Vieja Mansión Deneb

Slade escribió:.

Dhalan

El director, que estaba descansando, observó a Kevin. El muchacho, le pareció mucho más relajado que cuando salió de la casa. Antes de responder, el director aprovechó que había ido al baño un rato antes, y había encontrado un esmalte para uñas de color negro. Como estaba aburrido, comenzó a pintarse las uñas de sus dedos. Sin levantar la vista de su tarea, al final contestó.

-Sí, estoy mejor creo... y por lo que veo tu también. No eres el único que salió en medio de la noche. Pero llevabas prisa ¿no? Supongo que debiste tener un asunto urgente... -dijo.

Ya estaba lista la primera mano... faltaba la otra, y luego una segunda pasada. El color negro en Dhalan quedaba muy bien.

Dhalan escribió:

Le llamo un poco la atención al ver que Dhalan se pintaba las uñas de las manos.  Pero con todo lo que había vivido hasta ese día, era algo más bien sin demasiada importancia.  Luego el hombre le comentaba sobre la salida abrupta que había tenido de la casa hace unas horas.

-- Se podría decir que sí... como resumirlo. un amigo secuestrado, el pasado que no recuerdo se aparece ante mis narices y me deja más dudas que antes... pero más allá de eso... nada fuera de lo normal.  No le parecía tan loco hablar sobre aquello a grandes rasgos puesto que el hombre era más bien objetivo ya que casi no tenía relación con él, apenas lo conocía.

-- Y te sueles pintar las uñas seguido?  Pregunto con cierta timidez por si tomaba a mal la pregunta.  De alguna manera trataba también despejar un poco su mente, después de todo no había mucho que pudiera hacer ni por Brian, ni con respecto a la foto, salir a ciegas desesperado como antes no terminaría bien, ya lo había comprobado, de hecho se termino cayendo por una pendiente, y que gano... pues nada, sólo algunos rasguños, y un dolor de cabeza... y quizás un resfrió.

Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

Haruki... parecía sufrir un poco con las palabras de Omeny. Cerró los ojos mientras la chica decía todo aquello.

-Tú... tu grupo no lo sabe todo... -dijo Haruki- yo... no quiero que se rompa en mil pedazos...

Los ojos apagados de Haruki tenían un dolor profundo, eran cristalinos y vacíos en ese momento, al hablar sobre aquel tema que era la razón principal de su furia. Su furia, que no se expresaba ni gritando, ni a los golpes... sino en un tono de voz rápido como un rayo, frío como el acero húmedo, filoso como una espada.

Haruki tomó a Omeny por los hombros. Iba a sacar, de una vez, toda su bronca contenida y contar la raíz de su odio tan enorme, inteligentemente controlado hasta ese día... su perfecto odio.

---

De pronto Omeny ya no estaba en una plaza. Se encontraba en el borde en la linde entre un prado y el comienzo de un bosque. El pasto tenía mucho rocío, cualquiera podría adivinar que era temprano en la mañana, una mañana fresca. Delante de los pies de la futbolista hablaban Haruki y Natsumi. Ella iba con un muy simple pero bello vestido blanco, con un sweater gris sobre él. Él, de sobretodo marrón, pantalón oscuro y zapatos negros. Y no se percataban de la presencia de Omeny, para nada.

-Es muy pero que muy profundo -dijo Natsumi, eligiendo con cuidado sus palabras, como solía hacerlo- Es muy profundo, pero nadie sabe dónde se encuentra. Claro que está por allí, en algún sitio. Eso es seguro.

Inevitablemente, en la mente de Omeny se dibujó un pozo como el que Natsumi describía. Tenía un metro de diámetro, y uno nada podía ver si se asomaba a él. Era tan completamente negro, que parecía contener todas las negruras del mundo. No lo anunciaba ningún cartel, ni piedras, ni adoquines, y estaba astutamente oculto entre la hierba.

Natsumi sonrió a Haruki, se colocó las manos sobre el sweater y asintió.

-¡Lo digo en serio, es verdad!

-Eso parece peligroso, hay un pozo muy hondo por alguna parte. Si alguien cae dentro está perdido... -contestó Haruki.

-Pues sí, está perdido. ¡Catapúm! Y se acabó

-¿Y eso ocurre?

-A veces alguien de por aquí desaparece. Y los lugareños dicen "se habrá caído dentro del pozo" -dijo ella.

-Vaya, no es una muerte muy agradable que digamos...

-¡Oh no! Es una muerte horrible... si te rompes el cuello y ya pues, todavía. Pero si resulta que sólo te tuerces un tobillo o algo así, estás perdido. Por más que llames y grites no hay posibilidades de que nadie te encuentre. Los ciempiés y las arañas pululan a tu alrededor, el suelo está lleno de huesos de otras personas que han muerto allá adentro, todo está oscuro, húmedo... y allá lejos, arriba, se dibuja un pequeñísimo círculo de luz parecido a la luna de invierno. Y tu vas muriéndote allá, sólo...

-Si lo piensas así me pondrás los pelos de punta. Alguien debería buscar ese pozo y taparlo... -reflexionó Haruki.

-Imposible, nadie puede encontrarlo. Pero a ti no te pasará, de eso estoy segura. Aunque caminaras por aquí de noche, y con los ojos cerrados, tu nunca caerías dentro. Y a mi, mientras esté contigo, tampoco me pasará nada.

-¿Jamás? -preguntó Haruki, incrédulo.

-Jamás.

-Y ¿Cómo lo sabes?

-Las sé, esas cosas las sé muy bien -dijo ella tomando firmemente la mano del chico- por ejemplo, ahora que estoy agarrada a ti con fuerza, no tengo miedo. Nadie puede hacerme daño -aseguró.

-Entonces, es fácil. Basta con que estés siempre así.

-¿Eso... lo dices en serio? -titubeó Natsumi.

-Desde luego...

Natsumi acercó su mejilla a la de Haruki, en un gesto cálido.

-Estoy muy contenta de que me digas eso. Pero no puede ser.

-¿Por qué?

-Porque es horrible. No es bueno, ni para ti, ni para mi. Eso de que alguien proteja eternamente a alguien... es imposible. Mira. Suponiendo ¿eh?, suponiendo que te casaras conmigo... Tú trabajarías en alguna empresa, ¿no es así? ¿Quién me protegería mientras tú estuvieses en el trabajo? ¿Y quién me protegería mientras estuvieses de viaje de negocios? ¿Tengo que estar pegada a ti hasta que me muera? ¿Dónde está la igualdad? A eso no puede llamarse una relación humana, ¿no te parece? Además, cualquier día acabarías hartándote de mí. Te preguntarías:”¿Qué es de mi vida? ¿Hacer de niñera de esta mujer?”. Yo no quiero eso. No resolvería mis problemas.

-Tus problemas no tienen porqué durar toda la vida. -dijo él, posando mano en su espalda- algún día acabarán. Y cuando todo haya terminado, bastará con que reconsideremos el asunto. Bastará con que pensemos qué debemos hacer a partir de entonces. Y ese día tal vez seas tú quien me ayude a mí. No tenemos por qué vivir haciendo balance. Si tú ahora me necesitas a mí, me utilizas sin más. ¿Por qué eres tan terca? Relájate, Natsumi. Estás tensa y por eso te lo tomás así. Si te relajas, te sentirás más ligera.

-¿Por qué me dices eso? -la voz de Natsumi sonó muy seca. Al oirla, Haruki comprendió de golpe lo malo de la situación actual de la chica.

-¿Por qué? -repitió Natsumi con la vista clavada en el suelo- si te relajas, te sientes más ligero, eso también lo sé yo. No hace ninguna falta que me lo recuerdes. Pero si ahora me relajo me haré pedazos. Desde hace tiempo he sido incapaz de vivir de otra manera, y todavía lo soy. Si bajara la guardia, aunque fuera una sola vez, sería incapaz de recomponerme a mí misma. Me haría pedazos y éstos volarían con un soplo de viento. ¿Cómo puede ser que no lo entiendas? ¿Cómo puedes decir que cuidarás de mí si no comprendes eso?

Haruki se había puesto pálido y enmudeció.

-Me siento mucho más perdida de lo que puedas imaginarte...

---

Luego de observar todo aquello, Omeny volvió a la plaza con Haruki. El chico lo había hecho involuntariamente, pero había mostrado uno de sus recuerdos más dolorosos. Ni una lágrima caía de su rostro. Omeny entendió que su tristeza era tan profunda, que no había lágrimas que la representaran correctamente. Debía de ser algo más grande.

Viendo el recuerdo de Haruki entendió la inmensa magnitud de lo que Haruki sentía, y que sería imposible torcer su voluntad.

-Su enfermedad mental, como ves, era muy grande. Y lo es ahora más. Mis encuentros con ella sirven sólo para que ella se aferre a mi, y pierda cada vez más sus chances de sobrevivir sin mi ayuda. Si la veo ahora, ya no podré irme de su lado jamás, y se odiaría por retenerme a su lado, aún cuando yo lo hiciera con todo gusto.

El chico suspiró, se había puesto muy tenso antes... comenzaba a retomar el control.

-Buscaré a todos los responsables... quienes hayan echado a Natsumi y a su hermana a ese pozo lo pagarán. Y luego, si es necesario, acompañaré a Natsumi en el pozo yo mismo hasta que ambos perezcamos -dijo decidido- quien le haya hecho semejante daño... está más que muerto -sentenció.

Haruki Midorikawa

La chica en un instante presencio un recuerdo de Haruki, aunque no se explicaba cómo el chico había podido hacer eso, lo sintió muy real e incluso ella mismo se sintió dentro de aquel pozo con tan solo describirlo, También de una extraña forma pudo percibir lo sentimientos de ambos chicos.

Al estar de nuevo en el parque su primera reacción fue buscar una banca cercana y sentarse, apoyó los codos sobres sus rodilla mientras se llevaba las manos a la cabeza, posando sus sienes en las palmas..

De modo qué...¿Los problemas mentales de Natsumi surgieron porque ella y su hermana fueron arrojadas a un pozo? E,eso, eso debió ser sumamente traumante.

Se abrazó inclinando su cuerpo hacia adelante.

Y eso hizo que se volviera un tanto "dependiente" Y lo que tu quieres que es que ella aprenda a sobrevivir sin ayuda de nadie.

Ahora podía entender un poco más las razones del chico y en verdad algo complicado y triste a la vez. Las acciones de Haruki era por el bien Natsumi aunque se pesara demasiado. Incluso... recordó aquella parábola.

No se porque todo esto me recuerda al dilema del erizo. "Cuando se aproximan mucho, sienten el dolor que les causan las púas de los otros erizos, lo que les impulsa a alejarse de nuevo". El hecho de alejarse va acompañado de una tristeza insoportable, se ven en el dilema de elegir: herirse con la cercanía o romperse en pedazos. Por ello, van cambiando la distancia que les separa hasta que encuentran una óptima, en la que no se puedan hacer demasiado daño ni se destrocen.

Levantó la mirada hacia el chico.

Jamás imaginé que estuvieses cargando con todo eso

Las palabras de la chica lo hicieron llegar a su limite, era más de lo que podía soportar el chico y era evidente que aquello no era algo fácil de contar para Haruki, cuan difícil era que había preferído guardarse todo aquello aunque por dentro le estuviese consumiendo.


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Kisa escribió:.

Haruki Midorikawa

-Hace mucho tiempo que ella está en un pozo oscuro sin poder salir. Y el culpable de eso es quien nos creó, y quienes le hayan ayudado a hacernos. No sé aún cómo hacer ciertas cosas... pero estoy aprendiendo creo.

Haruki entonces, dio media vuelta, y se encaminó hacia la habitación donde vivía, junto con otros estudiantes.

-Gracias por el café, hasta muy pronto.

Todos escribió:

Mae Iwata

Después de la salida a la disco, la rubia regresó bastante alegre y mucho más relajada. Luego de eso, algunos días pasaron y las actividades en la TBS estuvieron suspendidas hasta su reconstrucción. Mae aprovechó esos días para poner en orden su mente y analizar un poco las cosas, pero más que nada para descansar. Layla había dejado ya la casa y las habitaciones volvieron a tener su orden común. Para la jovencita, el ambiente cambió un poco también con la nueva relación entre sus dos compañeros, Meredith y Dereck, trayendo algunos aires nuevos a la Mansión Deneb.

Durante esas pequeñas vacaciones, la rubia intentó ayudar a Dhalan lo máximo posible, aunque aún no lograba sacarse esa pesada sensación de incomodidad que tenía estando tan cerca de su jefe. A pesar de ello, le sirvió para conocerlo un poco más. Las pocas veces que se cruzó a Noah lo saludó con normalidad, no había vergüenza en ella por lo sucedido días atrás. Entre otras cosas, la chica estuvo leyendo un libro de recetas de la biblioteca de la mansión, pero sus dos intentos por cocinar fracasaron.

Aquel 22 de Febrero la chica se despertó con un hermoso sol entrando por la ventana. Después de tanto descanso, no quiso pensarlo dos veces y se levantó temprano a hacer ejercicios en el jardín, hacía mucho no se ponía en forma y enseguida se agotó.

-Creo que tendré que hacerlo más seguido, aunque ya no me queda tanto tiempo nee -se quejó un poco mientras iba en dirección al baño a ducharse y ponerse un outfit bastante casual: unos jeans claros, un buzo, unas tenis rosadas y un pañuelo al cuello.

vestuario del día:

Bajó a toda prisa a la cocina.

-Anda, no me digas que se fueron todos ¿o es muy temprano? -se preguntó mirando el reloj.

Mae escribió:

Después de algunos días de descanso, los chicos empezaban de nuevo con la rutina laboral al parecer, en lo que a él respecta, ya no pertenecía a la fuerza de la base militar, así que no sabia bien que tanto iba a hacer.  Se levantó y notó que estaba bastante fresco.

-- Maldito clima, cuando viene el calor.  Exclamó algo molesto, entró al baño se aseo, luego se cambió.

Vestimenta:

La chica nueva conocida como Layla ya los había dejado, lo que le llamo la atención, puesto que era un vástago, raro no se quedará con Deneb.  En los últimos días no se había dado mucha manija con el tema de la Dama Errante, y lo de Clarissa, al contrario, ya se lo había sacado un poco de la cabeza, haciendo caso a lo que le había dicho muy amablemente Mere en la pista antes de irse, darle vuelta a la página.

Se dirigió a la mansión, apuro el paso cuando salió al exterior para no sentir tanto frío, en la cocina se encontraba Mae, la única levantada hasta al momento.

-- Buenos días.  Le dijo con una sonrisa, y se acercó para saludarla con beso en la mejilla.

-- Esta fresquito no? Le dijo entre risas.  Y se dispuso a prepararse su habitual café con leche, se extrañaban un poco los majestuosos desayunos de Gabrielle.

-- Que onda en la TBS, será que consigo algún puesto de algo?  Quizás en la parte de seguridad?  Pregunto a la rubia, realmente quedarse todo el día en la mansión sin hacer nada se le hacía aburrido.  Encendió la televisión, y se sentó en uno de los sillones para disfrutar su café.

Meredith Ackerman
Eitan Chassier

La rutina en la casa no tardó en volver a todos. Layla se habia marchado, cosa que ni pareció haber notado el Chassier menor. Por el resto de los días, Meredith pasaba buenos ratos con Dereck, aunque los comentarios fuera de lugar de Eitan nunca faltaban.

En la mañana del 22, se escucharon unas pisadas lentas venir de la escalera. Eitan, como rara vez sucedía, se veia despierto algo más temprano de la hora usual. Habia bajado con la pijama puesta y el cabello poco arreglado: era más que obvio que acababa de levantarse. Se dirigió a la cocina, donde ya varios se reunian a desayunar.Su mirada perezosa se detenia en todos mientras se rascaba un poco en la nuca.

Ora! ¿Ustedes no duermen?

Preguntó y dejó salir un largo bostezo. Caminó al refrigerador para tomar algo, pero se consiguió con un manojo de bananas sobre una de las mesas auxiliares. Tomó una, la peló y le dio un gran mordisco, aún pareciendo estar entre la realidad y el sueño. Luego pensó en algo, tomó otra banana y caminó hacia donde estaba Alex en un sillón. Detrás de él, se sonrió y se acercó un poco para murmurarle desde atrás al oido.

Ne, Axel! Tú banana quiere que la acaricies...

Rápidamente dejó el plátano sobre las piernas del chico, de dio un zape y se fue corriendo hacia su habitación mientras reía por su jugarreta. El que Dereck le fuera contado lo sucedido esa noche, le dio suficiente material para seguir molestándolo por días. A la vez, Meredith venia bajando de las escaleras, con un atuendo muy cómodo. Se detuvo al ver a Eitan pasar como relámpago por su lado, le miró desaparecer en el piso de arriba y continuó su camino.

Ropa de Mere:

Se asomó primero a mirar a los demás, a quienes les sonrió con agrado.

Buenos días, chicos. ¿Descansaron bien?

Preguntó la joven. Se volteó por unos momentos hacia donde el albino se habia marchado.

A pesar que se cayó de la cama, Eitan despertó con muy buenos ánimos.

Llevó su diestra a sus labios y rió un poco.

Para un día como hoy, no vendría mal una ensalada de frutas por la mañana.

Volvió su atención al resto. Notó que algunos ya estaban desayunando.

Haré suficiente para todos, por si se antojan de algo más tarde.

Dijo y se dirigió a la cocina. Había suficiente fruta fresca acomodada, con la peliroja dedicándose un corto tiempo a cortarlas en trocitos. Al poco rato, apareció en la misma habitación donde se aglomeraban, con un tazón lleno de frutas variadas. Tomó asiento en un mueble cerca de Alex.

Desayuno de Mere~:

¿Alguna noticia en especial?

Preguntó por si habia algo importante en la TV. Con pausa, disfrutaba de su pequeño desayuno en tanto estaba en compañía de los demás.

Todos escribió:

Esa mañana se levantó más tarde de lo habitual, de hecho esos últimos días venía con ese ritmo.  En las noticias no paraban de pasar la desaparición de Brian, puesto que era hijo de un Director famoso, y eso lo hacía sentir mal cada vez que lo veía.  De la chica de su pasado no supo más nada.

De a poco volvía a la rutina, al Instituto para seguir con las prácticas, aunque esos días andaba poco inspirado, quizás derivaba todo de lo mismo.  La extraña mujer Layla, se había ido ya de la casa, después de esa situación tan extraña que le hizo pasar, y no se supo más nada de ella.

Dio algunas vueltas en la cama, hasta que decidió levantarse, se cambio con algo más abrigado, ya que estaba fresco.  Su ropa solía ser más de adolescente - niño.  Pero le gustaba esa ropa y no le importaba si al resto del mundo no.

Vestimenta:

Abrió las ventanas para sentir un poco la brisa en su rostro le gustaba aquello a pesar de que fuera frío.  Luego se dirigió a la cocina de la mansión para prepararse su habitual chocolatada, ya había varios de los chicos desayunando, y había algunas cosas ricas que habían preparado.

-- Buenos días.  Saludo en forma general a todos en el lugar, y se sentó junto con ellos para desayunar.

-- Se ve delicioso, quien hizo estas cosas ricas?  Pregunto animado, y luego empezó a tomar su chocolate y a disfrutar de las cosas que había en la mesa.

Todos escribió:

El desayuno empezaba a animarse un poco más, Omeny había preparado algunas cosas dulces para acompañar, y Mere preparaba una ensalada de frutas para compartir con los demás.  No se negó mucho a probar lo que habían hecho las chicas.

-- Muy rico.  Les dijo a las dos con una sonrisa.  Mientras disfrutaba de su desayuno, alguien por detrás le susurro unas palabras, era la inconfundible voz de Eitan, quien le dejaba una banana tirada en sus piernas después de decir aquello, seguido del zape habitual.

-- Pero... te voy a dar bananas a vos cuando te agarre, pero que viejas chismosas.  Dijo entre risas, mientras miraba a los demás, aunque de seguro lo había escuchado de su hermano, pero en sí no lo molestaba, ya había pasado todo aquello y se lo tomaba en broma.

Frente a lo que preguntaba Mere sobre si había alguna noticia especial Alex respondió.

-- En la tele lo de siempre, y siguen buscando al amigo de Kevin, pero mejor pongo algo más animado, así el chico no tiene que ver eso una y otra vez.  Si bien el pequeño de los Arrows no había dicho mucho al respecto, con las noticias ya estaban enterados que había desaparecido su mejor amigo, esperaba que lo encontrarán bien.

Había cambiado justo, ya que Kevin aparecía también en el lugar, dejo un canal de música, donde pasaban vídeos clips para acompañar el desayuno.

Eitan Chassier

Poco rato después, el albino baja de nuevo de las escaleras. Ésta vez, estaba mejor arreglado y con un gancho de cabello a un lado, manteniendo su fleco fuera de la vista. Llevaba un conjunto de jean con su chaleco y una bufanda alrededor del cuello.

Ropa de bebé:

Se dirigió directamente hacia la cocina, aunque mientras caminaba hacia el refrigerador, notó la mesa de la habitación vecina ya servida: mejor para él si ya habia comida hecha. Caminó hacia el comedor donde estaba Omeny desayunando y uno que otro de la mansión que aparecía por allí. Se sonrió de notar de lo que se trataba aquel desayuno.

Uuuuhy! Hotcakes!

Se vio encantado por el dulce aspecto de aquel desayuno. Sin más, tomó asiento.

Ne, Wendy, ¿tú lo hiciste todo esto? Woah! Como cuando estaba en el cole!

Tomó la jarrita de miel y se sonrió con cierta maldad mientras miraba al oso de panqueque.

Ora, ora... Guardarás silencio, maldito oso. Prepárate para ser quemado con aceite hirviendo... Yahahahaha!!!

Comenzó a verter una cantidad empalagosa de miel sobre el panqueque. Hizo un gesto de gustarle lo que probaba y tomó dos platos de panqueques vecinos y los virtió en el suyo propio. Así colocó más miel encima en su desayuno.

Y esto será el postre!

Dijo mientras se sonreía y atraía hacia sí uno de los platos de yogurt con frutas. Siguió comiendo y al ver unas uvas en el plato de Omeny, le señaló con el tenedor.

Ne, Wendy... ¿te comerás eso?

Preguntó. Aparentemente, el estómago del albino resultaba insaciable.

Todos escribió:

Mae Iwata

Al pasar de unos minutos el ambiente comenzó a estar un poco más animado por la presencia de sus compañeros en el desayuno, saludó a cada uno de los que fue llegado y aceptó gustosa el desayuno preparado por Omeny.

-¡Se ve genial! Buen provecho~ -dijo con tranquilidad, se acomodó en una silla y comenzó a degustar de la comida, al cabo de unos momentos le respondió a Alex la pregunta que el le había hecho antes.

-Por lo que vi, Dhalan-sama es bastante cercano a Deneb, estoy segura de que te harán un lugar en el área de seguridad. Después de todo, pasan muchos famosos por allí, quizá te pongan de guardia personal -bromeó.

En ese momento, el chico cambiaba de canal. Por aquellos días resonaba bastante aquello del secuestro, claramente Kevin intentaba ignorarlo pero Mae podía notar que no se encontraba del todo bien.

La rubia estiró un poco el brazo y tomó algunas frutas para mezclarlas con sus hotcakes.

-Vas a terminar siendo una bola. Eitan -le dijo con seriedad al albino.

]

En la mansión.

...si, fui yo

Respondió hacia los dos jóvenes Arrows con respecto al desayuno, mientras llevaba una cuchara de fruta a su boca y seguía anotando en su libreta. Los demás parecían estar satisfechos con el desayuno.

Levantó la vista al percibir ciertos ruidos de comer con bastante glotonería, Eitan se tomó la libertad de comer la ración de algunos, la cara de Omeny mostraba sorpresa

Me bueno que les...gus..tara...

Después de algunos días, ella esbozó una sincera sonrisa por la forma de comer del chico y las palabras de Mae. Omeny le cedió sus uvas a Eitan.

Puedes comértelas..

Todos

Aquellos días Dereck había ocupado su tiempo en ayudar a Spica en la tienda, limpiando y ordenando las cosas, también le llevó algunos libros a Natsumi, la chica iba mejor, pero parecía aburrirse demasiado.

Aquella mañana al albino apareció en la mansión.

Spoiler:

Llegó justo para el desayuno, sorpresivamente tomó la mano de Meredith cuando iba a comer, pero él terminó comiéndose aquel trozo de fresa.

mmmm Buenos días, bonita..

Le dio beso para saludarla.

Vamos al comedor con los demás.

Le invitó.

Buenos días a todos.

Dereck se percató de las acciones de Eitan.

Come despacio o vas a atragantarte, cachorro.

Tomó asiento y comenzó con la fruta.

¿Examen en puerta, Omeny?

Preguntó el chico al verla y lo que hacía, Omeny asintió.

Si puedo ayudarte en algo o tienes dificultades con algún tema, dímelo y te ayudaré con gusto.

Se defendía un poco, al menos Dereck ayudó en más de una ocasión a Eitan cuando se trataba de estudiar, Omeny agradeció la oferta y dijo que lo tendría muy en cuenta.

Eitan Chassier
Meredith Ackerman

Al Omeny permitirle tomar las uvas, el Chassier se sonrió aún más.

Que buena onda, Wendy! Que Electra te pague, eh!

Así, pinchó las uvas con el tenedor e introdujo algunos gajos en su boca. Luego escuchó el comentario de Mae, con el albino mirándola con cierto fastidio.

Ya hablas como mi abuela, Mei!

Al mismo tiempo en la sala contigua, Dereck hacía aparición. Meredith le sonrió divertida por la robada de su fruta.

Muy buenos días, Dereck.

Aceptó gustosa el gesto del chico. Por la siguiente invitación, respondió.

Está bien. Vamos.

La chica se puso de pie con su plato sostenido con la izquierda. Antes de arrancar con los demás, pinchó otra fruta con su tenedor y se la dio a su acompañante en la boca como aperitivo. A la chica parecía gustarle hacer eso. Luego entraron al comedor, donde la comilona ya se llevaba a cabo, sobre todo por parte de Eitan.

Ne! Tengo espacio de sobra, Dicky. Yo me preocuparía por el plato en que comen ustedes

Respondió el joven con una sonrisa un tanto triunfal. Su mirada no tardó en posarse en la peliroja que le acompañaba. Se sonrió aún más.

¿Aunque para qué desayuno, ne?... Si te la puedes "comer" todo el día. Yahahahahhaa!!!

Se burló el menor contra su hermano. Meredith, muy tranquila, simplemente se sonrió y se acercó a su compañero de habitación. Se le sentó por un lado y le tendió varios pedazos de fruta con su tenedor.

A ver, Eitan... Di "Ah".

Los intentos de la chica por mantenerle ocupada la boca a Eitan de otra manera, fueron rechazadas por el chico.

Ora, ora, Mercedes! Sabes lo que pienso de los tríos incestuosos, eh! Te me pones linda y ya Dicky comienza a sospechar

Lanzó el chico, muy sonriente. Parecía divertirse con todo aquello.

Todos, Eitan

Eitan no tardó en hacer sus comentarios incómodos, Dereck casi se ahoga con el bocado, tosió un poco, cerró los ojos y se levantó de su asiento.

Con permiso...

Por su expresión podrían deducir que se retiraría del comedor por vergüenza o algo así, sin embargo al pasar por detrás de Eitan le tomó de la rapa, lo jaló y le llevó prácticamente a rastras hasta la sala, dónde se escucharon algunos ruidos de pataleos y forcejeos.

Dereck amarró a Eitan, juntando sus pies y manos boca abajo, con aquella bufanda que llevaba, fue a la cocina por una naranja, regresó y se la introdujo a Eitan en la boca. Su hermano parecía un lechón en aquella posición. Finalmente Dereck regresó al comedor y volvió a sentarse para terminar de desayunar..

¿Alguien quiere jugo?

Preguntó con total naturalidad.

Todos escribió:.

Joseph Deneb

El propietario de la casa parecía estar un poco más presente por esos últimos tiempos, al menos no iba tanto a su estudio de abogados. Bajó y vio a Eitan con una naranja entera, en la boca.

-Si necesitas ayuda, puedo enseñarte a comer naranjas, Eitan -dijo Deneb. Parecía en serio.

Luego siguió hacia la cocina a desayunar, con total normalidad. Tomó un poco del desayuno y agradeció por él.

-¿Frutas? Esa fue una buena idea, porque creo que a Eitan le gustan mucho las naranjas.

Tomó el periódico que descansaba sobre la mesada y tomó su jugo. Mientras leía, daba algunas novedades.

-Arfaxad les espera, a todos, ya arreglaron la TBS. Por otro lado, Noah me informó que ha perdido el control de Yamamoto, el Primer Ministro, y no sabemos a qué puede deberse esto. Puede que Mandos lo haya capturado... lo investigaremos, pero será difícil dar con la causa, creo.

Suspiró.

-Puede que Yamamoto vuelva a la carga con su ejército, o que alguien lo manipule. Idearé un plan de acción y se los diré cuando lo tenga listo. Pero quiero hablarles de una cosa más...

Esta vez dejó el periódico para hablar.

-Más importante... pronto daremos un paso que no hemos hecho hasta ahora. Como ustedes estaban en formación, no hicimos más que investigar y defendernos. Tendremos nuestra primera misión de ataque importante. El objetivo será reducir la capacidad de acción de los XII. Parejas de dos Arrows jóvenes acompañarán a un Arrow de la anterior generación para encontrar y eliminar objetivos concretos en el bando del enemigo. Sería bueno que comenzaran a pensar en una pareja que sea compatible con sus habilidades. Esto no es por afecto, ni por buena onda, ni por amor. Es habilidades... el trabajo en equipo aparecerá en el entrenamiento. Tienen hasta la tarde para pensar en una persona. Si alguien se queda sin pareja, le diremos luego qué tendrá que hacer.

Todos escribió:

Mae Iwata

La rubia se estaba divirtiendo bastante con las situaciones que se daban durante el desayuno, incluso no pudo evitar una pequeña carcajada por las expresiones del dueño de casa, quien al parecer seguía sin entender el comportamiento normal de la gente. Si bien aún le parecía muy raro su intento por “humanizarse” era inevitable ver un poco el lado tierno de aquella escena.

Luego, llegaron las noticias fuertes. Por unos momentos, Mae dejó de comer para prestar un poco de atención.

-¿Mandos? ¿Y qué querrá hacer con Yamamoto, matarlo o utilizarlo? -se preguntó, aunque claro, el tema estaba en investigación y Deneb no le podía dar una respuesta clara.

Con lo siguiente, Mae se quedó un poco estupefacta. No se esperaba que les dieran la oportunidad de enfrentar un objetivo directo, por una parte lo agradecía pero tampoco podía negar que le daba algo de miedo. Sin embargo, intentó tomarse las cosas con calma, al menos en un principio.

-Bueno, ya era hora ¿ne? Hace tiempo necesitamos avanzar, creo que hablo por todos cuando digo que estamos ya cansados de sentirnos encerrados por todos lados a causa de esos apóstoles -suspiró, aún le dolía pensar que por culpa de ellos ya ni Gabrielle ni Haon existían más.

Al ver que ninguno de sus compañeros tomaba la palabra, la rubia se adelantó, no sin antes terminar sus hotcakes por completo. Sonrió levemente, quizá algo emocionada.

-Por mi parte, se me da la pelea a distancia por ello mi arma es una pistola, lo mismo sucede con mis habilidades impersonales. Mi bestia interior es pequeña y escurridiza, no es lo mejor para dar batalla pero si para distraer y ganar tiempo -aclaró en primer lugar, estaba bastante interesada por comenzar aquel entrenamiento- Teniendo en cuenta todo eso, creo que lo mejor sería hacer un equipo compatible que abarque todas las áreas por si hay que pelear duro. En ese caso, pues creo que alguien que sepa batallar cuerpo a cuerpo y que tenga una bestia interior que pueda pelear podría ser una buena idea.

En ese momento, algunas ideas se le vinieron a la mente.

-Podría ser con Alex, Omeny o quizá Eitan. ¿Alguno quisiera hacer equipo conmigo? -preguntó finalmente, aunque sí todos decían que no, ya podía pensar en alguna otra idea. Todavía faltaba ver qué arrows experimentado les acompañaría y cuál sería su objetivo directo.

Mae, Todos escribió:

Después de una jugarreta que hacía Dereck con su hermano, por sus comentarios que lo incomodaban, en el lugar aparecía Deneb, explicando que la TBS ya estaba habilitada de nuevo, y que el famoso Arfaxad los esperaba a todos, se sintió incluido en aquello, así que iría también para ver si tenían alguna propuesta de trabajo, necesitaba trabajar, para no darse manija con todo lo que pasaba.

-- Dale duro Dereck! Le dijo animado al mayor de los Chassier en tono de broma cuando se lo llevaba del lugar obligado a Eitan.

Al mismo tiempo se enteraba que Yamamoto ya no se encontraba bajo el control de Noah.  Lo que le molesto bastante, esa vez fue que perdieron a Haon y Gabrielle, para atrapar a Yamamoto y ahora lo habían perdido, o sea que había sido en vano.

--  Siempre un paso adelante.  Dijo en voz baja, como si se lo dijera a él mismo.  Habían perdido a Nanako, y ahora a Yamamoto, y la Diosa la habían despertado para nada.  Aunque lo siguiente le llamo bastante la atención, al fin iban a actuar ellos primero y no sólo a defenderse de los ataques como venían haciendo hasta ahora.

Después de explicar la estrategia que usarían, Mae fue la primera en hablar, asentía con la cabeza a lo que decía la chica como estando de acuerdo.

-- Bien, lo mío es el ataque cuerpo a cuerpo principalmente, así que si quieres hacemos equipo Mae. Le respondió con total tranquilidad.

Eitan Chassier
Meredith Ackerman

El asunto con los Chassiers pareció más divertir a unos. Aunque las pataletas de Eitan no sirvieron de mucho, se le podía ver mirando con fastidio a quien se asomara. No pudo hablar más al tener la naranja en la boca, aunque no fue hasta que llegó Deneb con su comentario que la expulsó como pudo.

Neh..Mejor me ayudas a liberarme de aqui.

Le respondió al hombre mientras comenzaba a hacer intentos por safarse. Al mismo tiempo, Deneb informaba de otras cosas. Aparentemente había una nueva misión en puerta. Meredith, quien permanecía sentada, asintió después que la rubia.

Estoy en la misma posición que Mae. Mi fuerte no es el cuerpo a cuerpo, pero puedo apoyar con mis habilidades a distancia. Estoy abierta a cualquier tipo de estrategia que tengan.

Mencionó la peliroja. Al rato, Eitan hace aparición ya desatado y con un extraño jugo de color escarlata en su mano. Su pequeña bestia interior en forma de arpía levitaba cerca de él, por lo que era de suponer que dicha bestia le habia dado una mano con la bufanda. El albino se sentó con ligereza en el asiento que hace minutos ocupó.

A mi me da igual con quien vaya.

Se encogió de hombros y dio un sorbo a su peculiar jugo a través de un sorbete. De alguna forma, parecía disfrutarlo mientras sus dedos jugaban desinteresadamente con el brazalete que solía usar.

Yummi! Es A+! ¿Quieren probar?

Se sonrió mientras mostraba el vaso con el líquido color rojo carmesí un poco más vacío de la mitad.

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Mae Iwata

La rubiecita sonrió con simpatía por la pronta respuesta de su compañero, se acercó y le tendió la mano con firmeza.

-Ya está dicho, entonces. Haremos equipo, solo falta saber cuál será nuestro objetivo! -planteó con algunas dudas, después de todo el abanico de enemigos era amplio, y algunos le parecía en consideración más fuertes que otros.

Al ver entrar a Eitan, la chica soltó un largo suspiro.

-¿Sabes? No es agradable que tomes esa cosa en el desayuno... -dijo, aunque detrás de sus palabras se podía notar cierto tono bromista. A la chica le alegraba el hecho de que Eitan pudiera controlarse de alguna forma.

La jovencita se desperezó un poco.

-Supongo que tendremos un arduo trabajo por la tarde, creo que quizá tendría que pedir permiso para salir del trabajo media hora antes o algo así -reflexionó para todos.

Todos, Eitan

Ese sujeto no va a detenerse tan fácil. En verdad no se lo que busca Yamamoto con todo eso

Se acomodó en asiento y cruzó los brazos. Ahora debian tener un entrenamiento mejor y acoplarse. Eitan no tardó en aparecer, pero su actitud aún desconcertaba a su hermano mayor.

Si te igual, supongo que no tendrás inconveniente en trabajar con Kevin... ¿O si, Eitan? Bueno a menos que Kevin tenga algún inconveniente

Le observó con tranquilidad, luego a Kevin y le sonrió, desde un inicio la relación entre ambos no era la mejor y faltaba comunicación y convivencia entre ellos.

Arrows seguirá estancado si seguimos con las mismas actitudes. Este entrenamiento, a mi parecer también servirá para reforzar los eslabones y darnos cuenta de que tanto confiamos en nuestros compañeros.

En una batalla era muy importante la confianza y la seguridad. Si las parejas se formaban de aquella forma el quedaría solo era Dereck.

Yo no tengo inconveniente en trabajar por mi cuenta. Lo que en verdad me interesa que Arrows sea un verdadero equipo y que no solo nos sintamos identificados por nuestra condición de vástagos o que cooperemos los unos con los otros simplemente por conseguir el objetivo las misiones.

A su parecer eran las veces que se "unian" y una vez que todo regresaban a casa, volvían a dispersarse.

Después de que Deneb explicará la estrategia de Arrows, que esta vez se volvía ofensiva, los demás ya empezaban a elegir su compañero de trabajo.  Alguno les deba lo mismo con quien le tocará, y él no era la excepción, sabía que de todos los Arrows jóvenes era el mas débil, quien iba a querer hacer equipo con él.  Lo más probable que quedará sólo, y estaba bien, no tenía problemas al respecto.

Pero Dereck se encargó de que eso no fuera así, y lo mando a Eitan, a su equipo, justo a Eitan, si bien se llevaban mejor, los dos era muy distintos, y tenían una perspectiva de la vida muy diferente.  Pero no se opuso a aquello, no era para hacer sociales, era para enfrentar a un enemigo, y estaba dispuesto a hacer lo mejor que estuviera a su alcance.

-- Por mi no hay problema.  Respondió a lo que decía el mayor de los Chassier.  Su asombro aumento más cuando encima la pusieron a VI como su guía y entrenadora, justo esa mujer que no andaba con vueltas, ni tenía mucha paciencia, con dos de los más complicados quizás de la casa.  No sé imaginaba que podía salir de todo eso.

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Eitan Chassier

Le hizo un gesto de disfrute a propósito a Mae por su comentario. En tanto, siguió bebiendo de su vaso mientras todos se ponían de acuerdo. Al final, su hermano mayor se encargó de buscarle pareja. Por la decisión, no se vio ni emocionado ni enojado al respecto: se veia demasiado tranquilo. Simplemente, se encogió de hombros por la pregunta del albino.

No importa. Ya dije que me daba igual.

Dijo con cierto aburrimiento y siguió disfrutando de su bebida. Al acabarse, terminó haciendo ruiditos con el pitillo y el vaso vacío, como si quisiera más. Luego el comentario de Omeny, hace que voltee a mirarla. Dejó lo que hacía para juntar sus labios y mirar al techo, pensante.

Mmmm...yo creo que si funciona. Después que me bebí como muerto de hambre los 20 litros de esta cosa que compré el otro día, ya puedo quitarme el brazalete sin andar como psicópata salvaje por toda la casa.

Le contestó en relación a la experiencia que obtuvo días pasados, donde apenas quitándose el brazalete para experimentar, volvió la cocina un sangriento escenario con la sangre de transfusión que habia comprado. Dejó el vaso en la mesa y apoyó con pereza los brazos de la superficie de ésta. Pareció todavia pensar en algo.

Ora, ora... pero igual tengo que andar como Drácula chupándole la sangre a las bolsas en el refri todos los días. Las ganas de comer vuelven más rápido que comiendo jugosa carne de zombie recién matado.

Agregó.