[ER] Mansión Deneb

Deneb escribió:

Kevin Iruka

Mientras tomaba su chocolate escuchaba lo que Deneb y Alex decían.  Miro a Alex un momento y se pregunto si el estuviera en peligro, aquel muchacho lo salvaría, tanto como quiere salvar a su hermano.  Probablemente no, él no era su hermano de sangre.

Cuando Deneb empezo a hablarle, se levanto del sillon grande y se sento en uno de los apoya brazos del sillon donde se encontraba Deneb, escribio en su tablet y se la extendio para que lea.

- "Tengo un amigo que siempre me ayuda y nos divertimos mucho, es compañero del colegio se llama Brian".

Una vez que Deneb terminaba de leer, borraba eso y seguia escribiendo.

- "En el colegio me fue muy bien, termine con el mejor promedio".

Frente a la proxima pregunta que le hizo Deneb, enseguida respondio.

- "Me encantaría aprender arte, y hacer muy buenos dibujos... también quisiera tomar clases de baile, anoche me senti muy a gusto bailando, creo que era algo que hacía en mi pasado, sólo que mi mente no lo recuerda, pero mi cuerpo sí".

Una vez que Deneb leyo lo último, borro y empezo a dibujar esa situación, Deneb sentado en el sillon y él a su lado charlando muy alegre.

Cada tanto se lo mostraba a Deneb para que vaya viendo como quedaba, cuando termino de dibujar, lo imprimio y se lo regalo.

Todos escribió:

Gabrielle Cohen O.

La fiesta había sido divertida en lo que cabía, se sentía bien tener todavía algo que celebrar. Se despidió de Passion, ya otro día seguirían platicando. Había evadido la pregunta ¿A qué dedicaría su vida de ahora en adelante? No sabía ni como comportarse en ese momento como para preguntarse eso. Aunque le venía a la cabeza que hiciera lo que hiciera después de un tiempo volvería a tener que comenzar en algo más desde cero. Así que, realmente era como una pérdida de tiempo pensar en eso... ¿No?

Franz por su parte se había divertido de lo lindo y le había dejado su teléfono a Mariko para verse e ir a bailar a la primera oportunidad que tuvieran. Aquella festa había sido la mejor en mucho tiempo. Todos se despidieron de manera general cosa que de algún modo alivió a Gabrielle quien no era muy bueno para eso.

No se despidió de nadie más y se fue a descansar, siguió pensando en su "futuro" y no se le hacía bonito para nada. y menos si seguía aferrado a sentimientos que no lo llevaban a ningún lado. Cuando por fin se durmió, lo hizo pesadamente como si de verdad no tuviera preocupaciones. Escuchó a Kevin marcharse pero no se levantó, contra su costumbre no iba a madrugar ni a cocinar ni a nada. Salió de la cama, sacó su libreta y volvió a dibujar, hacía mucho que no tocaba aquel cuaderno.

Era un cuadro gracioso ver a Gabrielle despeinado, sólo con el pantalon de la pijama, las pantuflas sentado en la silla, mirando por la ventana de vez en cuando mientras trazaba con agilidad algunas líneas. Comenzaba a enfocarse sólo en lo que estaba dibujando, pronto aparecieron en su cuaderno un par de ojos... se detuvo y suspiró pesadamente, cambió de hoja y volvió a trazar algunas líneas más, poco a poco iba tomando forma de un gatito atigrado que parecía disfrutar el dormir dejando una patita de fuera.

Haon escribió:

Joseph Deneb

A propósito del primer comentario de Alex, Deneb suspiró y apagó el televisor que Alex estaba viendo.

-Eso es lo que algunas personas dicen de las fiestas, sí. Aunque hoy en día, y mucho más en este país, las fiestas son apenas una excusa para celebrar cualquier cosa, con cualquiera, y para comprar y recibir regalos. Espero nos acabes juzgando por lo que hacemos todos los días y no por una noche en especial -contestó.

Luego asintió, al parecer se había enterado de la situación de su hermano.

-Creo que ya habrás considerado lo que ocurrió con VI. Ya hubo un antecedente de deserción en el bando contrario y buscaremos, por supuesto, que vuelva a ocurrir. Para eso tenemos que saber más de la situación actual de tu hermano dentro del grupo. VI continuará investigando por supuesto, es la más indicada para averiguar sobre el enemigo hoy por hoy.

Para Deneb, la conversación con Kevin debía de ser tan importante como la del hermano de Alex, porque la continuó como si ambos temas fueran el mismo, o tuvieran la misma importancia.

-Creo yo, Kevin, que desarrollar tus aficiones podría ayudarte a recuperar cosas que has olvidado. Así que si así lo quieres, este año que comienza podrías ir a una escuela de arte, en lugar del bachiller normal. Creo que te sería muy beneficioso. Recuerda que, cuanto mejor estés tanto física como mentalmente, más útil serás a mi, a tus compañeros y a ti mismo.

Le dijo, otra vez ensayando una breve sonrisa.

-Espero que la fiesta de ayer no haya matado a ninguno... -dijo deneb, observando hacia el comedor.

Eitan Chassier

Apenas se marcaron las 10:00 en el teléfono de Eitan, éste se sienta de zopetón, sobresaltado sobre la cama, muy despierto...

La fiesta!!!

Exclamó y, como si fuera un alumno a punto de perder el bus, toma su teléfono (tendido a un lado del pelilila sobre la cama) y sale corriendo escaleras abajo (aunque el salón donde tuvo lugar el evento estaba en el mismo piso de su habitación).

Al llegar al piso inferior, se detuvo. Ya su cerebro parecía comenzar a reaccionar y entender que algo andaba mal. Sacó su teléfono y miró la hora en él, arrancando un gesto entre decepción y obstinación de su rostro.

Mierda... Me quedé dormido.

Se rascó un poco la cabeza con su zurda, luciendo fastidiado. De repente escucha algunas voces provenir del living, por lo que camina hacia el lugar.

Los que están con Deneb-Dendé-Deben (y demás pseudónimos) escribió:

Al entrar, lo primero que mira es a Deneb. Sus labios terminan dibujando una sonrisa, aunque no tan expresiva como las de siempre.

Ora, ora! ¿Qué onda? ¿Papi Dendé viene a dejarnos nuestros regalos de Santa bajo el árbol?

Luego su mirada se pasea hacia Alex, sonriéndose un poco más.

Hey! Gracias por las herramientas, Axel! Ora! Hasta podría hacerte una linda jaula con comederos automáticos sólo para ti a cambio! Yahahaha! Te gustará!

Por último, se gira brevemente hacia Kevin aunque le da poca importancia y regresa su vista hacia Alex.

Nee, nee, Axel! ¿Cómo estuvo la fiesta anoche? ¿me perdí de algo?.

Pregunta, interesado en saber si debería deprimirse más de lo usual o no (XD)

Deneb, Eitan escribió:

Alex Slade

Deneb le apago el televisor y comenzo a hablar... escucho con atención pero algo molesto por lo de la tele.

- Oye... no estoy juzgando a nadie, como dijistes que no quisistes estar porque te parecía que era algo mas de los jovenes, te quise expresar que en realidad es una fiesta familiar... o eso se supone.

Con respecto a lo que Deneb dijo sobre su hermano respondio.

- Si... es lo único que me mantiene con esperanza, si VI logro pasarse al otro bando, entonces no esta todo perdido... es que... no se... con que Martín me voy a encontrar cuando lo tenga en frente.

En eso entro Eitan al living.

- Miren quien llego, el bello durmiente.  Le dijo entre risas.

Al comentario de Eitan respondio.

- Me alegro que te haya gustado, me imagine que te sería de utilidad.

Luego respondio sobre la fiesta.

- Pues... estuvo bien, hubo un poco de baile, un poco de tragos, y hasta torneo de pool, los competidores Haon vs Dereck... fue una buena oportunidad para conocer mas a nuestros compañeros de trabajo.

Estaba por encender de nuevo la televisión, pero quizás Deneb tenía que decir algo importante... por las dudas la dejo apagada, y siguio comiendo bizcochitos.

Deneb, Eitan escribió:

Kevin Iruka

Deneb le propuso de ir a una escuela de arte, y le parecio que sería una buena idea, tomo su tablet y respondio.

- "Si, me gustaría... lo único malo es que no tendría a Brian de compañero".

Al living entraba Eitan... le hablo a todos menos a él, apenas si le hecho una mirada... no entendía porque actuaba así con él... era el único de la casa al que no podía sentir como un hermano... al menos por ahora, eso lo apenaba un poco.

Slade - Deneb - Eitan - Etc. escribió:

Iwata Mae

El sol comenzó a entrar por la ventana del cuarto principal de la mansión, donde Omeny y Mae compartían la cama. La rubiecita sintió aquella luz entrando por sus parpados, cosa que le obligó a abrirlos, aunque con algo de pereza. Se movió un poco en su lugar, observando que su compañera aun seguía dormida.

-La dejaré un rato más, después de la noche de ayer... -susurró,moviéndosee con mucha cautela hasta bajar de la cama. Inmediatamente, una muy leve resaca se hizo sentir mediante un pronunciado mareo. Se acercó a la ventana que estaba más a la esquina, y encontró una pequeña puerta que daba a un muy escondido balcón con mirador, pero eso no era todo. Lo que encontró le sorprendióaúnn más: había un enorme telescopio, pertenencia de Deneb, seguramente.

-Esto es genialmente genial -dijo bastante emocionada, apoyando un ojo sobre el visor. Lo movió un poco, pero el cielo estaba tan, tan azul, que no podía observarse nada interesante.

Acabó por desperezarse, luego se rascó la cabeza y decidió bajar a buscar un vaso de leche. De camino a la cocina, oyó algunas voces y se acercó, aún con su cabello despeinado y vestida con un camisón bastante corto, al parecer no se había percatado de su estado.

-Ohayooooo~ -saludó con la voz un poco tomada, consecuencias de la noche anterior.

-¿Ah? ¿Me levanté más tarde que Eitan? Esto es raro, muy raro! -dijo mirando con sospecha a todos, pero entonces su mirada se fue al reloj de su móvil, no era tan temprano como ella hubiese creído. Su atención se desvió unos momentos a Deneb, a quien fue y abrazó sin más.

-¡Feliz navidad adelantada señor Joseph! Qué lastima que no haya estado ayer por la noche, fue realmente divertido -mencionó, aunque luego se acercó a Alex.

-Ayer no te agradecí debidamente por el regalo, me siento muy honrada por tener algo que guardas hace tanto tiempo ¡Y que además es tan genial! ¿Sabes? Tengo una colección de coleccionadores de monedas, pero nunca llené ninguno ¡Y ahora si! -mencionó comenzando a emocionarse por ello, algo sonrojada también. Le dio un pequeño besito en la mejilla- Gracias.

Luego se acercó a Kevin, a quien le dio un fuerte abrazo.

-Amé tus dibujos, iran a mi colección. Ahh ayer fue un genial día para la coleccionabilidad. Gracias, Kev, no sabía que fueras tan hábil en eso -mencionó algo más alegre. Finalmente se sentó en uno de los sillones de aquella sala, y comenzó a tomar su vaso de leche.

-Ojalá esto me quite el dolor de estomago, bleh.

Todos escribió:

Joseph Deneb

Deneb escuchó a Alex, y no dijo nada al respecto. Luego, escuchó también a Kevin.

-Piénsalo bien, podrías mantener una amistad aún yendo a otro instituto, estoy seguro... -le comentó.

Deneb no tenía mucho para decir sobre la aparición de Eitan, estaba esperando a que todos se hicieran presentes así que simplemente le saludó con unos buenos días bastante cordiales. Quizás, se sorprendió al ver a Mae, con una actitud despreocupada y abrazándolo cariñosamente, pero en todo caso no parecía molesto en lo absoluto.

-Feliz navidad adelantada entonces, Mae. Me alegra que te hayas divertido... -le dijo tranquilamente.

Ajustándose el nudo de su corbata, Deneb se puso de pie y los miró brevemente.

-Es el momento de ponernos en marcha. Iremos a la hoguera como la vez anterior.

Pero justo cuando estaba por comenzar a caminar, los móviles de todos sonaron al mismo tiempo. Era la Kinkyū Jishin Sokuhō, la Alarma temprana de sismos. El mensaje era el siguiente: "Esta es una advertencia temprana de terremoto. Por favor, prepárese para un temblor de gran alcance."

Deneb, en tan sólo un instante, volvió a tomar el control remoto y encendió la TV. El presentador estaba hablando cuando saltó un gran cartel con la misma advertencia que pudieron ver en sus móviles. Se interrumpió la programación y se mostró un mapa con el lugar del epicentro del temblor. Estaba cerca.

El temblor comenzó un segundo después, era fuerte y ensordecedor. Todo se movía como si fuese de papel, el suelo se levantaba y caía de la misma manera que lo haría un oleaje. Las maderas del suelo se rompían, las estanterías arrojaban sus libros y todos los adornos se hacían pedazos contra el suelo.

La duración de un terremoto normalmente no pasaba de los 30 segundos. Esta vez, duró 3 minutos y medio en el que se echaron al suelo y esperaron. Luego, vino una réplica, de 30 segundos, y otra más fuerte, de un minuto más. En total, un movimiento de unos insólitos 5 minutos, a lo que siguió otra alerta en sus móviles, y en la TV. Esta vez, era una alerta de Tsunami, abarcando la costa este del país.

Todo quedó en calma. Deneb no estaba en la habitación cuando se recuperaron, se había ido a ver cómo estaban Gabrielle, Omeny y Dereck. Por suerte, todos en la casa estaban bien, y todo el grupo se reunió fuera de la casa, en la hoguera, como habían pensado en un principio. La casa, en general, lucía poco dañada. Y Deneb les anunció que se repararía a sí misma en unas horas.

-Me alegro que todos se encuentren bien... -preguntó- Si necesitan algo de la casa, como cambiar de ropa o cualquier otra cosa, háganlo, pero con cuidado. Tienen unos 15 minutos, quiero entrar en Pandemonium antes de que llegue el agua a las costas. No vamos a cancelar el entrenamiento, ahora lo creo más necesario que antes. Quiero dar un vistazo, asegurarme que este movimiento se inició de forma natural... -explicó- 15 minutos, por favor, no más... -resaltó.

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Acciones:

-Comentar lo que quieran sobre lo ocurrido.
-Si deben despertar, cambiarse, bañarse, comer, lo que sea, hacerlo en 15 minutos y presentarse en la hoguera.
-Deben ir todos.

Todos escribió:

Eitan Chassier

Al escuchar el resumen de la fiesta, Eitan juntó momentáneamente sus labios e hizo luego un gesto de molestia.

Tsk... y me perdí de todo eso. Mierda...

Mae fue la siguiente en aparecer en el lugar con una pinta de recién levantada y con un blusón corto. Eitan dejó escapar un silbido muy fino.

Fiiiiiuuu..Pero que buenas piernas nos traes tan por la mañana, Mei! Yahahaha!

Soltó solo para fastidiarle un poco. Luego de que Deneb se hiciera escuchar y justo antes de dar un solo paso, los móviles de los presentes enloquecen. Eitan, acostumbrado a atender a su móvil, lo saca muy velozmente sin poder evitar leer lo que allí decía.

¿Eh? ¿Un terremoto?

Deneb ya había encendido la TV y la noticia era más que evidente. A nadie les dio oportunidad de huir del interior de la casa o hacer algo más: se sitió de golpe una fuerte sacudida, con el pelilila impactándose con uno de los muebles que tenía cerca al perder el equilibrio. Se quedó en el mismo sitio con una cara de impresionado hasta que llegó la calma. Aquel sismo había sido el más agresivo que había experimentado.

Ora, ora! ¿Qué sacudón fue eso? Ya sé lo que sienten los jugos cuando los agitas antes de abrir!

Dijo mientras se levantaba, sobándose la zona que se había golpeado anteriormente. Sin embargo, la calma no duró demasiado: otra réplica tan fuerte como el sismo inicial volvía a azotar el lugar. Por no ser precavido y por perder nuevamente el equilibrio acabó tropezándose y cayéndose ésta vez sobre Mae. Para no aplastarla, mantenía firmes sus brazos, con manos apoyadas sobre el piso... aunque no tuvo mucha suerte y uno de los jarrones del living dio contra su cabeza. Perdió la consciencia por el corto minuto que duró la réplica. Algo atolondrado, abrió uno de los ojos desde la posición en que estaba. Tuvo una curiosa visión a simple vista de un malvavisco.

¿Estoy en el cielo de los dulces?

Susurró aún un poco atontado por el momento y con su mano más cercana agarró aquello a todo lo que podía cubrir con su miembro. Le pareció muy suave, por lo que no se contuvo para tocarlo un poco más. Pensó que quizás pudiera tener dulce de relleno en sus delirios. La razón volvió a despertarse en su psique y se levantó un poco. Miró con un poco de incomprensión desde el pecho (el sitio donde su cabeza había parado) hasta el rostro de la rubia. Se vio en problemas al caer en cuenta de que aquel malvavisco pudiera haber sido uno de los senos de la chica. Se puso de pie de golpe, yendo a la defensiva.

N...no fui yo, Mei!

Nuevamente la calma no duró mucho y vino una 3era réplica. Cayó de bruces hacia atrás pero aún a la defensiva para salvar su cuello por precaución, se transformó en cachorro y a cuatro patas se las arregló para esconderse bajo una de las mesas del lugar. Una vez pasado el alboroto, se mantuvo alerta aún bajo la mesa. Paseó su mirada por el lugar, no pudiendo detectar a Deneb, aunque el sujeto posteriormente aparece. Luego de escucharle, sale de su escondite y vuelve a tomar forma humana, cerrando los ojos y masajeándose la nuca con un gesto como si sufriera de alguna migraña.

Yaaaah! Éste desastre me dejó hambriento!

Se quejó y caminó hacia la cocina, aunque inesperadamente se desvió hacia el baño. Al salir, se dirigió hacia el refrigerador, tomando uno de los jugos que allí había y acompañándolo con unos buenos trozos de carne cruda que pudo encontrar. Nuevamente no podía evitar comer algo de carne desde la última vez que lo hizo por sus instintos enloquecidos. Antes de marcharse a la hoguera, prefirió tomarse el tiempo y esperar a su hermano.

Todos escribió:

Después de despedirse de Amanada, Noah y Haon y desearles un buen viaje. Omeny se dispuso a ir a dormir junto con Mae a su habitación "privada", darse un baño y ponerse la pijama.

Se quedó despierta un poco más, porque vio con agrado que Noah le había dejado los CD's que le había mencionado y un reproductor, los observó y abrazó como si fuera el disco de su artista favorito, escuchó un par de canciones, para ella fue muy lindo escuchar la voz de Noah, el sueño la invadió por fin y guardó los CD's en una cajita donde ella tenia algunos chocolates o cosas que eran preciadas para ella.

Se metió a la cama muy despacio para no despertar a Mae, cubrió bien a la rubia chica y ella al final, Omeny durmió plácidamente.

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A la mañana siguiente, ni siquiera había sentido a Mae cuando se levantó, Omeny abrió los ojos y justo cuando iba dar vuelta para tomar su móvil del buroe, una sacudida la tiró de la cama. ¡Vaya forma de despertar! Escuchaba como tronaban las paredes y las ventanas, Omeny en verdad se asustó.

-¡UN TERREMOTO!-

Se puso de pie para ubicarse bajo el marco de la puerta, pero no la casa se agitaba tan fuerte que apenas si podía mantener el equilibrio, las cosas en la habitación comenzaron a caerse.

-¡CHICOS!-

Con trabajo llegó a la puerta y se mantuvo ahí, mientras sus grises ojos observaban lo que ocurría con bastante temor.

-¡Se que ya no puedo morir, pero esto es horrible!-

El cismo pasó y la chica sintió algo de alivio al ver aparecer a Deneb, lo siguió fuera de la casa, dónde ya estaban los demás.

¿Todos están bien?

Cuestionó Dereck el cual ya iba bajando las escaleras, cuando todo entró en calma.

-Si, eso parece, ¿pero qué fue lo que sucedió?-

Dereck observó su Móvil.

-Alerta de Tsunami, al parecer, pero fue una acudida tremenda.

Omeny aún estaba nerviosa, sus manos estaban algo temblorosas.

-Yo no quiero entrar en la casa por ahora, si tengo que entrenar en pijama lo haré, es lo de menos.-

Dereck observó a su hermano.

-Te perdiste ayer por varias horas, pero al menos estás aquí. Controla tu estómago, cachorro y no olvides que también nosotros debemos comer algo.

-Con el susto se me fue el apetito...-

Prefirió sentarse un rato junto a la hoguera.

-Vamos, pequeña, debes comer algo antes de entrenar, aunque sea ligero. Veré que te traigo, pero no dejaré que estés con el estómago vacío.-

Siguió a Eitan, era increíble como la casa de a poco comenzaba a restaurarse. Saco unas botellas de yogurt para beber y algunas manzanas, sonrió un poco al ver comer a Eitan. Le hizo una seña para que regresaran y dio a cada uno un Yogurt y una manzana.

Todos escribió:

Iwata Mae

La chica le sonrió con suficiencia a Deneb, cuando su movil sonó sorpresivamente. El alerta le desconcertó un poco, ni siquiera llegó a observar la TV.

-¿No es muy repentino? -se preguntó, para cuando los temblores comenzaron. Todo fue tan rapido que apenas pudo apoyarse contra un sillón de la sala, pero los movimientos fueron tan bruscos que terminó cayendo al suelo. Una vez allí, parecía haberse calmado todo.

Estaba pensando en levantarse cuando recordó las indicaciones en aquellos casos.

-Ya se, abajo de la mesa! -se le vino a la mente aquella instrucción que le habían dado otrora. Pero entonces, un nuevo movimiento de 30 segundos comenzó y de repente tenía a Eitan casi encima suyo. No tenía tiempo de quejarse, puesto que estaban en una situación muy peligrosa, tanto que no pudo advertir el objeto que cayó en la cabeza de su compañero y que lo dejó inconsciente.

-Ya, despierta Eitan, no es buen momento para quedar insconciente -intentó ayudarlo, aunque para ello también trataba de quitarlo de encima. En aquel forcejeo, sintió una sensación algo extraña y desconocida ¿qué sucedía? ¿acaso se había golpeado la cabeza y su sentido del tacto estaba fallando? Se le ocurrió pasear un poco los ojos, cuando recordó que Eitan estaba desmayado encima suyo y...

-¡¿Pero qué rayos...?! -no llegó a quejarse del todo, porque Eitan se levantaba rapidamente e intentaba defenderse. La chica logró controlar la sangre que comenzaba a llegar a su cabeza y negó rapidamente con esta.

-¿Eh?¿Ah?¿Qué sucedió recién? -preguntó haciendo un poco el tonto. Pero entonces una última replica del terremoto comenzó y la chica solo logro arrastrarse un poco hasta debajo del marco de la puerta. Por fin parecía haber terminado todo, aunque su movil anunciaba una alerta de Tsunami.

La chica esperó a que Deneb regresara de registrar la casa y lo escuchó atentamente.

-Señor Joseph, usted cree que este terremoto no es obra de la naturaleza, cree que sea cosa de... ellos? -preguntó aun con algo de miedo. No esperó demasiado y fue a ponerse un short de baño, para no seguir solamente en camisón. Fue y se sentó en la hoguera, buscando estar -disimuladamente- del lado contrario que Eitan, no quería dar muchas explicaciones ni nada al respecto.

-Menos mal que no les pasó nada, chicos. ¿Cómo te sientes Omeny-chan? -preguntó, mientras tomaba la manzana y yogurth que traía Dereck- Gracias, aunque me siento realmente intranquila...

Mae, Eitan, Deneb escribió:

Alex Slade

De a poco los chicos se iban levantando, aparecio Mae, estaba claro que recíen se levantaba, saludo a Deneb y se acerco a agradecerle el regalo, las monedas de su padre.

- De nada Mae, como te dije ayer no soy coleccionista, estoy seguro que vos las vas a cuidar mucho mejor que yo.  Le dijo sonriendo.

De pronto todos los celulares empezaron a sonar al mismo tiempo, Deneb encendio la televisión, había un alerta de terremoto, y enseguida todo empezo a temblar, Alex estaba sentado en el sillón grande junto a Kevin, tomo al chico por la espalda y lo obligo a tirarse boca a bajo en el piso, mientras trataba de cubrirlo con su cuerpo, sintio algunos objetos que le caían encima.

- No te levantes Kevin!! Todos al suelo!!! Nunca había durado tanto un terremoto que demonios esta pasando.!!!

No podía levantarse a ver como estaban los demás, en ese momento su única preocupación era proteger al mas chico de la casa.  Cuando parecía que se estaba calmando, empezo a levantarse.

- ¿Esta bien Kevin? Pero enseguida una replica hizo que otra vez tuviera que quedarse en el piso boca abajo.  Y otra replica mas, parecía no terminar nunca.

Al fin todo se había calmado, se levanto con el cuerpo algo dolorido, y ayudo a Kevin a levantarse.

- ¿Te encuentras bien? ¿Eitan, Mae, estan bien?

Se quedo tranquilo al ver que todos estaban bien, notó que Deneb había desaparecido del living, y que a su vez en la televisión anunciaban ahora un Tsunami.

- Esto definitivamente no es normal.

Enseguida Deneb los reunio a todos en la hoguera.  La mansión era un desastre, pero de a poco se iba arreglando sola, todavía no podía entender como sucedía eso con esa casa.  Escucho lo que decía Deneb.

- ¿Natural? Duro demasiado, y al parecer el problema es en el mar, no me extrañaria que esa parte de Pandemonium que vimos el otro día allí haya sido la causante.

Las cosas se estaban empezando a poner mas feas que antes.

Deneb, Mae escribió:

Kevin Iruka

Al comentario de Deneb sobre Brian escribio.

- "Es cierto, somos buenos amigos, y puede seguir viniendo a casa, si... me gustaría ir a esa escuela".

Se levanto del apoyabrazos del sillon de Deneb y fue al sillon grande otra vez, a seguir comiendo algunas galletitas, junto con Alex.

Mae aparecio en el living, saludo muy animada a Deneb, eso le agradaba, que sus hermanos empiecen a querer un poco más a ese hombre que había hecho tanto por ellos, el que seguía en actitud defensiva contra Deneb siempre era Alex, a quien Mae se le acerco para agradecerle por el regalo, y lugo vino hacia Kevin, a quien le dio un fuerte abrazo.  

Se lo devolvio tambien con fuerza, desde que estaba en esa casa se sentía mas querido, mas contenido, era lo que él buscaba... un poco de cariño.

Tomo su tablet y escribio.

- "Me salen bien, hay muchas cosas que estoy descubriendo, que no tenía idea que las tenía... el dibujo, el baile, y si voy a esa escuela de arte, voy a hacer dibujos mejores todavía".  Le dijo con una sonrisa, eso lo entusiasmaba mucho.

En ese momento los celulares empezaron a sonar, era el anuncio de un terremoto, y todo empezo a temblar, Kevin no sabía como reaccionar frente a esa situación, pero Alex se encargo de ello, lo tomo por la espalda y lo tiro al piso, le dolio un poco el golpe, pero estaba claro que su intención era protegerlo, todas las cosas empezaron a caer, el miedo se apodero del chico, pero a la vez se sintio un poco mas seguro con Alex arriba de él protegiendolo.

Parecía que había acabado, se estaban levantado de a poco, pero dos réplicas mas sacudieron la casa, y otras vez terminaron en el piso boca abajo.  Cuando las cosas se calmaron, Alex lo ayudo a levantarse preguntando si estaba bien, asintio con la cabeza... pero no terminaba de salir de su aturdimiento que en la televisión anunciaban un Tsunami.

Enseguida apareció Deneb y los reunio a todos en la hoguera, Kevin se sento, para recuperarse un poco del susto, mientras escuchaba con atención lo que decía Deneb.

Todos escribió:

Joseph Deneb

Al tocar el fuego de la hoguera, Deneb les hizo experimentar otra vez aquel extraño viaje que los transportaba, como por arte de magia, a un nuevo mundo. Luego de esos vientos y luces alrededor, sus pies tocaron otra vez aquella plataforma multicolor que habían visto en su primera incursión.

Sin embargo, el paisaje era tan diferente desde la última vez, que el cambio en los alrededores se podía percibir incluso dando un rápido vistazo. Se podía ver claramente ya que era de día tal y como lo era en el mundo de los humanos. Incluso alguien despistado se daría cuenta fácilmente. La plataforma multicolor se sostenía sobre una masa de agua profunda, azul e interminable, que se sacudía con violencia. Se suponía que estaban en Pandemonium, pero sin dudas estaban ante la presencia de mar, y de la luz del sol.

-Entonces, ya han comenzado a unir ambos mundos... -dijo el hombre, dando los primeros pasos en el lugar y observando alrededor.

Cuando los ojos de todos se acostumbraron al aumento de luminosidad producido por el rebote del sol en el agua, se dieron cuenta de que delante de ellos había dos personas, que los estaban observando.

Ambos estaban en la lista que les había pasado VI, sobre el enemigo. Por la apariencia, pudieron notar que se trataba del miembro número X y el XI, Mandos y Xionia.


El primero en hablar fue el chico que mascaba chicle.

-Increíble que un plan de Fausto funcionara ¿no crees, Xionia? Lo más seguro es que lo haya ayudado Pollux, porque ese mono colorado no tiene el cerebro suficiente para hacer algo así.

Deneb, dio un paso más hacia adelante, dejando a los demás detrás de él.

-Martín y Nanami, si no me equivoco. Aunque... es una lástima ver cómo los Apóstoles han cambiado tanto a chicos como ustedes.

El globo de Mandos explotó, pero aún no respondió a Deneb.

-Que ustedes nos hayan estado esperando, indica que evidencia hay algo que no les gustaría que sepamos, o que hagamos. Por otro lado, han dicho que su plan “funcionó”... pero yo me pregunto si no están celebrando antes de tiempo.

Haon, Todos escribió:

Gabrielle Cohen O.

El rubio terminó sus dibujos y estaba ya tomando una ducha cuando sobrevino el temblor. Lo primero que hizo fue cerrar la llave de agua y como pudo se envolvió en una toalla y buscó un lugar seguro donde resguardarse pues era más peligroso tratar de salir de la casa que quedarse en ella. Cuando pasó, con mucho cuidado se acercó a la ventana y vio a todos reunidos en el patio.

Terminó de arreglarse aunque no con la dedicación de siempre, aún no tenía mucha energía -emocionalmente hablando- bajó a la cocina, tomó algo para hacer un sandwich y lo comió igual de rápido, pues no había tiempo que perder, pues el entrenamiento estaba cerca.

Se mantuvo un tanto atrás esperando que nadie notara que llegaba al último pero estaba poniendo atención a cada una de las palabras de Deneb. Pronto el "padre" los llevó de viaje al Pandemonium... aunque esta vez había cambios considerables y las palabras de Deneb le dieron cierta idea de lo que estaba sucediendo aunque su mente iba más lento que de costumbre. El mar le recordó su casa, pero sentía algo diferente a éste que veía en un lugar que se suponía no era así.

Frunció el ceño al darse cuenta que no estaban solos, que más bien los esperaban... eran nuevos-viejos conocidos... ahora sí las cosas se iban a volver más interesantes. Se comenzó a calmar internamente, necesitaba la cabeza fría y todas sus energías listas para ser utilizadas en lo que tenía enfrente. Al principio notaba indolencia en ambos y parecía que no les hacía gracia lo tocante a Fausto, porque hablaban así de él. Le sorprendió que la chica se hubiera transformado así. Deneb seguía en su soliloquio con los chicos que parecían más interesados en otra cosa que lo evidente.

-Fabuloso...- dijo entre dientes...

Seguía pacientemente los movimientos de los enemigos y de Deneb, solo así sabría que era mejor, ser el escudo o ser el atacante.

Deneb, Martin, Todos escribió:

Alex Slade

Su viaje a pandemonium empezaba, pero las cosas resultaron diferentes... aparecieron nuevamente en el mundo de los humanos, en el medio del océano, sobre la plataforma multicolor.

Las palabras de Deneb resonaron en la cabeza de Alex.

- Esto no es bueno... estan avanzando muy rapido.

En eso dos siluetas aparecieron frente a sus ojos, una chica y un chico... se traba de Martín, le costo reconocerlo al principio, estaba muy cambiado a lo que recordaba, pero luego se dio cuenta, y Deneb lo confirmo con sus palabras.

Si bien Deneb se puso delante del grupo, Alex avanzo unos pasos con su mirada fijada en la de Martín, y se adelanto a Deneb unos pasos.

- Martín!! Realmente eres tú... hermano.

No sabía que hacer, quería saltar y abrazarlo, llevarselo a casa, y vivir tranquilos y felices como alguna vez lo fueron... pero era solo un sueño, y no sabía que esperar de Martín, como iba a reaccionar

¿Que pasaba si los atacaba? ¿No atacaría a su propio hermano? Pero estaba tan cambiado... realmente estaba muy tenso, pero no por miedo a los enemigos, sino a lo que pudiera suceder con su hermano.

Cuando escucho hablar a Martín no podía creerlo, hablaba como uno mas de ellos, no pareciera que lo estuvieran obligando.

- Martin... desde que perdimos a nuestra familia te estoy buscando... ¿Qué haces con esos demonios? Soy tu hermano... me reconoces?

Realmente no sabía que hacer.

Todos escribió:

Xionia

La chica que se hacía llamar Xionia soltó una risa macabra ante las últimas palabras de Deneb. No se parecía ya demasiado a la Nanami que habían conocido, su unico ojo visible estaba demasiado abierto, casi no pestañeaba.

-Callate imbecil, el plan funcionó correctamente ¿Quieres saber por qué? Venga, pregunta, esto es divertido -lo desafió. Sin embargo, no esperó tanto.

-Todos los tarados de tu organización de mierda están dando vueltas por el mundo, y el único que se quedó fuiste tú. Eso fue todo idea de Fausto. Y al final, hasta saliste de tu escondite, como una rata que reaccionó al temblor que les dimos ¿les gustó, lo disfrutaron?

Esta vez miró a los chicos, disfrutando de todo aquello. Podían notarlo fácilmente por la expresión en su rostro.

-Ahora solo tenemos que quitarte unas llaves, ¿o te encariñaste con tus mascotitas? ¡Eso sería casi conmovedor! -exclamó soltando una ensordecedora y enfermiza risa.

La chica se enderezó de repente e hizo un paso adelante, cuando Alex habló.

-No des ni un paso, idiota, o te cortaré ¡¿Me entendiste?! -gritó con inesperada molestia, anteponiendo su espada, aunque su mirada volvió a Deneb.

Xilonia, Todos escribió:

Kevin Iruka

Deneb los había transportado a pandemonium una vez mas, ese lugar tan horrible... pero ya no lo era tanto, de hecho seguian en el mundo humano pero en el mar.

Y frente a ellos aparecieron dos de los apostoles de Mefisto, uno de ellos era el hermano de Alex... era terrible, observaba a Alex que le hablaba pero su hermano no respondía, de hecho al parecer era todo una trampa para ellos.

Cuando observo que Xilonia dio un paso al frente, y detuvo a Alex amenazando con la espada, se preocupo... dio unos pasos hacia atrás como alejandose del grupo, y en sus manos aparecio la Sharpting, su anillo brillaba con fuerza, su aura había crecido un poco... cuando se dio cuenta estaba apuntando su ballesta directamente a la cabeza de Xilonia, su brazo firme... no iba a permitir que hicieran daño a sus hermanos.

Solo se quedo apuntando sin perderla de vista, observando como seguía esa situación tan tensa.

Xilonia, Martin escribió:

Alex Slade

Su hermano no le contestaba, y Xilonia lo amenazaba con una espada.  Dio unos pasos hacia atras para alejarse del filo de su espada, y en sus manos aparecio la Fastion.

- Yo también puedo cortarte... le dijo en tono amenazante.

- Estaba hablando con MI hermano no sé que te metes, ve con Fausto y que te use de marioneta idiota... no sacaba la mirada de la chica... - No te tengo miedo...

Y asi era, en otros enfrentamientos siempre ha sentido algo de temor frente a esas criaturas, pero se trataba de su hermano, no iba a perderlo de nuevo.

- Martín... responde maldita sea, yo soy tu familia no ellos!

Su marca en la frente empezaba a brillar.

Todos escribió:

Mandos

El chico escuchó lo que Alex tenía para decir, y luego lo que Xionia le contestaba. Cerró los ojos y suspiró, como si la situación le produjera cansancio.

-Saben que al convertir a un humano en vástago, el convertido pierde sus recuerdos. No tengo problema con que aún se aferren a su vida humana, pero les agradecería que no me involucraran en eso, por favor -dijo, en un tono amistoso. Tal y como Omeny lo recordaba en el centro comercial.

Luego, observó a Xionia.

-Tranquilízate, no quiero que hables sobre "cortar" a estos chicos, Xionia. Ellos... aún tienen mucho que comprender. Es sólo que el señor Deneb está interfiriendo. De otra forma ya hubiesen entendido lo que queremos hacer, y estarían cooperando -sentenció.

Dio un paso al frente, adelantándose un poco más a su compañera.

-Mytherceria, mi especialización, trata sobre el conocimiento. Pero no necesito utilizarla para saber que mis compañeros están cometiendo un grave error. Buscan la cooperación de ustedes, pero quieren lograrla mediante la fuerza.

Señaló hacia arriba con un dedo, como para graficar que en verdad los Dioses tenían un reino, allí arriba.

-Ustedes tienen que saber que con sus llaves, podríamos abrir el Reino de los Cielos y cuestionar la autoridad de un grupo de Dioses que, en toda la historia, han cometido muchas injusticias. Para su propio entretenimiento han creado un universo imperfecto. Ángeles imperfectos, Humanos imperfectos. Y no asumen que los errores de su Creación son SUS errores. Han culpado a sus asistentes en el cielo, y a los humanos, de las fallas que ellos mismos les otorgaron. Los castigaron con maldiciones, plagas, inundaciones y hoy por hoy, violencia social y natural. Hacen vivir al hombre imperfecto en una permanente búsqueda de felicidad que rara vez encuentra. Y cuando lo deciden, le quitan la vida o a un familiar querido. Además, a algunos humanos los han maldecido con la marca de Caín y les han obligado a languidecer... a seguir existiendo contra su voluntad, a beber de sus hermanos, a cazarlos como si fueran bestias.

Tomó un respiro y observó a Deneb, de forma seria. Luego a todos los demás, con un semblante un poco más amable. Se notaba que era un chico bastante inteligente. Además, al menos él, no portaba arma alguna ni demostraba una intención hostil.

- Entiendan, por favor, que eso ha generado rencor por milenios, y que la mayoría de los vástagos ya se han cansado de ser los marginados de la Creación. Si siguen ayudando a Deneb, puede que nuestra organización falle en utilizar sus llaves para abrir la Puerta. Por eso, los más violentos de la organización están intentando acumular el poder faltante, tomándolo de la Tierra. Al unir Pandemonium con la Tierra, habrá caos, dolor, miedo y muerte... todo lo que alimenta el poder de Pandemonium... nuestro hogar arrasará al suyo y con todo el poder de los dos lugares, y a costa de las vidas de los humanos, mis compañeros abrirán la Puerta del Reino de los Cielos, aunque ustedes no cooperen. Como ven, es algo que sucederá lo quieran o no, y no pueden escapar a esa realidad yendo a dormir, esperando que a la mañana siguiente todo se haya arreglado. Ya no hay vuelta atrás... ha llegado la hora del levantamiento.

Al decir aquello, hizo una pausa un poco más larga y esperó, mirándolos fijamente.

-Ya no hay secretos, lo conté todo. Soy de los que prefieren hablar en lugar de pelear sin sentido. Aunque, no tengo muchas esperanzas de que lo entiendan. Por lo que veo, Deneb les pudo haber dicho cualquier otra cosa. Después de todo, tiene muchos beneficios por ayudar a los Dioses...

Joseph Deneb

Deneb, ladeó un poco la cabeza, luego del discurso de Mandos, y lo miró con los ojos entrecerrados.

-Debo decirte, Martín... que casi me conmueves.

Deneb tomó del hombro a Alex y lo echó para atrás, asumiendo otra vez una posición adelantada respecto al resto del grupo.

-Pero, he sido vástago por mucho tiempo ya y a mi no me engañarás con este tipo de cuentos. Los he escuchado incontables veces. ¿Sabes cómo terminan las personas que piensan así? Acaban por encontrar sus propios límites y, antes de morir, se arrepienten de haber malgastado tiempo y esfuerzo en pos de un ideal torcido. A menudo suelen odiar, al final, a quienes los manipularon. Y he visto a muchos pedir perdón por las víctimas de sus planes. En fin, es una pena que seas tú quien no comprende. Tu lógica es buena, pero no todo en la vida se resuelve con palabras...

Cerró los ojos, y al abrirlos, observó a Xionia.

-Y qué decir de Nanami... puedo asegurar que su situación es de una profunda tristeza, aún cuando no me quede casi nada humano ya... -dijo suspirando.

Luego, un aura de color dorado recubrió a Deneb, desde la cabeza hasta los pies, y surgieron unas alas de fénix en su espalda. Pero antes de siquiera dar el salto hacia adelante que le permitiese volar, Mandos replicó:

-Déjalos pensar por si mismos, Deneb. Pondré tu mente a trabajar en otra cosa...

Mientras hablaba, el chico sacó lo que parecía un candado, de su bolsillo. En el momento en que le echó llave, las alas de Deneb desaparecieron, y éste cayó de rodillas, desvanecido por el efecto del poder de Mandos.

-Siéntate y quédate tranquilo por un rato...-sentenció- bueno, parece que Deneb no es gran cosa sin alguien que lo asista...

Martin escribió:

Alex Slade

La tension bajo un poco cuando Martín empezo a hablar.  Al escuchar las primeras palabras del chico, Alex guardo la Fastion.  La tristeza se apodero de su rostro.  Perdio sus recuerdos, que sentido tiene, tarde demasiado, penso.

- Aferrarse a la vida humana... empezo a decir... su voz mas pausada, mas apagada, y ya no brillaba su marca.

- Lo único que me mantuvo con vida, fuiste tú... me aferre a la esperanza de encontrarte... y hablas de los recuerdos humanos como si fueran mierda...

Empezo a caminar hacia Martin, nada le importaba, cuando estuvieron frente a frente, apoyo su mano en su hombro.

- Realmente crees que me importan los Dioses, lo que hicieron o lo que no hicieron... mi vida era mi familia, que fue arrebatada, no por los Dioses, por asesinos, por gente odiosa, probablemente por vástagos caídos, esos a los que tu ayudas.

Lo miro a los ojos.

- Revolvi tierra, agua, cielo todo lo que estuvo a mi alcance para encontrarse, renuncie a mis riquezas, me converti en vástago solo para dar contigo... lamento haber llegado tarde.

Le dio un abrazo... y se alejo de él.

- Pero sabes una cosa, tampoco puedo dejar que tus compañeros maten gente inocente así como así... sigan destrozando familias, y robando hermanos... al final estan haciendo lo mismo que según tu lógica hicieron los Dioses.  Dices que ellos fueron injustos... y tus aliados son justos con los humanos. Miro hacia el horizonte con la vista perdida.

- Recuerdo mi primer encuentro con Fausto... si no fuera por Haon, el nos hubiera carbonizados a todos... que crees que va a ser cuando llegue a esos Dioses... matarlos, y seguramente tomar su lugar... hablas de imperfección... pues la pefección es aburrida.  Le dijo sonriendo.

- A mi nadie me obligo a nada sabes? Deneb nos dio la opcion... y yo elegi este camino porque quería encontrarte, era mi único objetivo en todo esto.  Te quejas de los Dioses, y ustedes estan dispuestos a unir esos mundos y dar muerte a gente inocente... porque solo quieren cumplir su objetivo, no les importa nada mas... no los hace muy diferentes a ellos.

Guardo unos segundos silencio y continuo.

- No mi interesa abrir las puertas del cielo... mi único objetivo ahora es abrir tu mente, para que vuelvan esos recuerdos... no me voy a dar por vencido fácil.

Kevin Iruka

Cuando el hermano de Alex empezo a hablar, bajo su ballesta, no parecía que tuviera intención de atacar, de seguro sería duro para Alex, nisiquiera lo recordaba... y si mi hermano me esta buscando, y yo no lo recuerdo, penso.

Las cosas que decía aquel chico tenía sentido en algunos puntos, y algo de lógica, pero lo que Deneb decía también era cierto, además llegar a la puerta de los cielos pisando a quien se pusiera en su camino eso no estaba bien, a Martín no le gustará la violencia, pero a sus compañeros hasta parece que les encanta.

Cuando observó que Deneb caía como inconsciente al piso, corrio hacia él y se agacho para ver si estaba bien... se quedo cubriendolo por si intentaban atacarlo.

Escuho lo que Alex decía a su hermano, cuando se acerco a Martín, Kevin levanto su ballesta apuntado otra vez a Xilonia por las dudas que quisiera herirlo, no pudo evitar dejar escapar una lagrima cuando vio aquel abrazo.

La situación era... algo extraña... no parecía que quisiera usar la violencia el hermano de Alex, pero a su vez, el mas fuerte del grupo, Deneb, estaba inconsciente... si ellos querían podían llevarselos fácilmente, sus poderes no se comparaban, pero estaría dispuesto a luchar hasta el final.

Haon, Todos escribió:

Gabrielle Cohen O.

Cuando Xionia amenazó a Alex, Gabrielle empuñó su arma y se dispuso a defender a su amigo. Antes de que cualquiera de los dos bandos atacara sin sentido Deneb y Mandos hacían la "paz" momentánea. No dejó de seguir los movimientos de Xionia pero las palabras de Mandos eran las que le hacían mella, le causaban dudas.

¿Qué beneficios tenía Deneb? ¿Porqué le decía que tenía mascotas si no era así? ... sobretodo... ¿Por qué enfatizaban que habían hecho salir a Deneb de su escondite? Las palabras del chico le interesaban. Era cierto, el hombre era imperfecto demasiado... pero según le habían enseñado, el señor lo había hecho así para que él -el hombre- encontrara su camino por sus propios medios... según San Agustín hasta la maldad estaba planeada por el señor... el sufrimiento era el camino a la iluminación... pero no era el sufrimiento físico o mental... era privarse de lo que deseaban mundanamente, todo aquello que te hacía perder de vista tu meta final. Vio como Deneb caía, le preocupaba más como iba a reaccionar Kevin que de lo que pasara con el hombre... no sentía nada por él pero tampoco estaba de acuerdo que se torturara por el mero gusto.

Tomó del brazo a Kevin y lo puso a su lado, cualquier movimiento evitaría que cometiera una locura o lo protegería de ser necesario.

-Creo que te equivocas... nuestro destino no está dictado por Dios... lo dicto yo mismo... echarle la culpa a otros... como decir que nuestro señor se queja de nosotros por nuestra imperfección. Eso es negar la responsabilidad que yo tengo de mis actos... es cerrar los ojos y decir que si cometo un error la culpa no es mía. Es cerrar los ojos a la realidad.- dijo de forma segura, mirando a Mandos sin preocuparse por Xionia, había algo que luchaba por escapar -Creo que están tomando el camino precisamente contrario al que predicas... dices que quieren cambiar una dictadura y entrar a una nueva... ¿Crees que ustedes no están creando rencor? No por ser un rencor de pocos años es menor que el de milenios... pero a fin de cuentas, el rencor es imperfección... ustedes son imperfectos... por lo tanto no pueden tomar el lugar de los dioses... no puedo dejarlos llegar a Dios- sonrió mostrando sus caninos y bajó el arma -Pero aún... dentro de toda esa contradicción que pretendes creer, quiero entenderte... si dejaste de ser humano... ¿Qué te importa lo que haga Dios? Dicen que duele más el olvido que el odio... precisamente le dan a Dios lo que necesita... en vez de quitarle su más preciada creación...- dio un paso más hacia Mandos -¿No sería más facil eliminar a Dios si evitaras que las almas volvieran a él?... Dios es porque creen en él... si no creen en él... morirá- el rostro de Gabrielle había cambiado

Gabrielle muy en el fondo quería saber que era lo que pensaban los otros... quería dejar de sentir y ellos sabían como hacerlo... él quería olvidar... quería dejar de tener corazón.

Pero... quiero saber más... quiero que me digas si recuerdas ¿Por qué aceptaste olvidar todo?- tenía curiosidad y también deseaba saber cual era la motivación del chico -¿Por qué cortar todo de tajo?

Todos escribió:

-Aún traigo el susto atorado,Mae.-

Respondió a la rubia chica, comió su manzana y bebió su yogurth. Ya estaba lista para su entrenamiento.

-Cuando digas, padre.-

Mencionó a Deneb. Se suponía que irían al Pandemonium, pero llegaron a un lugar muy diferente y los esperaban. Para sorpresa de la chica eran dos caras conocías.

-Ey, yo te recuerdo, eres aquel chico con el que choqué en centro comercial, pero lo que nunca imaginé, es que fueras uno de ellos. Al menos no te portas como el baboso de Fausto.-

El intercambio de diálogos comenzaba, Mandos era el que lucía más relajado a diferencia de Xionia. Omeny hizo un gesto de molestia.

-¿Mascotitas? No te queda decir algo así, tú que te comportas peor que perrito faldero con tu "noviecito" Fausto. Si, si, si imaginó que me dirás..¡Ay no te atrevas hablar así de mi guapisimo e increíble novio, que me trata como un trapo, pero aún así me hace vibrar en la cama y yo lo amo!-

Omeny decía aquellas palabras haciendo algunos gestos de "princesa enamorada"

-Hundes al sexo femenino con esa actitud, pero bueno, si tú así eres feliz, es tu rollo.-

Se cruzó de brazos, pero estaba atenta. Observó a Mandos

-Quizás tengas razón en lo que mencionas, pero... no se, no quedan claras muchas cosas, lo que únicos que se, es que tus compañeros están sembrando miedo y caos.Y todo por una estúpida llave. Creo que no están seguros de quien la tenga y para ello, pasan por encima de uno y de otro y de otro hasta dar con ella.-

Por ahora se mantenía tranquila. Elevó su vista al cielo cuando Mandos lo señaló.

-¿Y todo para qué? ¿Para abrir el Reino de los Cielos y cuestionar a esa autoridad que mencionas? Suena como a berrinche de niño pequeño, cuando cuestiona a los padres por haberlo castigado. ¿Crees que cuestionar, cambiaría las cosas? Se que muchas veces nosotros mismos nos cuestionamos cosas, sobretodo cuando pasamos por tragedias o pérdidas como mencionas. Y lógico que por dolor y coraje, maldigas y reniegues de ese Dios. Confieso que en ocasiones yo misma he dicho que la vida es injusta y me quejo de algunas cosas, pero no he ganado nada con quejarme o estar peleada con el mundo.-

Deneb salía a la defensa, pero por una acción de Mandos éste cayó, y pasó en pocos segundos. Omeny supo que aquel chico, a pesar de tener una personalidad amable, podría ser un rival bastante fuerte.

Eitan Chassier

Al acabar de comer, relamió sus dedos y posteriormente sacó una piruleta de su bolsillo mientras se reunía al resto con Deneb al frente. Tuvo sensaciones extrañas mientras era trasladado junto al resto al Pandemonium, aunque al llegar le costó distinguir lo que había debido al resplandor del reflejo del sol en aquel...¿mar?. Una vez sus ojos se acostumbraron, miró alrededor con interés.

Ora! Así no estaba la última vez!

Agregó algo interesado en aquel cambio de ambiente. Después distinguió dos siluetas ajenas al grupo... sus caras le fueron conocidas por la lista que había enviado VI la noche anterior.

Genial! Un comité de bienvenida.

Lanzó con astío en voz un poco más baja de la usual. Se limitó sólo a escuchar, debido a que entretenia sus papilas gustativas con el dulce que tenía en su boca. Se vio curioso cuando Nanami mencionó que ellos habían causado el sismo. ¿Cómo lo habrían hecho? Llegó a hacer un movimiento con su índice diestro merodeando en círculos frente a su oreja en señal de locura al momento que Xionia ríe enfermizamente. También bostezó larga y descaradamente cuando "Martín" comenzó a explicar sus planes. Nuevamente aquel tema no era de mayor relevancia para el menor de los Chassier.

Todos ustedes están dementes, eh!

Soltó a la ligera por fin para complementar lo dicho por los demás.

Para la tertulia evangélica. ¿A quién le importa lo que haya pasado en el pasado con el mundo y los vástagos? A mi no!

Comenzó.

Vayamos al ahora. ¿Qué es lo que pasará si ustedes logran invadir los cielos y sacar a patadas a Dios con su combo? Ese Dios del que hablan puede ser tirano o lo que sea, no me importa, pero ¿qué pasará luego? No creo que tu jefe deje el trono vacío y se hará con todo y repetirá todas las hazañas desagradables que el primer Dios hizo. El poder se sube a la cabeza, ne!

Explicó con cierto fastidio, como si algo asi no le sorprendiera.

Asi como ustedes dicen que somos las mascotas de Dendé, eso es lo que son ustedes mismos para Delphisto, asi que la cosa es igual del bando que sea.

Guarda sus manos en el bolsillo.

Me da igual si ustedes son los buenos o los malos, pero si destruyen MI mundo y se meten con MI gente, es fácil que llegue a una decisión y piense patearles el trasero así sea lo último que haga o re-muera en el intento.

Añadió ésta vez con una mirada desafiante hacia el hermano de Alex y luego hacia su acompañante.

Todos escribió:

Xionia

La joven parecía estar aguantandose la risa con todas las cosas que iba haciendo Alexl, pero no dijo nada y lo dejó hablar, lo mismo con los demás. No parecía darle ni un poco de importancia a los dichos que decían, sobretodo aquellos dirigidos hacia ella. Cuando alguien le dirigía la palabra, su mirada parecía perdida. A Xionia no le inmutaba que Kevin la estuviese apuntando con una ballesta, pasó cerca de él y escupió junto a Deneb.

-Vayanse todos a la mierda -mencionó con desprecio.

Volvió a blandir su espada, observando un poco a su alrededor.

-La verdad, Mandos, me importa un carajo todo ese palabrerío que dices… no podemos dejar que avancen, a mi no me importa lo que piensen -mencionó con convicción, no parecía estar dispuesta a que todo se mantuviera en palabras.

-Me cansé ya -mencionó, cuando de su espalda comenzó a surgir una especie de pieza metálica que parecía ir tomando forma de a poco; a los pocos segundos pudieron observar que se trataba de un enorme arma de fuego, sin embargo ya no había tiempo de analizar mucho las cosas. Gruesas balas comenzaron a salir disparadas en toda dirección, haciendo estallar todo alrededor de los chicos como si fuera un bombardeo.

El rostro de Xionia se veía algo triste, como si estuviera a punto de llorar pero entonces, volvió a sonreír con malicia. Su carácter se veia claramente desequilibrado. Acto seguido, aquellas piezas metálicas comenzaron a  cambiar de forma hasta volverse unas alas metálicas, las cuales le ayudaron a elevarse en las alturas.

-Ne, Mandos, soy una mala chica ¿verdad? gomenne... -susurró- ya sabes que soy una caprichosa. Es mi punto débil. El único que tengo…

Una vez allí, otra de aquellas extrañas aleaciones surgió de su brazo, que se convirtió en una ametralladora. Con ella arremetió por segunda vez contra los chicos, pasando por encima de todos ellos, veloz y ensordecedora, como si se tratara de un avión. Aunque al principio no lo notaron, esta vez parecía centrarse en alguien de forma específica.

-Te acercaste demasiado, pero lo más divertido es que nunca podrás cortarme -exclamó, dirigiendo su único ojo visible hacia Alex, el primero que había querido desafiarla.

Dando media vuelta luego de haber pasado al grupo, Xionia volvió a arremeter contra ellos. Esta vez en un vuelo rasante pegada al suelo multicolor, pasó cerca de Alex a toda velocidad y extendiendo uno de sus brazos, golpeó con brutalidad las dos piernas del chico, barriéndolas fácilmente y lanzándolo por los aires.

-¿Pero qué, entonces no puedes cumplir ninguna de tus promesas? -dijo a Alex- ni tu hermano, ni cortarme… nada. ¿Eres hombre, o qué?

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Eitan Chassier

Aquella mujer llamada Xionia volvía con sus andadas maníacas, cosa que hizo aparecer la Fancy Shooting de Eitan muy enrollada en su brazo derecho... Quizás el pelilila comenzaba a oler el peligro. Notó incluso aquella reacción bipolar de la chica, pero en su rostro se dibujó una mezcla de sorpresa y terror cuando aquella comienza a arremeter contra todos.

Mierda!

Exclamó al verse avecinar el bombardeo de balas. Algo desesperado, se transformó en cachorro y aprovechó la humareda que dejaban los proyectiles para ocultarse y moverse rápidamente de un lado al otro, esperando esquivar todo lo que pudiera. Observó como aquella sobrevolaba sobre todos y seguía atacando, aunque en un momento se enfocó solo el Alex como un único rival. Eitan se veía como un cachorro asustadizo y alerta, con sus patas traseras preparadas inconscientemente para impulsarse con fuerza, mientras las delanteras yacían un poco flexionadas, preparadas para responder a su sentido de supervivencia. Sus orejas se movían con frecuencia, permitiéndole estar atento a los sonidos que le indicaran peligro. Un sonido suave que cortaba el aire le hizo mirar rápidamente hacia Kevin... Una ballesta... quizás podría intentar algo. Corrió a cuatro patas hacia el chico.

Psss!!! Ehy! Levin!!

Intentó llamar la atención del chiquillo en voz no tan alta. Con su pata delantera izquierda señaló a Kevin, con intenciones de ordenar algo.

Oye! Voy a atraparla con mis cadenas y aprovechas en dispararle!

Dijo y, sin esperar respuesta alguna, volvió a corretear en su forma de cachorro. Notó que Alex se encontraba respondiéndole a las manías de Xionia pero no se detuvo. Una vez que el pelioscuro terminó de intervenir, buscó aprovechar la distracción de la chica voladora y se transformó en humano. Lanzó la cuchilla encadenada que tenía por arma en dirección a las piernas de la rival y esperó que las cadenas se enrollaran en el sitio para limitarle la maniobrabilidad, haciendole apertura a Kevin para que atinara con su arma.