[ER] Instituto Elemental y Superior de Distrito Tokyo

La escuela elemental y superior de la ciudad ofrece a los alumnos una completa cobertura estudiantil con las obligaciones de la currícula y muchas opciones deportivas y extra-curriculares. Quizás no tenga la distinción de un colegio privado, pero el nivel de la escuela pública es bueno, y los profesionales que trabajan allí suelen ser, algunos, maestros en colegios privados también. El aprendizaje está garantizado.

A esta escuela asistía Ibuki Taiga y actualmente concurre Iruka Kevin.

Deneb escribió:

Kevin Iruka

Cuando salio de la mansión se encontro que la limusina no estaba, entonces la bocina que habia escuchado sería de algún otro auto que había pasado por el lugar, se quedo unos minutos esperando, se estaba haciendo tarde, le llamo la atención que no llegará Brian hasta que sono su móvil, era un número desconocido, atendió con algo de temor, capaz era alguien de su pasado, pero no, era el padre de Brian que le daba una noticia terrible, y lo dejaba allí parado helado, con lágrimas en los ojos.

No tuvo mucho tiempo de reacción, una vez cortó, a los pocos segundos le llego un mensaje a su móvil del mismo número, el padre de Brian le decía que le había mandado un taxi, que no se pierda la oportunidad de realizar el examen, que su hijo iba a estar bien y en todo caso cuando saliera de rendir le mandaba otro taxi para que lo trajera al hospital y pueda ver a su amigo.  Pasaron unos segundos más, y el taxi llegaba a la puerta de la mansión.

Kevin se quedo mirando, no sabía que hacer, tendría que ir a ver a su amigo, era mas importante que un estúpido examen; ahora que las cosas se habían arreglado con Gabo, y marchaba todo mejor le pasaba esto a su único y mejor amigo, con el que compartía un monton de cosas, le daba mucha bronca todo esto, quizás no sería tan mala la idea de abrir las puertas de los cielos y destruir a todos esos Dioses que se divierten dejando que les pase esas cosas, y a él lo tenían de punto, su pasado inexistente, su abandono, ahora su amigo.

-- Oye niño vas a subir o no?

Le decía el taxista algo molesto, al final decidió subir, después de todo si iba al hospital ahora, que recién habia sucedido el accidente no lo iba a poder ver, iban a estar todos muy nerviosos, los médicos corriendo de aquí para allá, conocía muy bien lo que era un hospital; y él iba a estorbar, mejor dejar a su familia primero, y más tarde cuando se tranquilicen las cosas iría, aunque no estaba del todo convencido, una parte suya se desesperaba por ir a ver a su amigo.

Una vez en el taxi emprendio la marcha hacia la escuela, cuando llego allí lo primero que hizo antes de entrar fue mandar un mensaje a Deneb.

"Soy Kevin, mi amigo Brian tuvo un accidente grave y esta en el hospital, yo estoy a punto de entrar a rendir el examen, quería pedirle, si es que puede, averigue como esta Brian y me avise, por favor".

Había muchos chicos allí, la mayoría con amigos y compañeros, él se econtraba sólo, un poco repasando para el examen y otro poco pensando en Brian.

-- Pueden entrar, en orden por favor!  Decía uno de los profesores, y de esa manera entraba a rendir el famoso examen.

Al principio leía las consignas, pero no entendía, porque en realidad no podia concentrase, no podia sacar de su cabeza a su amigo, y si lo perdía, no iba a poder soportar perderlo a él, sería demasiado.

-- Iruka! Su compañero Zander no venía con usted?

-- No... no va a llegar, tu-tuvo un accidente.
 Varios de los compañeros se quedaron con la boca abierta al escucharlo hablar, después de todo no habian conocido su voz todavía.

-- Oh, lamento escucharlo, de seguro se recupera, voy a hablar con el Director para ver si podemos hacer una excepción ya que fue un accidente para ver si le podemos dar otra fecha de examan, bien siga con lo suyo Iruka.

-- Gracias Profesor.

Eso lo alegraba un poco, al menos no iba a perder la oportunidad de dar el examen, estaba tan entusiasmado como él.  Pero tenía que aprobar, por Brian, así que trato de concentrarse, cuando al fin lo logro, estaba claro que las preguntas eran muy dificiles, probablemente la mayoría de los chicos no iba a aprobar, aunque para él eran sencillas, tenía bastante facilidad para el estudio y para entender las cosas que les explicaban.  De a poco empezo a contestar cada una de las preguntas.

Slade escribió:

Comenzó el examen para Kevin. Las cosas que le tomaban era un compendio de todas las materias que le faltaba dar para acabar la secundaria. Pero no era tan difícil. Quizás era más agotador, que complicado.

Ahora, debía de hacer varios exámenes en uno, en donde debía de contestar bien un mínimo de preguntas para pasar la prueba.

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Acciones

-Copiar de alguna fuente algunas posibles preguntas y respuestas del examen, de tres materias diferentes para simular un examen.
-Describir un poco lo que hace Kevin en el examen, hasta el final del mismo.

Kevin Iruka

Comenzaba a interpretar las preguntas, y buscar entre todo lo que habia estudiado las respuestas, las primeras preguntas estaban relacionadas con la Geografía.

Primer pregunta:

-- Esa es muy fácil, por suerte.

Respuesta:

Contesto de forma clara y concisa.

-- Me esta faltando una, eran cuatro, Matemática, Astronómica, Física y... mmm... Biológica! Eso es.

Respuesta faltante:

La siguiente pregunta era de la misma materia, pero algo más específica, y por lo tanto más compleja.

Segunda pregunta:

-- Uhhh... esa es con trampa... lo había leido en alguna parte, pero estaba en un de los graficos chiquitos a un costado, menos mal que me estudie hasta esas pequeñas cosas, mmm era un nombre medio raro...

Se quedo pensando un rato, se acordaba hasta de como era el grafico donde lo había leido, pero no se le venía el nombre, era demasiado específica esa pregunta.  Cerro los ojos y empezo a darse golpecitos suaves con el lápiz en la frente, como tratando de recordar.

-- Algo de Mileto... mmm... Hecateo de Mileto! Así se llamaba.  Escribio el nombre con una sonrisa de victoria.

-- ¿Qué la causa gracia Iruka?

-- No... na-nada, es que me acorde una de... de las re-respuestas... sólo eso.  Aclaró.

-- Bien, siga con su examen.

-- Una cosa menos, ahora a seguir con las preguntas de biología, el tema es la célula, uhh con esos nombres raros que tiene.

Primer pregunta:

-- Mmmm... me acuerdo que eran dos, pero tenían unos nombres muy extraños.  Como estaba sentado del lado de la pared miro por la ventana hacia afuera como esperando que la naturaleza lo inspire.

-- ¿Linda vista Iruka?  Expreso el profesor.

-- "Me tiene de punto" Si, me a-ayuda a re-relajarme y así me co-concentro más.

-- Es cierto... pero mire su hoja!

-- Si profesor.  "En cualquier momento me pide que no respire".  Al mismo tiempo observaba que a su costado había un chico que sacaba una pequeña hoja para copiarse. -- "Y a él no lo ve"  Se dijo a sí mismo, y no estaba seguro si el profesor era un vástago o que pero parecio que leyo sus pensamientos, se dirigio al chico que sacaba la hoja y se la saco.

-- Así que copiandose Señor Rawson, entregue la hoja y retirese de mi vista!  El chico se levantó, sus ojos brillaban parecía que estaba a punto de llorar, y salio del aula, hasta se sintio un poco culpable de que lo vieran por pensarlo.

Dejo de lado lo que había pasado para concentrarse de nuevo en la célula.

-- Una era... mmm.. Procariota! Creo...  Escribio en su hoja otra vez de forma prolija y pausada.

Respuesta:

-- ¿Cómo era la otra? Mmm... terminaba igual que la de recién, pero como empezaba.  No sé a quién se le habra ocurrido poner esos nombres tan complicados.  Recordaba las caractarísticas pero no el nombre, por lo tanto dejo el espacio y fue directo a las caractarísticas.

Respuesta:

Una vez termino de escribirlas se quedo mirando, leyendo, releyendo las mismas, tratando de recordar el nombre, hasta que en un momento se le vino a la mente.

-- Eucariotas!  Enseguida agrego la palabra en el espacio que había dejado no sea que se vaya a olvidar.

-- Ufff... listo, a ver la otra pregunta de biología.

Segunda pregunta:

-- Esa si que me la acuerdo sin dudas, es fácil.

Respuesta:

-- Ya me queda menos, vamos con la última materia, Literatura.

En este apartado se solicitaba que el alumno escriba una breve historia de ficción, tratando de explotar su imaginación al máximo, pero al mismo tiempo redactar adecuadamente, de forma coherente y lógica en cuanto a la escritura, verbos, acentos y demás cuestiones.

-- Esto me va a resultar fácil, con todo lo que he vivido este último tiempo, tengo ficción de sobra.

-- Tienen media hora más, y deben entregar el examen!  Aclaro el profesor.

Kevin empezo a escribir un poco la historia de los vástagos y sus habilidades, pero en vez de vástagos, hablaba de personas con poderes, como si fueran super héroes.

Fragmentos de la historia:

-- Se acabo el tiempo, entreguen!  De a poco los chicos iban entregando, pero Kevin estaba tan metido en su historia de ficción que no podía parar de escribir, el profesor se acerco.

-- Ya esta Iruka, tampoco va a escribir un libro.

-- Pe-perdon Profesor, me en-entusiasme con la hi-historia.

-- Si veo, aunque es bueno ver a los jovenes tan interesados por hacer algo productivo.  Kevin le entrego las hojas de examen, el Profesor se puso a leer un poco la redacción.

-- Tienes muy buena redacción y tu grado de imaginación es increíble, ya veremos que nota sacas, pero pareciera que vas por buen camino.

De esa manera el examen terminaba, y los chicos salían al patio para ver que seguía, si tenían que quedarse a esperar la nota o la entregaban otro día.

Slade escribió:

Ese día, Kevin esperó unas 4 horas por la nota de su examen. Sacó un puntaje bastante aceptable, 210/280, por lo que le dieron en seguida una constancia de título en trámite. Con eso, le explicaron, podía ingresar a estudiar a cualquier lugar que quisiera (y que lo aceptara como alumno). Así que, con motivos para retirarse contento, podía elegir volver a la mansión.

En medio de esas 4 horas de espera, le llamó a su móvil el padre de su amigo Brian, informándole que el horario de las visitas acabaría pronto, y que si tenía ganas de ver a su amigo, mejor era apresurarse. Le informó que encontraría a su amigo durmiendo por los calmantes, pero que los médicos se permitían ser optimistas con su estado. Las múltiples fracturas les impedirían tener una charla, y de hecho sólo lo vería dormir, así que el padre, le dijo, esperaba que Kevin no se decilusionara por el asunto.

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Notas:

-Kevin, puede pasar por el hospital a ver a Brian.
-Puede también hablar con su padre.

Cuando le dieron la nota del examen le dio alegría, pero no podía expresarla pensando en la situación de su amigo.  Un momento tan lindo como ese, empañado por otro momento tan feo, acaso nunca iba a poder ser feliz al 100%, siempre tenían que pasar cosas malas, los Dioses eran unos estúpidos.

Cuando salio del colegio, un taxi lo esperaba como le había prometido el padre de Brian, cuando subio, el taxista le pregunto si iría a su casa o al hospital.

-- Al ho-hospital.  Le dijo con voz triste, y el taxista empezo la marcha hacia el lugar.

Meredith Ackerman

Las primeras horas en el instituto, la peliroja las ocupó en las clases prácticas de teatro. Bajo el nombre de Alice Stuart, llevaba a cabo su propio personaje para la misión que se le había encomendado. Usaba unas gafas sin aumento, una actitud tímida, nerviosa y algo torpe a cada momento del día. Se metía de lleno en su personaje, por lo que era complicado saber si estaba actuando o no, incluso durante la clase de teatro, intentaba aparentar cierta complicación para algunas escenas. Aún así, y mientras permanecía tímida y silenciosa, estaba disimuladamente atenta al chico de nombre Haruki.

La clase de esa hora por fin daba por terminado. El profesor la había escogido (al azar) como ayuda para llevar unos libretos a un área diferente donde lo habían solicitado de antes. Meredith, en su personaje, vaciló con timidez pero terminó por aceptar hacer la encomienda. Después de todo, su siguiente clase era en media hora, por lo que creyó conveniente hacer algo para acercarse al chico por fin.

Muchos alumnos ya salían del aula-escenario, incluido Haruki... La peliroja tomó la pila de libretos y salió también del lugar. Detectó dónde el chico doblaba en el próximo pasillo, por lo que le siguió a paso un poco rápido. El siguiente pasillo resultaba ser más extenso, por lo que Meredith pensó en algo: aceleró aún más el paso para alcanzar al joven y chocó intencionalmente su hombro con el de éste, fingiendo una aparatosa y torpe caida de todos los libretos.

Ay, ay ay!!! ¿Qué hice? Oh, dios!, oh, dios!

Exclamó algo nerviosa mientras se tomaba de sus manos frente a su pecho. Reaccionó rápido y se arrodilló para intentar recoger todo lo que había tirado, lo cual estaba bien disperso por el piso.

Kevin Iruka

Una vez se despidio de Alex y Meredith, bajo del auto y entro al nuevo Instituto, el edificio era formidable, la semana anterior habían estado en un anexo donde se dan las orientaciones, pero al fin empezaba a cursar en el edificio pricipal.

Todo era muy distinto a la escuela que iba antes, en ella chicos corrían por todos lados, gritaban, jugaban; aquí todo era más "adulto", los jovenes iban y venían, charlando, intercambiando ideas, algunos cantando o prácticando algún instrumento, las instalaciones era increíbles, y el edificio enorme.

En la entrada recibian a los nuevos estudiantes, en donde les deban un pequeño mapa con la disposición de las aulas, los lugares de "relax", desde un jardín interno hemoso hasta una gran cafetería, por momentos parecía estar en un shopping.  También le daban una llave para su locker, donde podía guardar sus cosas; y a cada estudiante le entregaban una Netbook con aplicaciones que se usaban en las distintas materias.  

De esa manera, ese fue el primer lugar al que se dirigio, abrio el locker y guardo las cosas allí adentro, sólo se quedo con la netbook.  Tomo su ficha de horarios, le tocaba ir a una materia llamada "Lengua músical" en donde al parecer aprendían a componer, para eso tenian que aprender sobre redacción y coherencia en las letra músicales.

Una vez en el aula correspondiente al cual llego con el mapita en mano, los asientos era individuales, fue casi uno de los primeros en llegar, así que se sento donde tuvo ganas, de a poco iba llegando el resto, extrañaba a Brian, con él aquí hubiera sido más facil comenzar en ese lugar tan desconocido para él.

La clase comenzó, el profesor daba pautas a tener en cuenta a la hora de escribir una canción, y luego les dio una actividad de componer una, dejo varios temas anotados en el pizarrón, y cada uno debía elegir uno de ellos, Kevin decidio componer sobre "El futuro", tenía mucho que se le venía a la mente para poner en esa canción debido a todo lo que estaba viviendo, y fue así que empezó a escribir.

El futuro en nuestras manos:

Su tema se titulaba "El futuro en nuestras manos" y en realidad describía un poco lo que estaba pasando con los vástagos, las puertas del cielo y la guerra entre el cielo y el infierno, pero como no quería levantar sospechas lo oculto un poco hablando de los desastres naturales.

Tema original:

SunakoSan escribió:

Haruki Midorikawa

-¡Oh dios, llueven libros! -se sorprendió Haruki, con buen humor.

Por supuesto, levantó los que Meredith había tirado torpemente al suelo y los acomodó. Luego la observó detenidamente.

-Perdón por bromear sobre esto. ¿Estás bien, no? -quiso saber.

Sin quererlo, Haruki leyó uno de aquellos libretos. Entonces miró a Meredith y recitó.

-He visto a hijos de padre noble que nada son y a hijos de villanos que son hombres excelentes. ¡He visto la miseria en el corazón de un rico y un alma grande en el cuerpo de un pobre!

Al terminar, puso cara de aburrido.

-No me agrada mucho Eurípides, me duerme, quiere dársela de realista. Prefiero a Sófocles, es más divertido.

Luego observó a Meredith con un poco más de interés.

-Entonces... ¿Estás también en Historia de Teatro II? ¿Cómo te llamas? Somos tantos que quizás nunca te haya visto. Soy Midorikawa, Haruki. Es un placer... -dijo a Meredith, como queriendo saber su nombre.

Slade escribió:

Cuando el profesor vio la letra de la canción de Kevin, se sorprendió bastante. El chico no dejaba de ser un pre-adolescente, por lo que el trabajo era estupendo para su edad. Eso fue lo que le dijo al retirar su hoja y mostrársela a los demás.

Los otros compañeros también pensaban lo mismo, salvo algunos pocos que se quedaron callados. Quizás los más inteligentes de la clase, que no tratarían a Kevin diferente sólo por ser de menor edad que ellos. El profesor le alabó, pero también se sentó frente al escritorio del chico y le habló a toda la clase en voz alta.

-Sin embargo hay algo que quiero que vean. Kevin ha cometido un error conceptual.

Algunos se rieron de Kevin, pero en seguida el profesor, de buen humor, los calló.

-Y no ha sido el único, por lo que yo no me reiría tanto eh. Tiene varios años menos que ustedes y lo ha hecho a la par de la mayoría, así que yo que ustedes, grandulones, me pondría a estudiar. Bien... aquí va el defecto: Kevin ha escrito sobre su visión del futuro. Claramente su canción tiene una tendencia de protesta. Que no es lo que he pedido...

La clase comenzó a escuchar con un poco más de atención al profesor.

-Yo pedí una canción sobre el futuro y en muy pocas vi un pantallazo general de lo que es realmente el futuro. La mayoría de las canciones me indicaron sobre lo que a ustedes les parece que puede pasar en un futuro. Pero ¿qué es el futuro? Filosóficamente, científicamente, espiritualmente... ¿existe, o sólo vivimos en el presente? ¿podemos esperarlo? ¿llega? ¿qué ha sido de el futuro que ya ha llegado y ya es pasado, ha muerto? ¿ya no debemos darle importancia, tan sólo por el hecho de ya no ser?

La clase había enmudecido. El profesor le dijo bien hecho a Kevin y se fue de su pupitre con una sonrisa mientras la clase pensaba en sus palabras. Sonó la campana y fueron libres de volver. Mientras sonaba, el profesor gritó:

-Quiero que piensen para la próxima lo que les dije y re-hagan su canción. Intenten ampliar un poco su visión de las cosas... investiguen, conozcan a fondo de lo que van a hablar y luego, hagan un trabajo que vea un poco más allá de sus narices. ¡Buena suerte!

Claro estaba, que Kevin había hecho un gran trabajo. Pero así eran sus nuevos profesores... estaba en un mundo completamente distinto ahora.

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Kevin ha subido un nivel. Se le comunicarán los detalles en su blog dentro de poco.

Noah escribió:

Meredith Ackerman

La peliroja apenas había logrado recoger un poco más de la mitad de los libros; por la otra mitad, recibió algo de ayuda por Haruki.

N...no te preocupes, estoy bien. Fui yo quien te molestó primero. De verdad lo siento!

Respondió la chica, fingiendo nerviosismo por el accidente. Ajustó sus gafas que habían resbalado un poco y miró con atención al chico que recitaba algo. Hizo una sonrisa entre nerviosa y forzada, bajando su mirada con algo de pena.

No todas son tan malas. A...al menos no estamos con las obras de Esquilo. Su estilo me aterra.

Subió la mirada al chico y apenas esbozó una sonrisa tímida.

Alice... Alice Stuart. Gracias, Midorikawa... ya sabes... por la ayuda.

Alzó parte de la torre de libretos con ambas manos. Desvió la mirada y asintió con pena.

Yo te he visto. Compartimos algunas clases. Me siento en las mesas de atrás, así que... bueno... es difícil verme desde allí.

Miró al chico con nervios renovados.

Om.. ¿Estoy robando de tu tiempo? De verdad lo siento, Midorikawa!

Se inclinó tan bruscamente con arrepentimiento hacia él que todos los libretos que ella tenía en sus manos, volvieron a resbalar al piso. Meredith hizo maromas aparatosas y fallidas para al menos atrapar algunos de los libretos antes que tocaran suelo, pero de tanto jaleo, hasta sus gafas se cayeron.

Ay, ay! Que torpe, que torpe!

Se decía a sí misma mientras se arrodillaba de nuevo a recoger sus gafas y su nuevo desastre.

Noah escribió:

Haruki Midorikawa

Haruki se sorprendió un poco. El nivel de torpeza de esa chica traspasaba cualquier límite. Esta vez se apresuró un poco más en recogerlo todo, pero ya estaba bastante doblado y desordenado. ¿Así iba a entregar las cosas?, se preguntó. Se encogió de hombros, sin poder hacer mucho más.

-¿Estás segura de poder llegar a destino?-dijo Haruki, realmente dudándolo- parece que estás teniendo algunos problemas...

Le pidió amablemente a Alice que le diera los libretos, y miró su reloj.

-Tienes poco tiempo para prepararte e ir a la próxima clase ¿quieres que los lleve por ti? No te preocupes... -avisó- la materia que viene al mediodía yo ya la di, lo hice en un curso de invierno.

Realmente así había sido, el año anterior, por lo que tenía libres los mediodías.

-Aún tengo tiempo de llevar todo e ir a comer aquí cerca, y tu no perderás tu clase -le propuso.

El chico notaba que además de algo -o muy- torpe, Alice era bastante tímida también, por lo que salió con una propuesta sencilla. Ella se olvidaría de los papeles y podría irse libremente, sin tener ya nada que arrojar de sus manos. Y él haría un breve paseo llevando el recado, y luego se iría a comer. Sus caminos se separarían y ella ya no tendría motivos para avergonzarse. Eso le parecía bastante justo... no quería torturar a una chica tan tímida.

-No te preocupes, nos puede pasar a todos -intentó al menos animarla.

Okazaki escribió:

Meredith Ackerman

La chica se ajustó sus lentes sin aumento y miró al chico.

Y...yo puedo hacerlo. Gracias por la ayuda, Midorikawa san!

El chico de todas formas mantenía buena pila de libretos en sus manos. Meredith se puso de pie con los restantes. Por lo siguiente, le sonrió con timidez y negó con la cabeza.

Yo también tengo la hora libre. Validé varias materias de éste año cuando me transfirieron, así que tengo mucho tiempo libre hasta la siguiente.

Mintió, dándole sentido al ser prácticamente nueva en la institución. Bajó tímidamente la mirada a los libretos que ella cargaba y sonrió un poco.

P...pero si no es molestia que me acompañes a llevarlos, puedo invitarte el postre del almuerzo.

Volteó a mirarlo con ligera timidez pero le sonrió ésta vez a Haruki mientras ajustaba de nuevo las gafas que volvian a buscar resbalarse.

No tengo muchos amigos con los que pueda reunirme por ser nueva, pero me contenta toparme con gente amable como tú.

Hubo un ligero sonrojo en las mejillas de la chica e inició la ruta hacia el sitio indicado. Hubo un momento de silencio donde la timidez fingida de Meredith le impedía decir algo, hasta que miró de nuevo al joven.

Si no es molestia mi pregunta, Midorikawa san...¿por qué estás estudiando letras?. Eres un chico bien parecido, así que como actor te vendría muy bien.

Opinó en el camino, atenta al joven, intentando colar algo de conversación.

Sunakosan escribió:

Haruki Midorikawa

Alice... en realidad Meredith, pudo ver claramente que Haruki se detuvo y la inspeccionó con sus ojos gris-azulados. Parecía ser un chico que pensaba más de lo que hablaba, pero no se podía saber a ciencia cierta en qué estaba pensando. Su rostro no denotaba demasiado, podía estar molesto como sorprendido, como apresurado quizás.

Pensó un poco la palabras de Alice, y comenzó a caminar para llevar juntos el recado.

-Los tickets de la cafetería donde me hospedo son baratos, pero la comida es mala. Y aquí en la universidad pasa lo mismo. Por eso cuando puedo afrontarlo, como afuera...

No era que no tuviera expresión... era que su expresión simplemente era suya, no se parecía a otras, y por lo tanto no se podía saber por experiencia qué tipo de cosa estaría pasando por su mente.

Otra vez estaba con una persona que no tenía amigos. Y por lo que le parecía a él, ese tipo de personas parecían pegársele. Le pasó con compañero de cuarto, y ahora la chica tímida del curso le quería comprar un postre. Le hizo un poco de gracia la invitación, a la que no respondió en seguida.

Llegaron y dejaron los papeles... entonces, Haruki se lo pensó y en ese momento se le ocurrió preguntarse qué estaría haciendo Natsumi. ¿Recogiendo huevos en la granja? ¿Haciendo ejercicio?

Cuando bajó a la tierra tenía a Alice mirándolo, esperando una respuesta. Por hacerla esperar, no le salió otra cosa que decir...

-Vale, no te preocupes, no tienes que pagarme nada. Igualmente no soy un fanático de los postres, me basta con un café y de igual modo iba a pedirlo y a pagarlo.

Se dirigieron al mismo lugar donde había comido con Kevin y Omeny, el que estaba a unas cuadras de la estación. Él pidió una suprema de pollo a la pimienta con ensalada de arvejas y una botella de agua y esperó a que ella también decidiera.

Cuando trajeron la comida simplemente comió. Estaba bastante bueno, informó.

-Tengo que decirlo, me pareces algo tímida. Y siendo nueva, que te salgas con invitarme un postre... creo que estás haciendo lo correcto para hacer amigos. Sigue así y no te costará nada -le comentó.

Y era cierto, eso pensaba. Quizás esa chica estaba dejando de ser tímida. Dejando la personalidad adolescente y por fin convirtiéndose en lo que sería el resto de su vida. Pensó en eso y pensó en su amigo Kazuo. Él tendría 17 años para siempre. Y le daba la sensación de que extrañaba a la Natsumi de 17 años también.

Meredith Ackerman

Ambos aún andaban por el pasillo.

O...oh, entiendo.

Murmuró por lo primero, fingidamente un poco cohibida. Volteó a mirarlo de reojito.

¿Y en qué sitio te gusta ir a comer?. Si piensas que la comida es mejor, puede que vaya a probar algo... Aún no acostumbro a ésta ciudad tan grande.

Hizo un gesto tímido de incomodidad.

Es como si fuera un pecesito perdido en una piscina enorme.  

Luego de llevar los libretos, siguió a Haruki a un puesto de comida. El chico pidió algo para comer y lo mismo hizo ella aprovechando la hora. Su almuerzo terminó siendo puré de papas con pollo empanizado, una salsa especial de complemento y un poco de ensalada. Para ser un plato sencillo, el sabor era muy bueno. El chico toma nuevamente la palabra, por lo que Meredith finge una sonrisa un tanto nerviosa.

Emm. Gracias. Pero hacerlo es más por cuestiones de supervivencia. Estoy prácticamente sola en ésta ciudad: desde que nos mudamos, mi padre trabaja la mayor parte del día y llega muy tarde en la noche.

Ajustó de nuevo sus gafas que habian resbalado un poco.

Apenas puedo verlo en la mañana temprano antes de salir a la universidad.

Baja la mirada, simulando un tímido sonrojo y con ambas manos apoyadas en sus piernas.

Pero me da gusto charlar con alguien que no sea temas de la clase. A estas alturas, ya muchos tienen sus compañeros de trabajo y que caiga un bicho raro de la nada, no es la gran cosa.

Añadió. Subió entonces la mirada, sonriendo a medias y ajustando de nuevo sus gafas que por haber bajado la cabeza, se habian movido de nuevo.

Imagino que tienes muchos amigos en la Facultad, Midorizawa san.

Comentó.

¿Y vives aqui con tus padres? ¿o vienes de afuera como yo?

Preguntó, con Meredith muy atenta a lo que respondiera el joven.

Kevin Iruka

Su primer día de clase había tenido cierto éxito, en la mayoría de las materias simplemente los Profesores se habían presentado, y explicaron mas o menos de que iba cada asignatura, hubo mucho dialogo, como para que el grupo se conociera un poco. Algunos de sus compañeros admiraban que siendo tan chico estuviera allí, a otros les despertaba cierta envidia y desconfianza, y algunos otros ni les iba, ni les venía.

Quizás el evento más importante había sido una composición que tuvieron que hacer, por la cual recibió algunos elogios de su Profesor, aunque no estaba del todo bien, porque la temática de la composición apuntaba a otra cosa de lo que habían interpretado varios del salón. Le resulto muy interesante los comentarios que hizo el Profesor sobre la tematica, así todo lo había felicitado por su buen trabajo, lo que le daba cierta motivación, y sentía como un desafío rehacer ese trabajo para encauzarlo a lo que apuntaba la consigna.

Ya era hora de volver a la mansión, no sin antes pasar por la casa de su amigo Brian para ver como seguía, y contarle todas las novedades de su primer día de clases.

SunakoSan escribió:

Haruki Midorikawa

-No tengo padres -contestó Haruki, sin problemas- crecí en un orfanato. Sólo tuve verdaderos amigos allí -aclaró.

Cuando acabó de comer, pidió un café y le indicó a ella que se pidiera un postre si quería.

-No es que seas pequeña... esta pecera es muy grande... -pensó Haruki, mirando su café. Tomó un sorbo y levantó sus ojos. Hasta ahora parecía un chico de lo más normal. Quizás hablaba menos que algunos otros.

-Eres fuerte... me da esa sensación. Estás almorzando tranquilamente con un extraño, por más que te avergüence un poco -dijo sonriente.

Luego suspiró y la sonrisa se le borró un poco.

-Es curioso, sentirse solo en una ciudad con tanta gente. Mi grupo de amigos se disolvió hace tiempo. Y al principio creí que los amigos se encontraban, y ya. Es decir, que podría hacer otros. Pero es una sensación extraña ¿no? justo cuando pensabas que en el mundo todo tenía un orden establecido y que había algunas cosas de las que estar seguro... bam... todo eso desaparece.

La charla estaba saliendo bastante bien. Aunque Haruki no avanzaba demasiado en contar cosas de vital importancia, Meredith al menos ya estaba almorzando con él. Sin embargo, para todo se necesita un poco de visión de la oportunidad, talento, tenacidad y ... suerte.

Cuando el almuerzo comenzaba a apagarse, llegaron algunos policías con altavoces, indicando que debido a una emergencia debían de evacuar la universidad y sus alrededores. La gente comenzó a preocuparse, pero había un protocolo que seguir. Así que sin pánico, las personas se levantaron de sus asientos y comenzaron a alejarse del lugar, en dirección contraria a la estación.

Haruki salió con Meredith, claro. Afuera el sol se asomaba por entre las nubes, y hacía a uno parpadear.

-Y me quedé sin mi café...

Haruki parecía un tanto perturbado por ese asunto. El café parecía ser una costumbre que tenía después de comer.

-Me pregunto que pasará. Quizás sea otro estudiante estúpido con una amenaza de bomba. Hoy en día hay muchas protestas estudiantiles en contra del gobierno de Yamamoto. Yo sólo quiero estudiar...

Se alejaron un par de cuadras, porque estaban evacuando el centro. Haruki sacó un paquete de cigarrillos y encendió uno.

-Cada vez que hago esto alguien se molesta, pero bueno... -dijo, de buen humor- ¿donde vives? ¿qué hace tu padre?

Okazaki escribió:

Meredith Ackerman

Meredith se sobresaltó un poco por lo primero. Bajó la cabeza, ajustando de nuevo sus gafas que resbalaban.

S...siento escuchar eso, Midorikawa san. No tenía idea.

Respondió. Luego de comer, a diferencia de Haruki, no se atrevió a pedir nada con la excusa de estar llena... cosa que era lo único cierto en ella. Fingió un tímido sonrojo por lo siguiente.

Si... puede que ese sea el problema. Es difícil acostumbrarse a una ciudad enorme.

Escuchó atenta las siguientes palabras del chico hasta que fueron interrumpidos por la evacuación. La chica así salió con Haruki, extrañándole por dentro el comentario del chico sobre el café. Por lo siguiente, fingió algo de sorpresa y temor por el tema.

¿A...amenaza de bomba? Lo menos que pensaría es algo así dentro de la universidad.

Se notaba alarmada por la noticia. Al alejarse ambos, Haruki mencionaba algo más mientras fumaba un cigarrillo. Estaba ansioso o al menos así lo percibió la peliroja por aquello. Sonrió con timidez por parte de lo último que mencionó. A sus preguntas, Meredith respondió:

Vivo a 15 minutos de aqui en auto. En unos pequeños apartamentos nuevos al oeste.

Comenzó.

Mi padre es abogado, especializado en criminalística. Últimamente le solicitan mucho de día y de noche. -suspira y se denota preocupada- Aunque me preocupa un poco si llega a enfermar por eso. Espero no sea asi.

Agrega, viniéndosele la cara de Deneb inmediatamente a la mente. Voltea a mirar a Haruki.

¿Y qué hay de tí, Midorikawa san? ¿Dónde vives? ¿Hay alguien ayudándote con lo que necesitas o tienes algún tipo de trabajo? Debió ser muy difícil para tí estar defendiéndote solo, sin tus padres y ahora sin tus amigos.

Bajó un poco la mirada, nuevamente ajustándose sus gafas.

Sé lo que se siente... bueno... un poco, ahora que estoy alejada de mis amigos de la infancia al mudarme. Acostumbrarse a un grupo nuevo lleva algo de tiempo y al final siempre terminas extrañándoles.

Subió la mirada de nuevo.

¿Tú... no los extrañas a todos, Midorikawa san?

Suspiró y llevó la mirada al frente. Agradecía que el viento arrastrara el humo del cigarrillo en sentido opuesto a ella.

Aunque es una lástima que tu grupo se haya disuelto. -volvió la mirada al joven- Adivino que se pelearon o algo por el estilo. Eso suele suceder hasta en los grupos más unidos.

Comentó, esperando respuesta alguna.

Sunakosan escribió:

Haruki Midorikawa

Al escuchar a Meredith hablar sobre su padre, Haruki sonrió.

-No te preocupes, hoy en día muchos padres son así. Pero es mejor que nada ¿no? -reflexionó.

Ante una nueva pregunta, fumó un poco más y respondió sinceramente.

-Trabajo medio tiempo en una tienda de discos e instrumentos musicales. No pagan mucho pero me alcanza para mantenerme -contestó- tenía un compañero de cuarto en la residencia... dijo que iba a visitar a la familia en las últimas vacaciones, y no volvió -aclaró encogiéndose de hombros.

Ahora que tocaba el tema, Haruki tenía que mentir, evadir o contar la verdad. No tenía muchas ganas de contar todo con lujo de detalles... pero era aún más molesto tener que buscar una mentira. Decidió explicar todo muy brevemente.

-En el orfanato, había dos pares de gemelos. Mi hermano Houka y yo, eramos unos: los gemelos Midorikawa. Los otros gemelos eran los hermanos Endo: Kazuo y Yukio. Al principio nos peleábamos, pero teníamos más similitudes que diferencias y acabamos siendo amigos. Unos años después entró una chica a hacer trabajos de voluntariado. Se llamaba Natsumi. Al poco tiempo andaba con nuestra pandilla, porque dijo tener también una hermana gemela. Kazuo pensó: "eso es genial, todos somos iguales, tenemos que ser amigos". Y nadie se podía resistir a sus talentos, era un excelente conversador y entendía el ambiente en segundos. Procuraba hablarle a todos y prestarle la misma atención a cada uno. Nadie se sentía marginado ni había mejor o peor amigo con él.

Haruki iba por la mitad del cigarrillo. Parecía que esa historia le daba vueltas por su mente de una manera muy prolífera. Salía de su boca con toda facilidad.

-Pasó algo que era de esperarse, y que Yukio, Houka y yo pensamos desde el mismo momento en que Natsumi entró al grupo: ella cayó redonda por Kazuo. Se gustaron y comenzaron a salir. Aún así, el grupo no se resintió y seguimos siendo amigos... Kazuo no dejaba que su relación con Natsumi hiciera sentir mal al resto, y seguía dando importancia a todos sus amigos.

El chico acabó el cigarrillo y lo echó en un cenicero portátil que llevaba.

-Pero Kazuo se suicidó. Los días de felicidad, siempre me ensombrecía un pensamiento: "Sin Kazuo... no seríamos lo mismo... ojalá siempre esté con nosotros".

Haruki intentó sonreír pero no podía, así que le salió una mueca.

-Hablo así de esto porque fueron mi única familia. Quizás a ellos los quise más que lo que hubiese querido a un padre o a una madre... yo elegí estar con ellos. En fin, el grupo se disolvió... sólo volví a ver a Natsumi. Enfermó, y ahora está en un lugar tranquilo. Le escribo a menudo, pero ella a veces no puede responder. Estoy por ir a visitarla, tenía pensado ir mañana.

Okazaki escribió:

Meredith Ackerman

La peliroja estaba atenta a las respuestas de Haruki. Dejó que relatara sin interrumpirlo, aunque al escuchar que Kazuo se habia suicidado, su rostro mostró gran asombro. Bajó de nuevo la mirada, preocupada y perturbada con ambas manos juntas y pegadas a su pecho.

L..lamento lo de tu amigo. De verdad, lo siento.

Volvió a mirar al chico.

Aunque... se me hace extraño que una persona tan carismática como me bien cuentas de él, se haya quitado la vida así como así. Debió tener un fuerte motivo para decidir algo tan grave como un suicidio... Al menos yo no me arriesgaría a algo como eso. Da miedo pensar en algo asi.

Bajó de nuevo la mirada, suspiró con pesadez y ajustó nuevamente sus gafas que volvían a bajarse por sí mismas.

Es una lástima que haya pasado de esa forma.

Comentó. Luego de escuchar el resto, se mostró preocupada.

Que historia más triste. Has pasado por mucho, Midorikawa san... Debes sentirte muy solo.

Opinó. Miró al frente, con cierto gesto tímido.

Emm.. Sé que apenas hoy nos conocimos, pero si necesitas algo de mi, puedes pedírmelo sin problemas, Midorikawa san. Te ayudaré en lo que necesites.

Agregó y levantó de nuevo sus orbes rubí intenso hacia él.

Aunque, me dejaste con una pequeña duda. ¿Qué pasó con tu hermano Houka? ... Em.. Es decir, tus amigos se separaron, pero Houka siempre seguirá siendo tu hermano gemelo. Deberían apoyarse mutuamente, eso pienso.

Preguntó al chico, un poco apenada.

Sunakosan escribió:

Haruki Midorikawa

-De nuevo... no te preocupes. Creo que estoy bien, no hay problema. Gracias -dijo.

Haruki escuchó también la pregunta sobre su hermano. Suspiró y simplemente dijo lo único que sabía:

-Supe que dejó todo y se fue, pero nunca dijo donde. Nunca más lo volví a ver... es comos si la muerte de Kazuo le haya dejado grandes problemas a Houka. Nunca volvió a ser el mismo. Creo que se olvidó de mi... -confesó.

Cuando él acabó de hablar, Meredith vio a una cuadra de distancia algo que no era para nada bueno. Un grupo de bestias Guraks, fuertes y de gran temperamento habían logrado cruzar, de alguna manera desde Pandemonium.


Y quizás estaban allí buscándola a ella, o a Haruki. Segundos después, uno de ellos volteó y los vio a ambos. Entonces, avisó a los otros, que comenzaron a acercarse.

Aquellos Guraks, no eran vistos por las personas normales, pero aún así no escapaban de sus posibles ataques... desde el principio ese fue un gran problema para los investigadores. Haruki quizás no podría verlos ni defenderse de ellos... así que dependía de Meredith.

---

Acciones:

-Enfrentarse a los 5 Guraks sin poderes sobrenaturales, arrojando 5d10.
-Los éxitos son sacando 7, 8, 9 y 10.
-Si se falla en algún dado, deberá hacerse un post nuevo de combate arrojando la cantidad de dados que hayan fallado, hasta que no quede ningún fallo.
-Cada fallo inflinge una herida. Cada 2 fallos se quita un nivel de vida.
-Puede usar su arma, pero sin efectos sobrenaturales.

Okazaki escribió:

Meredith Ackerman

La chica se veia muy atenta a Haruki. Incluso entreabrió un poco los labios para añadir algo más, pero algo capta violentamente su atención. Su rostro mostró sorpresa y a la vez cierto temor, difícil de saber si era por la misma Meredith o aún estando "en personaje". Eso podría incluso haber llamado la atención de su acompañante. A los ojos de la peliroja, aquellas bestias se veian claramente poco amigables. Nunca antes las habia visto, pero no se quedaría a averiguar qué tan fuertes resultaban ser.

M...Midorikawa san, ven conmigo!

Mencionó con apuro al chico en tanto le tomaba de la mano para guiarlo en una carrera. No arriesgaría tampoco al chico en presencia de esas cosas.

Pasó corriendo uno de los policías y nos hizo señas de que nos alejáramos. Puede que haya empeorado la alarma.

Lanzó como excusa a su repentina reacción. Aún corriendo, volteó por unos momentos. Las bestias aún les seguían a lo lejos, por lo que aumentó la preocupación de la chica. Regresó su vista al frente y aumentó la velocidad a todo lo que podía correr. La chica añoraba perderlos de vista. Eran demasiado grandes para su pequeño tamaño, encima que no era diestra en la lucha cuerpo a cuerpo... sumado a eso, era un riesgo usar poderes sobrenaturales frente a Haruki, cosa que la tenía bastante limitada. Deseó incluso por unos instantes haber aprendido a convocar su bestia interior como ente aparte como los demás. Realmente no vio más solución que seguir huyendo.

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Okazaki escribió:

Meredith Ackerman

La peliroja dobló en un callejón y se detuvo. Respirando muy agitadamente, se asomó por el borde del callejón. Ya 4 de las bestias no se veían, pero le sorprendió que una por poco le agarra la cabeza con sus enormes manos. Un grito de espanto se escuchó de la chica, esquivando por los pelos el que el Gurak la atrapara y volvió a tomar a Haruki para seguir corriendo. No habia tiempo para descansar.

Un poco más lejos, Midorikawa san!

Mencionó al chico, sin intenciones de detenerse.

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