[ER] - Misión Nº7 - Frontera de la Fortuna

Al principio, por el aspecto del lugar, aquellos que habían firmado el libro podrían haber pensado que estaban en  Pandemonium. El lugar era oscuro, el piso de ladrillo negro pulido brillaba por las luces de un cielo encapotado de estrellas plateadas. Era como si no hubiera más escapatoria de aquel lugar, que las alturas coronadas de blancas perlas, que se perdían en el tiempo.


Estaban en la Frontera de la Fortuna, en el círculo exterior del Reino de los Cielos, estancias de un Dios que no conocían y ante el cual no buscaban mostrarse. Eso era lo que les explicaba VI mientras la vía de estrellas sobre sus cabezas cambiaba de colores de forma magnífica, y asemejaba a algo que nunca habían podido imaginar. Era sobrecogedor, y el silencio y la oscuridad de alrededor, hacían apreciar aún más aquel espectáculo nocturno en el cielo.

Allí, según el libro, había sido encerrado el poder de la Diosa a la que le correspondía el cuidado de la Tierra, pero fácilmente podían pensar, que de estar encerrados en algún lugar por toda la eternidad… un lugar tan hermoso y tranquilo como ese podría ser incluso un encierro dulce y conmovedor.

En cuanto apartaban la vista del cielo (lo cual llevaba bastante fuerza de voluntad, por lo hermoso del paisaje celestial) los límites de aquel lugar quedaban confusos. A veces se veían paredes de ladrillo negro y pulido como el piso, pero a veces al avanzar hacia ellas éstas comenzaban a retroceder envueltas en una misteriosa bruma negro/brillante que no permitía conocer la ubicación exacta de los límites de aquella hermosa estancia.

“Ella tenía unos ojos profundos y cristalinos como un estanque. Tan transparentes eran, que uno esperaba poder verse a sí mismo en sus ojos, o ver mas allá de los lugares y del tiempo. A veces sostenía la mirada a las personas, como buscando algo. Y parecía tan bella que había que desviar la mirada, o entrecerrar los ojos para verla. Era dueña de un mirar algo egoísta, como belleza adolescente. Como reservada sólo para ella. Y filosa. Su belleza tan era aguda como una cuchilla helada, y podía lastimar un corazón en un instante de descuido sin siquiera darse cuenta. En cambio, si el sol bailoteaba cálidamente entre sus ropas, o la luna daba en su piel, la herida no era limpia como la de un filo sino como un hueco en el pecho, una sensación de ahogo. Ella sin siquiera pretenderlo, hacía que las personas la sujetaran furiosamente en su mente, sin poder retenerla. Quedaba viva en los pensamientos de los demás, aunque se moría constantemente”.

Esas palabras fueron susurradas por una voz que no podía determinarse como humana, ni reconocerse. El lugar parecía ir contando una historia, como si relatara un libro. Reaccionando a las palabras, las bestias interiores de todos los presentes saltaron haciéndose presentes, y jugueteando con sus amos. Y a modo de respuesta también, apareció un humo delante del grupo, que fue formando unas figuras en el aire hasta volverse más y más visibles, determinadas, sólidas…







Con una marcada intención de no dejarlos pasar desplegaron entre los dos una enorme barrera de energía de color blanco y morado, fluctuante y semi transparente. Ambos parecían bestias interiores de alguien, pero de gran tamaño. Al aparecer estos Guardianes, su humo reveló detrás de ellos un curioso pilar grueso como una torre, también de color negro, que hasta ese momento había permanecido invisible. Ambos Guardianes parecían cerrar el paso hacia allí.

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Acciones:

-Reaccionar al lugar.
-Coordinar acciones para intentar romper la barrera y pasar arrojando 1d10. Si alguien del grupo saca 1 o 10, todos deben volver a postear.

Todos escribió:

VI

La mujer obviamente asintió ante las órdenes del líder de los Arrows, se acomodó un poco las ropas y esperó a que todos los que así lo desearan firmaran el libro que ella misma había traído.

Al principio, VI no parecía demasiado sorprendida por haber aparecido en aquel lugar, pero al cabo de unos segundos pudieron notar que en sus ojos, que siempre parecían fríos y despiadados, había un dejo de calidez y un brillo especial. Aquel lugar era hasta capaz de conmover, levemente, a la ex-apostol.

Sin embargo, con la aparición de aquellas bestias tan particulares, la albina se puso en guardia e hizo aparecer sus dos espadas luminosas en sus manos.

-Una barrera, era obvio -murmuró sonriendo un poco de costado- Este lugar es nuevo para todos, pero si esas bestias han aparecido significa que por algún motivo pueden materializarse en este plano, quizá sea nuestro mejor recurso -comentó con tranquilidad.

Junto a VI también había aparecido una criatura que parecía ser su bestia interior, a juzgar por su aspecto podía denotar todo lo contrario a lo que se veía superficialmente en la albina; se trataba de un ser cálido y espiritual que caminaba con soltura.

Spoiler:

-¿Esto es el Reino de los Cielos? ¿por qué fui llamado a este lugar? -preguntó con curiosidad la criatura.

-Tan solo espera mis órdenes, que hoy solo vinimos como apoyo… -susurró la mujer observando por primera vez a los jóvenes de Arrows, expectante por ver qué ideas proponían.

En un primer instante supuso que estarían en algún horrible lugar de Pandemonium como solía pasar cuando se transportaban a las misiones, pero cuando levanto la vista, el espectáculo que se alzaba frente a sus ojos era increíble, de una armonía y una tranquilidad única, sobre ellos un universo con estrellas que iban variando sus colores, no daba crédito a lo que veía, de alguna manera sentía una paz interior maravillosa.

Incluso VI observaba con cierta calidez en sus ojos aquel paisaje, era la primera vez que veía en ella una pizca de humanidad.  Al mismo tiempo explicaba lo que era ese lugar.

-- Así que estamos casi a las puertas del reino de los cielos, debo admitir que este lugar es increíble.  Así lo percibía, si alguna vez en la Tierra escucho hablar del paraíso pues aquel lugar se le parecía mucho.

Era casi imposible sacar la vista de semejante paisaje, cuando miro hacia el horizonte, comprendió que el lugar era muy confuso.  Es como si fuera lo que ven aquellas personas que estuvieron cerca de la muerte, luz, cosas que aparecen y desaparecen, todo borroso.  Al cabo de un rato unas palabras se empezaron a escuchar en el aire, como si alguien recitará un poema, aunque algunas partes eran tan confusas como aquel lugar, pero era una voz distinta a todas como si un Dios hablará, quizás un ángel.

Le llamo la atención que luego de escuchar esas palabras sus bestias interiores se hicieron visible, Blue revoloteaba alrededor como jugueteando.  Frente a ellos se hacía presente una especie de humo que se fue despejando hasta dejar visible a dos figuras, era como bestias interiores pero más grandes, y al parecer estaban dispuestos a no dejarlos avanzar.

-- Ya me parecía demasiado tranquilo todo.  VI se ponía en posición defensiva con sus espadas, también aparecía su bestia interior bastante distinta por no decir opuesta a lo que se hubiese imaginado.

-- Esas criaturas son hostiles?  Debemos atacarlas?  Preguntaba mientras también sacaba su espada y se ponía en posición defensiva, si hubiera estado en Pandemonium hubiera atacado sin pensarlo, incluso al más ínfimo insecto que se le apareciese.  Pero ese lugar, era tan calmo, quizás se podía dialogar con esas criaturas, no quería dar rienda suelta a sus impulsos como solía hacer, no podía fallar esta vez, así que trataba de analizar la situación antes de reaccionar y ver que opinaban sus compañeros al respecto.

Aquel lugar era algo indescriptiblemente hermoso.

Wow, esto no se compara a la infinidad de sueño lindos que tuve que era niña

Sus ojos grises no podían apartarse de aquel entorno sobre su cabeza incluso giró sobre su propio eje admirándolo todo. Omeny sintió mucha quietud y tranquilidad en su interior, era como si de pronto todos los malos sentimientos se hubiesen desvanecido y solo reinara la serenidad.

Comenzó a caminar, escuchó a VI, pero no volteó a verla, fue hasta que se estaba tropezando con sus propios pies que logró ver hacia el frente.

Un extraño, pero tranquilo susurró recitó algunas palabras.

¿Qué fue eso?..

Mencionó, cuando menos se dio cuenta su bestia interior estaba a su lado y parecía muy feliz.

Hola, linda ¿Cómo fue que apareciste eh?

Acarició la cara y el cuello de aquel corcel mientras continuaban su camino algo más se materializó frente a ellos.

Que tremenda energía tienen.

La bestía interior de VI era bonita, o al menos Omeny así la veía.

Esa barrera es energía... Esas criaturas están protegiendo aquella torre, No nos han atacado de querer hacerlo ya lo hubieran hecho, solo no quieren que pasemos, pero debemos hacerlo.

Omeny se acercó un poco a aquella barrera, acercó su mano para intentar tocarla y claramente pudo sentir que la repelía como un imán.

Tal vez con una descarga de energía más grande se pueda desequilibrar los enlaces que la forman.

De momento recordó uno de los entrenamientos de Amanda, allá en el templo donde tuvo un acercamiento con un lobo salvaje y trató de comunicarse con él. Trato de hacerlo lo mismo con aquellos seres.


No es nuestra intensión irrumpir con la tranquilidad de este sitio, pero necesitamos pasar, por favor.

Mencionó con calma aunque no supiera si obtendría una respuesta gentil.


Bien Eitan, intentemos con Electra, mientras Alex y Mae golpean con algo más.

Indicó la chica para hacer uso de su habilidad.

El miembro 'Kisa' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar los Dados

'Dado de 10 Caras' :

Resultados :

Todos escribió:

Mae Iwata

Al llegar al lugar, la rubia se sintió sumamente sorprendida. Al principio no sabía si temblar del miedo o sonreír con alegría, aquel paisaje era tan hermoso que la chica no sabía como expresarse. Mientras tanto atendía a la distancia las palabras de VI y alguna que otra explicación sobre el lugar.

-Frontera de la Fortuna… es magnífico… -susurró aún impactada por todo aquello. Solo después de unos cuantos minutos Mae apartó un poco la vista e intentó observar a su alrededor. No se podía distinguir nada muy claramente y además, aquella voz que relataba un cuento le distraía sobremanera.

-¿Estará describiendo a la Diosa? Puede que la información que da nos sea de utilidad -mencionó con tranquilidad.

Al cabo de unos momentos, tanto Verdandi como otras bestias interiores aparecían. La rubia acarició levemente el hocico de su pigmalión.

-Omeny tiene razón, al parecer ellos solo protegen esa torre y no es que quieran matarnos, al menos por el momento -dijo en respuesta a lo que habían dicho la chica y Alex. Pensó unos segundos más luego de la propuesta de la pelioscura.

-Quizá VI esté en lo cierto chicos, y las bestias interiores sean nuestro mejor recurso… al menos ya que Verdandi apareció aquí voy a hacer que ataque con su técnica especial a ver si se complementa con los ataques de ustedes -dijo mirando a su pequeña volt chimera.

-Usa Flash Breath Verdandi! -indicó esperando a ver qué consecuencias tenía aquella acción en conjunto a lo que hacían sus compañeros.

El miembro 'Suzume' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar los Dados

'Dado de 10 Caras' :

Resultados :

Todos escribió:

VI

Al parecer, el primer intento realizado por los chicos había fallado. La albina los miró con una leve sorpresa.

-Electra no funcionará… las habilidades impersonales fueron creadas por Arrows y, por ende, no son capaces de destruir (al menos por sí mismas) una barrera compuesta en la Frontera de la Fortuna -dijo con la frialdad acostumbrada.

-Hay que ir más allá, en esta misión no estaremos pisando sobre seguro. El libro mismo nos está dando la clave de cómo avanzar -sentenció, luego dio un rápido vistazo a la bestia que estaba parada firmemente a su lado.

-Directo a la barrera cuando ellos ataquen… -ordenó con seguridad sin especificar demasiado, inmediatamente aquel ser se envolvió en el color del aura de VI y comenzó a formar dentro de su boca una bola de energía dispuesta a ser lanzada en cualquier instante.

Todos escribió:

??????

??????

Los seres que les estaban cerrando el paso se quedaron inmóviles ante los intentos de los jóvenes Arrows. Pero en cuanto la bestia de VI comenzó a preparar una concentrada esfera de energía con su boca, alzaron sus armas como ayudando a la barrera a bloquear el ataque que se venía. El ser blanquecino levantó su vara, y el violeta su espada. Entendían lo que se proponía el grupo de recién llegados, y parecían comunicarse en un idioma de leves sonidos, que nadie entendía.

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Acciones:

-Atacar la barrera con la ayuda de las Bestias de los Cofres.

Notas:

-La regla del 1 y del 10 queda desactivada.

La situación se volvía un poco más tensa, cuando VI estaba preparando un ataque con su bestia interior.  El pelioscuro se preguntaba si estarían haciendo bien atacando aquel lugar tan pacífico, como si fueran vástagos caídos que por cumplir su objetivo destruyen todo a su paso sin importar más.  Esas criaturas sólo estaban defendiendo el lugar, ni siquiera habían atacado, sólo se pusieron en posición de ataque para defenderse del posible ataque de la bestia de VI.  Los invasores, los que estaban allí para "destruir" eran ellos, no se sentía nada cómodo con esa posición.

Pero las cartas ya estaban sobre la mesa, si querían salvar a su planeta tenían que avanzar y lograr despertar los poderes de aquella Diosa, además las criaturas hablaban de una forma con la cual no podían comunicarse con ellas como para llegar a una tregua más pacífica.

-- Lo siento, pero debemos avanzar... Blue, utiliza Cold Breath contra la barrera!  Le dio la orden de forma contundente a su pequeña ave.

-- Biiiii!!!  Respondió como si fuera un grito de guerra y disparo el rayo hacia su objetivo.

Si hay que usar la artillería pesada, entonces...

Su pequeño guerrero estaba listo.

Neruuuu!

¡Armor Break, Leónidas!

Bajando la defensa de aquellos seres, la bestia de Omeny se lanzaba hacia la barrera con su cuerpo pesado y atacaba con sus armas, las cuales estaban cubiertas de aquella aura color magenta..

¡Cruzaremos!

Todos escribió:

Mae Iwata

Mae se mordió un labio con nerviosismo al ver que no lograban romper aquella barrera; estar en aquel lugar era una experiencia extraña desde todo sentido, porque incluso sentía una ansiedad inusitada por saber qué había más adelante. De sus cavilaciones la sacó VI, con sus palabras.

-Pensar más allá, no sé cómo hacerlo -confesó con algo de angustia, pero al ver como la bestia interior de la albina comenzaba una ofensiva supo que no se podía quedar dudando. Además, aquellas bestias casi iguales reaccionaban a las acciones de los miembros de Arrows.

-Está bien, vamos de nuevo, estoy con ustedes -dijo mirando a sus compañeros que ya empezaban a darle órdenes a sus bestias. La rubia miró de nuevo a su pequeña chimera, le brindó una sonrisa de confianza.

-No nos vamos a rendir, Verdandi, claro que no ¡Flash Breath! -indicó en voz alta.

-Nyaranya! -respondió el pequeño pigmalión, dejando salir por vez nueva aquel rayo de luz.

Slade escribió:

Loreana Drínger

Al atacar Blue la barrera, el mundo cambió rápidamente para Alex, que vio cómo las estrellas se movían y formaban una nueva escena.

Alex estaba sentado en el sillón aterciopelado, rojo oscuro, de una sala en penumbras. El lugar estaba sólo iluminado por una lámpara con pantalla algo gruesa, de un naranja pálido.

Había otros sillones... eran 4 en total, dispuestos alrededor de una mesita baja, con una blanca carpeta tejida, unas revistas y un revólver antiguo de colección, reposando sobre una base de madera. La casa tenía ese inconfundible distintivo de la gente grande, lleno de cosas antiguas. Quizás fuera incluso de los padres de la Capitán, pues parecía ser un edificio de más de 80 o 100 años.

Loreana Drínger estaba sentada en un sillón individual, como el de Alex. Ella tomaba una taza de té que tintineaba débilmente, siendo casi el único sonido en la noche. Frente a ella estaba Fausto, ocupando descaradamente casi la totalidad del sillón doble. El pelirrojo tomó el arma antigua y la examinó por unos momentos. Parecía agradarle verla.

Fausto

-Es bonita... -dijo.

-Dudo que alguien como usted aprecie algo de verdad -contestó ella.

Fausto bufó, tirando sin cuidado el arma al suelo, ya sin interés. Loreana no hizo nada al respecto.

-Dudo también que haya venido usted solamente a romper cosas de mi casa. ¿Podemos ir al grano?

Fausto sonrió encantado con la propuesta. Se notaba que de estar sólo ahí sentado no podía contenerse.

-Están ahora en un lugar que nosotros no podemos alcanzar. Pero personas con una fuerte conexión con él si podrían. Queremos alcanzarlos usando esa conexión para ir a donde están ahora. Pero usted no va a vender a Alex Slade, ni a ninguno de sus amigos ¿verdad?

Estaba claro por la última frase, que Fausto realmente deseaba una respuesta negativa. Le permitiría intentar llevarse a Loreana a la fuerza e intentar ir hasta la Frontera de la Fortuna. O matarla.

La ex-capitán ni siquiera contestó, simplemente cerró los ojos y sorbió un poco del té.

-Bueno ¿entonces ha terminado la reunión, verdad? -dijo, aprontándose para concluir. Aunque sabía que no iba a ser así de sencillo.

-Estoy obligado a hacer esta mierda porque a Naugrim no se le puede pedir nada... así que sólo para asegurarme, quisiera mencionarle que de ayudarnos podríamos traer nuevamente a su esposo a su lado, y le aseguraríamos un lugar donde vivir con él... -dijo Fausto, como con asco de sólo pensarlo.

-Es realmente una linda ilusión, pero nada vuelve y además no le creo una sola palabra. Ahora si me disculpa...

Loreana se levantó de su sillón. Fausto hizo lo mismo. Parecía que la reunión había concluído, y llegaba el momento que Loreana estaba esperando. Ahora debía de pasar a la acción lo más rápido posible, de un segundo a otro.

El pelirrojo se rascaba la cabeza, mientras Loreana llevaba su taza a la cocina. De pronto las luces de la casa parecieron bajar de intensidad. Hubo un fogonazo desde la dirección de Fausto, pero Loreana ya estaba lista y se echó hacia un lado. Con la mano que Fausto había escondido atrás, éste le lanzó a la mujer un cuchillo de caza... la capitán lo interceptó arrojando la taza que se rompió y desvió el ataque. Con la mano libre, Fausto volvió a enviar una bola de fuego hacia la mujer, quien levantó el brazo y bloqueó el fuego con algo que se parecía mucho a Protect Hand, pero parecía hecho de agua. Fausto parecía furioso, Loreana lucía como realizando un gran esfuerzo.

El fogonazo finalmente se apagó con el agua de Drínger, pero ella sabía que debía huir porque no ganaría la pelea. Intentó correr hacia la puerta pero Fausto la hizo arder rápidamente, junto a todo el frente de la casa que ahora comenzaba a incendiarse. Él haría lo mismo con la parte trasera si lo intentaba, pensó. Estaba atrapada, no era capaz de hacer tanta agua. Pensó que Fausto no parecía dispuesto a matarla. Quizás realmente podían usarla para ir a dar caza a los chicos de Deneb.

Sacó su arma, la que aún llevaba siempre en la cintura a pesar de estar retirada. El pelirrojo se abalanzaba ya sobre ella. Tal cual había pensado Loreana, Fausto estaba fastidiado porque aparentemente le habían dado la orden de no matarle de ser posible.

-¡Te tengo! -gritó.

Loreana, por medio segundo, pareció mirar hacia donde estaba Alex. Pero luego esa sensación pasó, le dio un empujón al pelirrojo y se llevó rápidamente el arma a su cien. Disparó dejando a Fausto sin posibilidades.

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Acciones:

-Reaccionar ante lo sucedido.
-Alex debe decidir si hace una conexión para intervenir en esa sala o no.
-Si la hace, peleará con Fausto. Si no la hace, no ocurrirá nada.

Notas:

-La escena es absolutamente real, y de alguna manera Alex lo sabe.
-Loreana Drínger ha muerto.

Suzume escribió:

El Flash Breath del pigmalión de Mae coincidió con el ataque de las otras criaturas. La barrera vibraba, y gracias el ataque de todos, reventaba en pedazos que llovían, como una nieve de colores. Los defensores bajaron los brazos y abrieron paso. Una abertura apareció en el medio de aquel grueso pilar oscuro que guardaban hace un momento.

Pero no todo iba tan bien. Mae, Eitan y Vi veían que Omeny y Alex estaban en el suelo, aparentemente inconscientes, y ahora había que pensar sobre qué hacer. Seguir y dejarlos, quedarse y no seguir, o separarse aún más.

"Aquellos que poseen alas, pueden surcar el cielo hasta donde nunca nadie ha llegado antes, pero asumiendo el riesgo de Ícaro, y pudiendo caer por ambición de alcanzar lo que no deben".

El pilar seguía hacia arriba, pero dentro no había ningún tipo de escalera, ni nada que permitiera subir. Como decía la voz, si no tenían "alas", no podrían subir. Afortunadamente, Spica les había dado una buena mano con eso...

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Acciones:

-Decidir qué hacer, esperar o irse (para Vi, Eitan y Mae).

Todos los del blog escribió:

Eitan Chassier

La reacción del albino al encontrarse con ese extraño lugar, se hizo notar.

Ora! Y pensar que con el manicomio del pandemonium ya lo habia visto todo!

Contiguamente, se encontraron con una extraña barrera y dos monstruos. Al principio apoyó a Omeny en un ataque fallido contra la barrera, pero pronto surgía otro plan.

Eh! Keru!

Llamó al ver como dos de sus compañeros comenzaban a atacar la barrera con sus acompañantes espirituales. Inmediatamente el pequeño demonio arpía aparece junto con Eitan.

Uru urumi!

Mencionó la pequeña bestia, sonriendo confiado y dando a entender que estaba listo para lo que fuera. Así el pequeño apoyó con su respectivo ataque a las otras bestias, con la barrera haciéndose añicos.

YAHAHAHA! Lo conseguimos!

Exclamó el chico por aquella pequeña victoria, sin embargo, se mostró inquieto al ver que Alex y Omeny se desplomaban. Rápidamente se movió hacia ésta última, arrodillándose a su lado mientras le sujetaba el torso con uno de sus brazos mientras su mano libre la abofeteaba muy suave solo para despabilarla.

Ora. ¿Wendy? Despierta, eh!

No hubo respuesta, con el chico viéndose entre preocupado y pensativo. Examinó la chica un poco más, llegando a la conclusión de que simplemente estaba dormida. Tras unos segundos, se pone de pie y alza a Omeny como si se tratara de una muñeca sobre su hombro derecho. Luego se movió hacia Alex y tiró de la camisa a nivel de su nuca para arrastrarlo. Miró entonces a quienes le acompañaban.

Ne! Mejor seguimos. No creo sea buena idea dejarlos aqui. Si algo pasa, ya nos la ingeniaremos para cubrirlos mientras andan de bellas durmientes.

Agregó.

Cuando su bestia interior atacaba al fin la barrera, todo a su alrededor empezó a tornarse más difuso, era como si aquel escenario cambiará, y ahora se encontraba sentado en un sillón en una casa que no conocía.

-- Pero que... No entendía que era lo que estaba pasando.

Empezó a observar el lugar lentamente, estaba bastante oscuro, frente a él, una mesita de té, donde reposaba un arma antigua, siguió observando, se veían adornos, era como si se tratará de una decoración antigua, le hizo acordar a la casa de sus abuelos.  Se estaba a punto de levantar del sillón pero se dio cuenta que en otro de los sillones individuales del lugar estaba sentada Loreana, su capitán.

-- Estoy en la casa de Loreana, pero qué significa esto.  Se preguntó a sí mismo, aunque enseguida observó que frente a la mujer se encontraba nada más y nada menos que Fausto, tirado en un sillón más grande, se levanto rápidamente bastante exaltado.

-- No puede ser!  Aléjate de ella maldito!  Enseguida notó que tanto Loreana como Fausto no habían notado su presencia en aquel lugar, como si se tratará de un fantasma, obviamente tampoco podían escucharlo.  Se quedo observando aquella situación, preocupado por la seguridad de su Capitán, más con Fausto teniendo un arma en sus manos.

-- Por qué vino a buscar a Loreana?  Estaba claro que si bien no lo percibían, no parecía tampoco un sueño para él, era como si estuviera en el lugar, y todo estuviera pasando en ese mismo instante.  Se volvió a sentar, quería  escuchar lo que hablaban, ver de qué se trataba esa reunión, quizás podría obtener información valiosa.

El pelioscuro se asombraba al ver que al parecer Loreana conocía a Fausto, estaba claro que estaban hablando de ellos, y su misión.  El enemigo ya estaba enterado de lo que los Arrows planeaban, y quería llegar a ellos, obviamente para dejarlos fuera de combate.  Comprendió también que si no la asesinaba era porque la necesitaban viva para lograr esa conexión de la que hablaban.  Incluso le ofrecían devolver a su marido si ella cooperaba.  Alex se alegró al ver que su Capitán no estaba dispuesta a traicionarlo.

-- Gracias Capitán.  Pero las cosas se ponían feas, Fausto empezó a atacar a Loreana, primero lanzando un fogonaso.

-- Capitán! Cuidado!  Pero la mujer esquivo el ataque, sabía a lo que se enfrentaba.  Luego el enemigo lanzó un cuchillo que el Capitán pudo interceptar con la misma taza de té.  Volvió a lanzar otro fogonazo, y para el asombro de Alex, la mujer emitía una barrera acuosa, parecida a Protect Hand.

-- No... no puede ser... acaso, ella también...  No termino de reflexionar, ya que la pelea continuaba, Loreana trataba de escapar, pero Fausto no lo permitía, la casa empezó a incendiarse por la parte delantera.

-- Ya déjala!  Gritó Alex, sin poder hacer mucho se sentía inútil por no poder ayudarla.  Fausto se abalanzó sobre la mujer, ella miro hacia la posición de Alex, como si lo hubiera visto.  Por lo que el pelioscuro se quedo inmóvil.

-- Capitán... dijo en voz baja sin fuerza.  Luego empujo a Fausto, y con su arma se disparo en la cabeza.

-- Noooooooooo!!! Capitán!!! Maldito infeliz voy a matarte!!! Su aura empezó a brillar con fuerza, estaba por interceder en el lugar, por luchar contra Fausto, por hacer esa conexión de la que hablaban.

-- Tranquilo... no es el momento.  Se dijo a sí mismo, mientras lentamente se calmaba, y su aura volvía a perder brillo.

-- Loreana dio su vida para que no lograran tener esa conexión con nosotros, si yo lo hiciera, pues su muerte sería en vano, y pondría en peligro al resto del grupo.  Se volvió a sentar en el sillón, si bien la irá lo envolvía, pudo tranquilizarse.  Miro a Fausto con furia.

-- Pero te prometo, voy a hacer todo lo que este a mi alcance para terminar con tu vida, desgraciado.  Expresó en voz baja, casi para él mismo, y se quedo esperando allí sin saber que hacer a continuación.  Como volvería con el grupo, ni siquiera sabía como había llegado a ese lugar, mientras observaba las llamas, que de a poco empezaban a envolver todo el lugar.

SunakoSan escribió:

Mae Iwata

La rubia dejó que su Chimera se subiera a sus brazos al ver que la barrera se rompía y dejaba paso a aquella torre que antes habían visto, pero para su sorpresa tanto Omeny como Alex caían al suelo. Eitan se encargaba de hacer un primer análisis, encontrándose con una Mae bastante preocupada.

Se exaltó un poco al ver como el chico los tomaba a ambos e intentaba llevarlos por la fuerza, pero parecía estar de acuerdo.

-Si, yo tampoco creo que sea bueno dejarlos aquí tirados… -dijo, cuando pudo percatarse de que aquella voz resonaba nuevamente, como si siguiera leyendo un cuento.

Tras escuchar las palabras, su primera reacción fue mirar por la abertura de la torre en dirección hacia arriba. Era claro, subir no iba a ser nada fácil por la falta de escaleras. Y tal como decía la extraña voz lo más sensato sería volar.

-He aquí el problema -bufó como pensando en voz alta. Inmediatamente miró a Eitan y a VI con cierta amargura.

-No creo que podamos subir volando llevando a Omeny y Alex a cuestas; apenas aprendí como usar mi aura para eso y con suerte logro flotar en el aire. Quizá debamos esperar unos minutos a que despierten, o dejarlos a salvo en algún lugar de por aquí pero no se me ocurre cómo hacer eso.

Suspiró mientras se exprimía el cerebro tratando de pensar.

-Sino podemos quedarnos a cuidarlos, mientras tú podrías ir a explorar qué hay allá arriba. Si ves algo peligroso regresa y vemos cómo seguimos adelante. Esa sería otra posibilidad. -le propuso a su compañero, aunque también miró a VI, esperando alguna opinión.

Slade escribió:

Alex, luego de decidir no hacer la conexión, despertó allí mismo, mientras que sus compañeros aún deliberaban sobre qué hacer. La única que hasta ahora seguía inconsciente era Omeny.

Ahora, las cosas mejoraban bastante... siendo sólo Omeny la que estaba "dormida", podrían quizás encargarse de ella llevándola en andas, mientras buscaban la forma de subir por el pilar.

Los guardianes, no parecía que fueran a moverse.

Todo se desvaneció nuevamente, cuando abrió sus ojos otra vez pudo contemplar aquel paisaje de estrellas multicolores, escuchaba algunas cosas que decían sus compañeros y estaba siendo arrastrado por Eitan.

-- Oye tú, deja de arrastrarme como si fuera una bolsa de ropa sucia.  Le dijo en forma de chiste, para luego zafarse del agarre del menor de los Chassier, y levantarse nuevamente.  Se limpio la ropa y observo la situación.

-- Vaya parece ser que Omeny también tuvo un viaje como el mío.  Dijo creyendo que a la chica le había pasado lo mismo que a él, a donde sería transportada, y a quien se encontraría allí, le preocupaba un poco todo aquello.

-- Va a ser mejor que apuremos el paso, Fausto y sus secuaces están haciendo lo imposible por dar con nosotros y no dejarnos avanzar.  Miro hacia el hueco de la torre.

-- Mi antiguo Capitan, dio su vida para que nosotros logremos esta misión.  Se quedo unos segundos pensativo, y si Fausto iba a presionar a Clarissa y su hijo.  Pero no había mucho que pudiera hacer estando allí, mejor era concentrarse en la misión y esperar que no muera nadie más.

-- Entonces supongo que tenemos que poner en práctica nuestro aprendizaje de vuelo, piensen que no lo intentamos muchas veces, no sé si podremos lograrlo cargando a Omeny, estoy de acuerdo con lo que Mae decía hace unos segundos, mejor que alguien se quede con ella cuidándola, de seguro vuelve pronto una vez que resuelva su asunto.  Aunque no estaba tan seguro de eso, y si lograban hacer una conexión con la chica, el que se quedará a cuidarla podría encontrarse con apóstol en el lugar.

-- Oye VI, puede que Omeny este en riesgo, si las cosas no salen bien allí donde este, quizás deberías quedarte con ella, eres la más fuerte del grupo, y la única que podría plantear cara a lo que suceda con ella.  Aunque dudaba mucho que la chica le hiciera caso, iba a ser lo que tuviera ganas de hacer, así era VI.

-- Vamos Eitan a echar un vistazo?  Pregunto al menor de los Chassier invitándolo a subir por la torre, al mismo tiempo empezaba a caminar y trataba de recordar los aprendizajes sobre el vuelo.

Kisa escribió:

Padres de Omeny

La chica podia notar aquel sitio y su corazon lo identificaba de inmediato, era aquel hogar que habia tenido que dejar y donde vivian las personas que mas amaba con su corazon. El lugar se observaba como siempre, con cierto resplandor y calidez aun cuando sabia que el patriarca de esa familia no era una persona muy flexible en algunas cosas.

Al abrirse la puerta podia notar que el sitio no habia cambiado mucho, fotos colgadas en el sitio mostrando a Omeny en diferentes años, asi como fotos con sus hermanos y sus padres decoraban ciertos espacios del lugar.

- ¿Aun sin noticias de ella cierto?-

Preguntaba el hombre con cierta pesadez, parecia que no hubieran sabido mas de la jovencita en mucho tiempo.

- n..no, nada, ni siquiera una llamada o una carta...pereciera que se la ha tragado la tierra-

Su madre parecia afligida mientras terminaba de lavar unos platos.

-....No me gusta decirlo...pero ¡¡¡TE LO DIJE MALDITA SEA!!! ¡¡¡TE LO DIJE!!! ESE MALDITO DEPORTE LA IBA A TERMINAR POR PERDER, YO TRATE POR TODOS LOS MEDIOS QUE SE ALEJARA DEL SOCCER PERO TU Y TU IDIOTA IDEA DE DEJARLA HACER LO QUE QUISIERA Y ENCUBRIRLA EN TODO-

El padre de la joven se notaba furico y golpeaba varias veces la mesa con enojo mientras la madre al escuchar los gritos y golpes se abrazaba a si misma y comenzaba a llorar desesperada.

- Lo se, lo se, a mal hora le estuve apoyando en su idea de ser jugadora profesional, maldigo el momento en el que te convenci de que la dejaras irse a esa escuela..lo siento, lo siento mucho....-

La mujer parecia no soportar mas y caia de rodillas llorando amargamente mientras el lugar se quedaba en silencio sin que la joven pudiera acercarse o dar un consuelo.

- Padre? Madre?-

Omeny podia escuchar una voz identica a la suya hablandoles a sus padres, aquella situacion se volvia un poco extraña.

- Omeny? ¡HIJA!-

La madre de Omeny era la primera en levantarse y salir corriendo a la sala como si esperara realmente se encontrara su hija ahi, despues era el padre de la chica quien salia de la cocina donde estaba y tambien se dirigia a la sala.

- Q...que es eso? Y Omeny? Donde esta mi hija?-

Preguntaba asustada y sorprendida la señora mientras abrazaba instintivamente a su esposo quien tambien parecia paralizado y no era para menos ya que frente a ellos habia una sombra algo distorsionada, que aparentaba ser una absurda imitacion de la chica.

- Vaya señores Hamilton, es de muy mala educacion no recibir a las visitas cuando tocan a la puerta-

Omeny podia notar la presencia de una mujer, su larga cabellera negra y su piel blanca como el marmol, le daban un aspecto ciertamente intrigante, vestia un largo y elegante vestido tan negro como la oscuridad y sus labios carnosos y rojos parecian sonreir.

- Que es lo que quiere usted aqui? Vayase y llevese esa cosa-

Ordenaba el hombre con seriedad y con determinacion aun cuando por dentro moria de miedo.

- Hmm.. aun cuando traje algo de su hija me corre asi... que pesimos modales, creo entender por que su hija es una mocosa insolente...-

Referia la dama para luego educadamente hacer una cortes reverencia.

- Mi nombre es Cyon...un placer conocerlos-

La dama parecia fijar sus ojos color purpura en la pareja.

- Y que quiere aqui? Como que algo de mi hija?-

Cuestionaba la mujer mayor mientras Cyon asentia.

- Eso que esta ahi, es la sombra de su hija...claro no esta completa porque donde esta ella no puedo entrar yo tan facilmente...-

Los padres de Omeny parecian no entender la situacion.

- Recuerdan los sucesos que pasaron en la television, los ataques y criaturas extrañas que aparecieron y atacaron en Japon? Bien pues su hija se a convertido en una de esas cosas... ella no esta en ninguna escuela o trabajo... eso solo lo dijo para que no sintieran vergüenza de tener un monstruo como hija-

Extrañamente las sombras del sitio comenzaban a moverse sin razon como si algo las controlara.

- Eso es mentira..-

Exclamaba el padre de la chica con un hilo de voz.

- Es tan cierto que yo no estaria aqui si no fuera de esa manera, pero veran, he venido con un trato para ustedes...si me ayudan a ir a donde esta ella, podria regresarselas intregramente y de igual forma podria convencer a una aliada que tengo, que le haga olvidar esa loca idea del soccer...que dicen, aceptan? Solo necesito de su entera cooperacion...-

Cyon miraba a la pareja quienes lucian aturdidos y un poco dudativos, sin embargo era la madre de Omeny quien negaba con la cabeza.

- Lo siento mucho señora, pero no creo absolutamente nada de lo que me dijo, ademas si mi hija esta haciendo algo es por que lo considera correcto de corazon y yo le prometi le apoyaria en todo, asi que no cuente conmigo-

- Se que es una chica testaruda e impulsiva, pero no es mala, tal vez el equivocado sea yo y por eso no pueda entenderla, pero de algo estoy segura, ella sigue los valores y principios con los que la educamos...asi que vayase con sus trucos de magia a otra parte-

Ante tales respuestas Cyon suspiraba y negaba con la cabeza.

- Humanos, siempre tan inutiles, siempre tan estupidos...-

La sombra de Omeny se abalanzaba contra los dos separandolos y arrojandolos contra las paredes mientras los cuadros de varias fotos caian al piso. De igual forma una vez que los tenian contra la pared, sus propias sombras parecian cobrar vida y los inmovilizaban.

- Hagamos un pequeño juego..dejemos que las sombras jueguen con ustedes-

Un resplandor de malicia se notaba en los ojos de Cyon y de inmediato comenzaba aquel espectaculo cruel, donde las sombras comenzaban a torturar a los padres de Omeny, primero golpeandoles, despues mordiendoles hasta hacerlos sangrar, arrancandoles pedazos de musculo, inclusive una de las sombras le arrancaba un pecho a su madre mientras otra le arrancaba los genitales a su padre para despues comenzar a romperles hueso por hueso sin el menor remordimiento, los gritos de agonia y las caras de sufrimiento eran algo que la chica podia ver con horror.

- Cuanto duraran asi? Solo basta con un: "Lo siento señorita Cyon, somos humanos estupidos, no sabiamos lo que deciamos y le ayudaremos a llegar con la tonta de nuestra hija"...para que los libere-

Cyon se cruzaba de brazos y seguia disfrutando de aquella tortura.

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Acciones:

-Reaccionar ante lo sucedido.
-Omeny debe decidir si hace una conexión para intervenir en el sitio o no.
-Si la hace, peleará con Cyon. Si no la hace, no ocurrirá nada, pero sus padres moriran.

Notas:

-La escena es absolutamente real, y de alguna manera Omeny lo sabe.

Tras golpear aquella barrera, Omeny, por una extraña razón cayó en profundo letargo y en el se manifestaban algunas imágenes, principalmente su hogar.

Pero si es mi casa.

Sonrió bastante y mientras más se adentraba en ello notaba que todo permanecía tal y como lo recordaba, también escuchó las voces de sus padres, la de su padre principalmente, cuestionando algunas cosas que llegaban al mismo tema de siempre.

¿Aún ausente sigues con esa idea, papá? Sin tan solo me escucharas o me dejaras mostrarte todo lo que encierra ese deporte.

Pensó mientras continuaba viendo y escuchando aquello.

¡No le grites a mamá, ella no hecho otra cosa más que apoyarme y aconsejarme, pero las decisiones son mías!

Gritó, de momento sintió la necesidad de ir a abrazar a su madre quien lloraba con mucho pesar, pero Omeny sentía el cuerpo muy pesado y no podía moverlo libremente. El entorno cambió repentinamente ya que una voz muy similar a la suya se escuchó en aquella casa, su madre fue la primera en recibirle, pero se dio cuenta que en realidad no era Omeny.

Mientras tanto la chica de ojos grises comenzó a sentir un miedo muy grande ¿Qué hacía esa sombra en su casa? Y no solo la sombra sino alguien quien las manipulaba.

Es... una de los apóstoles ¡No puede ser!

Cyon comentaba algunas cosas y les rebelaba otras más, la chica apretó los dientes y puños, pero aún sentía aquella pesadez en su cuerpo.

¡No soy un monstruo, no lo soy!

Aunque era algo que aún estaba asimilando, no podía creer que aquella mujer le dijera todo eso a sus padres. Al escuchar la respuesta de sus progenitores ella sonrió, pese a sus diferencias o locuras la amaban.

Mamá, papá... No saben cuanto los amo.

Obviamente sus respuestas no fueron del agrado de Cyon y fue así como Omeny presencio el horror ante sus ojos, aquello que parecía ser un sueño pronto se tornó en la horrible pesadilla de su vida, para ella fue lo más cruel pudo ver, mucho más de lo había visto hacer a Fausto ya que eran sus seres queridos quienes eran atacados sin piedad.

Un frío horrible la invadió junto el miedo y la desesperación de no poder moverse, Pero al escuchar los gritos de sus padres y ver sus rostro sus ojos comenzaron a llenarse en llanto, pensó también en sus hermanos, todo era tan real que incluso podía sentir como su corazón latía rápidamente y su respiración se agitaba. ¡Su familia iba a Morir!

¡NOOOOOOOO, DETENTE, BASTA, BASTA YAAAAAA!

Algo en su interior pudo lograr cierta conexión en sitio, así que usó Gravem contra Cyon para hacerla más pesada y de esta forma usar a su corcel e intentar embestir a Cyon haciendo uso de "Galloper" y detener aunque fuese por unos instantes el ataque de sus sombras.

De alguna forma llegaba hasta su madre.

Por favor, madre, no me sueltes.

Con voz temblorosa mencionaba para cumplir su compensación mientras veía como sus ropas se iban impregnando con la sangre su madre, de igual forma se acercaba a su padre.

¡Lo siento, papá. en verdad lo siento tanto!

Sabía que no tenia tantas habilidades como quisiera por lo que, si no hacia algo, sus padres iban morir por desangramiento inevitablemente.

¿¡QUÉ HAGO, QUÉ HAGO!?

¿Como protegerles y enfrentar a Cyon al mismo tiempo? Omeny estaba entre la espada y la pared, lo sabía ya que sus ojos mostraban un miedo terrible.

¡QUÉ ALGUIEN AYUDE A MIS PADRES, POR FAVOR!

Suplicó desesperadamente y deseando en verdad que alguien pudiese escucharla, Cyon emitía una energía poderosa, Omeny sintió que no tenia oportunidad alguna, pero al menos quería sus padres estuviesen a salvo aún a costa de su vida.

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Mientras tanto en la frontera de la fortuna, el cuerpo de Omeny seguía hundido en el letargo, pero en sus rostro se reflejaba mucho sufrimiento. ¿Acaso estaría experimentado el desprendimiento de su alma?

Eitan Chassier

El albino miró el siguiente reto que les esperaba y ante el comentario de Mae, leyó de nuevo aquellas palabras mientras lanzaba una mirada de molestia hacia ellas, juntando sus labios en su típica mueca. Pareció pensar en las posibilidades.

Ne! Sigo pensando que el separarnos aunque sea para dar un vistazo, es una mala idea.

Desvió simuladamente la mirada hacia aquellos guardianes que aún no hacían nada, pero luego desvió su atención hacia Alex, quien iba despertando. Se sonrió.

Ora! Ya le iba a pedir a uno de esos tipos que te diera un beso, bella durmiente! Necesitamos tus habilidades de cotorra en ésto!

Miró hacia Mae, ya mas confiado.

Tengo una idea. Axel puede llevar a Wendy en forma  de hurraca  o nos podemos repartir el peso entre nosotros dos mientras volamos. Da igual 30 kilos extra... equivale a una barriga cervecera!

Se sonrió ampliamente y miró a Alex.

¿Qué dices, Axel? Tú la tomas de los pies y yo de los brazos hasta allá arriba.

Comentó mientras bajaba a Omeny de su hombro. La mantuvo sostenida con su brazo derecho, percatándose de la expresión de sufrimiento que llevaba la chica. Se vio por unos momentos preocupado pero intenta dejar de lado esa idea.

¿Wendy? Despierta, eh! No es hora de hablarse con Morfeo!

Le dijo a la chica mientras con su mano libre le daba otros toquecitos en la mejilla, en otro intento de hacerla abrir los ojos. De algún modo, tenía la confianza de que Omeny fuera a despertar en algún momento.

Escucho lo que proponía Eitan aunque no estaba muy convencido, pero el menor de los Chassier le recordó que él se podía transformar en águila, lo que le haría más fácil la subida que el torpe movimiento que iba a tener con las técnicas de vuelo no muy entrenadas.

-- Entiendo lo que dices, el tema es que no sabemos lo que hay allá arriba, si nos atacan en pleno vuelo, corremos el riesgo de que Omeny se nos escape de las manos y la caída sería mortal desde aquella altura.  Observó el rostro de la chica que seguía dormía y su preocupación aumentaba, estaba claro que la estaba pasando muy mal.

-- Lo más aconsejable sería que primero demos un vistazo a ver si el camino esta despejado, si es así, bajamos y llevamos a Omeny con nosotros, pero mandarse a ciegas en estas condiciones puede ser peligroso.  Observo hacia arriba de la torre, que tanto habría en aquel lugar.

-- Es más, si quieren hago un vuelo rapido de reconocimiento en forma de águila y ustedes me esperan aquí.  No sé, lo que decidan, estará bien.  La miró a VI como esperando que la mujer diera alguna pauta, y dijera que era lo más conveniente, después de todo era como la líder del grupo.  Y se quedo esperando las respuestas, y lo que decidieran los demás compañeros.

Todos escribió:

Iwata Mae

Mae suspiró realmente aliviada al ver que Alex despertaba, y parecía estar bien. Sin embargo, hizo algunos comentarios curiosos y también se refririó a Omeny. La rubia la observó, parecía estar dormida pero su expresión denotaba sufrimiento.

-¿Acaso una pesadilla? Solo espero que despierte pronto, me preocupa... -murmuró mirando a sus compañeros.

Finalmente, escuchó las propuestas de los dos chicos y meditó unos segundos. Al principio, la de Alex le parecía convincente, pero Eitan consiguió cerrar al asunto de una manera aceptable.

-Estoy con Eitan, si hay forma de llevarla mejor que mejor ¿no les parece? Además personalmente prefiero que VI nos acompañe; si algún apóstol o alguien aparece... -dijo sin acabar su oración.

Cuando mas o menos le pareció que ya estaba todo decidido, Alex volvió a tomar la palabra. La rubia comenzó a dudar nuevamente.

-Me parece bien que primero eches un vistazo allá arriba, no creo que nos ataquen en pleno vuelo pero es preferible confirmarlo antes que nada -agregó, con la esperanza de que el posible peligro no fuera inminente.

Frente a lo que Mae decía sobre Omeny teniendo una pesadilla, decidió que tenía que aclarar un poco más el panorama al respecto, mejor que sus compañeros estuvieran informados.

-- No Mae, no se trata de una pesadilla, o en todo caso es más bien una pesadilla real.  Suspiro con cansancio y preocupación.

-- Cuando perdí el conocimiento en realidad viaje como si fuera un fantasma a la casa de mi Capitán, donde descubrí que la mujer también era un vástago porque tenía habilidades, pero no sólo eso, Fausto estaba en el lugar, queriendo llevarla a la fuerza, al parecer están desesperados por dar con nosotros, y para eso necesitan a alguien cercano de cada uno para lograr una especie de conexión y de esa manera llegar hasta nosotros, es por eso que mi Capitán decidió terminar con su vida ella misma, para empañar los planes de Fausto.  Volvió a mirar a Omeny, otra vez con preocupación.

-- En mi caso no tengo familia, entonces los más cercanos eran los compañeros de mi trabajo, pero en el caso de Omeny... no me extrañaría que estén haciendo algo a la familia, y por lo visto no la esta pasando nada bien, ahora si ella logra interceder para salvarlos es probable que el enemigo logre esa conexión que buscan y los tengamos aquí en cualquier momento.  Sin decir mucho más, y esperando que con eso entendieran lo que sucedía con Omeny, se convirtió en águila y emprendió vuelo mientras decía.

-- Cuiden de Omeny mientras hecho un vistazo, puede estar en peligro, o incluso puede despertar pero trayendo consigo alguien no grato, estén atentos.

De esa manera subió por la torre para ver que tanto los esperaba allí arriba.