a entrar por ahí. Una vez en el último piso, el equipo Haon va a neutralizar la agresión y mi equipo se va a movilizar para sacar a las niñas.

Pero Alex también preguntaba sobre utilizar poderes con humanos cerca. Tenía una fácil respuesta, todo aquello.

-No, no es recomendable utilizar tus poderes con humanos cerca. Si no hay otra opción, intenta ser sutil y ellos le buscarán una explicación lógica a todo. Pero si tampoco es posible ser sutil, cosas malas pasan. La gente puede volverse loca, o peligrosa, o buscar matarte. ¿Has visto lunáticos en la TV afirmando haber visto montones de cosas sin lógica? Bueno, suelen ser víctimas de encuentros con Vástagos. Generalmente no tenemos por qué utilizar poderes, a menos que estemos en peligro o estemos solos. -dijo.

Un punto que merecía ser aclarado, era el de las armas de fuego.

-Ninguno tiene demasiada experiencia con armas de fuego, así que sólo Haon y yo las llevaremos, por si acaso. VI, por su parte, no las necesita -dijo Noah, sonriente.

Ante la preocupación de Omeny, Noah la tranquilizó colocando su mano en el hombro de la chica.

-Relájate, te saldrán arrugas muy pronto. Será como un relámpago, entramos y salimos... no tienes que actuar, ni fingir, ni ser vista. No les va a pasar nada, y se sentirán útiles, haciendo algo por alguien.

Haon miraba a Dereck y a sus decisiones. Parecía ser bastante firme en lo que pensaba. Y finalmente, Eitan iba porque iba su hermano. Haon alzó una ceja al observar al chico de los cables.

-¿Seguro? Hay un montón de cables en esta casa que aún no desarmaste. Además, ir porque va tu hermano... no es un picnic ¿sabes?

Al ver comer a Eitan, Haon se rió con ganas.

-Oye, te vas a convertir en un hombre lobo si sigues comiendo eso -le dijo- además déjame algo ¿no? Y yo que pensaba que comías tornillos...

Eitan, Haon, Noah, Todos escribió:

Alex Slade

Escucho las respuestas a sus interrogantes.

- Supongo que con ustedes ahí podremos contener a Fausto también entonces.  Pueden contar conmigo.  ¿A qué hora salimos?

En ese momento apareció Eitan.

- No sé de que te asombras Haon, para Eitan todo es un picnic, o un juego.  Sólo espero que no le pase nada malo.

Temía un poco por la seguridad de Eitan, si se tomaba todo asi a la ligera, podía terminar mal o incluso Dereck por salvarlo podía llegar a poner en riesgo su vida, aunque ese chiquillo era todo un misterio.  Miro con asombro como Eitan comía carne cruda de la heladera.

- Emm... acaso, nosotros, o sea ¿Todos vamos a terminar así? Comiendo carne cruda por ser vástagos.  Esa idea le resultaba más que desagradable, aunque se imaginaba que si el hambre lo atacaba eso no le iba a importar.

- Una cosa más, sobre los humanos, no te prometo nada, la verdad si estoy en una situacion de riesgo donde mi pellejo esta en juego o de alguien mas, dificilmente voy tener tiempo para pensar en ser "sútil".  Mientras mencionaba la palabra hacia una mueca de comillas con los dedos.