Vieja Mansión Deneb

Kevin Iruka

Deneb se había retirado de la habitación en cuando le dio el sobre para respetar su privacidad. Cuando pudo calmarse un poco, y tratar de asimilar esa nueva información de alguna forma, llamo a la casa de Brian pero nadie contestaba. Seguramente el padre con sus influencias estaría tratando de dar con el chico, tenía esperanza en eso, y de que su amigo no salga lastimado, encima por su culpa, porque si lo habían agarrado era para dar con él.

Se lamentaba no haber bajado a atender a la chica, había mucha información que quizás podía darle sobre su pasado, hasta ahora era la única persona que había aparecido de aquella otra vida que no recordaba. No perdió más tiempo y salio a buscarla, corrió hacia el garage y tomo una de las bicicletas para ir más rápido, empezó a moverse por las cercanías, aunque ese lugar no era demasiado poblado, y las oscuridad de la noche hacía todo más difícil. Pero tenía que encontrarla, tenía que saber más.

SunakoSan escribió:

Amanda Grudke

Pasadas varias horas de la noche, Amanda llegó en su camioneta y estacionó en la puerta, entró en silencio por el parque de la casa, pasó por donde solía hacerlo desde la muerte de Haon e ingresó a la casa por la puerta de la cocina.

Al ingresar, se encontró con Eitan hurgando en la heladera.

-Knock, Knock… -dijo golpeteando una de las paredes con su mano diestra, anunciando así su llegada. Al verlo sonrió con tranquilidad, aunque ciertamente se le notaba algo apesadumbrada.

-Qué raro verte cerca de la heladera -bromeó- ¿Cómo van las cosas por aquí? -preguntó con curiosidad.

Se había alejado varias cuadras de la mansión en su búsqueda casi desesperada por aquella chica que podía develar su pasado, calles luminosas, pero luego ya no lo eran tanto, de a poco la oscuridad empezó a envolverlo.  Empezaba a tomar velocidad con la bicicleta, sentía que la chica se alejaba, se le escapaba.

Llegó a una ruta, con pocas luces y poco tráfico, pasaba un auto cada tanto,  empezó a ver en la ruta, lejos frente a él, a la chica esperándolo, aceleraba más, el viento pegaba con fuerza sobre su cara, pero cuando llegaba a donde estaba la chica desaparecía.

-- Quién sos? Dónde estas? Gritaba como esperando alguna respuesta.

-- ¿Por qué me hicieron esto? Quiero saber la verdad!  Volvió a gritar a la nada.  Otra vez vio una sombra a lo lejos, volvió a acelerar pero cuando estaba llegando no era la chica sino dos personas, una tenía un arma levantada apuntándolo.  Escucho un tiró, y un dolor en su cabeza como nunca antes había sentido.

Se desvió al costado de la ruta, con bastante velocidad, el terreno estaba inclinado, por lo que siguió avanzando con velocidad hacia abajo, tratando de esquivar algunos árboles que apenas veía con la pequeña luz de la bicicleta.  Hasta que uno lo vio demasiado tarde y trato de esquivarlo con tanta brusquedad, que termino cayendo de la bici como disparado, y rodó con su cuerpo entre plantas, piedras y raíces, bastantes metros más abajo.

Al fin quedo quieto boca abajo, con bastante dolor en todo su cuerpo, pero levanto lentamente su mano, con miedo, hasta llegar a la herida de bala en su cabeza, la cual no existía, había sido todo un juego mental que le hizo vivir de nuevo aquel disparo que si fue real.  Se dio vuelta con algo de trabajo quedando boca arriba, más tranquilo pero dolorido, y se quedo observando como la oscuridad de la noche le envolvía, y altos árboles se alzaban a su alrededor.

Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

Haruki asintió, pero no quiso agregar más a sus propios delirios sobre los Dioses. Como no sabía mucho, pensaba que era una tontería. Luego Omeny le pedía que le mostrara algo de lo que había aprendido.

-No estoy seguro de que sea una buena idea atacar con una llave a una jovencita en un parque por la noche. Deberían arrestarme en seguida si lo hago...-dijo.

Omeny parecía muy dispuesta e insistente. El chico dejó la botella en la hamaca pero no parecía con ganas de hacer algo así. Por un momento sólo los grillos del parque se escuchaban, mientras el chico evaluaba qué hacer.

Sin que cambiara su expresión serena, lo hizo. Pero Omeny no vio absolutamente nada. Sintió solamente. Él, con toda gentileza, le tocó tres puntos en su cuerpo, con una velocidad asombrosa. Primero el hombro, y la hizo girar. Luego la parte baja de su espalda, y en seguida cruzaron un brazo bajo su cuello. Las tres cosas en muy poco tiempo. Para cuando la chica se dio cuenta, ya había sucedido todo.

En el suelo, recapacitó... se dio cuenta de esa sensación de total pérdida de control, sentirse acostada en el aire, y caer al mullido césped con el rocío de la noche, en tan sólo un instante. Ese chico podía hacer eso con ella, un vástago con poderes. Podía llegar a pensarse que era una buena persona, o de lo contrario podría hacerlo con cualquiera.

Al Omeny sentarse, Haruki se agachó, la tomó de los hombros y le sonrió.

-Lo siento, ¿estás bien? -preguntó- no pensé que saldría bien hasta tal punto, disculpa.

Haruki esperaba que aceptaran sus disculpas con una sonrisa.[/quote]

Amanda escribió:

Eitan Chassier

El albino apenas se echó para atrás para ver a la recién llegada por el borde de la puerta del refrigerador.

Oda! Fedo fi ef Mafilda.

Murmuró con varias lonjas de jamón atrapados en su boca. Se echó de nuevo al frente para seguir hurgando por comida en la nevera. Sacó un chocolate frio de cartón, se giró y cerró la puerta del refrigerador con el pie. Se dispuso a beberlo a tragos largos. Paró por un momento y a la pregunta de Amanda, tan sólo se encogió de hombros. No tenia ganas de hablar de acontecimientos y menos de entrar en detalles con la chica. Siguió bebiendo de su chocolate frio mientras se apoyó de una de las mesas auxiliares de la cocina.

Ne... ¿Visitando al pulgoso? Si fuera tu, tuviera cuidado de que me pegue sus pulgas. Son peor que su zarna aún después de muerto.

Dijo, con intenciones de desviar la curiosidad de la mujer; aún así, en la forma en que se referia a Haon, no habia del todo un acento de burla pura: aún al Chassier le afectaba en algo la falta de aquel miembro, De los tres, Haon fue con quien sintió un poco más de afinidad.

Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

El chico sonrió para agradecer tantos cumplidos. Pero negó con la cabeza.

-Aquí, la deportista ahora eres tú ¿no?-dijo.

Luego de una pausa, su rostro se volvió serio. Tomó otra botella y la abrió, sentándose nuevamente en la hamaca.

-Puedo preguntarte... ¿por qué me buscaste? -dijo- yo... no soy tonto. Algunas cosas las puedo sentir. Yo no soy del todo normal y me estaban buscando por algo. Y sé quién eres, y cómo es tu grupo. Y pues...

Miró a Omeny a los ojos.

-No me molestaría que seamos amigos pero, quiero tener algunas cosas en claro. ¿Saben algo sobre mí o mis amigos? ¿Por qué sigues acercándote a mi? ¿Y cómo podríamos seguir comportándonos como si nada pasara, Omeny? Yo... no creo que pueda hacer eso -dijo.

Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

En ningún momento Haruki cambió su rostro. Su mirada seguía siendo seria, pero impasible incluso cuando le comentaron sobre la situación de Natsumi y Nanami. Cuando Omeny acabó de decirlo todo, él cerró los ojos.

-Entonces fue un poco como él me había dicho...-comentó.

Esa era la razón por la cual Haruki estaba actuando así, y no se había sorprendido del todo por aquella verdad que le revelaba Omeny. Había hablado con alguien previamente. Previamente al encuentro con todos, previamente a aquella batalla en la que murieron Gabrielle y Haon... ya había tenido un acercamiento.

-Nunca supe como tomarlo, y no lo creí del todo hasta aquel día... pero ¿sabes? Yo ya conocía a Haon, antes de aquel incidente donde murió. Él, como yo, sólo se preocupaba por un grupo muy reducido de gente y no podía hacer contacto con más personas... teníamos algo en común, o eso dijo. Eramos "experimentos". Pero sus palabras... no las entendí hasta tiempo después...

Terminaba una tercer botella. El silencio era total, excepto por los incansables grillos.

-Supongo que quería decirme todo esto, pero no me mostré abierto a escucharle... -comentó- así que dijo que volvería cuando yo estuviera listo. Bueno, creo que eso no será posible...

Miró a Omeny, otra vez a los ojos.

-Yo a ese tipo lo quiero matar. Ya sé que ya no puede usarnos, que sus "experimentos" se echaron a perder y no nos puede usar... pero ¿y a mí qué me importa? -su tono se iba endureciendo- yo quiero vengarme de lo que nos hicieron. No me importa quién es, ni dónde está ahora, ni qué va a pasar después. Quiero encontrarlo y poder matarlo yo mismo... y no puedo...

Omeny veía cómo Haruki hablaba muy en serio sobre el tema.

-Se lo merece, y no tengo demasiados propósitos en mi vida. Pero no tengo habilidades como las de ustedes. Lo lamento... si vamos a ser amigos, debo decirte por primera vez lo que pienso y siento. No viviré mi vida hasta que no pueda matar a ese sujeto Yamamoto. Y si nunca llego a tener las habilidades que tienen ustedes, iré igual, así como soy, y lo intentaré. Y si me matan en el camino, lo aceptaré...

Por fin, Haruki revelaba un poco del por qué de su apatía con la vida. Estaba totalmente decidido a hacer eso, como un modo de terminar con una etapa.

SunakoSan escribió:.

Amanda Grudke

La mujer caminó hasta una de las alacenas y sacó todos los ingredientes para hacerse un capuccino, mientras miró de costado a Eitan. Rió un poco por lo que decía el albino.

-Creo que es por eso que luego me pica el cuerpo, por estar tan cerca de él. -agregó justo en el momento en que colocaba su taza al microondas.

En lo que esperaba, se sentó en una de las banquetas altas de la cocina y dejó recaer el mentón sobre sus manos.

-A veces me recuerdas un poco a él ¿te lo había dicho? Tu respuesta sería algo que él podría haber contestado para evadir un tema -comentó sin ningún problema- No solo por lo rebelde, por el color de cabello o por comer tanto y no engordar, sino porque tienes algo bestial pero tierno a la vez, aunque tu tienes una gran ventaja que él nunca tuvo…

Antes de ahondar en lo que venía diciendo, fue a retirar su capuccino, al instante le dio un primer trago y sonrió gustosa.

-Haon nunca entendió del todo que era lo que sentía, no sé si lo haya hecho tampoco a último momento. Él no se daba cuenta, pero constantemente buscaba la forma de no lastimar a sus seres más cercanos, e incluso de protegerlos. Pero no sabía por qué lo hacía, nunca sintió como un humano, porque nunca lo fue.

Mientras hablaba, su voz parecía fría pero a la vez escondía un cariño especial y una muy alta estima. Se sentó en el mismo lugar donde estaba antes y miró fijo al chico.

-Aunque no quieras hablarme, puedo darme por lo que he visto en este tiempo que no quieres lastimar a nadie de los que están por aquí, puedo notar que tienes un buen corazón tal como él lo tenía -comentó dándole un sorbo a su bebida, miró unos segundos por la ventana del lugar, la noche avanzaba y era cada vez más oscura.

-En fin, no te quiero molestar con estos temas ni incomodarte, ¿dónde están los demás? Siento la casa un tanto vacía… -concluyó alzando un poco las cejas y esperando una respuesta del joven.

Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

Haruki vio a Omeny con atención mientras ella le hablaba. Al responder, sonrió como si lo que pensara no le gustara demasiado. Y sin embargo parecía aceptarlo ya.

-En realidad, últimamente me ha asaltado la idea de que todos hemos muerto. De alguna forma murió lo que fuimos... y creo que si cumplo mi objetivo, sería un acto de justicia, en nombre de la pandilla. No soportaría no hacer nada al respecto.

Haruki dejó de mirar a Omeny, como un poco perturbado por el hecho de decir lo que sentía.

-Yamamoto sigue vivo, porque les conviene a ustedes. Así que siento ser una molestia para ti y tu grupo. Pero para mi, cuanta menos gente sepa lo que ese tipo sabe, menos chances hay de que gente como yo, como Natsumi, Nanami... o como Haon sufra otra vez...

Su cara ahora, volvía a ser seria y decidida, y su voz un tanto fría.

-Sé que tienes que obedecer lo que haga tu grupo Omeny. Probablemente, comentarás esto y te recomendarán detenerme. O enviarán a alguien para hacerlo. Lo más seguro es que no me permitan hacer algo en contra de sus intereses. Si las cosas llegan a tal punto... estaremos en posiciones diferentes -planteó.

Amanda escribió:

Eitan Chassier

Aunque no lo parecía, Eitan estaba atento a lo que decia Amanda.

Neh! Solo falta que digas que soy su hijo perdido, heredero de su zarna y de su horda de perritas en celo.

Mencionó con cierta indiferencia aunque con un toque jocoso de trasfondo. Terminó de beber lo que tenia en mano.

Con todo y eso, el pulgoso era un buen tipo. Tenia problemas serios de memoria dejando su billetera por doquier, pero al menos no se volvía loco por temporadas.

Bajó la mirada y cerró los ojos mientras con sus dedos peinaba su cabello hacia atrás por unos momentos. Por la última pregunta de la joven, se encogió. Miró al techo, intentando recordar algo mientras sus labios se mantenian muy juntos.

Mmm... Tengo los recuerdos algo borrosos, pero si no se trató de un sueño, recuerdo haber visto a Mei arreglándose para algo. De Nova, ni idea qué ondas con él. Ni siquiera Mercedes está arriba.

Se sonrió.

Aunque puedo apostar que está comenzando un segundo Round con Dicky. Yahahaha!

Lanzó, sin especificar a qué se referia. Luego miró a Amanda mientras estiraba una mano a un lado para atrapar la bolsa de pan que estaba cerca.

Ora! Hablando de cosas extrañas... Cuando eras nueva, ¿nunca te provocó andar como monstruo de las pelis? Ya sabes... ganas de beber sangre o cualquier cosa loca como esas.

Preguntó, un tanto curioso

Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

Cuando el chico vio que Omeny parecía consternada por el asunto, negó con la cabeza.

-Por eso te pedí perdón. No quisiera poner en aprietos a una amiga. Así que, como amigo, te diré lo que me gustaría. Me dejaría tranquilo que hicieras lo que debes hacer, con Arrows. Y yo ya me procuraré una forma de resolver ese inconveniente -le aseguró.

Haruki recogió las botellas vacías y las echó a un cubo de basura grande que había por allí. Se quedó mirando el fondo con la mirada un poco perdida.

-Si no puedo escapar a los intentos de pararme de tu gente, menos podría ir contra Yamamoto. Ese tipo tiene algo particular, y cada vez que parece derribado acaba por sobrevivir, de algún modo, y vuelve después de un tiempo, fortalecido. No creo que sea tan fácil. Si ustedes logran detenerme, aún no estoy listo, y lo aceptaré.

Sentía que habían pasado varias horas, se levantó de a poco, estaba hecho un desastre, raspones, todo sucio, la ropa resquebrajada,  la bici estaba claro que no la iba a poder usar porque había quedado casi destruida.  Empezó a subir por la pendiente que había caído, arrastrando la bici, hasta llegar a la calle, ni siquiera estaba seguro de donde estaba, empezó a caminar sin rumbo fijo, dio varias vueltas, hasta que a lo lejos pudo divisar el parque.  Desde allí iba a poder orientarse mejor para volver a la mansión.

Llegó al parque después de un rato, estaba empezando a hacer bastante frío, a lo lejos parecía ser que había una pareja sentada, se fue acercando de a poco, los veía de espalda, y se percató de que la chica era Omeny, y el muchacho se le hacía familiar pero no estaba seguro, en un primer momento se alegró de encontrar a alguien conocido, pero enseguida se dio cuenta que al parecer estaba teniendo una linda velada, y no iba a ser él quien se la estropeará, aunque le pareció que la chica lo había visto, pero en el estado que se encontraba parecía más un chico sin hogar que el hermano que ella conocía.  Enseguida se pudo detrás de un árbol y se hizo invisible para que no le vean, y no molestarlos, ya sabía como llegar a la mansión desde allí.

Se alejo de ellos hasta la otra punta del parque donde volvió a ser visible y se sentó un rato para dibujar y realizar su compensación.  Dibujo a la chica que estaba buscando, luego de eso se abrazo a sí mismo puesto que tenía frío y se quedo un rato recuperando el aire para luego seguir el camino hacia la mansión.

SunakoSan escribió:.

Amanda Grudke

La mujer escuchaba atentamente lo que mencionaba el jovencito, a la par que iba dando pequeños sorbos a su capuccino hasta terminarlo. Miró por la ventana unos segundos, como si esperara que alguien llegara de un momento a otro.

Al final, con la pregunta de Eitan, volvió a mirarlo directamente a él. Se llevó un dedo al mentón, intentando recordar un poco de aquellos tiempos pasados.

-Entiendo a lo que te refieres. Bien, en mi caso no he tenido un episodio monstruoso o algo así. Claro que, muy al principio, no lograba controlar del todo bien mis poderes pero no pasaba a mayores. -contestó con sinceridad, aunque no acabó allí.

-Cuando comencé a interesarme un poco más sobre el tema de los vástagos, leí muchos libros y en uno encontré que del Clan de los Vástagos había una familia en particular que solía tener periodos en los que no lograba controlarse del todo bien, a veces las crisis de los miembros de las familias no coincidían y se los podía mantener a raya -comentó como si de un cuento se tratase.

En ese momento, Amanda se levantó y comenzó a lavar la taza que había ensuciado.

-De eso se hicieron muchas historias fantasiosas entre los humanos, como Drácula y Frankenstein -sonrió un poco y volvió a mirar al muchacho- Quizá lo que te pase a ti sea un resabio de aquella familia, después de todo eres un vástago como ellos. Si así fuera, nada podría asegurar qué le pase a Dereck; quizá nunca le suceda, o aún no haya despertado tal posibilidad. Lo cierto es que tener gente cerca es la mejor alternativa para calmarse, o así sucedía con aquella familia -dijo tranquilamente, pensando un poco en lo que decía e intentando aportar algunos datos más.

-Haon como hombre lobo solía tener apetito de carne, pero logró satisfacerse sin comer carne humana. Supongo que al principio le costó un poco. No es tan anormal después de todo -le aclaró, para no alarmarlo.

-En otros casos, como el de Naugrim, sucede lo contrario. Él puede incluso controlar la bestia interior de los otros. Es por eso que tenemos que empezar a prepararnos bien para enfrentarlo, a él y a todos los demás -concluyó, atenta por si el chico quería preguntarle algo más, un rasgo que tenía por ser maestra.

Amanda escribió:

Eitan Chassier

Mientras la chica hablaba, el albino iba comiendo algunas rodajas de pan con cierta indiferencia en la mirada. Apenas se notó interesado cuando la joven hablaba sobre un clan en especial que solía tener eventos quizás como los que él tuvo.

Ora... ¿Qué familia es esa?

Preguntó de manera que la especificidad de la información le ayudara averiguar algo más sobre su problema. Por el comentario sobre su hermano, miró a un lado nuevamente con cierto fastidio.

Pfff... si es por mi, que no se le alboroten las ganas a Dicky. Son una mala pasada cuando menos te lo esperas.

Dijo y volteó de nuevo a mirar a la pelimagenta.

Ya sabes... Sientes unas ganas enormes de comer gente. Como me ha tocado, solo regreso a mis cabales cuando me almuerzo a alguien.

Se encogió de hombros.

Al menos no me ha tocado matar a alguien por mí mismo cuando pasan esas cosas... Por suerte son solo zombies con lavado de cerebro.

Le dio otro mordisco al pan.

Ne... y si es por mi estómago, he llegado a pensar algo: la comida "normal" no me llena...al menos no lo suficiente. Y más lo sentí hace un rato.

Miró por un momento su pulcera. Cerró la bolsa de pan y se puso a terminar la rodaja que tenia en mano..

Creo que por eso me pongo como animal desesperado al nivel de mi mamá con el chocolate cuando está en sus días.

Pareció pensar en algo por unos momentos. Se vio iluminado por una idea.

Ora, ora, Matilda!. ¿En el hospital no ponen tantos Peros para comprar sangre para transfusión?

Se sonrió con ganas al tener en puerta una posible solución a su problema.

Voy a preparar un guiso!

Todos escribió:

Dhalan

En todo momento Dhalan se había quedado quieto. Estaba aún en el sillón, con sus piernas cruzadas y una libreta que había sacado de su saco. Aún tenía el saco intacto, a pesar de todo... aunque debajo de él sólo tenía las vendas y su piel. En los bolsillos siempre había un anotador, era su costumbre. La inspiración llegaba cuando menos lo esperaba, y él... bueno, él siempre esperaba.

Entonces se dio cuenta de algo que esos chiquillos no se enteraban. Sus vidas... eran verdaderas inspiraciones. En un segundo vio que de ver una película, algunos se iban. Otros tenían ataques de comer gente, otros salían corriendo a ayudarlos. Algunos se iban a divertir por ahí... llegaba una mujer hermosa... ¡era Amanda! Apenas la había reconocido.

-Qué grande está Amanda-chan, todavía no me acostumbro... -se sorprendió.

Dhalan escribía sin mostrar nada a nadie, bastante serio. Parecía ser que descansar... era imposible con tantas cosas sucediendo allí. Y no se perdería la oportunidad de inspirarse.

Luego de un rato, parecía que la cosa iba a calmarse un poco. Entonces, aprovechó para quitarse los zapatos allí mismo, en el sillón, y también el saco. Lo colgó en el respaldo, se aflojó un poco el cinturón de su pantalón y se dispuso a relajarse. Quizás no pudiera dormir, pero descansaría un poco el dolorido cuerpo.

-Qué día fatal... mmm dejaron corriendo la película... me pregunto si debo apagarla...

]

Haruki Midorikawa

Hacer lo que debo hacer, hablar o callar... Ya veré que hacer.

Aseguró

Y descuida, no tienes que pedir perdón Eres un chico inteligente, Haruki de eso no me queda la menor duda..

El tiempo se le había ido volando.

Te agradezco la confianza. También los tragos y la compañía, para la próxima yo invito ¿vale?

Terminó por sonreír.

Ya debo irme, no tengo idea de la hora, pero no importa.

Se acercó al chico y le dio un abrazo, enseguida fue por la mochila y sacó el termo.

Toma, puedes quedarte con el, quizás el café aún esté tibio. Te buscaré después para llevarte con Natsum.i

En verdad era algo que la chica quería hacer.

SunakoSan escribió:

Amanda Grudke

La mujer pensó, por unos segundos más, en cómo contestarle al albino. Esta vez, se trataba de una pregunta bastante específica.

-Si no recuerdo mal, el apellido de aquella familia era algo como Báthory, aunque de esto te estoy hablando muchísimo tiempo atrás. Sería probable que se haya expandido y haya ido cambiando su nombre… -dijo con bastante certeza.

Amanda continuó escuchando, alzó levemente las cejas en la forma en que Eitan solía calmar sus impulsos, quizá de ahí pudiera surgir una forma concreta de ayudarlo.

-Asi que tu apetito está más allá de la comida normal, es evidente la alteración en el cambio humano-vástago. Y la solución podría ser algo simple que aún no sabemos detectar -pareció algo apagada por no poder dar una respuesta distinta, sin embargo se ilusionó un poco cuando notó al joven bastante emocionado.

Sonrió un poco, quizá por la inocencia de Eitan o por su ingenio. Dentro de todo aquello, tenía una pregunta bastante importante en relación al tema.

-Me diste una pista, tomar sangre ¿si te llena? Digo, si comes comida normal y bebés sangre, ¿logra satisfacer tu apetito o es solo una idea que se te ocurrió de momento? -indagó con interés.

Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

-¿Inteligente? -preguntó Haruki.

Aceptó el café, tomando el termo con las manos y sonriendo.

-Gracias por la charla. Y el café... me servirá en la habitación, cuando llegue podré despejarme un poco.

En silencio, Haruki vio a Omeny alistándose para volver. Justo cuando había que saludarse, simplemente soltó:

-Yo ya no quiero ver a Natsumi -aseguró- no tienes por qué llevarme a eso, no tiene sentido- agregó cortante.

Amanda, Eitan, Dhalan escribió:

Después de no pasarla nada bien, muerto de frío, todo sucio, con raspones, y la ropa resquebrajada, al fin volvía a la mansión.  Primero se dirigió al Garage, donde tiró la bicicleta rota al piso molesto con todo lo que había pasado.  No quería que los demás lo vieran así, pero deseaba darse un baño caliente, y como en la dependencia no tenían ducha, no le quedo otra que ir a la mansión.

Para llegar al baño estaba obligado a pasar por la cocina en la cual se encontraba Amanda y Eitan.  Hacía mucho no veía a la mujer, la última vez fue cuando hizo su prueba de canto.  Tenía ganas de ir a abrazarla, pero no estaba en condiciones.

-- Buenas... se limito a decir para irse rápidamente al baño, y que no lo sigan viendo en el estado deplorable en el que se encontraba.

Se saco la ropa, y se acostó en la bañera mientras esperaba que se llenará con agua bien caliente.  Le dolía la cabeza, el cuerpo, tenías ganas de gritar, de romper todo, otra vez su pasado lo acechaba pero estaba vez de forma más contundente, esa chica que había aparecido, extendió su brazo para sacar del bolsillo de la ropa que estaba en el piso la foto de ellos dos en la bicicleta, con cuidado para que no se mojará.

-- Quién sos?  Le preguntó a la foto mientras la observaba con detalle.  Cuando la bañera al fin se llenaba, dejaba la foto otra vez en el bolsillo, y se daba el baño que tanto ansiaba.  Estaba preocupado por Brian, esperaba que estuviese bien.  Cuando terminó, salio de la bañera, pero no había traído ropa porque lo que tenía que ponerse de nuevo la de antes toda sucia y resquebrajada.

Por suerte diviso una bata colgada, de color azul, quizás de alguno de los chicos, y se la puso, le quedaba algo grande.  Tenía ganas de irse a dormir, estaba cansado, y no quería enfrentarse a las preguntas que pudieran hacerle, pero a su vez tenía muchas ganas de tomar algo caliente.

Salió del baño hacia la cocina.  Volvió a mirar a los demás.

-- Antes que digan nada, salí a dar una vuelta con la bici y me caí.  Dijo aunque no era muy creíble por su estado anterior.  Se acercó a la heladera sacó la leche y se preparó su chocolatada habitual. bien caliente.  Luego se fue a sentar al living para continuar viendo la película que habían dejado allí.  También se encontraba Dhalan.

-- Te encuentras mejor?.  Le pregunto al hombre, mientras tomaba asiento en no de los sillones, y saboreaba su chocolatada con muchas ganas.

Eitan Chassier

Eitan se sonrió.

Ora! Vale la pena intentarlo, ¿no?. Alguien se salva de que le arranque el tajo de un mordisco y mi estómago feliz de comer algo.

Se sentó cómodamente sobre la mesa auxiliar. Parecía entusiasmado con la idea.

Aunque no es lo mismo comer sólo la leche que la vaca entera, pero si algo de sangre calma mi apetito, bienvenido sea! Yahahaha!

En ese momento, Kevin saluda rápido a Amanda y prosigue su camino..

Ne! Mañana mismo iré a ver qué ondas con los trámites de esa cosa. Más vale funcione.

Continuó.

Slade escribió:.

Dhalan

El director, que estaba descansando, observó a Kevin. El muchacho, le pareció mucho más relajado que cuando salió de la casa. Antes de responder, el director aprovechó que había ido al baño un rato antes, y había encontrado un esmalte para uñas de color negro. Como estaba aburrido, comenzó a pintarse las uñas de sus dedos. Sin levantar la vista de su tarea, al final contestó.

-Sí, estoy mejor creo... y por lo que veo tu también. No eres el único que salió en medio de la noche. Pero llevabas prisa ¿no? Supongo que debiste tener un asunto urgente... -dijo.

Ya estaba lista la primera mano... faltaba la otra, y luego una segunda pasada. El color negro en Dhalan quedaba muy bien.

Dhalan escribió:

Le llamo un poco la atención al ver que Dhalan se pintaba las uñas de las manos.  Pero con todo lo que había vivido hasta ese día, era algo más bien sin demasiada importancia.  Luego el hombre le comentaba sobre la salida abrupta que había tenido de la casa hace unas horas.

-- Se podría decir que sí... como resumirlo. un amigo secuestrado, el pasado que no recuerdo se aparece ante mis narices y me deja más dudas que antes... pero más allá de eso... nada fuera de lo normal.  No le parecía tan loco hablar sobre aquello a grandes rasgos puesto que el hombre era más bien objetivo ya que casi no tenía relación con él, apenas lo conocía.

-- Y te sueles pintar las uñas seguido?  Pregunto con cierta timidez por si tomaba a mal la pregunta.  De alguna manera trataba también despejar un poco su mente, después de todo no había mucho que pudiera hacer ni por Brian, ni con respecto a la foto, salir a ciegas desesperado como antes no terminaría bien, ya lo había comprobado, de hecho se termino cayendo por una pendiente, y que gano... pues nada, sólo algunos rasguños, y un dolor de cabeza... y quizás un resfrió.