[ER] - Misión Nº 2 - Shangai en llamas.

Amanda Grudke

Una vez que todos estuvieron listos y terminaron de conversar, Amanda se acercó un poco más a la hoguera. Desde allí, les escrutó el rostro pero no agregó nada más.

-No iremos a un bonito mar. No sé cuál será la situación en Shangai. Hasta que no diga lo contrario, se quedarán detrás mio. Sin excepción ¿ne? –comentó.

Finalmente, las condiciones estaban dadas, la hoguera estaba más furiosa que nunca y el fuego se movía ansioso. Todos se acercaron y una vez allí, el fuego los envolvió, trasladándolos a un nuevo lugar tragado por Pandemonium.

Esta vez, lo que encontraron era sin dudas fue un infierno en la tierra. Era difícil de pensar que hace unas horas era una bulliciosa parte del epicentro comercial de China, uno de los países más grandes del mundo. Los clásicos edificios de Shangai estaban en llamas, semi-derrumbados. Las edificaciones más bajas casi habían sido borradas por el fuego incontenible. Parecía como si el dragón del año nuevo chino hubiese decidido arrasar con todo a su paso. Pero claro, eso no era lo que había ocurrido.

-Temía este desastre... -susurró Amanda, observándolo todo a su alrededor. Al mirar hacia arriba vio el típico cielo abovedado en múltiples colores.

Pero en verdad, no había demasiado tiempo como para mirar hacia arriba. En seguida, réptidos y guraks sintieron la presencia de los recién llegados y salieron de edificios, alcantarillas y automóviles en ruinas. Parecían disfrutar ese "nuevo ambiente" y se atrevían a adelantarse, cerrando un círculo alrededor del grupo.

-Los Gurak son fuertes, y los réptidos son veloces y traicioneros... si no tienen cuidado les van a sorprender...

Los Guraks se lanzaron a por ellos con unas hojas largas y afiladas, bien a su estilo, mientras que los réptidos se apostaron primero tras algunos escombros y les lanzaron flechas. Amanda hizo rebotar todas y cada una de las flechas alzando la mano derecha, utilizando evidentemente algún tipo de habilidad impersonal más avanzada que Protect Hand.

"¿Cómo decirlo? Era como si de pronto, en alta mar, me hubiesen arrojado por la borda en plena noche" -recitó la profesora rápidamente, una frase escrita en su mano extendida.

Los Guraks quedaron en el suelo y algunos de ellos comenzaron a freírse con poderosos choques eléctricos. Amanda había alzado su mano izquierda.

"Lo que no sé es si alguien me empujó, o caí yo sola. El caso es que el barco siguió su rumbo y yo me quedé en el agua fría y oscura viendo como las luces de la cubierta se alejaban a toda velocidad".

---

Acciones:

-Aún quedan muchos Gurak y Réptidos, atacar para acabar con ellos o hacerlos retroceder.
-Arrojar 1d10. El resultado indicará el número de enemigos que derrotaron.
-Pueden utilizar cualquier habilidad que posean.

Kevin Iruka

Eran transportados una vez mas a través de esa hoguera, la adrenalina empezo a correr por el cuerpo de Kevin, la última vez no les había ido demasiado bien, esperaba esta vez si ser de ayuda.

Una vez en el lugar, no podía creer toda la destrucción que había a su alrededor, era terrible... pero no pudieron contemplar mucho aquel lugar, porque los enemigos enseguida aparecieron y Amanda ya estaba utilizando sus habilidades para proteger al grupo y atacar.

Rápidamente la Sharpting aparecio en sus manos, decidio hacerse cargo de algunos réptidos, después de todo estaban mas lejos, y se ocultaban al mismo tiempo que disparaban, apunto con su ballesta a la espera de que alguna de esas criaturas se asomará para disparar.

Al mismo tiempo hacía uso de su habilidad Desilusion para hacerce invisible, de tal manera que los réptidos no supieran de donde venían las flechas, y los Guraks no lo molestaran mientras se encargaba de las otra criaturas.

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Kevin Iruka

En cuanto se asomo el primer enemigo, la flecha de Kevin se clavo en su cara y cayo al suelo, así efectúo varios disparos, neutralizando a 6 de esas criaturas que los atacaban.

Se le estaba llendo la invisibilidad, pero antes de que se le fuera totalmente ya estaba dibujando en el diario de Alex, era la ciudad en llamas. Mientras pensaba porque Alex no estaba con ellos ahí, a donde lo habían mandado, o en que andaría.

Entando en las brillantes llamas de la hoguera, aquel lugar y su imagen, era en verdad devastador.

-Dios...-

Llamas por doquier consumiendo todo a su paso, Omeny sintió acongojada y en sus pensamientos tenia a las mujeres, niños y ancianos. Toda persona inocente desesperada en medio de todo aquello. Asintió a las indicaciones de su sempai, juntó sus manos, cerró los ojos y antes de hacer cualquier otra cosa, elevó una plegaria por todas aquellas personas.

Fue breve y respetuosa. Al abrir sus grises orbes ya eran rodeados por aquellos seres, Amanda lograba repeler su ataque.

-Fuertes y y veloces, muy bien. A veces cuenta más la maña que la fuerza... ¡Vamos!.-

Spoiler:

La jovencita sostenía su arma y se lanzó al encuentro de un Gurak, conectado algunos golpes sin necesidad de acercarse demasiado, pero no era el único, otro más venía por la espalda, Omeny apoyó su arma en suelo para impulsarse y dar un giro completo y golpear en el pecho de Gurak con ambas piernas.

-No tuvieran compasión con todas esas personas, yo tengo porque considerarles-

Contunuó golpeando a sus adversarios, aunque parecían tener la cabeza muy dura, los reptidos comenzaban a moverse en diferentes direcciones, querían confundirla y atacarle en cualquier momento.

-También puedo moverme rápido.-

La chica empleó su metamorfosis y ahora un corcel estaba en campo rodeado de un aura purpura. La chica haría uso de "Gallper" para embestir a algunos de los rivales, mientras también les golpeaba con sus cascos traseros.

Spoiler:

Algunos se le echaron encima, pero con movimientos típicos de caballo de rodeo, la chica brincaba y se sacudía para quitárselos de encima y mientras caían, sus pesuñas les golpeaban.

-Nadie a podido domarme, ni lo harán-

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-Es lamentable llegar y ver todo esto...-

La luz naranja de las llamas iluminaban el sitio.

-No tardaron mucho en salir de su escondite como las ratas que son.-

Dijo don desdén mientras su Windmill Shuriken aparecía en su zurda, su arma le proporcionaba un 30% en velocidad, de esa forma se encargaría de algunos raptidos, pasando aún costado y dejando algunos rápidos cortes mientras intentaba esquivares.

Desplegó en su totalidad su arma para arrojarla y darle dirección, mientras usaba Austros para derribar a un Gurak. Acto seguido, sacó de una pequeña mochila que llevaba consigo, una botella de agua, la cual bebió con rapidez, como si no hubiese bebido en días.

Su Arma regresó a sus manos, comprimió la botella, una vez realizada su compensación y la regresó a la mochila, hasta en momentos así, cuidaba el tirar la basura por ahí.

-¿Crees que solo estás cosas anden por aquí, Amanda? Yo siento como si nos observaran.-

Mencionó a la par que intentaba deshacerse de otros Gurak.

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Eitan Chassier

Habían caido de nuevo en el Pandemonium, aunque su apariencia era muy diferente a la que vió la última vez que estuvo allí. Una ciudad entera en llamas, escombros por doquier y en general un ambiente caótico.

Tsk... Ya verá el gracioso que hizo ésto.

Murmuró, no muy agradado por aquella vista. Unos enemigos comienzan a emerger de sus escondites, con Amanda deteniendo unas flechas nada amistosas.

Bueno, bueno... manos a la obra con éstas cosas.

Su aura violácea le rodeó ténuemente, con su arma apareciendo rodeando su brazo derecho.

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Eitan Chassier

El pelilila comenzó atrapando uno que otro Gurak de sus patas al lanzar su cadena y de un tirón, haciéndolos caer. Rápidamente liberaba su arma y con el kunai del extremo, terminaba por perforar los lugares que consideraba indefensos. Una flecha de un réptido estuvo cerca de incrustársele si no se hubiera movido de casualidad. A la siguiente tanda de flechazos, ya estaba mentalmente preparado, haciendo girar rápidamente su arma en círculos frente a él, escudándose.  Al ver el momento, lanzaba con fuerza el kunai en dirección hacia la cabeza del réptido que consideraba un estorbo.

Ora, ora! Son demasiados. ¿De dónde salen tantos?

Preguntó, claramente alarmado por la cantidad de enemigos que no sólo se le acercaban a él, sino al resto.

Ne! Necesitaré algo de ayuda

De repente, emergió una pequeña luz brillante del menor de los Chassier, el cual comenzó a tomar la forma de su bestia interior: Aquel cachorro blanco estaba sentado sobre sus patas traseras y sacudió un poco la cabeza, como si buscara quitarse algún aturdimiento de encima. Eitan le miró con recelo, comprendiendo lo que le pasaba a aquel... después de todo, ambos estaban muy relacionados entre sí. Miró al frente.

Oye, oye! Sé que tienes hambre. ¿Por qué no intentas darle una probada a esas cosas?

El leoncillo volteó a mirarle con un gesto de asco. Parecía no agradarle nada la idea. Eitan termina por suspirar pesadamente. Él tampoco lo haría aunque su estómago se quemara (al final, aquel león seguía siendo reflejo de sí mismo)... Sencillamente, aquellas bestias tenían un olor muy lejano a ser comida.

Bueno, bueno. Al menos muérdeles, sácales el tajo y escupes! Después te lavaré los dientes.

Ofreció, con el pequeño león levantándose a 4 patas y dando un pequeño rugido, quizás a manera de contestación a Eitan. Ambos se miran y asienten de manera sincronizada, posteriormente salen disparados cada uno por su lado. El pequeño león se movía a gran velocidad hacia los réptidos ocultos (detectándolos por olor o algún sonido con sus delicadas orejas felinas) y los atacaba dándole fuertes y violentos mordiscos. En algunos casos, usaba sus garras para clavarlas a los ojos de los enemigos. Mientras tanto, Eitan seguía atrapando rivales, sobre todo los Gurak. Usando su cadena como comunicación, enviaba descargas eléctricas hacia los enemigos. Aquella sensación por la compensación era más que evidente, no pudiendo evitar saltar sobre uno de los enemigos. Aprovechó al estar encima de ahorcarlo con su cadena y una vez acabada la compensación, se suelta y continúa con su lucha.

Todos escribió:^^

Gabrielle Cohen O.

A pesar de su estado logró bajar con Noah y convencerlo de que lo dejara ayudar, aunque fuera poco lo que podría hacer, de seguro tendría algo para aportar. No alcanzó a escuchar mucho de lo dicho por Amanda pero sí para ver el final de la lluvia de ataques que habían caído. Uno a uno comenzaban a hacer algo para defenderse. La ciudad había sido destruida casi desde sus cimientos ¿Qué no podían hacer algo diferente? Siempre destruir y destruir... eso dolía... y mucho.

Escuchó la voz de sus compañeros y pronto vio a Kevin dibujando, antes de cualquier cosa, le desacomodó el cabello como solía hacerlo, no habían coincidido mucho esos días. De alguna forma le hacía falta el pequeño niño.

Es mi turno-ya su espada había aparecido en su mano y se comenzaba a ver que la adrenalina poco a poco iba anulando su estado de sopor debido a la fiebre, no es que fuera lo mejor pero en ese momento "estar dopado" era lo que lo mantenía de pie.

Convocó su habilidad para transmitir calor y fuego... después de todo ese mismo calor estaba devorándole por dentro, ya verían lo que era capaz de hacer a pesar de su frágil apariencia. Se lanzó contra aquellas "ratas" como había dicho Dereck lanzando varios mandobles, algunos eran alcanzados por el acero y otros con algunos puñetazos de su mano libre pero que parecía arder a cada momento más y es que el enfrentarse en esas condiciones lo hacían sacar mucha de sus frustración. Se estaba divirtiendo, a cada golpe, cada mandoble -incluso cuando la bestia en cuestión lograba evitar el golpe- quería verlos caídos, quería que pagaran por aquellas llamas.

-No seas paranóico- le comentó a Dereck un poco burlón antes de besar a Omeney -Perdona... necesito... la compensación- pasó un poco de saliva... esa compensación a veces era un poco incómoda.

Se dispuso a volver a enfrentar cosas

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Entre todos los chicos, atacando al mismo tiempo, lograron deshacerse de 36 enemigos. Era la prueba de que el lugar estaba realmente infestado, porque recién llegaban allí y tuvieron que luchar casi con 40 criaturas. Pero, al encargarse de ellas, algunas huyeron y lograron tener algo de tiempo para pensar el siguiente movimiento.

El calor se hacía sentir, y la mayoría de los colores eran rojos, por lo que estar en el lugar era algo irritante. Descansando unos momentos, pudieron observar que las criaturas que habían huido se trasladaban en dos direcciones. Una de las direcciones era hacia el sur, desde donde se sentía un aura bastante poderosa.

Pero la otra dirección -que era hacia un edificio cercano a la izquierda de donde estaban- era un edificio algo derrumbado y en llamas que no parecía tener algo particularmente atractivo.

Amanda estuvo a punto de indicar que irían al sur, pero desde el edificio se escuchó el grito de una mujer pidiendo auxilio, lo que hacía suponer que quizás hubiera sobrevivientes. Unos segundos mas tarde por una de las ventanas rotas del edificio -aproximadamente por el tercer piso- confirmaron lo que se suponía al ver pasar corriendo a una mujer y a algunos Guraks persiguiéndola.

-Una cosa es matar Guraks y Réptidos, y otra cosa es creer que pueden detener el avance de Pandemonium sobre el mundo -les sorprendió la voz de un hombre desde atrás- me da algo de pena saber que vienen con esperanzas de lograr algo, porque sé como acabará esta historia... -dijo- ah, me presento para los que no me conocen... algunos por un tiempo me llamaron Malabi. Mi nombre en realidad, es Bastorius.


El sujeto rió tras su máscara, y luego se la quitó sin problemas. Evidentemente la máscara no era una parte de sus vestimentas diarias. La tiró a un fuego cercano.

-Bueno, supongo que igualmente es divertido. Cada uno debe llevar a cabo su papel en la obra. El mío es divertirme con el suyo, y cuidar de que todo salga como está escrito -mencionó, sacando un pequeño libro de su bolsillo- no eres la única que disfruta de una buena lectura, Amanda... pero me temo que no puedo prestarte MI libro, no querrás saber lo que ocurrirá en esta historia ¿verdad?

Okazaki escribió:

Todos escribió:

Amanda Grudke

Unos pasos más y podrían llegar a donde estaba esa mujer, pero la voz de Malabi sorprendió a todos. Amanda, por supuesto, conocía su voz y aspecto aunque lo ocultase en ese momento, después de todo había sido el informante de Arrows por mucho tiempo.

-Ah, Malabi. Bueno, supongo que ahora deberíamos llamarte Bastorius, o XII. Como prefieras… -la mujer no parecía estar nada contenta con la presencia de aquel sujeto. Sobretodo, porque lo consideraba un traidor.

-Fingiste tu muerte para engañarnos… no tengo palabras amables para ti, y además ¿a qué te refieres con que ya sabes como terminará esta historia? ¿Fuiste tú el que provocó esto? -preguntó con incredulidad, alzando los brazos.

Su mirada siguió su mano buscando aquel libro y como lo levantaba un poco, frunció el ceño. Se adelantó unos pasos, de aquella manera también marcaba que los chicos no debían avanzar demasiado.

-No todo lo que está escrito necesariamente sucede, Malabi. Ciertamente ese libro tuyo me da mucha intriga pero vamos, no tiene ningún sentido que nos hables con acertijos. Sé más directo, ¿qué hay en ese libro? -cuestionó, sin bajar la guardia en ningún momento.

Todos escribió:

Volviendo a su forma humana y haciendo su compensación, se aferra a Eitan seguido de un "Por favor no me sueltes". Al escuchar aquella voz y ver a aquel hombre la chica cuestionó.

-¿Malabi? El sujeto es aquel que mencionaron, ¿El que dicen que era un "informante"?-

Pudo decir "chismoso". Omeny suspiró y se cruzó de brazos.

-Divertirse, divertirse. Algunos de ustedes los apóstoles dicen eso. No somos juguetes u objeto de diversión ¿sabes?-

Amanda lucía molesta.

-Fingir una muerte para engañar a otros ¿Te parece divertido? Supongo que lo es para alguien que no está bien de sus facultades.-

Al igual que Amanda, Bastorius.

-La esperanza muere al último.A ti qué más te da la que tengamos esperanza de hacer algo.-

Kisa escribió:

Eitan Chassier

Había sido una pelea muy problemática, aunque todos habían podido sobrellevar la situación. Cuando vio la escena un poco más libre, Eitan se detuvo a recuperar algo de aliento sin esperar que Omeny iría a compensarse con él. Al inicio la miró con desconcierto ante la frase "Por favor no me sueltes", aunque después cae en el asunto.

Ora, ora! Quien te viera mimosa, Wendy!

Le devolvió prácticamente el abrazo (aunque un poco tosco de su parte), pensando quizás que debía hacerlo para ayudarle a satisfacer la pesada necesidad de la compensación. Mientras la soltaba, observó como varias de las criaturas huían en 2 direcciones.

¿Qué onda con esas cosas? ¿A dónde van?

Inesperadamente, un grito atrapa la atención de Eitan. Una mujer se marchaba a carreras, perseguida de más enemigos.

OIGAN!

Reclamó a aquellas bestias aunque algo comenzaba a ocurrirle. Pareció paralizarse con los ojos muy abiertos en su mismo puesto, sin mover un músculo. Había hecho aparición otro sujeto, escuchando tan solo un poco de lo que balbuseaba. Tenía una guerra campal dentro de sí mismo: El olor que podía percibir ahora de aquella mujer al alejarse de la humareda que quizás disfrazaba su aroma, ahora le tentaba en gran medida. Estaba al borde de perder nuevamente el control... Por un lado tenía mucha hambre y las ansias como "cazador" le golpeaban para que se moviera... Tan sólo permanecía en su puesto por resistirse, invadido por el temor de volverse un asesino y más de gente inocente.

Grrrrr...grrrrrrrrrrrr....

Los movimientos toscos por reprimirse a sí mismo eran notables. Como pudo, volteó a mirar a Dereck con un gesto de súplica, pidiéndole ayuda sólo con la mirada. De momentos, volvió a congelarse, con la mirada perdida. Sus orbes parecían lucir más feroces, enfocándolos en otro punto y arrancando a correr en la dirección que tomó la mujer perseguida por Guraks. A tres largas zancadas, se transformó en cachorro y siguió sin cambiar el rumbo hacia su "presa".

Eitan, Todos escribió:0.0

Gabrielle Cohen O.

Gabrielle estaba listo para seguir atacando cosas cuando hubo un momento de descanso, bastante raro por cierto... sin embargo la retirada de las cosas no era de a gratis, venía un enemigo más poderoso. Apareció ante ellos el tal Malabi o el otro nombre que tenía antes de unirse al otro bando. Seguía preguntándose el por qué del cambio... ya eran muchos... ¿de verdad el lado oscuro era tan bueno? ¿Cumplirían su capricho? Torció el gesto, no podía ser, debía haber un pago y la cuestión era esa, ¿estaba realmente dispuesto a cargar con ese costo?

-Vaya... vaya... diversión, destino... jajaajaja soy el único que decide que me depara la vida- le dijo molesto e iba a seguir recriminándole cosas cuando vio a Eitan comportarse raro -¿Amiguis, pero que diablos te pasa?- dijo sorprendido y en eso lo vio correr por su presa.

Realmente no sabía que perseguía pero la cara que había hecho era más que elocuente, luego esa mirada perdida, vio a Dereck y luego a Eitan... sabía lo que Dereck haría. Suspiró, no podía meterse en un asunto de hermanos, pero sí ayudarle a uno de ellos, si es que se dejaba ayudar.

-Ve por él... ni siquiera pienses... yo te cubriré- le dijo sin duda alguna, se mantendría de pie hasta que el joven volviera con su hermano. Le dio un empujoncito para que se moviera mientras él no le quitaba la mirada de encima a Malabi y se mantenía listo para atacar o defender a Dereck -Ten cuidado...

Mientras intentaban mantener alejados a sus adversarios, también Dereck se percató de aquel grito desgarrador proveniente de una mujer.

Al mismo tiempo uno de los apóstoles hizo acto de presencia, era aquel llamaban "Malabi" Dereck  frunció un poco el ceño recordando que el dio información sobre todos incluyendo sobre sus padres.

-Fingir tu muerte o no es algo que no me incumbe, pero hayas hablado de más para poner en riesgo vidas de personas importantes para mi, eso, eso es algo que no puedo tolerar. Yo no solo tengo esperanzas, incluso ahora sé que MIS esperanzas las puedo depositar en alguien en todos ellos.-

Se refirió a todos sus compañeros. Su atención de dirigió hacia su hermano, la forma en que Eitan le miraba, le inquietó bastante. Su hermano parecía lidiar con algo

-Eitan... un momento, no te precipites o puede ser... ¡EITAN!-

Demasiado tarde, su hermano ya había ido en dirección de aquella mujer y los Guraks, se sintió entre la espada y pared, pero afortunadamente Gabrielle le dio luz verde de ir por su hermano.

-Gracias, Gabo, te debo una.-

Dereck se echó a correr detrás de su hermano haciendo uso de su habilidad RUSH, con su arma en la mano, no quería que lo hirieran ni tampoco que cometiese una tontería.

-Si tan solo pudieras contarme lo que te pasa Eitan, tendría una idea de como ayudarte.-

Decía mientras se introducía en el interior de aquel edificio, teniendo suma cautela de los escombros, aún había algo de humo conforme iba ascendiendo, eso le dificultaba un poco la visibilidad.

-¿¡Eitan, dónde estás!?-
 
Esperaba escuchar algún indicio, de él, pero de momento de dejaba guiar por aquellos gritos solamente y algunos ruidos en tercer piso. Dereck tenia que llegar rápido.

Kevin Iruka

Habian logrado repeler a esas criaturas, en medio de todo ese caos se escucho el grito de una mujer, Kevin empezo a mirar para todos lados, hasta que en un momento se vio correr a esa mujer en un edificio con criaturas atras de ella, cuando estaban por ir tras esa mujer una voz interrumpio el objetivo.

Se presentaba como Bastorius, era el famoso informador Malabi del que tanto hablaban en la mansión, uno de los apostoles.  Otro enemigo que disfrutaba del sufrimiento ajeno, estos aposteles, o por lo menos algunos de ellos, se divierten con la desgracia y la muerte... enseguida apunto con su ballesta por si las dudas, no tenia idea como iba a reaccionar este nuevo enemigo.

Empezo a observar que Eitan volvía a tener una cara que ya había visto antes, la recordaba bien, cuando salio a cazar el perrito en la mansión, ya no sabía que le daba mas miedo si Malabi o Eitan con esa desesperación por cazar, parecía que trataba de retener su necesidad, pero no lo logro y salio a correr, en dirección de la mujer.  No sólo la iban a perseguir los Guraks, también Eitan con su sed de sangre.  

Como podemos enfrentar a nuestros enemigos cuando nuestros aliados se descontrolan de esa manera, primero Alex defendiendo a su hermano casi muere en sus manos, ahora Eitan, en un momento dificil como ese, donde aparecía un enemigo poderoso salía a correr tras una presa inocente... como era de esperar Dereck fue tras él, pero era entendible, después de todo era su hermano, Eitan tenía suerte por tenerlo cerca.

Volvio su vista a Malabi, seguia apuntadolo con su ballesta, esperando... no sabía que es lo que iba a suceder, el grupo nunca había estado tan separado, no estaba Alex, y ahora tampoco Dereck ni Eitan.

Todos escribió:

Bastorius

Al escuchar las palabras de Amanda, Bastorius sonrió socarronamente.

-¿Que si soy yo quien provocó todo esto? Ay, Amanda... ¿cuándo van a despertar y darse cuenta?

Sosteniendo aún el libro en su mano, Bastorius dejó su sonrisa a un lado.

-El libro no tiene nada de especial, excepto porque yo lo escribo. Y lo que escribo, Amanda... son los deseos de alguien que no podrías ni comprender... -confesó.

Súbitamente observando a Gabrielle, volvió a sonreír.

-Gabrielle, Gabrielle... mi querido Gabrielle. Cumpliría tus deseos, si dejaras de dudar y por fin te decidieras. Pero no, sigues reprimiéndolos. Las personas que se reprimen, raramente consiguen algo ¿sabes? -le dijo, aunque Gabrielle no había mencionado aquello y sólo lo había pensado. Lentamente agregó -sólo los que no temen al precio por pagar merecen que sus deseos se cumplan.

Al ritmo de los siguientes pensamientos del rubio, Bastorius frunció el entrecejo.

-Gabrielle Cohen Ozawa... ¿por cuánto tiempo más vas a ser el felpudo de Dereck Chassier? Pregúntatelo ¿cuánto tiempo más podrás soportarlo?

Cuando Gabrielle le daba el empujón a Dereck, Bastorius negaba con la cabeza y lo veía partir, al mayor de los Chassier. Fue unos instantes después, cuando Dereck ya no era visible, que sacó su libro, del que pendía una elegante pluma, y abrió en una página específica.

"...Dereck no podía encontrar a su hermano. El humo del lugar comenzaba a embotar sus sentidos, y aunque seguía adelante llamando a su hermano, no conseguía dar con él. De pronto sintió que su cuerpo se tambaleaba.

Mirando a todos, Bastorius pasó una página, para continuar en la siguiente. Al parecer, no se hacía problema por lo que estaba haciendo. De vez en cuando, observaba a Gabrielle.

...No era el humo, ni el calor lo que lo debilitaba... no, no era nada de eso. Se sentía desvanecer, liviano como una sombra... y no entendía por qué. Temió que pudiera desaparecer, sin dejar rastro de su propia existencia. Ni siquiera sitió cuando cayó al suelo. Como pudo, desvió la mirada hacia abajo, hacia su cuerpo, que aún estaba allí aunque no le respondía. Se sintió cada vez más cerca de lo inevitable. Ya casi podía sentir el aliento de la muerte sobre su cuello, mientras los sonidos del fuego crepitante se hacían cada vez más débiles..."

Bastorius decidió acabar allí su crónica, cerrando el libro con un golpe seco, y guardando la pluma en su lugar, dentro del libro. Y luego, observó a Amanda.

-¿Qué es lo que está pensando, "profesora"? ¿Cómo es que un Vástago tiene semejante poder? Simple: No todos perdemos el tiempo manteniendo esa ridícula actitud bonachona que caracteriza a Arrows. ¿Qué es lo que le ha pasado a Dereck, por estar siempre al pendiente de Eitan? Y Gabrielle pasará por lo mismo, si sigue al pendiente de Dereck. Arrows... por estas cosas es que siempre han sido flechas que no tienen el poder de abrirse camino a través del destino... si de verdad quieren que los Apóstoles no los aplasten, el único camino es aplastarlos primero... pero no, siguen jugando. Quien sabe, quizás desarmar a los Apóstoles desde dentro de su organización sea lo más inteligente, pero jamás harían algo inteligente, por lo que veo...

El peliazul hizo una breve reverencia ante los presentes, y dedicó una última mirada a Gabrielle.

-Gabrielle Cohen Ozawa... bienvenido a tu tercer nacimiento. Seguro quieres ir a despedirte de tu debilidad, llamada Dereck Chassier -dijo, y con esas palabras, desapareció sobre un extraño símbolo luminoso en el suelo.

---

Acciones:

-Asistir a Dereck.
-Ir hacia el sur, desde donde se siente un aura de vástago poderosa.

Notas:

-Dereck ha sido abatido y de momento no podrá recuperarse.
-Deben intentar reanimarlo, y Amanda deberá llevarlo de vuelta a la Mansión luego de eso.

Kevin Iruka

El tal Malabi al parecer sabía mucho del grupo, casi pareciera que leia sus pensamientos, le dijo algunas cosas a Amanda, y otras a Gabrielle... al rubio le dijo cosas bastante duras... luego empezo a escribir en su libro sobre Dereck, acaso eso que escribía estaba sucediendo de verdad... finalizo diciendo algo al rubio que no termino de entender sobre el tercer nacimiento.

No sabía lo que le estaba sucediendo, tendría que ir corriendo a ayudar a Dereck si es que todo eso había sido verdad...  pero otros sentimientos pasaban por su cuerpo, que no lo dejaban reacionar, Malabi en su relato había mencionado a varios del grupo... menos a él, nisiquiera le había dirigido la palabra, lo había ignorado, ese sentimiento de que no lo tuvieran en cuenta, nisiquiera el enemigo... aunque tampoco se había dirigido a Omeny, ni a Mae... pero eso no importaba su vida estaba rodeada de ese desinteres, quizás si pudiera hablar todos lo tendrían mas en cuenta.

Las palabras de Malabi encerraban algo que no paraba de dar vueltas en su cabeza, "Qué es lo que le ha pasado a Dereck, por estar siempre al pendiente de Eitan? Y Gabrielle pasará por lo mismo, si sigue al pendiente de Dereck"... y de él, ¿quien estaba pendiente? Absolutamente nadie, nisiquiera lo fueron a buscar al hospital, había sido abandonado por su familia, por amigos, por conocidos, no recordaba su vida anterior pero de seguro tendría gente a su alrededor, ¿Por qué lo dejaron tirado en aquel hospital?

De eso se trataba su vida, del abandono... para que iba a buscar a Dereck si no iba a poder hacer nada por él, era un simple niño, inútil, tan inútil que los enemigos pasaban por su lado sin mirarlo siquiera, claro que peligro podía representar alguien tan vacío como él.

Termino por hacer uso de su habilidad y se hizo invisible, no queria saber nada con nadie, decidió separarse del grupo, después de todo iba a ser un estorbo, era para lo único que servía, empezo a caminar hacia el sur, sentía una fuerza increíble que provenía desde allí... no iba a poder hacer nada, pero al menos observar que sucedía, que es lo que habia alla, y dar aviso a sus compañeros cuando llegaran... dar aviso, como, escribiendo en un estúpido papel... estoy harto!

Todos escribió:

Slade escribió:

Iwata Mae

La rubia escuchó cada palabra de aquel sujeto que se hacia llamar bastorius, pero que ellos habían conocido de nombre: Malabi. Sus palabras eran crueles, y a la chica le preocupó que hasta hicieron dudar a Amanda. Miró a Dereck retirarse tras Eitan y, aunque hubiese querido ayudar, un peligro más fuerte estaba frente a ellos.

Al comenzar a escribir, de alguna forma presintió que lo que decía estaba pasando en realidad, a pesar de no haber creido en las palabras del peliazul al principio. Solo cuando este se retiró, miró a sus compañeros con angustia.

-¿Y si es verdad? ¿Y si hirió a Dereck? -preguntó, adelantandose algunos pasos y mirando a la pelivioleta y luego a Gabrielle- Es evidente que de alguna forma puede saber lo que pensamos, pero ¿cómo? Si es así, no podremos ganar nunca... -suspiró, tenía miedo pero temía aún más que a Dereck le hubiese pasado algo malo.

La chica estaba mirando a todos, esperando alguna señal de algo por hacer, para cuando vio claramente como Kevin desaparecía. Sabía bien que él tenía esa habilidad, y eso hizo que frunciera un poco el entrecejo.

-Kevin, muestrate ahora mismo! No lograrás nada escondiendote, ¿acaso no dices siempre que somos tus hermanos? ¿No siempre Gabrielle está protegiendote? ¿No te ha hecho reir Omeny? No puedes hacerte a un lado justo ahora, no puedes darles la espalda -gritó con algo de desesperación.

Su mirada se fijó en los unicos dos compañeros que aún parecían quedar en pie: Gabrielle y Omeny.

-No hay que dejarnos llevar por las palabras de ese tipo, no ganaremos nada con ello. Vayamos a buscar a Dereck ¿qué esperamos? -insistió, comenzando a caminar en dirección al sur, desde donde parecía provenir una gran fuerza, pero no se veía como algo bueno.

Tras caminar unos cuantos metros, divisó el edificio hacía donde había ido Eitan, y su hermano tras el. Colocó las palmas de su mano alrededor de la boca, intentando hacer que su voz sonara más fuerte.

-Eitan! Dereck está en peligro, ayúdanos a buscarlo por favor! -pidió casi suplicante, sin importarle atraer la atención de los Guraks o lo que sea. No esperó demasiado, cerró los ojos y se concentró lo máximo posible, haciendo que el pequeño osito rojo apareciera junto a ella.

-Traumerei... usa Red Sneak, y rastrea rápidamente a Dereck por favor -pidió. El oso panda rojo salió corriendo a una gran velocidad utilizando su olfato para buscar al albino. Una vez que lo encontró, lo olfateó un poco y con la cabeza intentaba hacerlo reaccionar.

-No se por qué, pero siento que alguien más nos está esperando... -reflexionó la rubia, caminando aún más hacia el sur, casi como atraída por aquella extraña aura.