Vieja Mansión Deneb

Todos escribió:

SunakoSan escribió:

Mae Iwata

La chica asintió ante la indicación de Deneb, de hecho, durante ese rato había pensado que no quería irse ya, que quería hacer todo normal por si era la última vez… se encontró riendo hacia sus adentros por lo pesimista de sus pensamientos.

-No sueles ser así Mae… -se dijo a ella misma, luego negó por el comentario de Noah, pero no hacía falta explicar lo que pensaba.

Omeny hacia sus planes, así como Kevin y Alex. La rubia los despidió y se acercó a Meredith.

-No sé qué tienes planeado, Mere-chan, pero yo iré a la TBS… creo que ahí me siento bastante cómoda y puedo descargarme un rato haciendo mi trabajo. No se si quieres ir hacía allí o seguirás yendo a la Universidad, en cualquier caso si quieres podemos ir juntas -le propuso, esperando una respuesta por parte de la pelirroja.

La dejó pensar unos momentos indicando que se iría a cambiar, ya no sentía ese calorcito de estar jugando en el agua y por otra parte quería ya secarse. Subió hasta su habitación en busca de un outfit para el día. Como todavía hacía frío, se decidió por un atuendo que le cubriera lo suficiente. Al poco rato, ya estaba lista.

Spoiler:

-Seguro me preguntarán por Gabrielle ¿qué les diré? -se preguntó con muchas dudas.

Una vez cambiado, subió a su auto y comenzó a manejar, pero iba despacio, observaba a sus alrededores, la gente trabajando, los chicos jugando en las plazas, parecía mentira creer que el mundo se podía acabar en un abrir y cerrar de ojos, y toda esa gente allí no tenía idea, seguían con sus vidas a pesar de los ataques recibidos en varias partes del país, y todo lo extraño que rodeaba aquella aura multicolor que se expandía por algunos lados.  Era como sí la gente siguiera con su rutina esperando que pronto el ejercito se deshaga de todo aquello, pero no tenían idea de todo lo que había detrás, de la guerra entre una especie llamado vástagos, demonios y los mismos Dioses.

Su primer parada fue en una plaza, se sentó en uno de los bancos, y se quedo observando, las madres jugando con sus chicos, cerquita de él se había armado un partidito de fútbol entre varios chicos, no sólo sus amigos casi como hermanos merecían vivir y alcanzar la felicidad, toda esa gente, esos niños inocentes, también merecían la oportunidad de vivir, su misión empezaba a tomar más peso.  En eso la pelota con la que jugaban fue a parar muy cerca del pelioscuro, un niño de unos 11 años, despeinado y todo sucio de tanto jugar en el barro, se acercó; de alguna manera le hacía recordar a Martín, era bastante descuidado cuando jugaban en  la plaza y siempre terminaba en ese estado.

-- Me alcanzaría la pelota.  Le pidió muy animado, no le quedo otra que sonreír, se levanto, y le dio un buen pase al chico que se fue rápidamente a seguir con el fútbol dejando un gracias en el aire.

Después de un rato, de contemplar como seguía el partido, se levanto, volvió a subir al auto, y emprendió viaje a uno de sus primeros objetivos, su antigua casa, aquella en donde había pasado los mejores momentos de su vida, pero al mismo tiempo había encontrado a su familia masacrada.  Desde aquella vez nunca la había pisado de nuevo, salvo una vez para buscar fotos de Martín cuando conoció a los Arrows, y pasarle las fotos para ver si ellos con sus contactos daban con su hermanito desaparecido.

Cuando llegó al lugar, se bajo del auto, tomo aire y fue lentamente hacia la entrada, la casa había quedado en el mismo estado de cuando la recordaba, obviamente un poco más deteriorada por la falta de mantenimientos en estos años que pasaron sin ocuparla nadie.  Entró a la casa, prendió las luces, todavía funcionaban, de seguro los servicios estarían sacando los pagos de su herencia que había sido atascada por varios de los socios de su padre y nunca pudo cobrarla.  Lo primero que encontró fue el living, donde había compartido con sus hermanos tantos desayunos, meriendas, almuerzo y cenas; se sentó en la silla que habitualmente se sentaba, aunque antes tuvo que limpiar un poco el polvo que había en el lugar, miro la habitación, parecía enorme aquel linving, y a la vez tan apagado y silencioso.  

Cerro unos segundos sus ojos, y cuando los abrió, allí estaban sus hermanos haciendo chistes y riéndose, para luego empezar una épica guerra de comida, había sido un domingo, y habían quedado hechos un desastre, recordaba a su madre bastante enojada por el chiquero que habían dejado, los tres silenciosos escuchando el reto de su madre mientras sus miradas se cruzaban de forma cómplice.  Las figuras comenzaron a desaparecer y volvió a la realidad y la soledad que lo envolvía en ese momento.

-- Como los extraño a todos, hasta los retos de mi madre.  Se dijo a sí mismo.  La próxima parada fue su dormitorio.

Tuvo que limpiar un poco también porque el polvillo era notorio, de hecho había ya bastante telas de araña en el lugar.  Se recostó en su vieja cama, mirando hacia la puerta de la habitación.  Volvió a cerrar sus ojos, y cuando los abrió en la puerta se encontraba Martín, era de noche, una noche tormentosa, y como era habitual su hermanito allí parado, justo en el límite de la puerta mirando con cara de ternero desgollado que convencía a cualquiera para pedirle si podía dormir con él en su cuarto.  Siempre había tenido miedo a los relámpagos, cuando había tormenta, Alex sabía que a los pocos minutos de que sus padres pasaran a saludarlo iba a aparecer Martín buscando resguardo con su hermano mayor.  Le bastaba una mirada al pelioscuro para que su hermano comprendiera la aprobación, y corriera pegando un buen salto a su cama, y se durmiera abranzandolo.

-- Qué te paso Martín? En qué te convertiste? Ahora no le tenes miedo a las tormentas, vos mismo sos una terrible tormenta que quiere destruir todo a su paso, pero si hay un culpable de aquello no eres tú, soy yo, te fallé hermanito.  Cuando se dio cuenta, la figura de su hermano había desaparecido y le hablaba a la nada misma.

Se levanto de su cama, paso por las habitaciones de sus padres, y sus hermanos, para echar una última mirada, era como una despedida.  Salió de la casa, y otra vez en su auto puso marcha a su siguiente destino.

Mae escribió:

Meredith Ackerman

La peliroja le sonrió a la rubia para luego cerrar los ojos y negar suavemente con la cabeza. Enfoca luego sus fogosos orbes rubí en ella.

No te preocupes, Mae. Gracias por tomarme en cuenta, pero el día de hoy quiero quedarme aqui en la mansión. Siento que seré más de ayuda aqui que en la TBS.

Se puso de pie y fue por su toalla para cubrirse con ella. Volteó a mirar a la chica.

Ten un buen día. Si hago algo apetitoso, guardaré un poco para tí.

Sonrió un poco más y se acercó a la rubia para abrazarla con afecto.

Cuidate mucho, ¿está bien?

Mencionó y la vio marchar. De camino a entrar a la mansión, acarició un poco del brazo de Eitan en señal de apoyo para luego proseguir con su camino.

Dereck escribió:

Eitan Chassier

La cara del albino decía todo. Sabía en lo que se estaba metiendo: muchos riesgos, pero estaba claro en lo que quería hacer. Si era algo para acabar con todo ese lío y vengar así las muertes de Gabrielle y Haon, así lo haría. Miró a Dereck y respiró hondo. Desvió la mirada y caminó con cierta prisa a la entrada. Allí iba él a refugiarse en sí mismo y en su habitación... Lo recordó entonces y se detuvo de golpe. Cabizbajo y sin voltear a mirar a su hermano, preguntó:

Ne, Dicky... ¿Pido mucho si quiero pasar el día contigo?

Se le hizo un nudo en la garganta. Incluso sus manos aún estaban vuelto puños y se apretaban para contener su sentir.

Aunque sea haciendo nada, pero quiero que estés allí.

Murmuró.

Slade escribió:

Joseph Deneb

El dueño de casa escuchó a Kevin y decidió que sería una buena idea ir a ver su evento.

-Bien, iremos entonces, con Amanda. Podemos tomarnos una tarde mientras vuelve VI. -aceptó.

Luego como fijo Amanda fueron a prepararse y Deneb dejó que Kevin le comentara sobre los detalles de lo que debían de hacer. No sin antes, hacerle una pequeña recomendación también a Mae y a Meredith.

Suzume escribió:

Sunakosan escribió:

-Me informó Noah que su novela ha terminado. ¿Por qué no hablar con mi amigo el Director? Le hemos dicho que Gabrielle se ha mudado a otro país, por lo que debe estar buscando gente para reemplazarlo. Y apostaría a que está buscando un nuevo proyecto.

Deneb miró a Amanda, y luego a los chicos.

-Con esto también quiero decir, que deben vivir con fe... aunque tengan miedo, no se paralicen, hagan cosas como si fueran a volver. Quizás les ayude hoy por la noche, haber dejado algo por la mitad ¿no creen? -les animó.

Slade escribió:

?????. Dama Errante

- Vaya recordando el pasado? No es eso un poco patetico? Digo, para buscar pistas es genial, pero hacerlo como pasatiempo, me es extraño-

Alex podia notar que en el asiento trasero, se encontraba la enigmatica mujer que habia aparecido en el lugar de la ultima mision, esta vez llevaba pantalones de mezclilla, una sudadera gris y una blusa lila. Llevaba cargando un pequeño tigre de peluche.

- Acaso veniste a ver si habia alguna señal para salvar a tu hermanito Mandos?-

Cuestionaba con tranquilidad.

- Y? que has pensado hasta el momento Alex? Los movimientos en el tablero te han sido de interes o el buen Deneb sigue ocultando cosas y dando informacion a cuenta gotas o peor aun, no permite que ustedes se desarrollen?-

La dama parecia disfrutar de ir en el vehiculo.

- Porque creo tu opinion no la tomo en cuenta, simple y sencillamente dijo lo que quiso seguramente y nada de hacerlos mas fuertes...o me equivoco?-

Riendo un poco asentia.

- Lo se, se su plan...ahora pretende condenar a una joven que vive una vida tranquila a ingresar a una guerra, parece que no conocia esa faceta sadica de Deneb, pero supongo que al no confiar en ustedes y sus habilidades, requiere despertar a una diosa dormida en vez de hacerlos ser mejores elementos o explicame porque tan dadivoso de darles un dia libre en vez de obligar a Amanda a enseñarles mas cosas?-

La Dama Errante parecia tranquila y miraba a Alex para que este le respondiera.

Eitan escribió:

Nos veremos hasta la noche entonces, que les vaya muy bien a todos.

Dereck no podía evitar sentirse preocupado por la decisión de su hermano, aunque Eitan se hubiese retirado lo seguiría, pero sonrió al ver que su hermano le pedía algo. Se acercó a él, le tomó por el cuello y le frotó la cabeza.

Por supuesto Eitan, sabes de sobra que lo me pidas jamás será mucho.

Le soltó aunque la mirada de su hermano decía muchas cosas, el albino traba de mantener la compostura.

¿Una partida de videojuegos? Ya hace bastante que no jugamos.

Sugirió.

El centro de juegos tiene una pantalla enorme, podríamos jugar carreras autos. Anda, te daré una paliza.

Le retó, antes iría a ducharse y cambiarse

Noah escribió:

Con la mirada agradeció a Amanda por el "empunjoncito" con Noah.

¡Genial!, si, se de uno y no tiene mucho que lo abrieron. Ya vengo, no tardaré.

Con sumo entusiasmo fue a arreglarse.

¡Compartiré el día con Noah!

Clamó en la habitación mientras se vestía, ya había terminado de ducharse y secarse el cabello.

=3:

Una vez lista bajó nuevamente a la dependencia donde ya le esperaban.

Se que amas tu auto, pero no iremos en el, te hará bien caminar un poco. No creo que al idol le de pena moverse en otros, lados ¿O si?

Sabia que Noah se movía en vehículo por las distancias que debía recorrer, pero a donde se dirigían no estaba lejos y podrían llegar sin ningún problema, viajando en tren.

Nos vemos chicos, cuidence y mucha suerte Kevin, se que te irá de maravilla.

Finalmente hizo una seña a Noah para irse.

Dama Errante escribió:

Estaba conduciendo a su siguiente destino, pero una voz hizo que se sobresaltará, desde el espejo retrovisor vio la figura de una mujer en el asiento de atrás, frenando de golpe el auto.  Volvió a mirar por el retrovisor y la reconoció era esa extraña mujer que había aparecido en la última misión, y se hacía llamar la Dama Errante.

-- Vaya, y tu pasatiempo es colarte en los autos de la personas y darles un buen susto.  Dijo algo molesto con la intromisión de aquella mujer, y volvía a arrancar el auto para seguir viaje.

-- Digamos que, mi familia fue arrebatada de mis manos, al igual que mi hermano, mi compañera en la que confiaba ciegamente me traiciono, no tengo ya nada que valga la pena, pero hay algo que no me pudieron quitar, mis recuerdos patéticos como tú dices, pero de una época en donde fui muy feliz.

Escuchaba atentamente lo que decía, no estaba seguro de porque había venido, quizá pretendía atacar, pero si eso era ya lo hubiera hecho, o quizá su pasatiempo era ir por la vida burlándose de la desgracia y tristeza de los demás.

-- Señales? No, ya dedique varios largos años de mi vida tratando de dar con su paradero, lo logre, y lamentablemente ya era tarde, no se parece en nada a Martín, es un ser más bien oscuro, que ya no siente nada por su hermano a tal punto que en nuestro primer encuentro estuvo a punto de matarme con un arma en mi cabeza.  Al decirlo la tristeza comenzaba a invadirlo, pero se mantenía con voz determinante, como si ya no le importará tanto, no quería parecer débil frente a aquella mujer.

-- Me queda un movimiento todavía para realizar, pero no por mi hermano, sino para aquellos compañeros que estuvieron conmigo y tanta gente inocente que no merece ser exterminada.  No quiso explayarse mucho sobre el movimiento, no convenía que nadie supiera lo que pretendían hacer.

-- Y a ti que tanto te importa lo que haga Deneb, hasta donde escuche se supone que seas quien seas, eras como Spica, no te inclinabas hacia ningún bando, que pretendes lograr diciéndome estas cosas, es como si quisieras que los Arrows más jóvenes nos rebeláramos contra Deneb y sus seguidores. Se quedo algo sorprendido cuando la Dama Errante empezó a mencionar lo que harían en la nueva misión, parece ser que las noticias circulan rápidamente; aunque con los poderes que tienen todos aquellos seres, no debería asombrarlo mucho.

-- Veo que siempre estas un paso mas adelante, esa mujer era una Diosa pues, que cumpla su papel en esta historia, no creo que este en desacuerdo en volver a luchar para salvar a aquellos que se supone debería proteger, o esa era su función al menos.  Las palabras de la mujer en cierto modo le dejaba algunos interrogantes sobre Deneb y toda esa organización, el mismo alguna que otra vez supuso que les ocultaban cosas.

-- Un día libre, me parece que lo merecemos después de todo lo que pasamos, y quizás este día sea el último, no tendría mucho sentido entrenar hoy cuando pronto entrare en un lugar, del cual quizás no vuelva.  Prefiero despedirme de mi antigua casa, de mis familiares, tratando de dejar en mi mente aquellos años felices con mi familia.  Habían llegado al destino que Alex tenía en mente, el cementerio, su objetivo era ir a visitar la tumba de sus padres, cuando freno se la quedo mirando a aquella mujer que llevaba ese peluche en sus manos.

-- ¿Qué es lo que quieres? Todos en esta historia persiguen un objetivo, no tengo claro cual es el tuyo, que pretendes lograr o ganar con lo que haces y dices, pareces una niña aburrida que deambula por el mundo buscando a quien molestar para divertirse un rato.  ¿Por eso aparecistes aquí, para reírte un rato de mí?

Dejo escapar un gran suspiro, dejando de mirar a aquella mujer, y poner su vista otra vez al frente, más allá del volante, donde su destino lo aguardaba.

-- Para serte sincero, desde que mi familia murió, no he dejado de cometer errores, y no me enorgullezco de aquello, pero esta vez se me presenta la oportunidad de salvar muchas personas que merecen ser salvadas, así que estoy dispuesto a dar todo lo que este en mí para despertar a esa Diosa y terminar de una vez con todo este caos, no por mí, como te dije antes, ya no me queda nada, he perdido mucho, demasiado diría, lo hago por aquellos Arrows jóvenes que tienen mucho por vivir, su familia, sus hermanos, por todo aquel inocente que vive en este mundo.  Es cierto que hay gente que no lo merece, pero muchos sí, un simple grupo de niños que juegan un partido de fútbol en una plaza, y en ese momento están disfrutando de la vida, sólo eso ya me da razones suficientes para que este mundo siga de pie.

Se quedo en silencio sumergido en sus pensamientos, no sabía para que se gastaba diciéndole todo eso a esa mujer, lo más probable que se le riera en la cara y siga echando leña al fuego como venía haciendo.  Estaba claro que a ella no le importaba nada, así como a Martín ya no le importaba su familia, ni su propio hermano.  Eran seres muy poderosos, sí, pero parecían no tener un alma.  Recién ahora se daba cuenta de aquello, tanto exigía entrenamiento, poder para vencer a sus enemigos, y los iba a vencer, pero después de eso que, su alma iba a quedar tan vacía como la de aquellos enemigos que lo rodeaban estos últimos tiempos.  Mejor conservar las alegrías, el sufrimiento que puede ser soportado gracia a aquellos recuerdos felices, eran cosas que a uno lo hacían sentirse vivo.

Slade escribió:

???????. Dama Errante

- Mmm... no aunque veo que es divertido, tal vez lo tome como una actividad mas comun...-

Decia con una gran sonrisa para luego escuchar a Alex.

- Aaahm en ningun momento dije que los recuerdos fueran pateticos, dije que era una patetica forma de perder el tiempo-

Corregia la mujer mientras acariciaba su peluche con sumo cuidado. Una vez que indicaba cierta cuestion con su hermano, la dama parecia mas curiosa a la par que continuaba escuchando.

- Interesante, un movimiento mas, pero quien te dice que sea el movimiento incorrecto?-

Comentaba ya con mas seriedad e inclusive ante el cuestionamiento acerca de su funcion negaba con la cabeza.

- No deseo se rebelen, solo cuestionen, exijan y hagan lo que sea por llegar al nivel de los Apostoles, porque si siguen solo siendo corderos guiados por un pastor, entonces no llegaran demasiado lejos-

Decia para luego acomodar su cabellera.

- Sobre la Diosa, dime algo, cuando tienes una gran responsabilidad, por ejemplo siendo un miembro de Arrows, tan pasional y comprometido diciendo que deseas salvar a todos y protegerlos, no serias capaz de arrancarte los ojos por todos? Crees que seria asi de facil dejar todo atras y ya? No Alex, no creas lo que palabras motivacionales te indiquen...-

Exclamaba para luego asentir.

- Nanako es ahora una niña, una chica como esos jovenes del parque, viviendo una vida tranquila, ellla ya jugo su papel y ya hizo lo que debia hacer, renuncio a su status de Diosa y ahora solo es humana, una mortal que pertenece a ese gran grupo que quieres proteger y ahora quieres sacrificarla solo porque Deneb quien tiene sangre de Dios y Vastago, no ha podido hacerles frente a los Apostoles como es debido? Porque no les ha enseñado realmente como ser un Vastago Elite?-

Despues cruzandose de brazos suspiraba.

- Ahora los enviara a una mision suicida, que de ser un fracaso, que crees que pase? Te lo dire, sencillamente buscara a otros jovenes y los arrancara de sus familias con la promesa de una vida diferente y el ciclo nunca terminara o posiblemente si, cuando Bastorius gobierne todo y haya eliminado al ultimo de la raza humana y no vivos-

La Dama Errante miraba fijamente a Alex.

- Lo que busco, no es algo que encontrare con tanta facilidad, lo que hago es solo poner a pensar a la gente y al final, son desiciones propias, como veras Alex, no vine a reirme de ti, en ese momento cuando mataron a sus dos congeneres, fuiste el unico que se atrevio a decir realmente lo que sentia y pensaba, sin ocultarse en la patetica excusa que Amanda y Noah eran Vacas Sagradas a las que no se les podia cuestionar porque todo lo que hacian o decian era correcto...eso fue lo que me atrajo de ti y por eso vine a charlar contigo-

El peluche brillaba un poco y la mujer lo arrojaba fuera del vehiculo, de inmediato el peluche se transformo en el tigre de gran tamaño que llevaba la primera vez.

- Considero Alex que no has vislumbrado el panorama real y que la falsa oscuridad te ha cegado, porque yo que diambulo por todos lados, se que Mandos aun tiene salvacion y que solo eso que has visto es una falsa careta para esconder su verdadero yo-

Subiendo al tigre asentia.

- Meditalo, no te pido que abandones a tus compañeros, pero si que no pierdas esa chispa de cuestionar todo sin ser solo una oveja a la que llevan a transquilar o peor aun, a la carniceria..-

La Dama Errante hacia una señal de despedida y se retiraba del sitio rapidamente.

Por primera vez después de mucho tiempo se quedo en silencio escuchando todo lo que aquella mujer decía, y no pudo meter bocado alguno, no sabía que decir, por primera vez se había quedado sin palabra para responder.

Cuando la Dama Errante se fue en su tigre y desapareció del lugar, golpeo con fuerza el volante.  Lo que decía la mujer le daba vueltas en la cabeza, no estaba tan errada, porque tenían que convencer a esa pobre niña a enfrentar el mal, a enfrentar aquellos enemigos con los cuales ellos no podían lidiar.  

Así como aquellos niños que disfrutaban jugando en el parque, Nanako también tenía su vida, y la disfrutaba a su modo suponía, porque arrancarla de esa vida, si ella había renunciado a ser Diosa, quizás se debería respetar su decisión.  Pero entonces que hacer, tampoco podía dejar que el mundo dejará de existir.

-- Maldición!! No encontraba el camino, no sabía ya que hacer, todos las opciones que se presentaban, se veían bloqueadas, ahora que volvía a tener un propósito nuevamente era nublado, bloqueado, y otra vez se sentía solo en la nada misma.

Pero, y si las intenciones de aquella extraña mujer era confundirlo, alejarlo del objetivo más adecuado a seguir, no era la primera vez que pasará que esos seres jugaran con sus mentes.  No la parecía que Amanda fuera una mala mujer, ella había hecho todo lo que estuvo a su alcance, sobre Deneb se le planteaban más dudas ya que el hombre era todo un misterio, pero creía que tenía buena intenciones, pero y si se están equivocando, si el camino que están tomando no es el más adecuado para salir victorioso.  Quizás sus enseñanza se limitan a eso, y no hay más que puedan hacer por ellos, pero entonces a quien acudir.

Luego se detuvo a pensar en aquello que había dicho sobre Mandos, de que quizás tenía salvación, y si eso era cierto, otra vez estaría abandonando a su hermano, pero no veía la forma de recuperarlo.  Se agarró la cabeza con fuerza, tantas idas y vueltas, quien decía la verdad, quien mentía, que era lo debería hacer; se sentía solo como nunca antes se había sentido, sin su familia, sin su hermano, metido en una encrucijada de la cual no encontraba la salida ni tampoco sabían con quien hablar, en la mansión era imposible poner en tela de juicio lo que decían Deneb y los demás antiguos Arrows, todos se iban a poner en su contra como ya había pasado antes.

Tomo una flores de una bolsa que había comprado, se bajo del auto lentamente, camino entre las tumbas algo mareado, la cabeza se le partía.  Trato de despejar un poco su cabeza, no quería visitar a sus padres así.

Frente a la placa, donde figuraba los nombres de sus familiares se quedo unos segundos quieto, mientras un escalofrío pasaba por su cuerpo.

-- Debe ser la muerte que me esta rondando, si sigo así no creo que falte mucho para que me lleve.  Dijo con voz amarga y apagada, se agacho para dejar las flores en la tumba, y se volvió a erguir.

-- Aquí estoy mi querida familia, la última vez que los visite les prometí algo.  Se quedo con la mirada perdida hacia el horizonte mientras se levantaba cierta ventolera.

-- Que la próxima vez que viniera a visitarlos sería con Martín a mi lado.  Expresó con cierta tristeza de no haberlo conseguido.

-- Pero fallé.  La tristeza se agudizó, se arrodillaba frente a la tumba, y por primera vez después de mucho tiempo las lágrimas recorrían su rostro como si no tuviera consuelo.

-- Lo intenté, les juro que lo intenté, todos estos años mi único objetivo era localizar a Martín.  Decía con tono desesperado y entre sollozos.

-- Incluso pude dar con él, estaba vivo, pero... se quedo callado en seco unos segundos, para limpiarse las lagrimas y luego proseguir.

-- Pero era demasiado tarde, ya no es Martín, ha cambiado mucho y para mal, esta jugando para un lado oscuro que no creo que lo lleve por buen camino.  Apoyo sus manos sobre la tumba, como si estuviera en posición de un bebe gateando, mirando hacia abajo, y otra vez se le escapaban las lagrimas.

-- No supe que hacer, el ni siquiera me reconocía como hermano al principio, y ahora me reconoció pero no hay una pizca ya de cariño y amor en su corazón, pero no lo culpen, yo fui el que lo descuido, el que no estuvo para él cuando estuvo solo, yo soy el culpable no hay otro, sólo yo.

Se dejo caer en la tumba al fin, apoyando su frente en la fría lápida, y se quedo allí varios minutos llorando sin consuelo, pero un llanto más bien silencioso, ahogado.

-- No sé que hacer, estoy perdido, puede que todavía haya una esperanza con Martín, pero no sé, les juro que no sé que camino tomar, no sé quien miente, quien dice la verdad, no sé si los próximos movimientos están bien o mal, Dios mío necesito una guía, algo, alguien que me ayude a despejar un poco más el camino, no puedo más!

Realmente había llegado a un punto donde tanta información, tan distinta una de otra, hacía que su cabeza estuviera a punto de estallar, le mostraban varios caminos pero todos parecían correctos y al mismo tiempo incorrectos.  Se quedo recostado en la tumba de sus padres, como si ese lugar fuera el hogar que tanto añoraba, como si sus padres estuvieran allí abrazándolo.

Dereck escribió:

Eitan Chassier

Por la respuesta de su hermano, aflojó un poco sus puños y acercó su diestra a la cabeza del Chassier mayor solo para estropear su peinado. Luego se giró y señaló al piso superior.

Ora! Te espero arriba. Lleva muchos pañuelos, eh! Te patearé el orgullo!

Sin más, buscó algo para cambiarse y se dio un baño. En muy pocos minutos, se veia a Eitan andar sólo con un pantalón de jean puesto y una toalla sobre su cabeza solo para frenar no mojar el piso con lo que se escurría de su cabello. Aparentemente, no quería perder más tiempo siquiera para peinarse o arreglarse. Se llevó su computadora-tablet bajo el brazo para la sala de juegos...en su mano izquierda, tenia unas cuantas herramientas de las que Alex le había regalado una vez.

En la habitación, tomó de la consola y aprovechó el espacio en que Dereck no llegaba para hacer de las suyas y desarmarla; de igual hizo con su computadora pero en menor medida. De alguna forma, conectó ambos dispositivos usando sus mismas partes, dejándolas finalmente al descubierto. Apenas lo que se veia exactamente funcional como antes en la consola, eran los botones de Power y accesorios; de la tablet, su pantalla se veía apagada, aunque todo el programa se veía claramente en el enorme televisor inteligente de la sala. El albino usó la consola como medium para llevar toda su variedad de juegos para diferentes consolas descargados en la Megu y usar así de una vez los controles del dispositivo de juego para mayor comodidad. De pie, se dirigió al televisor inteligente, donde su pantalla mostraba los mismos menús que se veían en Megu y de un par de toques escogió uno de los juegos descargados. Se echó en el suelo y tomó uno de los controles; mientras esperaba a Dereck, aprovechó en comerse una piruleta que había sacado de su pantalón mientras revisaba una que otra cosa en el juego emulado.

Meredith Ackerman

Una vez duchada y arreglada, salió de la habitación que solía compartir con Eitan. Llevaba su largo y hermoso cabello rojizo suelto con una pañoleta-cintillo amarilla decorando su cabeza, la cual combinaba perfectamente de tono con el vestido amarillo y corto que llevaba puesto con unos sencillos accesorios que hacían juego.

Traje que usa:

Se dirigió inmediatamente a la cocina a prepararse o buscar algo de comer por el hambre que despertó el juego en la piscina. Se detuvo en la entrada de la cocina, llevó su índice derecho a la parte baja de su mejilla con cierto toque pensante.

¿Qué haré?. Ummm.

Por su mente, además de las galletas de la alacena con un chocolate caliente para aperitivo, cruzaba la idea de hacer un pastel para todos más tarde. No tenía la experiencia que tenía Gabrielle en la cocina, pero al menos intentaría hacer algo para guardar a los demás en su regreso. Se acercó a las alacenas y sacó todo lo que necesitaba. Dejó a un lado las galletas que picaría después y puso manos a la obra con la masa del pastel de chocolate. Mientras mezclaba, no podía parar de pensar en toda aquella situación que acontecía. Dio un pequeño suspiro y al tener toda la masa lista, busca un molde y lo guarda en el horno previamente calentado. Preparó su bebida caliente y se sentó en el comedor, que en ese momento estaba desierto. Mientras daba pequeños mordiscos a sus galletas, miraba hacia los varios asientos ahora vacíos. Se vio incluso preocupada de que poco a poco esos asientos quedaran permanentemente sin nadie quien los ocupe... Era demasiado triste imaginarlo de esa manera. Se detuvo, cerró los ojos y dio otro pequeño suspiro en busca de sacar esas ideas de su cabeza.

SunakoSan escribió:

Okazaki escribió:

Mae Iwata

La chica asintió ante la respuesta de la pelirroja y le devolvió el abrazo, con bastante más animo que unos minutos atrás.

-Entiendo, estaré regresando con ganas de probar lo que hayas hecho ¿ne? -dijo, encarandose a la salida. Al hacerlo, se cruzó con el líder de Arrows quien les dirigía unas palabras. Lo último que dijo Deneb le hizo reflexionar un poco antes de salir.

-No suena tan mal después de todo, creo que intentaré hacer un día normal sin olvidarme de los pequeños detalles… quisiera regresar para resolver algunas cosas, después de todo. No tengo intención de olvidar mis sueños además de querer salvar el mundo -bromeó rascándose un poco la cabeza. Finalmente, se despidió y salió por la puerta principal, pasó por la dependencia de servicios y tomó una bicicleta de las que siempre estaban allí.

-Como un día normal, entonces… -se dijo a sí misma, se puso los auriculares y subió al vehículo para ir a la TBS, como siempre.

Eitan escribió:

Despues de ducharse y vestirse Dereck llegaba a la habitación con un tazón de "cotufas" y dos vasos enorme de refresco.

No podíamos comenzar sin esto.

Colocó todo en suelo y se acomodó junto a su hermano.

Y lo volviste hacer, sino fuera porque se que siempre dejas todo funcionando como estaba, diría que descompones todo.

Tomó una de las palomitas y la lanzó para atraparla con la boca.

¿Estás listo?

Aquella pregunta tenia doble intensión.

Dereck escribió:

Eitan Chassier

Por fin unos pasos que se adentraban al lugar, llamó la atención del menor de los Chassier.

Ne! ya era hora, Dicky!

Por lo siguiente, relaja la mirada y junta sus labios a modo de pez mientras veia a su hermano.

No pude resistirme a probar el nuevo juego de Crazy for Speed para X Station 4. Dendé deberia comprar uno. Ya esta consola está en la Era de las Cavernas desde hace meses.

Le tendió uno de los controles a su hermano y regresó la vista a la TV.

Ne! Debo agradecer a los Hackers, Crackers y a Electra por ésto.

Se sacó la piruleta y sumergió el caramelo en la gaseosa que le había puesto Dereck al lado y vuelve a regresarla a su boca. Por la siguiente pregunta, Eitan volteó de nuevo hacia su hermano y se sonrió.

Ora! ¿Acaso no me ves? Soy yo el que espera que muevas esos dedos!

Respondió, haciéndose el tonto para eludir una respuesta seria a uno de los lados que ocultaba aquella pregunta. Regresó la mirada a la TV para poner el juego para jugar ambos.

Puede que algunos botones del mando no te respondan bien, eh! El mando original del X station 4 tiene dos botones menos que éste.

Alertó.

Eitan escribió:

Sin poder evitarlo Dereck se rió bastante.

Vamos, cachorro, si tú quisieras te podrías comprar no una, sino hasta dos consolas sin necesidad de esperar a Deneb.

Recordaba las veces que Eitan había trabajado medio tiempo para comprar lo que quería.

Aja, pides que mueva los dedos, pero bien que me dices que algunos controles de mando no responderán. ¿Intentas hacer algo por si no te dejo ganar?

Le miró y sonrió. Comenzó la carrera, a Dereck le gustaban esos juegos

No te dejaré ganar tan fácil.

Llevaba un tiempo y velocidad, ya casi llegaba a la parte difícil.

Vamos pequeña tortuga, alcánzame.

Ya no quedaban lagrimas para derramar, y nada había sucedido, ninguna señal, nadie apareció allí para mostrarle el camino, tenía que encontrarlo sólo.  Se despidió de su familia y volvió a su auto; antes de arrancar otro flash le vino a su mente de aquellos días felices.

Iba caminando por uno de los pasillos de la casa que cruzaba las habitaciones, cuando paso por uno de los dormitoris escucho que su pequeño hermano estaba sollozando; entro para ver que le pasaba.

-- Hey! Hermanito que sucede.  Preguntó al mismo tiempo que observo varias hojas tiras en el piso con escritura.

-- No me sale, la maestra nos pidió que armemos un cuento, pero no sé me ocurre nada, empiezo con algo y no se como seguir, es imposible, no voy a hacer nada.  Dijo molesto.  Alex se sentó a su lado apoyando su brazo en su espalda.

-- Tranquilo Martín, nunca te des por vencido, siempre hay formas de hacer las cosas, incluso un cuento.  Le dijo con voz tranquila dándole unas palmaditas.

-- Pero es escribir, tiene que salir de mi mente, no veo otra forma.  Respondió algo frustrado.

-- Vos y yo nos vamos de aventura al río, cámbiate y trae tu vestimenta de caballero, tenemos una importante misión.  Martín lo miró con alegría, las aventuras que solía hacer con su hermano eran grandiosas, siempre las disfrutaba mucho.

-- Pero tengo que terminar esto para mañana.  Respondió volviendo a la realidad.

-- Hay tiempo, más tarde lo haces, yo te ayudo, ahora tenemos una importante misión, vamos!

De esa manera, esa tarde se la pasaron jugando en el río, subiendo por pequeñas mesetas, nadando, luchando contra temibles enemigos, con sus espadas de madera, y su vestimenta de caballeros, vencieron al gran dragón rojo y salvaron al pueblo de Zylan.  Cuando volvieron al anochecer, estaban hechos un desastre se bañaron y volvieron a su habitación.

-- Ya sé que título ponerle a mi cuento.  Le dijo Martín con entusiasmo.

-- El ataque del dragón rojo.  Alex había logrado su objetivo, el chico se había despejado, y en base a esa aventura que vivieron tenía mucho por contar en su cuento, claro siempre exagerando las cosas, la creatividad de un niño era muy poderosa.  Martín pudo escribir su cuento, donde dos grandes guerreros vencían al dragón, con ayuda de su hermano.

Cuando abrió lo ojos, se encontraba en su auto, con una sonrisa por aquel grato recuerdo.

-- Debería seguir mis propios consejos, nunca hay que darse por vencido, y siempre hay otras formas de lograr las cosas.

Retomó su viaje un poco más animado, aunque sin perder esa tristeza mezclada con nostalgia que lo envolvía y se dirigió a su tercer y último objetivo, había una cosa que sentía la necesidad de hacer, y era con respecto a Clarissa.

Dereck escribió:

Eitan Chassier

Por lo segundo, Eitan se sonrió.

Ora, ora! ¿Acaso me ves cara de tramposo?

Dejó pasar unos pocos minutos en los que hubo un extraño silencio.

Obvia la parte en la que te hice trampa cuando niños, eh!. Los dulces que estaban en juego valían cada artimaña.

Mencionó con una divertida sonrisa de autosuficiencia. Comenzando el juego, miró de reojo a su hermano mientras decía algo más. Eitan volvió a sonreirse.

Jeh! Yo ganaré, Dicky!

Así comenzó el juego. Se veia a Eitan muy concentrado. Dereck llevaba la delantera, por lo que el albino menor intentaba arreglárselas para cometer los menores errores posibles durante la carrera. Se sonrió por el último comentario.

Ne! No cantes victoria aún, caracola!

Llegó a un punto en que se disputaban el primer puesto.

Nos viera la abuela y anduviera gritando que dejemos éste juego de Satán.

Se veia muy entretenido mientras jugaba y recordaba algunas cosas. Se sonrió de recordar algo más.

Oye, oye... ¿Recuerdas cuando estrellé el tractor del abuelo contra la granja sólo porque nos quitaron el GameTube que había llevado para jugar? Yahahhaa!!! No es por nada, pero me entraron ganas de subirme de nuevo en uno!

Agregó al referirse al pasado.

Después de una mañana y tarde bastante agitada en la base militar al fin volvía a su casa a descansar, mientras manejaba recordó a su compañero, lo que había pasado en aquella ciudad destruida, pero no le quedaba otra, tenía que entregarlo, eran sus órdenes, siempre había sido fiel a su trabajo, por eso prefería trabajar sola, era más fácil, además aquellos poderes que tenia Alex y sus amigos, que pasará si un día quisieran dominar ellos, no les resultaría muy complicado, aunque la humanidad también tenía sus cosas, tanta guerra, como dispararon a matar sin que ella diera la orden aquel día, recordaba al General Haon subiendo por su unidad como si se tratará de una bestia, de algo estaba segura, asesinos no eran, sino la hubieran matado ese mismo día, al mismo tiempo tenía sus dudas si conspiraban o no contra la humanidad.

Cuando llego a su casa bajo del auto, abrió la puerta y entro, en la oscuridad sintió una presencia, algo había allí, enseguida saco su arma la cual sostenía en su mano derecha apuntando a la oscuridad, con su mano izquierda encendió la luz del living, allí estaba su compañero Alex, y un pequeño niño sostenía su mano.

-- Tranquila compañera, no te haré daño, baja el arma.  Le decía Alex mientras el niño miraba algo asustado la situación, Clarissa bajo el arma, sabía que no corría peligro.

-- Qué haces aquí? Voy a tener que dar aviso a las autoridades, y que demonios haces con ese niño?  Le respondió con voz calmada pero determinante.

-- Acaso no reconoces a tu propio hijo, compañera.  La chica lo miro con algo de asombro y con algo de ira.

-- Qué pretendes hacer? Por qué lo traes aquí? Y su padre, qué hicisteis con él?  Esas fueron las palabras que salieron de su boca, pero observó al niño y se sintió mal, que clase de madre había sido con él.

-- Pues sólo reúno a una madre con su hijo.  Aunque no pudo decir mucho más ya que el pequeño corrió a brazos de su madre, entre sollozos.

-- Mami...  Apenas dijo en un llanto agudo.

-- Tranquilo pequeño, va a estar todo bien.  No pudo hacer otra cosa que devolver el abrazo, sentir su cuerpito frágil, maldita sea, era su hijo, cada vez lo abrazaba mas fuerte, sentía tanto cariño pero a la vez culpa por el niño.

Una vez se calmaron las cosas, Clarissa preparo una chocolatada para el niño y dos cafés para ella y su compañero, dejo el llamado de las autoridades para más tarde.

-- Bien, ahora si, te escucho.  Dijo la chica esperando que su compañero explique como había dado con su hijo.

--  Cuando Haon te dio la dirección, uno de esos días la tome de tu bolso y la anoté, sabía que eras cabeza dura y no ibas a buscarlo, pero deje que pase el tiempo, en una de esas te animabas, y yo no tenía que meterme. Comenzó a explicar.

-- Pero te terminastes metiendo, como siempre.  Respondió algo molesta.

-- La cosa es que fui a la casa, estuve un buen rato, hasta que unos vecinos...  Bajó un poco la voz para que el niño no escuchará, igual estaba muy entretenido en el sillón frente al televisor mirando dibujos animados, mientras ellos charlaban en la mesa.

-- ...me dijeron que tu ex marido había muerto.  La mujer se asombro un poco frente a la noticia, aunque por otro lado se lo tenía merecido, más le daba pena por el niño que ahora no tenía a su padre.

-- Qué le paso?  Preguntó con curiosidad.

-- Al parecer perdió su vida en uno de los ataques a la ciudad por aquellos enemigos invisibles; de ahí me dijeron que se lo habían llevado a un juzgado de menores, fui al lugar, y con una de mis habilidades me infiltre hasta dar con el niño, le dije que lo iba a llevar con su mamá.  Clarissa lo escuchaba atentamente.

-- Deberías haberlo dejado allí, no creo que pueda cuidar de un niño tan pequeño, incluso siendo mi hijo.  Alex se sorprendió frente a esa frialdad, aunque en parte la entendía.

-- No lo deje allí porque esos niños son maltratados por el personal del lugar, me parece que va a estar mejor con su madre, no lo crees así?  La chica se apenó ni siquiera había averiguado lo que había pasado con su propio hijo, y lo dejo a la merced de gente que lo maltrataba.

-- Mira, te voy a ser sincero, sentí que me traicionaste aquella vez y me molesto mucho, pero las cosas se están poniendo feas, escucha bien lo que voy a decirte, tomate una licencia en el trabajo, y disfruta de tu hijo, estos pueden ser los últimos días de la humanidad.  Se quedo atónita frente a lo que su compañero le estaba comunicando, acaso estaba hablando de la extinción de la humanidad, el miedo y la desesperación recorrieron su cuerpo.

-- Lo dices en serio?  Preguntó nerviosa.

-- Si compañera, hay muchas fuerzas negativas, demoníacas, que tienen entre sus planes destruir todo lo que conoces, pero otras fuerzas estamos tratando de frenarlos, de que no logren su objetivo, hay esperanzas, pero insisto vive estos días como si pudieran ser los últimos, y que mejor que con tu hijo.  Alex había terminado su café, se levanto lentamente, la chica lo miraba, sin poder hacer, ni decir mucho más, el pelioscuro se despidió del niño.

-- Chau pequeño nos vemos cuida mucho de tu mamá.  El chico le sonrió, se acercó a la puerta de salida.

-- Chau compañera, puede que nunca más nos volvamos a ver.  Dijo para luego salir de la casa mientras escuchaba a lo lejos lo que le decía Clarissa.

-- Suerte Alex...  Se quedó mirando a su hijo, tan inocente, riendo con los dibujos animados, se levantó dejo las tazas en la pileta de la cocina, y se sentó junto a su hijo a ver la televisión, el cual la abrazaba.  Gracias Alex, por traerlo, voy a hacerte caso y lo voy a disfrutar al máximo.  Se dijo a sí misma.

El viaje de Alex estaba llegando a su fin ya era hora de volver a la mansión y forjar su destino.

SunakoSan escribió:

Mae Iwata

La rubia pedaleó a toda velocidad para llegar lo más rápido posible a la mansión aprovechando esa hora extra que le habían dado. En el camino se quedó pensando un poco en lo que le había dicho Daisuke, tanto que no podía prestar atención a la música como siempre solía hacer. Llegó y dejó el vehículo aparcado cerca de la dependencia de servicio.

-Quizá sea cierto, quizá finalmente él termine robándose mis logros ¿pero qué hago? -dijo pensando en voz alta, se mordió un poco las uñas y negó con la cabeza, como despejándose.- Tendré suerte si estoy viva para resolver ese problema…

Miró al cielo antes de entrar ¿qué estaba haciendo allí, a punto de arriesgar su vida? Si bien tenía dudas, no pensaba en abandonar la misión, solo que no lograba asimilar que estaba muy próxima.

-Estoy en casa~ -exclamó en voz alta, mientras se quitaba los zapatos a la entrada de la casa. Hacía mucho no seguía con las costumbres que su padre le había enseñado, pero por algún motivo ese día si lo hizo.

Al entrar definitivamente a la mansión escuchó de arriba provenir los ruidos de la sala de juegos y las voces de los hermanos Chassier jugando. Se sonrió a sí misma y siguió caminando. Llegó un punto donde su olfato pudo percibir un delicioso olor a pastel horneándose. Prácticamente corrió a la cocina y vio el horno prendido, luego se adentró al comedor.

-Mere-chan, huele delicioso lo que está haciendo! -mencionó bastante emocionada, con un dejó bastante infantil en su voz- No comí nada en el trabajo por los nervios y ahora me duele el estómago, uhm…

Se dejó caer en uno de los asientos que rodeaban la larga mesa.

-¿Cómo te ha sentado el día? -preguntó.

Suzume escribió:

Meredith Ackerman

En ese momento, la peliroja se encontraba aún en el comedor, aunque se veia entretenida leyendo uno de los libros que llevaba consigo esa mañana. Interrumpió su lectura apenas percibió unos pasos que se acercaban, con Mae apareciendo en el comedor. La ojirubí le sonrió con estima.

Hola de nuevo, Mae. Volviste muy pronto.

Cerró aquel libro.

En unos minutos el pastel estará listo. Te vendrá bien con ese apetito.

Le echó una fugaz mirada al reloj de pared que estaba en esa habitación. Volvió su atención a la chica por la siguiente pregunta. Llevó su índice a su mentón e hizo un gesto de recordar algo.

Umm.. No he hecho mucho luego que te fuiste. Fui al jardín luego de merendar y hasta ahora leía un poco mientras se cocinaba el pastel.

Regresó su atención a la chica y le sonrió.

¿Y a tí como te fue el día de hoy, Mae?

Todos escribió:

Deneb

Noah

Caía la noche en la mansión, y luego del día libre todos comenzaban a volver. Fue por eso que Deneb y Noah también regresaron de sus actividades del día, y esperaron al regreso de VI.

El lugar era obvio... a pesar del frío, la hoguera era un buen lugar. Para que todo el mundo supiera que debían de reunirse ahí también se encendieron dos antorchas decorativas de jardín, como guiando el camino. Estaban las sillas en un redondel, esperando, y Noah y Deneb que se dirigieron hasta allí, esperando a que cada uno llegara y se acomodara. Seguramente hablarían un poco del día, entre ellos, hasta que todos estuvieran presentes.

-Muy bien... supongo que han tenido un día de reflexiones. Primero que nada quisiera confirmar quiénes irán y quiénes se quedan. Sé que lo han dicho ya, pero quizás hayan cambiado de planes...

-Tengan en cuenta que no todos los Arrows antiguos podremos ir. Quizás lo mejor sea que vayan con VI, realmente... -dijo Noah.

SunakoSan escribió:

Todos escribió:

Mae Iwata

La rubia sonrió levemente.

-¡Genial! Además, no sabemos si al lugar que vamos podremos comer cosas tan ricas, al menos por un tiempo -dijo, intentando mostrarse un poco más positiva respecto de la futura misión.

Titubeó un poco con la pregunta de la pelirroja.

-Creo que bien, no se, me encontré con un viejo conocido y ese tipo de encuentros a veces te dejan pensativa… aunque intento pensar en cosas más importantes, lo trivial se termina volviendo imposible de rechazar -contestó, quizá un poco mareada por sus propias palabras.

Al levantar la mirada vio a través de las ventanas como algunas antorchas se prendían solas en el jardín, por el horario supuso que ya había llegado la hora de reunirse.

-Esperemos a que esté el pastel y vamos, mientras charlamos podremos compartirlo ¿no crees? -le propuso a su amiga. Tan solo esperaron unos minutos para que el postre estuviera listo, una vez que fue así la rubia se dirigió al jardín, no sin antes ponerse una campera bien abrigada.

-Hola a todos… -murmuró al llegar a la hoguera. Eligió un asiento y extendió sus manos lo más que podía para sentir el calor del fuego. Escuchó lo que decían sus dos superiores y asintió.

-Yo confirmo que voy, creo que si me lo preguntan una tercera vez comenzaré a dudar -bromeó un poco, más que nada para sacarse la tensión a ella misma. Pensó un poco en lo que decía Noah, si realmente tenían que ir con VI seguramente no sería una misión nada fácil.

Todos escribió:

Amanda Grudke

Después de haber oído cantar a Kevin y pasar por todas las formalidades del evento, los tres arrows regresaron a casa. Deneb fue el primero en adelantarse en todo lo referente a la misión, mientras que Amanda decidió pasar unos momentos por su casa y luego dirigirse al lugar del encuentro.

La maestra aprovechó para cambiarse de ropas y darse una ducha de agua caliente. Llegó a la hoguera justo cuando varios de sus alumnos iban terminando con sus actividades, saludó a todos con tranquilidad.

-¿Cómo les fue con sus cosas? -les preguntó para saber cómo estaban de ánimo. Luego, prestó atención a lo que decía Noah y asintió.

-Estoy de acuerdo con lo que dice Noah, esta tarea que realizarán es muy especial; tanto que ni siquiera nosotros podremos acompañarles… además, tenemos que quedarnos cuidando todo por estos lados, el enemigo no se quedará simplemente observando -aseguró, esperando a ver quiénes iban finalmente y quiénes se quedaban allí con ellos.

Todos escribió:

VI

Tal como estaba pactado, VI llegó a la mansión de manera puntual. La albina venía ataviada,a pesar de la época, con un vestido blanco pegado al cuerpo que dejaba ver, tranquilamente, una de sus piernas desde el muslo hasta el pie. Además, traía consigo una especie de maletín metálico, de esos que difícilmente se abren sin la llave adecuada. Caminó hasta la hoguera y se paró justo detrás de Deneb, sin unirse al círculo de asientos.

-Aquí está lo que me pidió, señor. Todo está listo para comenzar cuando usted dé la orden -dijo una con voz suave y relajada.

Miró a todos con la tranquilidad que le caracterizaba, el frío no parecía moverle ni un pelo. Alzó las cejas un momento.

-Solo espero que los que decidan ir tomen consciencia de que esto no es un mero juego de quién mata a quién como las misiones anteriores, hay algo más profundo y aquel que no logre entenderlo morirá en el primer intento -aseveró con frialdad.

Asi luce:

Una vez llego a la mansión con Deneb y Amanda, se fue directamente a la dependencia de servicio a ponerse una ropa más cómoda, mientras Deneb hacía los preparativos para la reunión, no llego a ver a los otros chicos, se quedo un rato recostado pidiendo que sus hermanos vástagos tuvieran éxito en la misión, se asomó por el balcón, ya anochecía y se estaban encendiendo unas antorchas, parece que todo estaba por empezar, no dudo mucho se puso una campera y se dirigió al lugar de reunión para despedirse de aquellos que iban a emprender ese extraño viaje.

Cuando llego ya varios estaban allí, incluso VI.

-- Buenas.  Dijo con timidez ya que todo aquello encerraba cierta tensión y misterio, debía comportarse a como era la situación.

Se sentó al lado de Mae.

-- Qué tal tu día?  Preguntó con cierta tranquilidad.

Respondiendo a la duda de los superiores sobre quien iba y quien no dijo.

-- Como dije esta mañana, me quedaré aquí para defender y darles tiempo a los que vayan, a lograr el objetivo.  Afirmó con determinación, por un lado le llamaba la atención aquel extraño viaje, pero alguien tenía que quedarse en la mansión para ayudar a los antiguos arrows a repeler cualquier ataque que pudieran sufrir.

Alex Slade

Su peregrinaje había terminado, había cumplido con todo lo que se había propuesto ese día, y se acercaba el comienzo de aquella misión que podía ser la última, cuando llego a la mansión observó que ya algunos estaban reunidos, un camino de antorchas guiaban hasta el lugar, pero primero paso por la dependencia de servicios para asearse un poco en el baño, se lavo la cara en la cual todavía había rastros de tierra donde habían pasado sus lágrimas, también sus manos.

Una vez más presentable fue con el resto.

-- Buenas noches, espero hayan aprovechado el día para hacer sus cosas, estoy listo para comenzar. No se sentó con el resto, se quedo parado un rato y ante la duda de los superiores de quienes iban al final, respondió.

-- Sigo manteniendo lo que dije, iré en esa misión. Pero antes quisiera saber algo. Hizo silencio unos segundos para luego preguntar.

-- Nanako sabe que alguna vez fue una Diosa? Y si es así, esta de acuerdo con volver a despertar los antiguos poderes que tenía? Pues por algo los dejo en su momento, o estamos actuando a sus espaldas? Esperaba que la chica supiera, y que estuviera dispuesta a tomar ese importante rol por el bien de todos, tampoco quería arrebatarle su tranquila vida humana sin ni siquiera hablar con ella al respecto.

Igual, si la respuesta era negativa, pues no iba a dejar la misión, todo sea por un bien mayor, la vida de una persona para salvar la de miles.

Eitan escribió:

Mientras jugaba comía una que otra cotufa, el momento se estaba poniendo bastante divertido hasta que Eitan evocó aquel recuerdo en la granja de los abuelos.

Pronto, en la pantalla, aquel auto que Dereck manejaba fue bajando velocidad hasta detenerse, los demás autos comenzaron a pasarle uno por uno incluso en el de Eitan. Dereck mantuvo la mirada fija en la pantalla.

Claro que lo recuerdo, como olvidar todos esos momentos y tantas cosas que hemos compartido juntos con papá y mamá.

Aunque de alguna forma Dereck había perdido la esperanza de volver a verles por una razón extraña (Lo ocurrido en en Pandemonium) No quería que Eitan se sintiera así.

Dejó el control en el suelo y por fin miró a su hermano.

Conserva esas ganas Eitan, y no las pierdas, mantén viva todos esos anhelos de volver y hacer lo que hacíamos, visitaremos esa granja nuevamente. Aférrate a eso porque yo voy a estar esperando tu regreso ¿Entiendes?

Se acercó a su hermano para quedar frente a él.

Pensaba oponerme rotundamente a tu decisión e ir yo en tu lugar, pero... se que ya no puedo continuar sobretegiendo a mi hermanito, has demostrado de lo que eres capaz cuando en verdad te propones conseguir algo, así que lo único que puedo hacer es confiar en ti, porque tienes una fuerza increíble, Eitan y ya no eres un niño...

Dereck tomó a Eitan del rostro con ambas manos.

Lamento ser tan hostigoso a veces y preocuparme de más. Ve y has lo que tengas que hacer, yo te esperaré...

Sonrió hacia Eitan y pegó su frente con la del peli-lila.

No suelo decírtelo seguido, pero trato de demostrártelo de otras formas, te amo hermano, eres el mejor compañero y amigo que puedo tener.

Finalmente le abrazó con fuerza.

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Después de un rato y agradable momento entre hermanos, la noche llegaba y anunciaba la hora en la debían de actuar, Dereck bajó en compañía de Eitan y se reunió con los demás y escuchó lo que mencionaban.