Vieja Mansión Deneb

Todos escribió:

Dereck terminó su desayuno y fue a dejar todo en la cocina, las noticias amargas no se hicieron esperar.

¿Ahora los padres de Omeny? No es posible, ¿Cómo es que la Dama errante les ayudó?

Se preguntó.

Si esto llega a oidos de Omi, será terrible.

Meredith ya se encontraba en lugar por lo cual Dereck le saludó cariñosamente dándole un beso en la mejilla

Buen día, pequeña

Noah mencionaba que debían mantenerse tranquilos aunque no fuese fácil.

Me daré una vuelta más tarde por la tienda para ver en que puedo ayudarle a Spica y de igual forma veré como sigue Natsumi


Ya hora de ir a TBS.

Vayamos entonces.

Se tomó el tiempo para esperar a Meredith e irse  todos juntos.

Todos escribió:Mansión Deneb

Gabrielle / Layla

Gabrielle le sonrió a Dhalan, se quería hacer el muy rudo pero se dejaba consentir, la verdad es que se sentía aliviado que siguiera con vida. Miró a Noah cuando le habló y asintió parecía confundida y preocupada.

-Lo tendré muy en cuenta. No dude que seguiré su consejo- contestó con dulce voz, juntó sus manita y sonrió -Se lo agradeceré mucho- dijo aparentando estar más tranquila y los siguió donde ellos la llevaran. Levantó la vista al cielo, lo que Mandos había solicitado estaba siendo cumplido. Sonrió a los otros vástagos -Muchas gracias por darme asilo...- dijo mientras hacia una reverencia.

Pronto llegaron a la mansión, Gabrielle se detuvo en la puerta, como esperando a que la invitaran,. No había cambiado desde la primera vez que había estado ahí. miró todo con curiosidad.

-¡Vaya! Es inmensa...- exclamó emocionada -Lamento darles tantas incomodidades y molestias... ¿podrían decirme donde puedo tomar un baño y descansar un poco?- preguntó esperando que le concedieran una habitación o al menos un sillón.

hendrixkin escribió:

Meredith Ackerman

Como Noah habia indicado, el resto tomó el camino de regreso a la Mansión, siendo incluso guías para la nueva integrante del lugar por esa primera noche. Al llegar, el asombro de Layla le hizo recordar a Meredith la vez en que le tocó arrivar a la mansión, con toda esa nueva vida. Sonrió con agrado y se adelantó a abrir la puerta principal. Volteó a mirar a la invitada.

En nombre de todos, sé bienvenida, Layla. Espero te sientas como en casa. Pasa adelante, por favor.

Le invitó. Por su siguiente inquietud, puso el índice derecho en su mentón mientras parecía algo pensativa. Sonrió y miró entonces al mayor de los Chassiers.

¿Crees que sea posible que Eitan descanse contigo en la dependencia de servicio, Dereck?

Preguntó al albino con clara intención de dejar a Layla en la habitación que usualmente compartía con Eitan. Luego rió un poco por algo que llegó a su cabeza.

Aunque si es así, habrá que arreglar todas sus cosas antes que Layla se tropiece con algo.

Mencionó, a sabiendas que el hermano menor de su acompañante tenia su espacio muy desordenado con sus cosas personales, las cuales no estaban impregnadas con "la magia" de la mansión.

Todos escribió:

Deneb

Noah

Dhalan

Cuando Noah bajó del coche con Dhalan y entró en el living, Deneb se acercaba a preguntarle algo.

-Disculpa Noah ¿sabes utilizar la licuadora?

Noah lo miró, pero no le contestó. Le quitó a Dhalan la ropa de arriba y comenzó a vendar su estómago, que tenía todavía algunas heridas.

-Señor Deneb, creo que la licuadora tendrá que esperar... -dijo el peliceleste.

Deneb asintió.

-Creo que sí. Aunque heridas así no acabarían con Dhalan, así que me ocuparé de la licuadora -dijo comenzando a voltearse.

-No estés tan seguro esta vez, Deneb. Tú no tienes idea de cómo estaba antes...

Deneb regresó a como estaba, mirando a Dhalan.

-Sí, estoy diciendo que tu equipo acabó por salvarme. A mí ¿entiendes? Deberías de tomarlos más en cuenta... no son unos chiquillos.

-Y no sólo eso -dijo Noah tomándose un respiro- la verdad es que me ayudaron a mí también, o no hubiese vuelto. Señor Deneb, primero Haon y Gabrielle... ahora casi Dhalan y yo...

Deneb tomó un pequeño tono en su cara. Casi como si estuviera siendo humano otra vez.

-Ah, ya veo, eso es lo que quieren decir. Supongo que es inevitable que pasemos la posta alguna vez... -comentó.

-Tenemos a una chica que es vástago también, justo hoy fue a pedir trabajo en la TBS y nos atacaron. Se llama Layla y le he dicho que podía quedarse.

Deneb asintió.

-Iré a la cocina para verlos a todos...

-Es hora de que pida disculpas señor, y los reconozca -añadió Noah, mirando a Deneb mientras Dhalan los observaba a ambos un tanto incómodo.

-A mí déjenme fuera, su organización de locos casi hace que me maten -apuntó- justo antes de un estreno...

-Ya veremos eso Noah... -dijo Deneb, yendo hacia la cocina.

De nuevo en la mansión observó como Meredith guiaba a la chica nueva por la casa.  No estaba muy convencido de que le den asilo allí, le generaba cierta desconfianza, aunque en la batalla que habían tenido fue de gran ayuda, y lo mismo pensó en su momento de Rania y a final se había equivocado, no volvió a ver a esa mujer, ni tampoco estaba seguro de que había hecho con el cuerpo de Gabrielle, le hubiera gustado que le dijera donde lo enterraría para ir a visitarlo al menos.

Enseguida despejo esos pensamientos, aunque la estaría observando; y se fue a su habitación en la dependencia de servicio, estaba fundido, y echo un desastre, se dio un buen baño y se puso ropa nueva.  Luego se dirigió a la cocina de la mansión, el lugar de encuentro habitual de todos, se preparaba una chocolatada, no sabía si alguien haría la cena, y tenia bastante hambre.

También se preguntaba como estarían los demás chicos en aquella misión tan importante, ellos de algún modo habían fallado perdiendo a Nanako.  El peliceleste no estaba tan equivocado cuando se refirió a eso, pero no era algo perdido, tenían que recobrar fuerzas y traer a la chica de vuelta.

Kevin, Meredith, Layla, Noah y todo el que ande por ahi. escribió:

Mae Iwata

Al cerrar sus ojos la chica sintió una cierta paz que la invadía, o quizá simplemente se estaba quedando dormida. Al abrirlos nuevamente, se encontró en la entrada de la Mansión Deneb. Entró sin mucha prisa y sin una sonrisa en el rostro, cosa bastante rara en ella. Como la mayoría de las veces, entró por y caminó hasta el living, sin saber si sus amigos estarían allí o no.

Al llegar, se encontró con Noah vendando al director de la TBS, que parecía bastante herido.

-¿Pero qué…? -preguntó muy sorprendida- Dhalan-sama ¿usted era la persona que acompañaba a Noah-sempai y los demás? -interrogó recordando aquello que había dicho la bestia espiritual de VI. Pronto negó con la cabeza entendiendo que no era el momento, se puso roja como un tomate y se alejó de la habitación sin decir nada más. ¿Por qué había reaccionado así?

Corrió hasta la cocina y cerró la puerta, algo agitada. Al voltearse, se encontró con Kevin haciéndose una chocolatada. Abrió los ojos como platos y fue directo a darle un abrazo.

-¡Kevin! ¡Estaba muy preocupada! -exclamó, acto seguido vio como Meredith venía con una chica de cabellos oscuros que no conocía. La miró con desconfianza, ¿qué hacía esa chica justo en ese momento? Al verlas cruzar el portal se presentó de inmediato.

-Mere-chan, ¿cómo estás, te sientes bien? -preguntó con apremio- Uhm… un gusto, me llamo Mae Iwata y vivo en esta casa, ¿eres amiga de Mere-chan? Disculpa mi aspecto… -reflexionó, ya que estaba hecha un completo desastre. No sabía muy bien qué pensar, primero Dhalan, ahora una chica desconocida que no sabía si era vástago, Dios o humana.

-Hay mucho que contarles…

Chan:

Todos escribió:

Eitan Chassier
Meredith Ackerman

Parte del grupo que venia de la TBS se adelantaba un poco más en la mansión. Allí, poco a poco fueron apareciendo los miembros faltantes.Al menos la peliroja se vio aliviada y a la vez contenta de verlos de nuevo. Luego la chica se enfocó especialmente en Mae, quien se dirigía a ella. Miró a la rubia con agrado y una pequeña sonrisa dulce.

Estoy bien, Mae. Un poco cansada solamente. ¿Qué hay de tí? ¿Lograron contactar con la diosa?

Preguntó la peliroja. Luego llevó su diestra a sus labios y rió muy brevemente al momento que la rubia hacía énfasis en el aspecto que traía.

Me parece que nosotras también te deberemos una disculpa por eso, Mae.

Agregó la joven, en vista que ella misma tenia su vestimenta en no muy buenas condiciones.

Supongo deben tener todos mucha hambre. Prepararé algo rápido para cenar.

Así, la peliroja accedió a preparar unos sandwiches rápidos para que todos pudieran comer (aunque Eitan ya se había adelantado a hacer de las suyas en el refrigerador). El albino, a pesar de haber devorado una que otra cosa disponible en el refrigerador, tomó uno de los jugos de cartón y lo resguardó en su brazo. Se encaminaba hacia su habitación, aunque de camino, no pudo evitar toparse con Layla. Se detuvo. Hubo un extraño silencio en vez de un saludo para la chica. El Chassier menor miraba el rostro de Layla muy atentamente, cosa que no solía hacer a menos que llamara demasiado su atención. Hizo un gesto de extrañeza.

Ora, ora. ¿Nos hemos visto antes?.

Preguntó Eitan por fin al sentir demasiado familiar la mirada de la mujer. El chico volvió al silencio, intentando hacer memoria de algo que no recordaría.

Neh! Olvídalo. Estoy viendo cosas.

Se rindió y retomó la marcha hacia el piso superior, donde tenia pensado bañarse y ponerse cómodo para dormir.

Okazaki, TODOS escribió:`^^~

Gabrielle / Layla

Hizo una ligera reverencia cuando Meredith le daba la bienvenida

-Muchas gracias por su amabilidad- dijo con una amable sonrisa, nada en ella diría que estaba más que emocionada, detuvo a Meredith -No, no. No se molesten. Con gusto me dormiría en un sillón- dijo Layla negando con la cabeza -No vine a incomodarlos. Un baño y estaré lista.- sonrió tranquilamente.

Se mantenía en silencio mientras otros llegaban y se presentaba a todos de la misma forma, Mae le dio cierta risa pero no dijo mucho, hasta que Eitan apareció, ladeó la cabeza y después parpadeó sorprendida. El chico parecía conocerla pero a la vez no, no dijo nada que pudiera delatarla. Sólo le dio unas palmaditas en la cabeza.

-Está bien joven, suele pasar- dijo con calma mientras lo observaba pasar

Suspiró, parecía que todos estaban por todas partes y no cenaban de nuevo juntos, tenía unas ganas inmensas de cocinarles pero no tenía fuerzas. Tomó uno de los sandwiches que había hecho Meredith, a la joven aún le faltaba mucho para alcanzarla pero en un momento dado podría hacer algo al respecto. Vio que Kevin se iba a su recámara aunque regresaba después de un rato. Se levantó y miró hacia afuera, fingió que miraba con curiosidad y salió al patio, se escurrió hacia la dependencia no tenía ganas de dormir cerca de Meredith y tomó una ducha en el baño de la que había sido su recámara.

Se puso algunas prendas que aún guardaban, en su nueva forma, aquella ropa le venía un poco holgada y dibujaba otras formas. Al verse al espejo se sintió un poco raro, pero lo olvidó, tenía otras cosas que hacer. Acomodó algunas sábanas y un cojín en el sillón que había cerca de las escaleras. No iba a invadir más aquel lugar, regresó a la sala. Vio que todos estaban tensos. Entró a la cocina, ahí estaba Deneb.

-Me gustaría agradecerles que me aceptaran ¿Cree que les gustará si preparo algo?- le preguntó a Deneb con respeto, había visto de reojo como interactuaba con Noah. Como de costumbre sentía cierta repulsión por su "padre" pero en esta ocasión no se notaba, inclso su trato podría ser considerado más que amable -Con su permiso

Layla abría varios cajones hasta encontrar lo que necesitaba, en el refrigerador vio si había comida adecuada. Nunca le decepcionaba aquel cacharro.

Recordó que los ingleses gustaban de ciertos platillos que iban muy bien con cerveza y no eran particularmente difíciles, así que puso manos a la obra y preparó el sencillo "Fish and chips", con su rebanadita de limón y un jitomate. Llevó uno específicamente para Dhalan, dejando el resto en la cocina para que los demás se sirvieran.



-Sé que usted es más que fuerte y no necesita cuidados- dijo con una sonrisa coqueta -Pero sería bueno que comiera algo, se ve pálido- comentó tranquilamente y le partió unos pedacitos, le ofreció uno -No soy muy buena cocinando pero deseaba darles algo a cambio, ustedes me han permitido dormir a resguardo- dijo apenada, robó una papa y la comió, moría de hambre

Todos escribió:

Deneb

Noah

Dhalan

Todos llegaron a la mansión. Era lógico que querían bañarse, cambiar de ropa y comer. Deneb estaba allí en la cocina aún, leyendo el manual de la licuadora.

-Dice que tiene un modo de congelamiento para hacer helado y que se prende con el botón azul, pero esta no tiene botón azul... -decía buscando.

VI aún no regresaba. Deneb les dejó tiempo a todos para que pudieran descansar un rato. De hecho, incluso algunas de las chicas hacían algo de comer. Entre Meredith y algo de Layla había al menos lo suficiente como para que comieran bien.

-Hay espacio de sobre en la cocina... allí se come, Dhalan, Noah, señorita ehh ¿Layla? gracias por la comida por cierto...

-Señorita Anderson, no debió molestarse -dijo, aunque de todas maneras comenzaba a comer.

Noah miró con fastidio a Deneb.

-Señor, el creo que él estaría mejor aquí porque...

De las intervenciones de Noah defendiendo a Dhalan, Deneb parecía un poco cansado.

-Conozco a Dhalan antes de que tu existieras Noah, no se va a morir por eso. Comamos juntos.

Entre Noah y Layla llevaron a Dhalan a la cocina, aunque el hombre parecía poder caminar bastante mejor.

Era cierto, en la cocina sobraban los espacios para comer. Allí se reencontraron todos los que andaban por ahí. El director volvió a empezar su plato. Layla lo ayudaba un poco cuando había algo que cortar.

-Me siento un minusválido, esto tiene muy poco de artístico -dijo aquel hombre con su profunda voz, mientras que Noah se rió un poco de su comentario.

-Comer no tiene por qué tener algo de artístico, senpai.

Pero Dhalan negó con la cabeza.

-Qué despistado. Si quieres convertirte en un verdadero artista, incluso tu existencia debe convertirse en un hecho artístico.

Luego, el jefe allá en la TBS observó a Mae.

-Iwata, tu también deberías ser actriz además de maquillarnos. Como tienes padres con distinta nacionalidad eres rubia natural, y eso no es común. Triunfarás sin siquiera ser muy buena actuando -dijo con sinceridad, y luego comió un poco más.

Todos escribió:

La mansión tendría huéspedes y tenia lo necesario para recibirles. Meredith sugirió algo con respecto a las habitaciones.

Yo no tengo inconveniente, pequeña. La cosa es convencer a Eitan.

A Dereck le dio gusto ver a su hermano y le dio un fuerte abrazó, fue con él hasta su habitación y ahí le contó un poco de lo que había sucedido, después de que su hermano se duchara el hizo lo mismo, finalmente le dejó descansar y salió de la habitación para ir rumbo a la cocina donde estaban todos los demás incluso con algo para cenar

Es agradable volver a sentir la mansión así, con todos presentes. Provecho a todos, disfrute su estancia aquí señor Dhalan, de igual forma tú Layla..

Se disponía a cenar hasta que las acciones de cierta jovencita le sorprendieron, sobretodo porque ya sabia lo que había pasado con sus padres.

Dereck se acercó a ella y la tomó por los hombros.

Porque no te sientas un momento, te relajas un poco y...

Omeny se apartó y con la mirada le dijo todo.

Está bien, no te sientes... ¿Mere, podrías prepararle a Omeny uno de tus deliciosos tes, por favor?

Pensó que eso le sentaría bien.

Todos escribió:

Deneb

Noah

Dhalan

Por supuesto que, la reacción de Omeny llamó la atención del dueño de casa, aunque no pareció alterarlo demasiado. Quizás, fuera algo que Deneb estuviera esperando desde un comienzo. El hombre terminó de comer y se incorporó, mirando a la chica con un rostro que a todas luces decía "sabía que esto iba a pasar".

-El enemigo los acosa por quienes son y eso es un hecho que ni tu ni yo podemos cambiar. Los salvé del atentado del avión porque ustedes ya eran portadores de la Llave y lo saben desde el comienzo. Les advertí desde un comienzo que debían de perder sus recuerdos humanos, pero me obligaron a darles otra opción o se irían de aquí. El camino más rápido para que mostraran interés y aprendieran a defenderse era pintarles un panorama de tranquilidad. Que Arrows podría defender a sus familias. Cuando hemos podido, hemos estado allí... pero somos pocos y no podemos estar en todas partes. El enemigo es fuerte e incluso ha asesinado a dos de los nuestros. Si nos ocupáramos de las familias de todos, no llegaríamos vivos al fin de semana.

Deneb se acomodó su traje en donde Omeny lo había arrugado, y también su corbata, tranquilamente. Dhalan se atrevió a sonreír de costado. Noah también acababan de comer, y levantaba la mesa aunque fuera innecesario.

-Lo cierto es que VI y Haon han sido los asignados para proteger a sus familiares la mayoría del tiempo. Pero Haon fue asesinado y VI esta vez debía de asistirles... la misión era muy importante. -dijo Noah, con bastante pesar.

-Parece que alguna manera, el enemigo pudo averiguar la ubicación e identidad de tus padres antes de que pudiésemos reubicarlos. ¿Dices que alguien te ha ayudado? Pues... yo tomaría recaudos.

El peliceleste se había quedado junto al fregadero mirando la alacena como si pensara en algo mucho mas allá de ese lugar.

-Me acabo de enterar, pero aún no me lo creo. Omeny tus padres aún no eran conocidos por los XII y sin embargo de la noche a la mañana dan con ellos. Además casualmente alguien interrumpe el ataque y queda en deuda con él o ella. No digo que no debas gratitud a esa persona pero... es un episodio que suena al menos dudoso. Cuando nos pasa algo horrible y estamos cansados, no vemos con claridad. Te lo digo por experiencia... descansa un poco y date algo de tiempo.

-Pero Deneb no debería de ser tan severo con sus definiciones. Estos chicos hacen cuanto pueden dentro del destino que les tocó- intervino Dhalan.

Deneb lo miró algo sorprendido.

-Sólo estoy siguiendo tu consejo Dhalan, dejar de tratarlos como niños. Los actos tienen consecuencias, sus elecciones las tienen. Y son quienes son, no pueden escaparse de eso, deben afrontarlo. Y no los hice yo quienes son... simplemente, les doy oportunidades porque sé lo importante que es que triunfen al final -dijo Deneb- y porque aunque sea como soy, confío en que lo harán- sentenció.

Kisa escribió:

Meredith Ackerman

La peliroja se vio asombrada por la actitud de Omeny hacia Deneb. En buena parte, comprendía el punto de la chica, aunque también podía comprender la excusa de Deneb. Dereck intentaba calmar un poco los humos, pero parecía no tener éxito. Le terminó haciendo una petición, a lo que la chica le sonrió y asintió. Abrió levemente los labios para decir algo, pero Omeny volvía a ser el centro de atención. La pelioscuro se marchó, con Meredith viéndose un tanto pensativa por unos instantes. Preparó el té lo más rápido que pudo y lo acomodó en una taza con su respectivo platillo.

Voy a intentarlo... Espero poder calmarla un poco.

Le mencionó al mayor de los Chassiers, para luego tomar un profundo respiro y encaminarse en la dirección en que la chica se habia marchado. La consiguió en la sala, muy abrazada de un peluche. Posó la taza en la mesita más cercana al mueble donde estaba la pelioscuro.

Aqui tienes, Omeny. Te sentará bien si bebes un poco.

Le dijo en su usual tono melodioso. Esperó brevemente para observar cómo reaccionaba la chica. Dio un par de pasos alrededor de la joven con sus brazos detrás y le llamó con la mirada, sonriendo suavemente.

¿Está bien si te hago un poco de compañía?

Preguntó.

Se sobresalto un poco cuando Mae apareció ya que no se había dado cuenta, pero enseguida se tranquilizo y respondió al abrazo.

-- Estoy bien.  Expresó con una sonrisa, se alegraba que ella también lo estuviera.

-- Aunque no tuvimos mucha suerte con nuestra misión que era proteger a Nanako.  Dijo un poco más afligido, luego de que Mae saludará a Mere la chica hizo unos sándwich que Kevin tomo con ganas para comer.

-- Gracias Mere, están muy ricos.  Aunque con el hambre que tenía todo le parecía rico en ese momento.  También aparecía Layla en la cocina, quien se ponía a preparar cosas para comer también.  Le pareció extraño que siendo una desconocida se moviera con tanta confianza, y les cocinará; pero no podía negar que el plato que había preparado se veía muy apetitoso, enseguida agarro uno y siguió comiendo.

-- Gracias Señorita Layla.  Por más desconfianza que pudiera tenerle, debía ser educado y agradecer.

Se quedó observando como Deneb peleaba con la licuadora, y le causo bastante gracia.  Se acercó para darle una mano con la licuadora.

-- Me parece que es así... aunque en ese momento apareció Omeny hecha una furia, y fue contra Deneb, por lo que Kevin se aparto un poco de ellos y se quedo mirando algo tenso la situación.  Aunque la chica tenía sus razones para estar enojada, al parecer su familia había estado al borde de la muerte y se supone que Arrows iban a protegerlos.  Dereck trataba de calmarla pero sin suerte.

Aunque lo que decía Deneb también tenía lógica, Arrows no eran una Organización tan grande como ellos pensaron en un primer momento, y ya habían perdido a algunos de sus miembros, era de esperar que no pudieran proteger a todas las familias.  Aunque él no tenía que preocuparse de eso, no tenía una familia a la que pudieran hacerlo daño allá afuera, ni siquiera esos recuerdos de los que hablaban.  No necesito que un vástago le borrará los recuerdos, ya los humanos mismos se habían encargado de aquello.

Le dio curiosidad la marca que llevaba Omeny, con quien habría hecho un pacto, era todo un misterio.  Noah también intercedía en la discusión, y lo que decía no estaba tan fuera de lo lógico, quizás esa persona que la ayudo fue quien le dio la información de sus padres al enemigo para tenerla comiendo de su mano cuando los salvara.

Omeny se retiraba de la cocina bastante molesta y Mere se iba con ella para llevarle un té.  En la cocina se produjo un silencio bastante incomodo.

Daba un último vistazo a aquel hermoso lugar, parte de él quería quedarse allí, pero seguía vivo y tenía que ayudar a los demás, cerró sus ojos y apareció frente a la mansión, se encamino hacia la dependencia en primer lugar, para bañarse y cambiarse de ropa; enseguida fue hacia la mansión para ver si los demás chicos estaban bien.

Cuando se acercaba a la cocina escuchó gritos, como que alguien discutía con otra persona que mucho no se la escuchaba, se quedo unos segundos quieto y se dio cuenta de que era Omeny, luego vio salir a la chica muy enojada y angustiada.

-- Omeny...  Pero apenas si lo miro y se fue del lugar, pero estaba bien, él también había pasado por esas crisis más de una vez, luego apareció Meredith con un té.

-- Mere, me da gusto verte y de que estés bien, suerte con Omeny.  Le dijo cuando comprendió que el té seguramente era para la chica, entro a la cocina, allí estaban Noah, Kevin, Dereck, por suerte se los veía bien, al menos estaban enteros.  El silencio inundaba el lugar, seguramente por la discusión reciente, aunque también el olor a comida que despertó su apetito.  Observó a otras dos personas, desconocidas para él, uno parecía bastante mal herido.

-- Buenas, me alegro que estén todos bien, veo que hay gente nueva, mi nombre es Alex.  Se presentaba mientras miraba a el hombre mal herido y a la chica morocha.  Luego se acercó a Dereck y le dio un abrazo.

-- Se te ve muy bien, me alegra enserio que estén bien.  Y luego abrazo al pequeño Kevin, como si abrazará a su pequeño hermano.  En realidad Alex antes de ir a la misión pensaba que ya no iba a volver de ella, que quizás ya no vería a ninguno de aquellos chicos nunca más.  Luego se acercó a Noah para estrechar su mano, al igual que con el Señor Deneb.

Fue a tomar unos platos de los que habían preparado para unirse al a cena, cuando paso por al lado de esa mujer nueva le dio un beso en la mejilla.

-- Un gusto señorita.  Saludó, y se sentó a la mesa para saciar su apetito.  Aunque no tenía idea de quienes eran esos dos, el hombre le resultaba familiar, lo había cruzado en alguna fiesta que se hizo en la mansión.  Pero la mujer no la había visto antes.  Igualmente, si estaban con Deneb, probablemente serían parte de la organización, así que no le dio muchas vueltas al asunto y disfruto de la comida.

Todos

Después de aquel silencio incomodo Alex lo rompia y Dereck devolvia aquel abrazo con agrado.

Para mi es un alivio y un gusto tenerlos de vuelta, Alex.

Le dijo sinceramente y tomó asiento en la mesa.

Ustedes también la tuvieron difícil por lo que me contó Eitan. Y se nota por la forma en la regresó Omeny.

Al menos eso percibió el mayor de los Chassier, una chica algo "apagada".

Ella volvió con ustedes, pero pareciera que su entusiasmo se quedó allá. ¿Ustedes pasaron por algo similar?

Preguntó hacia Alex y Mae.

Slade escribió:

Capitán Clarissa Dumpel

El celular de Alex sonó en ese momento. Antes de atender, vio que tenía muchas llamadas perdidas.

-Hola... -se escuchó un leve sollozo detrás de la línea- ¿dónde estabas, idiota? ¿dónde estás siempre que te necesito? -Alex ahora sí la escuchaba llorar claramente.

-Supongo que no te enteraste -dijo la mujer, recomponiéndose aunque con la voz quebrada- hubo un incidente con la Capitán... un incendio en su casa. Pero están investigando... creo que la asesinaron Alex.

Era obvio que ella no sabía que, en realidad... Alex ya conocía lo que había sucedido. La mujer lloró un poco otra vez y se quedó en silencio hasta poder volver a hablar.

-Lo siento, no tenías por qué saber esto porque siempre le pedí que no lo demostrara, pero ella siempre me cuidó y protegió, como una madre. Quizá... no debí llamarte y darte esta noticia de esta manera. Veo que ya tomaste una decisión, y es desecharme luego de lo que pasó la última vez. Lo entiendo... bueno, voy a colgar ahora. Adiós.

Meredith Ackerman

Meredith tomó asiento apenas Omeny aceptó su compañía. Se mantuvo muy atenta a la jovencita en lo que decía. Por lo último, bajó la mirada a sus piernas (donde sus manos reposaban juntas), con una expresión algo triste. Aún las muertes de aquellos arrows le molestaba un poco en el pecho.

No te culpes, Omeny. Lo que ocurrió, recae sobre todos, como el equipo que deberiamos ser. Aún somos muy inexpertos y temo por más situaciones de esa clase.

Comenzó. Movió su diestra para recoger un mechón de su cabello hasta detrás de su oreja y miró al techo.

Comprendo de verdad como te sientes. Todo parece escapar de nuestras manos y aún parece que por más que nos esforcemos juntos, no logramos el cometido. Sumado a eso, nuestra realidad se ve forzada a cambiar o aparecen muchas cosas nuevas. Ésta parece ser una historia en la que los protagonístas estén destinados a nunca entender su propio mundo.

Respiró hondo y miró a la pelioscuro.

Muchas veces esto me hace sentir un poco perdida, Omeny. Tampoco quiero desconfiar. Esperaré a sentir el clímax de la historia y decidir cuál será el mejor final. Por ahora, solo tendremos que seguir aportando nuestro granito de arena y apoyarnos de los otros arrows.

Se acercó más a la chica y le dio un acogedor abrazo.

Más que miembros, somos familia: pasamos por las mismas y duras situaciones, estamos expuestos a los mismos problemas, sufrimos unos por los otros... tenemos muchas cosas en común. Ninguno de nosotros es tan poderoso como Cyon o Fausto, pero yo tengo la esperanza en nosotros como equipo. Puedes confiar en mi, así como yo confío en tí, Omeny

Se separó un poco y con sus delicadas manos, buscó sostener del rostro de Omeny mientras le sonreía con dulzura.

Quiero creer en que juntos podremos llevar un final feliz a esta tragedia. Pero para eso, es necesario que cada uno cultive su alma y su corazón. Si perdemos la pasión, corremos el riesgo de perder algo muy valioso para nosotros mismos. ¿No te parece?

Movió un poco su diestra para mover un mechoncito de cabello de Omeny y apartarlo de su frente. Aún con su calidez, prosiguió:

La Omeny que conozco necesita aprender y progresar con todos...descubrirnos como vástagos que somos. Pero también  necesita ser feliz: necesita disfrutar de lo que le gusta, apasiona y mueve su mundo. Tu espíritu necesita de esa energía, asi como todos los demás necesitamos de ella. Por algo, el señor Deneb nos da la libertad de experimentar ser una persona normal y olvidarnos por completo de que somos seres sobrenaturales destinados a un oscuro drama teatral. En eso, creo entenderlo un poco mejor.

Mencionó y llevó ambas manos a tomar una de las de la pelioscuro.

Habrá tiempo para todo, Omeny: tiempo para que nuestro cuerpo descanse, tiempo para meditar, tiempo para seguir mejorando y tiempo para vivir. No estoy segura, pero tengo la sensación de que el enemigo, aún con su forma de actuar y pensar, necesita de lo mismo que nosotros para seguir adelante.

Concluyó.[/color]

Kisa escribió:

Meredith Ackerman

Meredith correspondió a aquellos abrazos que tanto necesitaba Omeny. Escuchó atenta, sorprendida y a la vez horrorizada todo lo que le relataba la chica. Ya entendía las razones el por qué su abrazo era tan importante en un difícil momento como ese. Dejó que la joven se desahogara, por lo que no interrumpió... simplemente la apoyó cada segundo, compartiendo su dolor.

Con que la Dama Errante. Es una mujer muy misteriosa, pero me alegra que tus padres estén bien ahora a pesar de todo lo que ocurrió.

Mencionó la peliroja, con su dedo secando una de las lágrimas de Omeny. Sonrió con agrado por lo último.

No es necesario que lo agradezcas, Omeny. Soy yo quien debe agradecer que compartas tu sentir conmigo. A diferencia de los demás, soy casi una extraña, pero todos tenemos nuestros momentos y sé que podrás estar allí para cuando yo lo necesite.

Sujetó con sus delicadas manos del rostro de la chica y le dio un pequeño y tierno beso en su frente. Al alejarse, le sonrió con agrado.

¿Qué te parece si subimos y nos refrescamos un poco? El agua fría a veces ayuda a pasar tragos amargos. Además, te hace falta un buen descanso...ya tuviste mucho por estas horas.

Sugirió y se puso de pie.

Si necesitas algo y está en mi alcance, no dudes en pedírmelo, ¿de acuerdo?

Agregó.

Escuchaba lo que Dereck decía, y preguntaba.

-- Como explicarlo... cuando llegamos a ese lugar algo extraño paso, tanto Omeny como yo perdimos el conocimiento.  Se quedo unos segundos pensativo.

-- Pero en realidad nuestro cuerpo fue el que cayo, pero nuestra mente, viajo a lugares familiares para nosotros... aunque no sé exactamente que le sucedió a Omeny en aquel viaje pero te puedo contar lo que me paso a mí...  Prosiguió con la narración, mientras Kevin también se quedaba mudo escuchando con curiosidad.

-- Estaba en la casa de mi Capitán, y también se encontraba allí Fausto, pero ellos no me veían... era... era como un fantasma.  Recordó un poco la escena y le dio cierta tristeza como había terminado.

-- Como te imaginaras Fausto no estaba allí por nada, quería llegar a nosotros, sabían que íbamos a despertar a la Diosa, por algo se llevaron a Nanako... no fue nada grato, y esa escena culmino con mi Capitán terminando con su propia vida para protegernos a nosotros, de esa manera no le iban a poder sacar información... y de hecho descubrí que ella también era un vástago... a pesar de que no me veían, en ese momento, segundos antes que sacará su arma y se disparará miro directo hacia a mí, como si supiera que estaba allí... y en su mirada leí, seguí adelante.  Guardo silencio unos segundos cuando notó que estaba sonando su celular.

-- La cuestión es que hay momentos en los que tenemos que tomar decisiones muy difíciles, si intervenía entre Fausto y mi Capitán, puede que le hubiera salvado la vida, pero los hubiera puesto en peligro a ustedes... así que simplemente, lo deje ser y no me siento orgullos de eso. Su relato se veía interrumpido otra vez por su celular, alguien llamaba con insistencia.

-- Si me disculpan, voy a atender.  Salio de la cocina para atender el teléfono, tenía varias llamadas pérdidas de la misma persona, de Clarissa.

-- Espera, no cuelgues.  No es que te deseche, de hecho tuve que ir en una misión importante de la que casi no regresó, por eso estuve ausente, pero antes de ir recuerda que deje a tu hijo contigo para que lo disfrutes, no hubiera hecho eso si quisiera desecharte, pero mientras más tengas contacto conmigo más peligroso corre tu vida y la de tu hijo, no quiero que te pase nada malo.  Guardo unos segundos silencio y prosiguió.

- Lamento mucho lo del Capitán, tengo bastante información sobre lo sucedido, pero no sé si estas dispuesta a escucharla, puede ser muy difícil de asimilar, y probablemente no te guste lo que paso, pero te puedo asegurar que esa mujer fue muy valiente hasta los últimos segundos, y si dio su vida, fue por una muy buena causa.  Volvió a hacer silencio para ver si Clarissa seguía del otro lado y si quería saber la verdad de lo sucedido.

Le dio escalofríos escuchar la historia que narraba Alex sobre su Capitán, y se imaginaba aún mas lo terrible que habrá sido para Omeny tener que enfrentar una situación de ese estilo pero con sus propios padres.

-- Cuántos más tendrán que morir...  Dijo en voz baja aunque en el silencio se escuchaba bastante bien.  Seguían perdiendo buenas personas a su alrededor, Haon, Gabrielle, el Capitán de Alex, casi pierden a Dhalan, a los padres de Omeny... y no sabía que estaría pasando con Nanako.

Todos escribió:

Mae Iwata

Asintió, primero que nada, a la respuesta de Kevin y luego agradeció con una sonrisita a Meredith por aquellos sandwiches. Comenzó a masticar uno mientras veía la reacción de Eitan con aquella chica. Poco después supo que se llamaba Layla y que los había ayudado en la TBS, para Mae era una completa desconocida.

Finalmente, se acomodó en la cocina, no subió a ducharse, lo haría antes de dormir. Poco a poco iban llegando más y más de sus compañeros, y también Deneb. Para su sorpresa, aquella chica se adelantaba y cocinaba un plato bastante suculento.

-No pareciera que no supieras Layla-san, de hecho se ve muy apetecible -la halagó. Se sentó en la mesa, a unas sillas de donde estaban Dhalan y Noah y fingió ignorar lo que hablaban. Sin embargo, en determinado momento escuchó un “Iwata” que le hizo cambiar de parecer.

-Si, mi madre es verdaderamente norteamericana. Pero la actuación realmente no es para mi Dhalan-sama, no quisiera importunarle. Además, no creo que Passione esté de acuerdo con algo así… -susurró con algo de nerviosismo. La presencia de su jefe directo allí realmente le ponía así.

La repentina reacción de Omeny la sacó de sus cavilaciones. Sin embargo, no le sorprendió, después de todo ya la notaba así desde aquel episodio en la Frontera de la Fortuna, lo mejor era que se desquite. Meredith fue tras ella, mientras que la rubia miraba como ambas chicas se alejaban de la cocina.

-Es entendible su situación, creo que cualquiera reaccionaría de esa forma, Deneb-sama… -a pesar de reprobar la actitud de Deneb, le pareció que al menos ahora parecía tomar un poco de consciencia de que debían terminarse las mentiras. Miró a Dereck, cuando este le preguntó que habia pasado.

-Yo no tuve esa situación; pero si me preguntas, tengo miedo que suceda, Dereck-san. Por algunos momentos tuvimos que apañarnos con Eitan y VI-sama, porque Alex y Omeny si sufrieron esos episodios tan horribles. Además, si Natsumi no nos hubiese ayudado, estaríamos perdidos. El enemigo fue bastante rápido, y aunque logramos despertar a la Diosa no podemos avanzar sin Matsushima-sama -suspiró y miró a su alrededor, el aspecto del director de la TBS daba cuenta de la situación que enfrentaban- Creo que estamos teniendo una de cal y una de arena, pero ahora sabemos más de la verdad. Por lo que dijo la Diosa, puede ser que nosotros tengamos la posibilidad de cambiar algo de esta situación, pero a la vez me siento muy débil como para cumplir con un deber de tal magnitud -concluyó, para luego darle un bocado a su comida ya sin muchos ánimos.

Kisa escribió:

Meredith Ackerman

La peliroja sonrió y asintió a la chica.

Bueno, vamos! También me hará bien una buena ducha.

Accedió a subir con Omeny, aunque antes dejó la taza en el fregadero. Acompañó a la chica a su habitación y allí la dejó para que se pusiera cómoda: de todas formas, ella misma tenia la necesidad de asearse y cambiarse la desastrosa ropa que llevaba encima. Entró en la habitación que compartía con Eitan, notando al albino sumido en su computador mientras estaba bien echado en su cama propia. La chica fue por una muda de ropa y se acercó al baño, aunque fue forzada a detenerse por unos momentos para evitar resbalar con unas herramientas sueltas en el piso. Ya le era muy usual el tener cuidado en aquella habitación donde la mitad de ésta, en específico de la parte donde siempre dormia Eitan, estaba rodeado de un conocido desorden olímpico. Parecia que todas las pertenencias del albino terminaban en el piso como un mostrador monumental. La joven rió un poco por una idea que cruzó por su cabeza y continuó su camino al baño.

Tras pasar unos cuantos minutos, Meredith sale secándose su largo y rojizo cabello con la toalla mientras vestía una pijama muy cubierta (comparado con las que personalmente le gustaba usar) y muy cómoda.

Pijama (la de la izquierda):

La joven notó que Eitan ya no se encontraba en la habitación: simplemente la PC estaba sobre la cama del Chassier. Meredith de alguna manera ya conocía un poco sobre las manías de Eitan por las noches, por lo que no le fue difícil suponer que quizás había bajado a la cocina por algo más que comer. Así la peliroja se sentó en la cama libre y sacó uno de los libros que tenía pendiente de debajo de su almohada. Un poco de lectura fantástica antes de dormir le ayudaría a conciliar el sueño sin mucho problema.

Todos

Mientras escuchaba a Alex, Dereck se recargó en su asiento, se cruzó de brazos, cerró los ojos y suspiró pesadamente mientras movía la cabeza.

En verdad los apóstoles no tienen limites

Su charla fue interrumpida por una llamada que recibió Alex en su celular.

Descuida, anda y ve.

Terminó de cenar y escuchó lo que Mae contaba.

¿La ayuda de Natsumi? Eso si que es una sorpresa, Mae

Supuso que también Spica participó.

También es una excelente noticia, eso quiere decir que sigue recuperándose, iré a hacerle una visita mañana.

De momento los ánimos de Mae bajaron.

Todo esto está siendo muy difícil, pero si estás aquí es por que estás demostrando que eres muy capaz, Mae, aún nos falta mucho por reforzar, pero si nos apoyamos los unos a los otros las cosas tienes que resultar.

Sonrió hacia la chica y luego hacia los demás presentes, luego de dirigió a Layla y Dhalan..

Disculpen el recibimiento tan "tenso" no crean que las cosas se ponen así todos los días, está casa suele más animosa. Por cierto, muchas gracias por cena Layla, también debes estar cansada y confusa o quizás algo incómoda con todo esto.

Se levantó de la mesa llevando sus platos sucios a lavar, luego de un rato regresó.

Subiré a la habitación que comparten Eitan y Mere, le diré a Eitan que duerma conmigo y tú te quedarás con Meredith y descansarás, quizás mi hermano me haga una rabieta o se niegue, pero lo obligaré de ser necesario, al menos por ahora en lo que te acondicionamos un lugar para ti.

Sabía que Eitan amaba su habitación, por ser una de las más grandes y no dejaría así como así.

Si te hace falta algo, no dude en decirle a las chicas ¿De acuerdo Layla?. Ahora vuelvo.

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En la habitación.

Finalmente subió a la habitación esperando a encontrar a su hermano, tocó para anunciarse.

Eitan ¿No te has dormido aún, verdad?

Giró la perilla de la puerta y entró. Se sorprendió al ver en la habitación a Meredhit, supuso que aún estaba con Omeny, pero estaba comódamente sentada en la cama leyendo.

Ah, discúlpame Mere, no pensé que estaba aquí, vine a buscar a Eitan y a hacer labor de convencimiento para duerme en la dependencia conmigo. ¿Está en el baño?

Se disculpó antes y pidió permiso para entrar y tocar, pero en camino pisó algo, al percatarse de todo aquel desastre en la habitación, Dereck hizo cierto gesto.

Eitan, Eitan, ¿Cómo puede tener está habitación así, sabiendo que la comparte contigo? Debería ser más... Ordenado o podría causar un accidente. En verdad lo lamento Mere y no se como has hecho para tenerle paciencia.

Manuales, cables, algunos cartuchos y discos de videojuegos, desarmadores, dulces y demás cosas había por doquier, Dereck comenzó a levantar las cosas y colocarlas en su lugar.