[ER] Mansión Deneb

Eitan escribió:

-Entonces fue por eso..-

Las imágenes eras lindas, se notaba que Eitan quería mucho a su hermano, tanto que conservaba todo eso en su móvil.

-Acabas de decir algo curioso, Si Dereck decidió darles una oportunidad y aceptó ¿Por qué tú no se las das? Mejor dicho ¿por qué no te das esas oportunidad de ser lo que eres?-

Cruzó las piernas también y continuó.

-Dereck también está consciente de que solo tú estarás con él cuando los años pasen ¿No lo has notado? Por eso en Shangai no lo pensó dos veces y fue detrás de ti cuando entraste a aquel edificio, aún arriesgándose. Y por eso se ha esforzado en avanzar, también eres su motivo, pero has hecho que te vea como su "hermanito" al que debe cuidar.-

Solo por alguien muy querido te arriesgabas de esa forma.

-Y lo hizo porque se preocupa por ti, tú mismo se lo has dicho, que es demasiado sobreprotector. Ahora piensa ¿Qué has hecho tú para demostrarle que no tiene por que preocuparse demás? ¿Para hacerle sentir que puede tener plena confianza de dejarte solo en una misión o algo así? Si a Dereck no le transmites eso y no lo nota, siempre va ir detrás de ti para protegerte.-

Ladeó la cabeza para mirarle.


-Incluso yo, me preocupé y por eso estoy aquí. A pesar de que tienes un carácter algo explosivo, percibo en ti mucha fragilidad. A ver, Peter Pan, dime que prefieres ¿Qué Dereck sea el que te proteja todo el tiempo como si fuera tu padre por los siglos de los siglos o que entre ambos se apoyen? Por lógica se que Dereck es la persona a la que recurrirás primero, es tu hermano de sangre, pero me gustaría que también confiaras en los demás aunque sea un poquito. Sé lo que siente que no confíen en ti o que duden de ti...-

Posó la mano en el hombro.

-¿Cómo va a sujetarse  Dereck de tu mano si vas a dudar en hacer algo, solo porque tienes miedo?-

Le miró con cierto sentimiento.

- Eitan... cuando pierda a mi familia de sangre, voy a necesitar de mis hermanos vástagos, voy a necesitar de ti. Por eso desde ahora intento crear lazos con ustedes.-

Le dio un fuerte y sentido abrazo al peli-lila.

Slade escribió:

Himoru escribió:

Okazaki escribió:

Iwata Mae

La chica llegó a la mansión con una sonrisa de oreja a oreja, aunque al entrar y analizar la situación no fue dificil entender qué pasaba.

-Asi que Eitan está mal de nuevo… ojalá Omeny lo pueda ayudar -suspiró con algo de resignación, sabía a ciencia cierta que ella no tenía esa capacidad.

Tardó unos minutos para percatarse de que Rania estaba allí. No por ignorarla, sino por su evidente cambio y vitalidad. La saludó con algo de timidez, una vez que Gabrielle y Alex ya lo habían hecho.

-Qué bien te ves, pareces una persona distinta, Rania. Ojalá  no sea tan dificil adaptarte -le dijo con sinceridad justo cuando Gabrielle decidía salirse del lugar, finalmente miró a todos los que quedaron allí y les mostró su cámara.

-Mi autoregalo de cumpleaños, je. ¿Por qué no posan y les saco una foto? -les propuso a la chica, a Alex y a Deneb, que eran quienes estaban allí.

Todos escribió:

Joseph Deneb

Cuando Deneb recibe el regalo de Gabrielle, asiente y le da las gracias.

-Es muy bonito de tu parte. Gracias -le dijo.

Luego, mientras en otro lugar Eitan y Omeny hablaban, en la dependencia de servicio aparecía Mae con su nueva cámara y les proponía a Alex, Deneb y Rania, sacarse una foto.

-No, mejor le colocamos el automático, y también sales tú Mae... -le propuso Deneb.

Así hicieron. Dejaron la cámara en una mesita y sin que Alex ni Rania pudieran evitarlo, se disparó la fotografía. Un curioso grupo: Rania, Deneb, Alex y Mae.

-Siempre me ha gustado la fotografía. Uno de los inventos que, recuerdo, más me ha maravillado a través del tiempo -dijo Deneb, explicando así el por qué se había dejado fotografiar tan fácilmente.

Eitan Chassier

El pelilila se vió tenuemente sorprendido por la primera interrogante. Desvió su mirada.

Ora... yo... mmm...

Parecía pensar en una respuesta a eso cuando de pronto Omeny prosiguió. Volvió sus orbes azules hacia la chica, aunque con el hecho de recordar lo de Shangai con sus palabras, desvió nuevamente la mirada al frente, decepcionado. El recuerdo le pesaba y ahora la forma como Omeny exponía coherentemente la situación, le hacía sentirse aún más culpable.

Es porque soy débil.

Apretó sus puños con fuerza, molesto consigo mismo... se veía claramente en su rostro. Enfocó sus vidriosas orbes de nuevo en aquella por lo siguiente. Acabó bajando la mirada, arrepentido. Sentía demasiada culpa encima y ahora le era fácil comprender el por qué Dereck no dejaba de sobreprotegerlo aunque él mismo se lo pidiera. Se asombró otro poco cuando la chica confiesa su propia preocupación, por lo que se mantiene evadiendo su mirada cargada de culpabilidad. Nuevamente un par de lágrimas que, aunque intentaba reprimir, salían con extrema libertad. Sintió la mano de Omeny en su hombro. Sus palabras le daban en el clavo. Por más que pensaba en las respuestas a sus fugaces preguntas, le hacía ver lo patético que era. Con un par de lágrimas asomadas por sus ojos, no pudo soportar más. Flexionó de nuevo sus piernas con sus rodillas mirando al techo y ocultó su rostro contra sus miembros mientras se rodeaba la cabeza con los brazos. Lloró en silencio como cualquiera no hubiera podido ver, descargando todo su dolor y cargamento de decepciones.

En su fragilidad momentánea, intentó controlar un poco sus propios sollozos para atender a Omeny cuando ésta comenzó a hablar de nuevo. Aún en la posición en que estaba, sintió aquel abrazo fraternal, el cual le hizo separar el rostro de sus piernas y abrazarla con fuerza como si le hiciera falta abrazar a alguien de esa manera. Sus mejillas estaban muy húmedas y sus ojos ya estaban un poco rojos, haciendo contraste con el azul de su iris brillante.

Soy un estúpido por no ver todo eso.

Cerró aquellos dolorosos ojos y se aferró un poco más a Omeny.

Lo siento, Wendy...

Volvió a abrir sus orbes, ésta vez viéndose muy convencido.

Haré lo que sea necesario para avanzar como Dicky y todos los demás... No los voy a dejar solos!

Bajó un poco la mirada.

Mientras tanto, "no me sueltes"

Emuló una de las frases de Omeny al compensarse en tanto sonreía un poco y cerraba de nuevo los ojos.

Todos los demás escribió:

Meredith Ackerman

Tras llegar a la mansión, agradeció a Gabrielle por haberla traído. Se dirigió al baño a arreglarse un poco del desastre que se había ganado con tanto contratiempo en el camino y empezó a buscar a los demás. La mansión estaba algo silenciosa, por lo que supuso estarían en la casa accesoria.

Se dirigió hacia la dependencia de servicio y vio a Deneb con Alex, Gabrielle, Mae e incluso otra chica que no había visto.

Hola a todos, Señor Deneb, Alex.

Especificó especialmente a ellos ya que a Gabrielle y Mae los había estado viendo en todo el día. Se enfocó, sonriente, en la joven de negros cabellos.

Hola. ¿Eres una nueva hermana?

Sonrió con mucho agrado mientras llevaba sus manos hacia atrás para juntarlas.

Mi nombre es Meredith. También soy algo nueva. ¿Cómo te llamas? Me gusta mucho tu cabello.

Confesó. El negro azabache tan brillante captaba su atención. Miró luego a Alex.

¿Cómo ha sido tu día, Alex? ¿Todo bien?

Preguntó al joven, aún sonriente.

Eitan escribió:

A pesar que nunca había visto llorar a Eitan de tal forma, Omeny se sintió bien de haber podido hacer que Eitan sacara su sentir.

Atendiendo su petición,mantuvo aquel abrazo.

-Eso es, Eitan... Todo irá mucho mejor ahora si tú quieres.-

En algún momento ella también sintió esas ganas de recibir un abrazo. Como ese día, en el que compartió su logro con los que estaban en casa al llegar y aunque Deneb no se inmutó ante su abrazo, no le culpó, no estaba acostumbrado y quizás ella también había exagerado al aventarse así sobre su "Padre Vástago".

Por esos instantes se sintió contenta al sentir que su abrazo era correspondido. Tras un rato se separó y limpio las mejillas de Eitan.

-Te traeré unas bolsitas de té de manzanilla para desinflamar esos ojos. Ahora vuelvo.-

En realidad fue al baño y lavarse las manos y a buscar el botiquín para desinfectarse las heridas en sus nudillos y ponerse unas "banditas"

Salió con ánimo acostumbrado.

-¿Quieres quedarte aquí o quieres bajar a comer algo? Yo tengo mucha hambre, se me antoja preparme una enorme hamburguesa doble con papas fritas. vi que hay algunas bolsas en el congelador.-

Se saboreó de solo imaginarla.

Todos escribió:

Amanda Grudke

Una vez que TODOS habían regresado a la mansión, Amanda se hizo presente. La mujer traía un vestido blanco pegado al cuerpo y un enorme de ala ancha con un lazo rojo, muy parecido al que solía llevar siempre en el cabello. Definitivamente, era ropa como para salir a algún lugar especial.


Bajó de su camioneta y los reunió a todos en la puerta trasera de la casa principal cuando todos hubieron terminado con sus asuntos pendientes, hablar, comer, etc. Allí les comentó que para el nuevo entrenamiento irían a un lugar distinto, fuera de la ciudad.

-No será mucho tiempo, así que no se me impacienten -les dijo a modo de broma. Miró también a Rania y le sonrió con amabilidad- Por supuesto, también estás invitada. Sería bueno que vengas para que conozcas mejor a los chicos y nuestros métodos ¿ne?

Los invitó a subirse a un mini-bus, cortesía de la compañía de transportes de Haon. Era idéntico a aquel mediante el cual habían ido a una posada, hace tiempo. En él anduvieron por algunos minutos, hasta llegar a un típico templo japonés, que se encontraba rodeado por un frondoso bosque.

-Después de lo que pasó en la última misión con Bastorius no podemos quedarnos de brazos cruzados, hay que comenzar a enfocarnos y a mejorar si queremos conseguir algo mejor. Para eso, tuvimos que venir a este lugar. Tenía que ser un lugar tranquilo, un lugar donde ustedes pudieran pensar y, sobre todo, un lugar a donde los animales vienen mucho. -dijo, acomodándose enfrente de todos ellos y sentándose en el suelo, el cual estaba cubierto de hojas. Con un gesto de la mano, les proponía hacer lo mismo.

-Como todos saben, tenemos una bestia interior. Hasta ahora, logramos dominarla parcialmente, puesto que la forma de vástago que manejan no es la definitiva. Pero también, tenemos que tener la capacidad de oír lo que dicen las bestias a nuestro alrededor -comentó con tranquilidad y de forma pausada, esperando que todos pudieran comprender.

-Lo que tienen que hacer ahora es concentrarse e intentar comprender a los animales que están dando vueltas por el templo. Si se esfuerzan lo suficiente por hacerlo, podrán entenderles. Intentenlo y después vemos qué sucede… -concluyó, animandolos a comenzar.


Acciones:

-Seguirán en: [ER] Jinja Temple - Templo Shinto (Entrenamiento)
-Traer el cofre que han comprado y no separarse mucho de él.
-Concentrarse, meditar o utilizar alguna habilidad para intentar entender a los distintos animales alrededor del templo.
-Por cada intento, arrojar 3 dados de Elementos.
-Repetir el proceso de diferentes maneras hasta que 2 de los dados de elementos coincidan en un mismo elemento: EJ: Fuego, Fuego, Agua. Coincidencia: Fuego.

Notas:

-De lograr la coincidencia, pedir a Amanda nuevas indicaciones para la segunda etapa.

Todos en la habitacion de Gabrielle escribió:

Rania

La chica parecia estar tranquila absorta en sus pensamientos cuando un ave le hacia salir de los mismos para despues descubrir que era un hombre que se presentaba ante ella.

- Asi es, muy linda, no recuerdo haber visto el cielo asi desde hace mucho tiempo-

Comentaba para despues asentir y cuando iba a seguir la charla alguien los interrumpia, esta persona era Deneb y le dirigia unas palabras.

- No fue gracias a ti completamente si me permites decirlo, tus nuevos reclutas son...especiales-

Indicaba con seriedad mientras suspiraba un poco y se mostraba un poco impresionada por el ultimo comentario.

- Asi que el es el hermano de Mandos, espero sea alguien habil, su hermano tiene una reputacion bastante alta entre los apostoles-

Comentaba con tranquilidad para despues observar que Gabrielle se integraba al lugar y notaba como le entregaba un regalo, era un pequeño conejo de peluche el cual le hacia sentirse un poco ruborizada pero lo abrazaba un poco para despues sonreir.

- Es suave y lindo...muchas gracias Gabrielle-

Indicaba con cierta sonrisa de alegria para luego observar que entraba alguien mas, era otra de las chicas a las que habia enfrentado.

- Tratare de adaptarme pero costara mucho, hay demasiado en el pasado aun-

Comentaba para luego al exponer su idea Mae sobre la foto, no parecia discutir e inclusive no se notaba que no le gustaban las fotografias, sin embargo Joseph tenia otra idea y la ponia en practica, por lo que en la foto salia mirando curiosa al grupo mientras abrazaba a su conejo.

Despues otra joven se acercaba, esta vez la chica no le era familiar, por lo que supuso era una persona nueva inclusive para muchos de ahi.

- Mi nombre es Rania y se puede decir que soy una nueva aliada-

Indicaba tranquilamente ya que ella no estaba acostumbrada al manejo de los terminos en el sitio y ademas aun no se sentia tan unida a alguien como para llamarle hermano o hermana.

- Mucho gusto mi nombre es Rania y agradezco tu cumplido-

Despues de platicar un poco con los presentes, todos se reunian en un punto de la mansion, por lo que Rania sospechaba se trataba de algo importante y por ello les seguia con tranquilidad. Una vez que miraba quien los reunia, no decia nada, simplemente se quedaba en silencio. Ante la propuesta de Amanda asentia.

- Creo servira de mucho...agradezco la invitacion y cuenten conmigo-

Respondia la joven con tranquilidad y seguia a todos hasta subirse al mini bus. Cuando Amanda comentaba algo, la chica asentia.

- De no liberar el potencial real de sus bestias espirituales, sera dificil consigan hacer algo al resto de los apostoles-

Comentaba mientras se sentaba en el sitio y trataba de relajarse.

Eitan Chassier
Meredith Ackerman

La semana había pasado muy rápido. Entre practicar un poco lo nuevo e ir al trabajo, se le fue el tiempo a la peliroja; en tanto, el menor de los Chassier de vez en cuando se veia obligado a salir por más dulces a la ciudad (con su nuevo compañero de glotonerías, ya poco le duraban los cargamentos de golosinas). Extrañamente, el único día en que Eitan no quiso salir de su habitación, fue el 30... se le pasó la fecha entre comiendo dulces y haciendo quién sabe qué cosas con su móvil y su sofisticada computadora.

Ya venía siendo un nuevo día. Meredith (ya prácticamente acostumbrada a dormir en la misma habitación con un chico) se despierta de su profundo sueño y se sienta un momento en su cama para admirar el cielo a través de la ventana desde su puesto. Sonrió. Parecía ser un gran día. La chica miró hacia la cama vecina. Aún se escuchaba a Eitan roncar y otro sonidito algo gracioso: el demonio que le acompañaba al chico dormía cómodamente sobre una de las almohadas libres y cubierto con un pañuelo como manta. Meredith acercó su diestra a sus labios y rió un poco muy bajito para no despertarles... Aquel panorama le parecía acogedor.

La joven se levantó de la cama, ésta vez notándose que llevaba una pijama más completa de pantalón y camisa que había tomado de entre las ropas que le ofrecía la mansión... Se había cuidado mucho de no ponerse "tan" cómoda como solía vestir para dormir... A pesar de haberse acostumbrado a Eitan, aún se sentía algo incómoda con el asunto de las habitaciones.

Pijama de Mere:

La chica fue al baño y se arregló para salir por fin de su habitación.

Ashi viste x3:

Bajó primeramente a la cocina, ya acostumbrada a ver movimiento en el lugar todos los días temprano. Miró el interior... no había nadie aún. La chica sonrió.

Bueno, creo me levanté muy temprano hoy.

Mencionó para sí misma y se dirigió a tomar lo necesario para preparar un café con leche y sandwiches para quienes llegaran.

Eitan y Meredith escribió:

Actividades de días posteriores:

La puerta de la dependencia se abrió, Omeny entraba, había regresado de correr. (Salió desde temprano)

-¡Qué onda, Mere. Buenos días!-

Le saludó animosamente.

-Pensé que nadíe se había levantado aún. Uff esto de salir a correr temprano es genial. Bueno ya estoy a costumbrando nuevamente,me estaba volviendo algo perezosa, .-

Comenzó a reír. La chica se lavo las manos.

-¿Qué estás desayunando?.-

Kisa escribió:

Meredith Ackerman

Una vocecilla ya conocida, la hizo voltear.

Buenos días, Omeny. ¿Dormiste bien?

Preguntó sonriente a la chica. Rió un poco por el siguiente comentario.

Yo también pensé que era la única despierta a ésta hora. Debes tener hambre luego de correr tan temprano.

Comentó mientras ponía a calentar otro de los sandwiches que ya había armado. A la siguiente pregunta, volvió a mirar a su compañera en la cocina, sonriente.

Bueno, he preparado unos sandwiches y café con leche para desayunar. Puedes tomar aquellos para tí. Están calientes.

Señaló con el cuchillito que cargaba hacia la comida que habia acabado de retirar. Volvió su atención a lo que hacía.

Se ve que eres una chica muy atlética, Omeny. Me encantaría verte jugar!

Agregó y volvió a sonreirle con sinceridad.

Rania

Aquel entrenamiento habia terminado y Rania parecia contenta de ver como aquellos que alguna vez fueron sus enemigos iban avanzando a paso firme, lo que le inspiraba cierta confianza y una necesidad de avanzar por lo que al regresar a la mansion solicitaba se le indicara en que habitacion podia dormir.

Una vez que le fue indicado aquello, ingresaba y se retiraba la ropa que habia tomado y pedia a alguna de las chicas una pijama prestada. Suspirando se quedaba dormida ese dia para al siguiente despertar temprano y arreglarse con la misma ropa y salir de la mansion. Recordaba que habia aprendido algunos oficios y ademas aun conservaba algunas cuentas bancarias de su ex esposo por lo que acudia primero al banco a retirar una fuerte suma de dinero recibiendo pesames que no requeria y que la hacian sentirse repugnante, pero que agradecia cortesmente.

Despues de ello sonreia un poco y acudia a varias tiendas de ropa para comprar bastantes piezas de diferentes colores, estilos y materiales, todo se lo probaba y finalmente al verse se decidia o no a comprarlo. Aquella sensacion de cierta satisfaccion no la tenia desde tiempo atras, por lo que al experimentar dicha emocion no podia evitar sonreir un poco. Finalmente la tarde de ese dia, Rania salia con muchisimas bolsas llenas de ropa, zapatos, maquillaje y otras cosas, incluyendo prendas extras para entregarlas a las compañeras que le habian ayudado queriendo o no.

El siguiente dia acudia a un lugar, una especie de oficina y salia de ahi con varios papeles y una computadora personal, su nuevo trabajo era el de traductora, asi que los escritos que le habian dado debia traducirlos a varios idiomas y lo mejor era que podia hacerlo desde casa, ya que aun le era dificil acostumbrarse al bullicio de la gente en la calle y temia que eso en algun momento le hiciera perder el control, habia sido una suerte que el dia de las compras que hizo, su mente se enfoco en esa accion y no lo que habia a su alrededor.

Extrañamente y de manera inusual, la joven se enteraba que era el cumpleaños de uno de los integrantes de la casa por lo que haciendo uso de su valor salia de la mansion hacia una pasteleria y compraba un pastel mediano de chocolate, cubierto de pequeños dulces M&m´s. Aun no se atrevia a hablar con Eitan por lo que le habia hecho asi que simplemente ingresaba a la habitacion y al verlo concentrado, dejaba el pastel a un lado de el no sin antes decirle timidamente:

- Feliz Cumpleaños-

Los dias siguieron y Rania realizaba rapidamente su trabajo para seguir con una tarea personal, ya que estaba aprendiendo a manejar un poco mas el cambio de sus poderes, ya que la negromancia ya no era su poder natural. Cuando realizaba alguna accion y falla, cuando pensaba en otras cosas o simplemente se cansaba de tratar de hacer algo suspiraba y decir una frase le servia como un alivio a su pesar.

- Ari no mama no...sugata miseru no yo..-

Finalmente estaba consiguiendo a su propio ritmo y lucia mas tranquila, el dormir le era reconfortante y por ello lo hacia con cierto disfrute. La mañana de aquel dia se levantaba por el aroma que comenzaba a percibir. Bajando vestida con una pijama de vaca, bostezaba un poco y se ponia un tanto sonrojada de ver a sus dos compañeras ya arregladas.

Meredith y Omeny escribió:

- Bu..buenos dias-

Exclamaba mientras se acercaba y se sentaba esperando mientras jugueteaba con unas flores que habia en un florero cercano y estas adquirian un color mas brillante y dejaban salir un dulce aroma.

Meredith, Rania escribió:

-Gracias, Meredith, si me abrió el patito.-

Para su sorpresa, la peliroja parecía interesada en ella.

-¿Lo dices en serio?-

Mencionó antes de poder dar la primera mordida al sándwich.

-Si logro ser titular y voy al torneo, ojala pueden ir al estadio, o tal vez transmitan el juego por TV.-

Alguien más se les unía.

-¡Qué onda Rania, buenos días! ¿Ya te sientes mejor?-

Ella percibió aquel aroma floral.

-Que bien huele... Oye, ¿tienes habilidad para las flores también? ¿Quieres desayunar algo? Meredith hizo café y Sandwhiches.-

Le ofreció uno de los que ya estaban calientitos a Rania.

-¿Sabes, Rania, me da gusto haber podido hacer algo y que ahora estés aquí.-

Le sonrió con simpatía.

-¿Quieres contarnos un poco sobre ti?, mmm no sé, lo que sea, tus aficiones, gustos y esas cosas.-

Meredith Ackerman

Por la respuesta de Omeny, Meredith sonrió.

Eso sería fantástico!

Luego entraba alguien más a la cocina, con la peliroja dándole la bienvenida con una dulce sonrisa.

Buenos días, Rania. ¿Dormiste bien?

Se percata entonces de la pijama de vaquitas.

Ah! Me encanta tu pijama. ¿Dónde la compraste?

Preguntó, claramente interesada por la ropa. Regresa su atención hacia la comida para calentar otro sandwich más. Omeny invitaba a la chica a sumarse al desayuno.

Vamos! Toma algo o se enfríara.

Dijo, echándole una miradita rápida a la recién llegada y disponerse a seguir cocinando. Instantáneamente, un delicioso aroma a flores se siente en el lugar. Meredith olfateó suavemente al aire, con gusto.

Huele muy bien.

Al voltear, nota a Rania con el florero. Incluso se había dado cuenta que las flores se veían mucho mejor.

Oh, Valla! Se ven mucho mejor que cuando entré. ¿Tú habilidad es darle vida a las cosas?

Preguntó sonriente a aquella. Después de todo, desconocía muchas cosas sobre aquella pelioscuro.

Gabrielle Cohen O.

Terminó el entrenamiento, pero aún tenía una duda, ¿Por qué era más peligroso usar la nueva criatura? Lo haría cuando se presentase la ocasión, no tenía muchas fuerzas. Decidió ir a dormir como ameritaba el momento. Rania solicitó una habitación nueva, iba a ofrecerle la suya pero recordó que Kevin estaba ahí y no era lo más adecuado ahora. esperó a saber donde la acomodarían, seguro con Alex ya que estaba disponible la cama de Dereck, y aunque estuviera lo más seguro era que se la cediera.

Dibujo un poco más antes de ir a dormir, había temas nuevos, pero seguía predominando una mirada en sus bocetos. Los guardó y se acostó, la semana sería pesada. Cuando fue el cumpleaños de Eitan, le regaló un conejito parecido al de Rania pero con el sueter lila, como el cabello del chico. Celebró animado con los demás aunque se mantuvo un poco lejos de Dereck.

Tuvo que ir a trabajar y se sintió un poco raro, Dhalan ya no gritaba como antes, eso relajaba a muchos pero de cierta forma le incomodaba, porque sentía que no le estaba poniendo pasión a lo que hacía quizá... pero no, un novato como él tratando de apoyar a alguien tan experimentado era un mal chiste. Aún así decidió hacer algo. Esa noche preparó unos cupcakes, tomó uno y lo llevó a la habitación de Rania, le había hecho un zorrito de glaseado. Dejó los otros en la cocina y le hizo animalitos diferentes para que cada quien eligiera uno que le gustara.

Ese día en el set, casi a hurtadillas puso el pequeño detalle cerca de Dhalan, donde acostumbraba poner sus alimentos. Le pidió complicidad a Franz, no quería que el director se sintiera comprometido o algo así. Volvió a maquillaje y se puso en manos de Mae, volvió a salir a escena, le tocaban algunas escenas sencillas por lo que no hubo gran problema. En general la semana había sido tranquila y esperaba poder descansar ya que ahora su horario no era lo que se decía fijo, a veces podía llegar más tarde o no llegar... a la hora convenida.

Ese día estaba molido cuando despertó, como siempre fue a dar unas vueltas al jardín para hacer un poco de ejercicio, luego regresó a bañarse y finalmente cuidaba de nuevo su cabello con aquella paciencia que había dejado de tener. Se arregló con cierta dedicación y bajó a la cocina donde estaban todas las chicas. Estaba a espaldas de Rania y volvió a abrazarla suavemente.

-Te ves bien con las vaquitas- le acarició el cabello y saludó a las demás con cariño, había llegado a él el olor de las flores y al escuchar a las otras chicas miraba alegre a Rania -Wow! Qué bien que puedas hacer eso... así siempre me acordaré de ti cuando huela flores- comentó aspirando la fragancia. Se sentó a su lado y miraba a la pelirroja hacer el desayuno, se iba a dejar consentir, por esos momentos crear algo para comer no le apetecía.

Meredith, Omeny, Gabrielle escribió:

Rania

Ante las primeras preguntas de Omeny, asentia con la cabeza y sonreia un poco.

- S..si ya me siento mucho mejor gracias-

Despues ante la invitacion a desayunar, se apenaba un poco pero aceptaba de buena gana y se sentaba para empezar a desayunar.

- Realmente no sabia que pensar o el porque fui salvada pero ahora mientras mas pasa el tiempo siento que todo es por una razon y en algun momento lo descubrire-

La ultima pregunta de la misma chica le hacia suspirar un poco.

- No hay mucho que contar, ingrese al noviciado a los 15 años, realmente no tuve algo asi como aficiones aunque debo confesar que el bailar me hace sentir mas tranquila, tambien aprender otras lenguas y pues creo me gusta mucho tambien comprar ropa que pocos se pondrian-

Comentaba a la par que mordia un sandwitch y parecia maravillada por el sabor. Despues su mirada se centraba en Meridith y contetsaba cortesmente.

- Si, dormi muy bien y gracias por el cumplido, mi pijama la compre en una de las tiendas del centro comercial, si quieres despues te llevo-

Decia con cierta pena para luego recordar una de las cosas que habia preguntado Omeny y ahora lo hacia la otra compañera por lo que bajaba la mirada y suspiraba.

- Es mi habilidad que estoy desarrollando, digamos que antes mi habilidad era manipular a los espiritus y la muerte, por ello mi vida estaba rodeada de ella, pero al venir aqui a cambiado y por ello debo concentrarme asi como aprender a manejarla aun mas, creo que las flores lo agradecen-

Decia con cierta diversion para luego al sentir el abrazo de Gabrielle, sonreir un poco mas.

- Si? gracias...eres muy amable Gabrielle, yo te recuerdo con el conejito que me diste-

Despues proseguia a seguir desayunando y mirando a los presentes meditaba un poco para luego cuestionar.

- Y ustedes en que trabajan?-

-Eso si lo noté que te gusta bailar.-

Mordió otro poco su sandwich.

-Eras muy joven cuando iniciaste ¿Y qué te motivó a entrar de novicia? -

Gabrielle se les unía.

-Buenos días, Gabo.-

De igual forma Rania quería saber sobre ellos.

-Yo no tengo trabajo, recientemente ingresé a un equipo en un club deportivo. Juego soccer, me gusta mucho y gracias a que pasé la prueba de admisión podré retomar mis estudios.-

Contaba con suma alegría.

-Debo esmerarme para conseguir ser titular y poder ir a un torneo. El entrenador del equipo femenil nacional me dijo que quería ver mi nivel.-

Con pose casi heroica, la chica señalaba hacia el frente..

-¡Omeny Hamilton algún día llegará a las ligas mayores y jugará en una copa mundial!-

Comenzó a reírse de si misma

-Por ahora es algo que aún está muy lejano, pero mientras alcanzo mi meta, trabajo duro.-

Sonrió con simpatía a Rania.

Todos escribió:

Kevin Iruka

Los días eran largos y aburridos, pasaban de a poco, aunque un poco más rapido cuando se iba con Brian por ahí, o a su casa.  Habían empezado a jugar a que eran un dúo musical, y en la casa de Brian habia toda clase de instrumentos, no le faltaba nada a aquel chico... bueno quizás si algo le faltaba, un padre y una madre mas presentes, en general el chico se la pasaba mas sólo que con sus padres, porque ellos siempre estaban ocupados, viajando y lo dejaban a cargo de una de las mujeres de la limpieza, la cual hacia de niñera.

Por esta razón pasaban mucho tiempo juntos, en la mansión casi ni estaba, en el dúo musical Brian era la voz, cantaba bastante bien, ya que kevin no podía debido a su tartamudez, además el chico del parche en el ojo tocaba la guitarra, mientras Kevin se dedicaba a tocar un hermoso piano que tenian en la casa y lo hacía bastante bien, algunas veces tenía clases gratis de música porque la familia de Brian había contratado a un profesor para que le diera clases particulares a su hijo, clases de las que Kevin a veces tambien participaba.

El 30 de Enero, era el cumpleaños de Eitan, y como el chico a él ni lo registraba y nunca hubo ningún lazo, ni nada que los uniera, prefiero irse a la casa de Brian prácticamente todo el día, así dejaba a Eitan con los que verdaderamente les importaba y que le festejen el cumpleaños como quisieran, probablemente otro gran desayuno como era habitual en la mansión, ya que los tiempos no dejaban mucho más, entre trabajo, entrenamiento, y alguna que otra misión.

Cada día que pasaba se aferraba mas a su amigo, le confiaba sus secretos, varias veces Brian lo contuvo cuando estuvo mal, en la mansión sus hermanos siempre andaban con otras preocupaciones así que ni los quería molestar; cuando estaba allí se la pasaba en su habitación jugando con su Salamandra a la que decidio llamar Kyro.

Empezaba un nuevo día, era el primer día de Febrero, no hacía tanto frío como las últimas semanas, se desperto y dio alguna vueltas en la cama antes de levantarse, en 4 días más iba a cumplir años, y la verdad no le agradaba mucho la idea de festejar en la mansión, le iba a pedir a Brian si podía festejarlo en su casa... allí quizás no tuviera que soportar ni a Eitan, ni a Rania porque seguro ni irían al festejo, pero si era en la mansión se los iba a tener que cruzar más de una vez.  

En la mansión con los únicos que se llevaba bien todavía era con Mae, Omeny y Alex; Dereck hacía días que no estaba en la casa, y la chica nueva, Meredith, no era mala, pero tampoco se le había acercado al chico.  Con Gabrielle, ni se llevaba bien, ni se llevaba mal, últimamente ya no se llevaba; con Eitan y Rania, bueno para que ser reiterativo.

-- Kura? Kure, Kura!  Lo recibio Kyro cuando se estaba levantando, aquel animalito se la pasaba durmiendo, pero cuando estaba despierto era bastante agradable, y sentía que lo protegía, como si hubiera un lazo especial con aquella criatura.

Salio de la dependencia, Kyro habia vuelto a su interior, no le gustaba el fresco, se dirigio a la cocina de la mansión, antes de entrar escuchaba varias voces femeninas, charlando de todo un poco, parecían cotorras por como hablaban.

-- Bu-buenos días.  Saludo de forma general a todos los presentes del lugar sin demasiado esmero, incluso Rania estaba allí, y todas charlando como si fueran amigas de toda la vida, todavia no podía sacarse de su mente el rostro del niño que la asesina había usado como trono, no comprendía como podían tratarla ya como una amiga casi, Gabrielle se comportaba super amable con ella, y estaba bastante pendiente de la chica.

No quería estar mucho tiempo presenciando ese momento, así que se dirigio rápidamente a la heladera, se preparo su chocolatada, tomo uno de los Sandwichs que alguien había preparado, no sabía quien, pero se veían apetitosos, y decidió irse al segundo living de la casa, en general nunca se usaba, porque el otro living quedaba mas cerca, pegado a la cocina, en cambio el segundo había que atravezar la entrada para llegar, así que sabía que allí podía estar mas tranquilo desayunando, sin tener que soportar la presencia de Rania, ni las idioteces de Eitan.

Una vez en el segundo Living, tenía dos sillones grandes para él solo, se saco las zapatillas y se acomodo en uno de ellos, estaba sentado, con sus piernas estiradas en el sillón, al mismo tiempo encendía la televisión y ponía un canal que solía ver donde siempre había grupos de música que tocaban muy bien, apoyaba la chocolatada y el sandwich en la mesita que había entre los dos sillons, Kyro salía de su interior y se acomodaba sobre las piernas del chico para acurrucarse y dormir como era habitual, aunque mas de una vez miro con un ojo abierto el sandwich que Kevin había apoyado en la mesita, como con ganas de darle una probada, pero para eso tenía que levantarse y acercarse hasta allí, mucho trabajo, mejor seguir durmiendo, era de lo más peresoso que habia conocido el chico.

todas en la Cocina, Kevin escribió:o.o

Gabrielle Cohen O.

-Buenos días a todas- le guiñó el ojo a Omeney

Escuchaba a todos y de pronto Kevin aparecía, tomaba algunas cosas y no dijo gran cosa. Gabrielle no movió ni un músculo, pero no lo dejó de ver ni un instante.

-Yo apenas estoy empezando como actor, al lado de Noah. Y me ha ayudado mucho Mae que también anda por ahí en maquillaje y Meredith que apenas empezó...- le dijo con calma, se veía contento -Es fascinante, conoces a gente muy rara pero amena en la mayoría de los casos, sería interesante que nos fueras a visitar- le dijo y le desacomodó el cabello -Vuelvo en un instante, hay algo que debo hacer

Comenzó a buscar a Kevin y después de mucho buscar llegó donde estaba el chico, se sentó en el suelo frente a él, se veía ciertamente preocupado pero más dolido que otra cosa. Se mantuvo a distancia segura de la pequeña salamandra.

-A ver Kevin, ¿Qué te pasa?- le preguntó sin enojo, estaba sinceramente preocupado -Sé que he estado muy ocupado y pocas veces he podido estar contigo como antes aunque tampoco estuviste por aquí, escapaste a otro lado... Como sea. Hoy es un buen momento para que me digas qué te sucede... ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?- lo miraba a los ojos, realmente quería arreglar las cosas con el chico. No había podido hablar con él. Pero no se iba a quedar de brazos cruzados, haría lo posible porque el chico se sintiera mejor

Omeny, Meredith, Rania, Gabrielle, etc. escribió:

Iwata Mae

La chica se había quedado anonadada con su pequeña y nueva criaturita amarilla. Le sorprendía que su colita también tenía rostro y que la criatura en sí parecía una quimera muy cute. Volvieron a la mansión y los dos días que siguieron fueron muy normales, la rubia seguía con su trabajo de vestir a Gabrielle y Noah, y de vez en cuando le permitían maquillar a Nanako. Durante esos días, había pensado si realmente Passione la desecharía en su mejor momento, cosa que hizo que su rendimiento tuviera altibajos.

También, había aprovechado el tiempo que tenía libre en la mansión para estar con su nueva criaturita, había decidido ponerle Chipi de nombre. Le parecía cute pero a la vez “electrizante”.

El día 30, supo que era el cumpleaños de Eitan por la llegada de Dereck. Así como el muchacho la había saludado en su momento, la rubia subió a su habitación -de la que el pelilila no había salido aún- y le felicitó.Se acercó y como todos, le llevó algo dulce de regalo.

-¡Feliz cumpleaños EItan! Creo que después de hoy no te faltaran ganas de ir al dentista -dijo, extendiendole una caja prolijamente forrada de azul y con un moño del mismo color. Adentro, traía una doce de cupcakes especialmente decorados.

Spoiler:

-Es crema de manteca y azucar, por si acaso… -le advirtió y se quedó un rato allí con los demás.

---

Al día siguiente, se levantó de buen humor y se vistió con música fuerte de fondo, ya que Omeny se había levantado más temprano. También, la acompañaba Chipi. Aquel día, optó por un estilo distinto: una pollera negra, una remera de una banda y una chamarra negra que le abrigaba lo suficiente para aquel día. Al bajar, se encontró con varios de sus compañeros a quienes saludó con efusividad.

Asi viste:

-¡Hola a todos! Hoy es día de pago, y por lo tanto día de compras -exclamó dando una pequeña vueltita para lucir su atuendo. Se acercó un poco más y tomó uno de los sandwichitos que ya había preparado Meredith. Escuchó un poco de lo que hablaban mientras masticaba.

-El otro día te vi con tu compu, Rania, ¿de que estás trabajando ahora? Se te veía muy concentrada -comentó sonriendole ampliamente, Mae ya se había acostumbrado a la chica y además, solía olvidar los conflictos muy rápidamente- Estoy trabajando como estilista, maquillaje y vestuario, mi sueño es avanzar en el mundo de la moda… aunque últimamente me han dicho que mi jefe me estaba explotando ¿puedes creerlo? En fin, si algún día necesito una modelo podré pedirte el favor ¿no? Ya que te gusta vestir ropa que otros no se pondrían… -dijo amablemente.

También miró a Omeny y Meredith.

-Claro que quiero que ustedes también me ayuden! Será genial -concluyó con los ojos llenos de brillo.

Gabrielle escribió:

Su armoniosa soledad se vio interrumpida cuando Gabrielle entro en el living, Kyro se levanto al instante y se quedo observando al rubio de manera desafiante y a la vez defensiva.

-- Kura! Kure... Kure...  Expreso el animalito en tono de amenaza.

-- Tranquilo Ky-Kyro.  Con lo que la criatura volvio a acomodarse en las piernas del chico pero sin perder de vista al rubio que se encontraba allí.

Gabo le preguntaba a Kevin que es lo que pasaba exactamente, el chico bajo la cabeza como avergonzado, enojado, triste, ni él sabía exactamente cual eran sus sentimientos, ni que le pasaba exactamente.

-- No.. no entiendo... Alcanzo a decir en voz baja, para luego aumentar un poco el tono de voz.

-- La tratan a... a Ra-Rania como si fu-fuera una amiga de... de to-toda la vi-vida, y pa-parece que se olvidaron to-todo el daño que... que causo.  Expreso, mientras su voz iba bajando de tono otra vez, hasta que casi no se llegaba a escucharse la última parte de la oracion.

Aunque él mismo se cuestionaba día a día porque si todos la habían perdonado, incluso aquellos niños a los que asesino, él no podía hacerlo, era como mas fuerte, no podia mirarla como una chica más, era una... una asesina.

-- Pa-para ella si ti-tienes tiempo.  Le dijo algo molesto para luego agregar.  -- Además lo... lo único que... que te im-importa es De-Dereck.  En su tono de voz se notaban varios sentimientos encontrados, entre enojo, tristeza, celos, era un conjunto de todos ellos.

-- Kura! Agrego el animalito como apoyando lo que decia el chico.

-- To-todos tienen a alguien en esta casa.  Su voz empezaba a elevarse y al mismo tiempo quebrarse un poco, incluso dejo de tartamudear.

-- Vos con Dereck, Eitan tiene a su hermano, que por cierto ni existo para él, Alex su hermanito, y se lleva bien con Eitan, los demás al menos tienen familia.  Ya prácticamente llorando finalizo diciendo.  -- Yo no tengo a nadie!!

-- Kure? Kura!  Grito el animalito como recordandole a kevin que ahora lo tenía a él.

-- Bu-bueno, a ti si Kyro, pero ha-hablaba de una pe-persona.  Le dijo mientras lo acariciaba con una mano y con la otra se secaba las lagrimas.

-- No... no sé que me pa-pasa Gabo, me si-siento triste, so-solo, abandonado, no... no te-tengo a na-nadie que me quiera de... de verdad.  Tomo a Kyro con sus manos y lo apoyo a un costado para sentarse en el sillon, y mirar directo a los ojos de Gabrielle.

-- ¿Por qué mis... mis padres me... me abandonaron en el ho-hospital? ¿Por qué ningún fa-familiar fue por mi?, Ni tíos, ni he-hermanos, nadie! Ni-nisiquiera amigos, ¿Tan... tan mal chico era que na-nadie se acordo de mi... que to-todos me abandonaron allí, a mi su-suerte? Finalizo diciendo casi sin fuerzas ya.

Agacho la cabeza, sus lagrimas goteaban el suelo, pero era un llanto silencioso.

-- Kure... Expreso Kyro con tono de tristeza mientras se acercaba al chico para apoyarse en él.

Los que están desayunando escribió:

La mayoría llegaba para desayunar. El pequeño Kevin no se quedaba, últimamente sus actitudes eran extrañas, y lo peor del caso es que se aislaba y no se acercaba a nadie. Parecía que no confiaba realmente en los demás. Afortunadamente Gabrielle fue a buscarle. Omeny suspiró un poco, pero alguien la hizo salir de sus pensamientos.

Su pequeño guerrero (su robot que le salió en su cofre), era muy efusivo y energético. Apareció por debajo de la mesa.

¡Neru!. neru, neru, neru, neru, neru, neru!!!

-Me asustaste Leonidas ¿Qué te pasa?. Así le llame, en verdad parece un pequeño guerrero, pero es algo hiperactivo. -

Sonrió y miró a Mae.

-Oye, Mea ya se que lo tuyo es la ropa y el maquillaje, pero me preguntaba... ¿Sabes cortar el cabello? Creo que necesito un pequeño corte, mi cabello ya creció bastante y lo tengo algo disparejo -

Le mencionó mientras tomaba un mechón de su cabello.

-Puedo ser tu conejillo de Indias si aún no has practicado, jajajaja no te preocupes del como quede.-

De cualquier forma sabía que Mae tenia mucha habilidad.

Slade escribió:^^

Gabrielle Cohen O.

No le prestó atención al animalito, porque no era su intención pelear y era normal que él se pusiera en guardia para proteger a Kevin. Notó los sentimientos que embargaban a Kevin, no se movió, si lo hacía quizá su momento se perdería y no podía dejar escapar al chico. Suspiró, al menos ya sabía cual era el peine, ya estaba entreviendo lo que agobiaba a Kevin.

Bajó la mirada cuando el niño le reclamaba sobre su único interés, Dereck, suspiró pesadamente. Eso era algo que no iba a cambiar, al menos no ahora, no podía sacarlo de su corazón aunque debía aceptar que tampoco lo había intentado. Levantó la mirada cuando Kevin comenzó a levantar la voz, le sonrió de forma triste.

-¿Realmente crees que él está para mi?- no pudo contenerse -Nunca me corresponderá como yo quiero... siempre seré sólo un amigo... jamás su amor...- bajó la voz y se levantó para abrazar a Kevin estrechamente, si las palabras no llegaban, sí sus acciones -Realmente no sé porque lo hayan hecho... pero debió ser muy duro... ¿Nunca has pensado que tal vez tuvieron que dejarte ahí para salvarte? Y si no fueron es porque realmente algo se los impidió- se encogió de brazos, era una de tantas posibilidades

De cierta forma se sentía culpable por haber dejado de lado a Kevin pero había cosas que no podía evitar, lo que había pasado con Dereck le había enseñado mucho, primero debía ser más fuerte si es que aspiraba a proteger a la gente que amaba, segundo, ya no podía dejar cabos sueltos. Era responsable de Kevin y ya iba siendo momento de hacerlo reaccionar. Decían que para calmar un shock había que contrarrestarlo con otro. Hizo que el chico levantara la vista, le enjugó las lágrimas, pasó su brazo por la cintura de Kevin, lo acercó a él y le dio un beso en los labios, no uno apasionado o que se da a un amante, era más bien algo tímido, rápido, el rose de la piel, la insinuación, lo suficiente como para que el chico se preguntara si había o no pasado.

-¿Acaso no ves?- le acarició la mejilla -El pasado ya no se puede cambiar... el futuro siempre es incierto... pero el presente es lo que tú creas, lo que vives... ya no te aferres a lo que pasó... aquí estamos todos para apoyarte... Yo estoy aquí por ti- luego le susurró al oído -Si me necesitas grítalo, dímelo... no eres el único que se ha sentido solo o ha sido rechazado- le pellizcó la mejilla. Lo soltó y se puso en pie -Debes darle una oportunidad... la gente necesita una segunda oportunidad... debes creer en ello y aún si te defraudan no pierdas la fe... ya verás que siempre lo que des se te regresará.- se cruzó de brazos y suspiró pesadamente, volvió a mirar a Kevin -Mi abuela me odia, me odia con toda su alma... por quien soy, por lo que soy, porque dice que yo soy el culpable que mi hermana muriera... y a pesar de todo lo que me ha hecho, lo que me ha herido, de lo infeliz que me he sentido... no la odio... siento piedad por ella y en su momento la protegeré si es necesario... aún si ella no lo entiende, aún si me odia más. Porque si yo le devolviera ese sentimiento, sería peor que ella y me habría dado por vencido.- era la primera vez que decía algo de sí. Nadie le había preguntado y estaba tranquilo con ello, no era algo de lo que le gustara hablar ni se lo diría a cualquiera.

Volvió a sentarse en el suelo frente a Kevin y lo miraba de forma muy seria.

-¿Seguirás haciendo berrinche o por fin nos acompañarás?- preguntó en tono de una madre que estaba a punto de darle un par de nalgadas a su hijo -Si no tienes nada que hacer hoy, podrías acompañarme al trabajo... quizá sea algo aburrido pero sería un cambio de aire... a menos claro que prefieras irte con alguien más- hizo un cómico puchero, trataba de hacer que Kevin riera.

Meredith Ackerman

Se sentó con todos en la mesa a desayunar y a la breve explicación de Gabrielle.

Así es. Por ahora, ayudo con los refrigerios al staff. No es mucho, pero es agradable ayudar y ver el empeño de los demás durante los rodajes.

Añade y le da un mordisco a su sandwich. De momentos, vio a Kevin entrar a la cocina, pero pasó muy fugaz. Meredith sonrió al ver al chico y se abstubo de probar bocado hasta saludar.

Buenos días, Kevin. ¿Cómo... ?

No terminó de preguntar. El chico había tomado su desayuno y se había marchado. La peliroja de momentos se vio algo confusa y un tanto preocupada.

¿Le pasará algo?

Preguntó a los demás, e incluso buscó ponerse de pie para ir tras el niño pero ya Gabrielle parecía querer encargarse del asunto. Miró como el chico se marchó e incluso Mae llegaba. La chica volvió a sonreir.

Buenos días, Mae! Hay algo de comida lista, por si quieres algo para desayunar.

Invitó. La rubia se disponía a unirse a todos, con Meredith prosiguiendo con su desayuno. Apenas probó un sorbo de su café con leche cuando Mae tuvo la idea de usarlas a todas como modelos. La ojirubí rió brevemente y en voz baja.

Estaré encantada! Cuenta conmigo, Mae.

Le respondió. Siguió su desayuno, escuchando lo que conversaban las demás. Sin nadie darse mucha cuenta, un pequeño diablillo levitaba por lo alto y detrás de las sillas de los demás. Parecía casi ebrio por el ritmo inconstante en que se movía. De momentos, se tropieza de frente con la silla de Rania, escuchándose el pequeño golpe con la mascota de Eitan cayendo de bruces al piso. Meredith le voltea a ver por la repentina sorpresa, pero ya el pequeño se ponía de pie y levitaba hasta la mesa. Allí se sentó, claramente adormilado y con el cabello más alborotado de lo usual. Hizo desaparecer sus alas y miraba a los presentes con mucho sueño.

¿Uru? Urumeiri...

Nombró inentendiblemente para el resto aunque sonaba casi como un saludo. En una de sus garras, traía uno de los caramelos del pastel que Rania le había regalado a Eitan en su cumpleaños y se ponía a degustarlo como si ese fuera su desayuno.

Meredith, Omeny, todos escribió:

Mae Iwata

La rubia escuchó a Omeny y asintió, levantando el dedo pulgar de la mano derecha.

-No soy una eminencia, pero algo de noción tengo. Al menos como para no dejarte pelada, je -dijo, a modo de chiste. También sonrió a Meredith, por su respuesta afirmativa. A los pocos minutos, el diablillo de Eitan llegaba a la sala bastante adormilado.

-Vaya, se levanta tan temprano como su dueño, tanto así se nota que es su bestia interior ¿no les parece? -mencionó riendo un poco.

-Nyaranya… -se escuchó que mencionaba una voz muy suavecita y chillona, casi imperceptible. Mae volteó unos momentos y notó que era su quimera la que hablaba. Aunque, claro, el idioma que expresaba era inentendible. La chica se sorprendió, puesto que hasta el momento la criaturita había guardado silencio.

Mae llevaba colgando de su cuello la cámara fotográfica que había comprado algunos días atrás. Inmediatamente la levantó y le tomó una foto al Pigmalión.

-Anda, pero si puedes hablar Chipi-chan… bueno, o algo así. Como les decía, serán mis lindas modelos algún día ¿vale? -repitió, dandole luego un bocado al sandwich. Miró nuevamente a Omeny- Cuando quieras Omeny, si quieres trae unas tijeras de cabello y comenzamos ¿ne?

Mae y compañía. escribió:

-¡Perfecto! Creo haber visto unas tijeras en el baño de arriba, iré por ellas.-

Terminó su desayuno y se dirigió hacia el baño de la mansión principal, se mojó un poco el cabello y también tomó una de las toallas para ponérsela sobre los hombros.

En pocos minutos regresó, tomó una silla y girándola sobre una de las "patas" la acomodó para sentarse.

-Muy bien Mae, soy toda tuya, me pongo en tus manos.-

Le entregó las tijeras a la rubia jovencita.

-Podría dejar que mi cabello creciera como Rapunzel, pero la verdad no se peinarme del todo o arreglarme el cabello y como casi siempre ando de aquí para allá se me hace muy cómodo traer mi cabello corto.-

A la chica de ojos grises le causó gracias ver aquella criatura somnolienta ahí.

Meredith Ackerman

Por el segundo comentario de Mae, la peliroja rió un poco con ella.

Aunque no me sorprende que Eitan se levante a medio día. Se queda despierto hasta muy tarde en la noche.

Comentó la chica, sonriente, mientras el pequeño diablillo comenzaba a cerrar un poco sus ojos, cabeceaba y reaccionaba al momento como si se forzara a no quedarse dormido.

Lo comprobé la noche pasada. No recuerdo exactamente qué fue lo que pasó, pero me desperté por un ruido. Recuerdo que le pregunté la hora y eso fue todo.

La pequeña bestia por fin se vio vencida por el sueño, notándose al verse dormido y sentado aún sobre la mesa en la que estaban todos. Meredith elevó su diestra hacia sus labios y rió un poco, divertida por el evento. Se vio pensativa por unos instantes después.

Gabrielle está tardando un poco. ¿Habrá pasado algo con Kevin?

Se preguntó en voz alta. Luego se pone en pie y recoge tazas y platos vacíos.

Iré a ver si necesitan algo. ¿Vienes conmigo, Rania?

Invitó sonriente hacia la chica, en vista que las otras dos tenian planes de peluquería.

Chicas en la Cocina escribió:

Rania

La chica escuchaba las respuestas que le daban y asentia como si comprendiera aquellas situaciones.

- Vaya todos ponen su mejor esfuerzo en ello, eso es genial...-

Despues comenzaba a responder aquellas cuestiones o comentarios que le hacian.

- Creo fue porque no queria ser una carga para mi hermano, el se llama Eriol y ambos disfrutabamos del baile, pero por carencias economicas no podiamos seguir con nuestras carreras, el era mejor que yo bailando y por ello le ofrecieron una beca de estudio en una de las mas prestigiadas escuelas de baile pero el no queria aceptarla pòr que no deseaba dejarme sola, fue cuando crei que lo mejor era entregar mi vida a Dios y fue cuando ingrese al convento..-

Mencionaba con seriedad la chica, para luego notar la presencia de Kevin y como este se retiraba del sitio llevandose algo de desayuno.

- Ese niño esta muy mal educado...minimo debio pedirlo por favor o dar las gracias...-

Comentaba un poco molesta y nerviosa a la vez.

- Es interesante esa vida de la farandula supongo? tal vez me anime a irles a ver...gracias por la invitacion Gabrielle...-

Comentaba con una sonrisa pequeña mientras miraba como se iba a buscar a Kevin y Mae intervenia preguntandole otras cosas.

- Ah si...pues creo sabran que encontre trabajo como traductora, asi que el trabajo que ahora tengo es traducir un texto en esperanto al danes para un historiador que dara una ponencia y quiere presentarlo, es un documento que habla sobre los origenes del idioma, por lo que hay cosas muy particulares y que debo de tener cuidado al traducir-

Decia mientras terminaba su cafe y se servia un poco mas.

- Vaya un jefe que te explota creo hay muchos de esos, pero es bueno que no pierdas el animo y si te sirve de algo mi ayuda, cuenta con ella-

Mencionaba con sinceridad, para luego notar la presencia de aquella bestia de Eitan y al verle sentarse y comer el dulce, la chica no podia evitar reir y le ofrecia la mitad de un sandwitch de mermelada de fresa.

- Creo eso no te llenara, aunque seas pequeña...-

Comentaba con simpatia mientras parecia sonreir un poco.

- Creo no les he presentado a Hibito...-

La chica se concentraba y mostraba a las presentes su bestia espiritual interior, un pequeño lobo blanco.


El pequeño lobo observaba a la criatura de Eitan y le ladraba como saludo.

- El tambien les esta agradecido porque de no haberme ayudado, el no podria haber vuelto a estar aqui...-

Referia Rania mientras el cachorro ladraba con mucha gratitud, despues Meredith hacia una propuesta a lo que Rania suspiraba un poco.

- Lo siento creo lo mejor es que Kevin y yo aun no tengamos contacto, el parece ser el unico que no deseaba estuviese viva o aqui...por lo que es mejor asi...pero ve tu Meredith, ademas yo debo irme a cambiar y trabajare un poco mas en mi traduccion-

Decia con calma la chica.