[ER] - Misión Nº7 - Frontera de la Fortuna

Recuerdo del primer mensaje :


Al principio, por el aspecto del lugar, aquellos que habían firmado el libro podrían haber pensado que estaban en  Pandemonium. El lugar era oscuro, el piso de ladrillo negro pulido brillaba por las luces de un cielo encapotado de estrellas plateadas. Era como si no hubiera más escapatoria de aquel lugar, que las alturas coronadas de blancas perlas, que se perdían en el tiempo.


Estaban en la Frontera de la Fortuna, en el círculo exterior del Reino de los Cielos, estancias de un Dios que no conocían y ante el cual no buscaban mostrarse. Eso era lo que les explicaba VI mientras la vía de estrellas sobre sus cabezas cambiaba de colores de forma magnífica, y asemejaba a algo que nunca habían podido imaginar. Era sobrecogedor, y el silencio y la oscuridad de alrededor, hacían apreciar aún más aquel espectáculo nocturno en el cielo.

Allí, según el libro, había sido encerrado el poder de la Diosa a la que le correspondía el cuidado de la Tierra, pero fácilmente podían pensar, que de estar encerrados en algún lugar por toda la eternidad… un lugar tan hermoso y tranquilo como ese podría ser incluso un encierro dulce y conmovedor.

En cuanto apartaban la vista del cielo (lo cual llevaba bastante fuerza de voluntad, por lo hermoso del paisaje celestial) los límites de aquel lugar quedaban confusos. A veces se veían paredes de ladrillo negro y pulido como el piso, pero a veces al avanzar hacia ellas éstas comenzaban a retroceder envueltas en una misteriosa bruma negro/brillante que no permitía conocer la ubicación exacta de los límites de aquella hermosa estancia.

“Ella tenía unos ojos profundos y cristalinos como un estanque. Tan transparentes eran, que uno esperaba poder verse a sí mismo en sus ojos, o ver mas allá de los lugares y del tiempo. A veces sostenía la mirada a las personas, como buscando algo. Y parecía tan bella que había que desviar la mirada, o entrecerrar los ojos para verla. Era dueña de un mirar algo egoísta, como belleza adolescente. Como reservada sólo para ella. Y filosa. Su belleza tan era aguda como una cuchilla helada, y podía lastimar un corazón en un instante de descuido sin siquiera darse cuenta. En cambio, si el sol bailoteaba cálidamente entre sus ropas, o la luna daba en su piel, la herida no era limpia como la de un filo sino como un hueco en el pecho, una sensación de ahogo. Ella sin siquiera pretenderlo, hacía que las personas la sujetaran furiosamente en su mente, sin poder retenerla. Quedaba viva en los pensamientos de los demás, aunque se moría constantemente”.

Esas palabras fueron susurradas por una voz que no podía determinarse como humana, ni reconocerse. El lugar parecía ir contando una historia, como si relatara un libro. Reaccionando a las palabras, las bestias interiores de todos los presentes saltaron haciéndose presentes, y jugueteando con sus amos. Y a modo de respuesta también, apareció un humo delante del grupo, que fue formando unas figuras en el aire hasta volverse más y más visibles, determinadas, sólidas…







Con una marcada intención de no dejarlos pasar desplegaron entre los dos una enorme barrera de energía de color blanco y morado, fluctuante y semi transparente. Ambos parecían bestias interiores de alguien, pero de gran tamaño. Al aparecer estos Guardianes, su humo reveló detrás de ellos un curioso pilar grueso como una torre, también de color negro, que hasta ese momento había permanecido invisible. Ambos Guardianes parecían cerrar el paso hacia allí.

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Acciones:

-Reaccionar al lugar.
-Coordinar acciones para intentar romper la barrera y pasar arrojando 1d10. Si alguien del grupo saca 1 o 10, todos deben volver a postear.

La situación estaba bastante desigual, ellos habían perdido mucha sangre, y casi no tenían fuerzas para luchar.  Sus ataques apenas si le hacían cosquillas al enemigo, pero no se iba a rendir tan fácil.  De pronto detrás de ellos apareció una puerta como las que suelen aparecer para ir a la tienda de Spica, y la voz de la mujer se escuchó.  

No le gustaba mucho la idea de tener que abandonar aquella batalla con el rabo entre las patas, se dio media vuelta como haciendo frente a los Guardianes, no tenía intenciones de ir a la tienda, iba a luchar, iba a derrotarlos.

-- Vayan, los voy a distraer para que puedan salir.  Les grito a los demás, y se lanzó al ataque nuevamente.  Aunque su ataque era desviado y fue golpeado nuevamente cayendo unos metros más atrás.  Observo hacia la puerta, Omeny y Mae ya habían logrado salir, sólo quedaba Eitan que se dirigía muy lentamente, convertido en tigre hacia la puerta.

-- Dale Eitan, ve a la tienda! Volvió a arremeter con otro ataque, para darle tiempo al menor de los Chassier de salir del lugar ya que se lo veía muy débil.  Otra vez sus ataques eran desviados, y volvía a volar unos metros, cada vez se sentía más debilitado.  Volvió a mirar hacia atrás y observo que Eitan no había llegado a la puerta todavía y de hecho no se movía.

No le quedaban ya muchas opciones quedarse en el lugar a luchar con tan poca fuerza, y con el menor de los Chassier a merced de aquellos enemigos no era para nada una buena idea.  Hecho una mirada de irá a los guardianes como dejando en claro que habían ganado la batalla pero no la guerra, uso su habilidad Reappear, apareció sobre el cachorro, lo abrazo con las pocas fuerzas que le quedaba y volvió a utilizar su habilidad para llegar a la puerta, y prácticamente tirarse por ella con Eitan en sus brazos, esperando que realmente fuera la tienda y no otra maldita trampa.

Todos escribió:

VI
Mae Iwata

Al atravesar la puerta, la rubia se encontró con el mismo paisaje que había dejado atrás. Se sonrió a sí misma.

-Y cuando comenzaba a pensar que quizá realmente solo era un mal sueño, vaya... -mencionó a la par que sentía algo muy raro en el pecho, como si algo le impidiese seguir adelante.

Trató de ignorarlo y corrió al encuentro con su sempai, VI. La mujer parecía estar bastante tranquila, después de todo, estaba inmutable como siempre y no parecía sentir alegría o tristeza alguna por volver a verlos. Mae pensaba hablarle, pero para su sorpresa la albina se le adelantó.

-Espero que ya estén recuperados, estas criaturas no parecieron darle importancia a mi presencia. En cuando comiencen a llegar los demás, volverán a reaccionar. Ya se que tienen un plan. Ponganlo en marcha, no fallen. -mencionó secamente.

A medida que los demás iban llegando, la mujer advirtió solo una cosa más.

-Yo voy a participar en la distracción -comentó uniéndose al plan de los jóvenes Arrows y empuñando sus dos espadas espirituales.

Por su parte, Mae esperó la llegada de los demás. Cuando lo hicieron, hizo aparecer a Pink Death, su arma, entre sus manos y mantuvo a la Thunder Chimera a su lado.

-Cuando quieran nee! -dijo mirando específicamente a Omeny, mucho más segura que la anterior vez.

Todos en la frontera

Acatado el plan Omeny llevaba consigo sus respectivas bolsitas.

De a ver sabido, compraba globos.

Regresando a la frontera de la fortuna, ella estuvo de acuerdo en hacer equipo con Mae, VI ya las esperaba y estaba al tanto de todo.

¿Y cómo es que sabes el plan? ¿Ah, no me digas que escuchaste detrás de la puerta?

Comentó a modo de broma.

Estoy lista, Mae ¡Cubreme!

Omeny comenzó a moverse por el lado izquierdo mientras los guardianes eran distraídos, aflojó un poco el nudo de la primera bolsa ante de lanzarla, recordemos que Omeny era buena deportista por lo cual lanzó aquello bolsita con su sangre como si disparaba un balón de basketball con el fin de que aterrizara sobre la estatua y esta se bañara en sangre.

¡Bien, tres puntos!

Eitan escribió:

Habían vuelto al lugar, y todo seguía como lo habían dejado, Mae ya empezaba a distraer a uno de los enemigos mientras Omeny lanzaba una bolsa de sangre a la estatua, pero el otro guardián estaba por atacarla, utilizó Reappear para ponerse exactamente delante del segundo enemigo, con su espada en alto, y con fuerzas renovadas gracias al caramelo vampiro.

-- Me extrañaron?  Comentó en torno algo burlón al guardián, para luego dirigirse a Eitan.

-- Eitan!! Aprovecha esta oportunidad, tengo una cuenta pendiente con este.  Y enseguida empezó su ataque a espadazos contra el enemigo esperando que el menor de los Chassier logrará lanzar su bolsa de sangre.

Slade escribió:

Eitan Chassier

El menor de los Chassiers se sonrió al escuchar a Alex.

Mejor ten cuidado, eh! No vayas a partirte una uña!

Le bromeó para luego usar Rush mientras su compañero se encargaba de uno de los monstruos. Al notar que tenia la vía libre para hacer de las suyas, toma las tres bolsitas que llevaba consigo y las arroja, una detrás de otra, hacia la estatua.

Out! Jugador, fuera!

Se sonrió aún más al notar que todas habían dado en el blanco sin problemas. Se regresó donde Alex se econtraba lidiando con el enemigo y le dió un pequeño zape en la cabeza.

Muévelo, hurraca! Te toca!

Le indicó mientras convocaba su kunai encadenado para suplirlo en la tarea de pelear con el guardián.

Todos escribió:

Mae Iwata

La jovencita asintió ante la respuesta positiva de su compañera, pronto Alex y Eitan también se unieron siendo el primero de estos el que se encargaba de la distracción.

-Verdandi, usa Holy Breath contra aquel guardian, mientras lo haces yo dispararé con todo lo que tengo ¿nee? -le dijo a su pigmalión quien parecía muy a gusto por poder ayudar.

La rubia apuntó con su arma directo al guardian que quedaba libre, mientras veía de reojo como Omeny se preparaba, una vez que la vio más o menos lista le indicó con la mirada a la thunder chimera que era el momento de atacar. La no-tan-pequeña bestia abrió su boca y dejó salir un potente rayo de luz. En un inicio, a Mae le sorprendió ver la diferencia que había con la etapa anterior, siendo el ataque mucho más poderoso.

Sin embargo, su objetivo era distraer al guardián, no destruirlo. Asi que gracias a las habilidades de su Magnum pudo disparar con un cierto grado de certeza, creando la posibilidad de que el guardián pudiera no esquivar las balas. Simplemente realizó esta acción hasta que vio que Omeny arrojaba ambas bolsitas con sangre improvisadas directo a la estatua.

-¡Genial Omeny! Ahora es mi turno, cuento contigo ¿vale? -le dijo y miró a Verdandi- Has hecho un muy buen trabajo, ambas necesitamos recuperar energias... -mencionó.

Ya iban varias veces que usaba las tecnicas de su pigmalión, por lo que pudo sentir que su aura era mucho más debil que de costumbre. A pesar de ello, le quedaba un esfuerzo más por hacer. Tomó una de las "bombas de sangre" en cada una de sus manos y esperó a que Omeny comenzara con su maniobra de distracción. Confiando en que saldría todo bien no dudó un segundo más y arrojó la primera de las bombas, que falló.

-¡Noo! ¡Maldición! -se quejó, al darse cuenta que aquello podría llamar la atención de los guardianes reaccionó lo más rapido que pudo y arrojó la bombita de repuesto. Esta vez si dio en el blanco, solo restaba la sangre de Alex. La rubia volvió a hacer aparecer su arma para ayudar a seguir distrayendo a los guardianes.

Eitan escribió:

La batalla continuaba, esquivaba y respondía con ágiles estocadas, cada tanto echaba una mirada de reojo para ver si Eitan ya había logrado el objetivo, pero lo perdió de vista cuando tuvo que esquivar un fuerte ataque proveniente del enemigo.  Cuando se estabilizó nuevamente volvió a observar, pero el menor de los Chassier ya no estaba en su campo de visión, hasta que sintió el típico zape que Eitan acostumbraba a dar.

-- Bien, ya era hora, te cedo esta pieza de baile, bello durmiente.  Se alejo un poco del guardián dejando lugar a Eitan para que lo reemplace, y cuando observó que el enemigo volvía su atención al menor de los Chassier, volvió a utilizar su habilidad Reappear para aparecer frente a la estatua, donde saco sus bolsas de sangre y las rajo con su espada para esparcirlas en aquella estatua, luego se alejo un poco de la estatua puesto que no sabía como podía reaccionar ya que sólo faltaba su sangre, en una posición mas segura y aprovechando la distracción que los demás hacían, clavo la espada en el suelo para realizar su compensación.

Todos escribió:

Los dos asistentes continuaron luchando con los jóvenes Arrows cuando volvieron desde la tienda hasta la Frontera de la Fortuna, pero para sorpresa de ambos ejecutaron un plan tan simple como efectivo... la estatua era enorme y tenía por suerte mucha superficie. No había que apuntar demasiado, y gracias a lo sorprendidos que parecían los Guardianes, pudieron dar en el blanco con varias bolsas de su propia sangre.

Gracias a las distracciónes de sus compañeros, pudieron llegar con las bolsitas de sangre rápidamente. Omeny la lanzó, haciendo gala de su gusto por el deporte, mientras Mae usaba a su Pigmalión para disparar un potente rayo de luz y distraer a los Guardianes. Los espadazos de Alex hicieron que Eitan pudiera usar Rush, apresurándose a rociar con sangre la piedra de la Diosa. Mae hizo lo propio cuando tuvo la oportunidad y lanzó sus bolsas, haciendo que una al menos diera en el blanco.

Entonces, lo que había sido un panorama de derrota segura unos momentos antes, había cambiado fuertemente luego de la visita a la tienda. Se recuperaron anímica y físicamente, idearon una forma rápida y simple de resolver el problema que se les presentaba. Incluso VI no había regañado a ninguno de ellos. La Bestia Interior de VI, que hasta el momento había estado abalanzándose sobre los Guardianes también, parecía encantada con la forma de actuar de los jóvenes Arrows.

Pero había un nuevo problema. Y era que a aquellos Guardianes, no pareció gustarles nada que hayan cumplido con regar de sangre aquella estatua.

-¿Qué? ¿Cómo puede ser, hermano? Estaban casi muertos... -dijo el de la derecha, y comenzó a subir su brillo dorado.

Ese era un hermoso lugar, y parecía que los Guardianes no habían querido romper hasta ahora con la tranquilidad de ese mundo de estrellas, almas, y un infinito suelo de espejo de agua. Era increíble pensar que podían pisar sobre él sin problemas...

Pero ahora, los Guardianes estaban muy enojados, y sentían como un insulto lo que los jóvenes habían hecho.

-Entran, salen, entran... hermano. Y ahora ensucian la estatua de un Dios. ¿Es que ellos creen que pueden hacer lo que quieren en este lugar sagrado, hermano? -dijo el otro.

Clavó su espada de energía oscura, en el suelo. El agua en el que todos ya se habían acostumbrado a pisar, comenzó a dividirse en dos partes con un gran rugido como el de las cataratas. Tuvieron que retroceder... el mundo comenzaba a sentirse un poco hostil, pues rápidamente perdían lugares donde pisar y se abrían más y más agujeros que no se sabía a dónde conducirían.

-Hermano, mostrémosles quién manda aquí...

Pronto comenzaron a pensar que en cuestión de segundos sería inevitable caer por aquellos lugares que se abrían en el agua… quizás perdieran la oportunidad de ver cómo reaccionaba aquella estatua a la sangre con la llave.

-¿Qué pasa, Hermano? -dijo uno de pronto.

Y eso llamó la atención de los jóvenes Arrows y de VI. Los agujeros en el agua comenzaban a cerrarse de la misma forma en que se habían abierto. Estaba claro que un poder mayor al de los Guardianes estaba devolviendo todo a la normalidad. Cuando el proceso terminó, los dos Guardianes se miraron desconcertados.

-Ya es suficiente, ustedes dos. ¿Se proponen perturbarme? Sería más fácil escuchar a estas personas que poseen la llave -dijo aquella voz- y así, pronto me dirán a qué han venido y se retirarán y podré seguir durmiendo...

Hubo una pausa y luego la voz pareció meditar un poco más las cosas.

-Hace mucho tiempo que nadie del clan de la Llave reclama hablar conmigo. Mmm… veo que es un grupo que tiene al menos un Pigmalión por cada quien. ¿Entonces hay alguna razón por la cual el clan hace nuevamente contratos con ellos? -quiso saber, aunque luego repuso con cierta sorpresa- ¿O ustedes...? No puede ser... ¿acaso será que han venido desde la Tierra, y no desde los Cielos?

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Acciones:

-Felicidades por haber hecho el primer contacto con la verdadera Diosa.
-Deberán explicar un poco la situación, de ustedes y en general, pues ella está sellada y no se ha enterado.
-Hablarán con ella, se enterarán de cosas, informarán otras, y al final deberán de hacer que abandone su reposo.

Todos habían logrado dejar su sangre en la estatua, las cosas iban mejorando, hasta que los guardianes empezaron a hablar entre ellos.  No les había caído en gracia que los jóvenes Arrows perturbaran aquel lugar.  Uno de ellos clavo su espada y las aguas del lugar empezaron a abrirse por lo que tuvo que saltar de un lugar a otro.

-- Vaya, parece que se enojaron.  Expresó, mientras seguía esquivando los pozos que aparecían, hasta tal punto que ya no había donde saltar, por lo que el pelioscuro empezó a ponerse serio y preocupado.  Cuando parecía que ya no había forma de esquivar esos pozos, empezaron a cerrarse, pudiendo pisar tranquilamente sobre las aguas otra vez, al mismo tiempo una voz se hizo escuchar.

La Diosa comenzaba a hablar sobre unos clanes de la llave, cosa que le llamo bastante a atención al pelioscuro.

-- Disculpe que la hayamos despertado.  Respondió en primer lugar, mejor era tener un buen trato con una Diosa o las cosas iban a ponerse feas.

-- Respondiendo a su pregunta... sí... venimos de la Tierra, y con todo el respeto no tengo idea sobre que clanes esta hablando.  Muchos interrogantes empezaban a surgir, pero había que llevar una conversación tranquila.

-- Estamos aquí molestando su reposo porque en la Tierra, los llamados vástagos caídos, que son como unos demonios, quieren abrir las puertas de los cielos para destruir este hermoso reino, y para lograr ese fin están primero destruyendo la Tierra, nuestro mundo, haciendo que Pandemonion flote por todo el planeta, muchas vidas inocentes se están perdiendo.  Admitió con algo de tristeza, mientras trataba de explicar un poco la situación a la Diosa.

-- Como usted en algún momento fue quien protegió a la Tierra, venimos a implorarle su ayuda... y a buscar la verdad, ¿Qué son esos clanes que menciono, y por qué tenemos la llave nosotros que somos de la Tierra y no de los cielos?  Hizo una pausa para dejar que sus compañeros también trataran de convencerla y quizás le hacían alguna pregunta que podía llevarlos a entender realmente quienes eran ellos.

Todos escribió:

La voz iba tomando forma conforme iba hablando. Comenzaba a sonar cada vez más como la voz de una mujer. De hecho, incluso soltó una pequeña carcajada luego de que Alex dijera "los llamados vástagos caídos, que son como unos demonios".

-¿Vástagos caídos? ¿Como unos demonios? Hace mucho que no me hacían reír de esta manera. Creo que quien te ha contado la historia, buscaba que le ayudaras sin que supieras demasiado. Así que en resumen... la Tierra está en peligro.

Hubo un silencio. La Diosa quizás evaluaba la situación.

-Pues deberías de saberlo, aunque no me has dicho tu nombre. Tú y los que te acompañan son miembros de uno de esos clanes, aún cuando lo desconocen. Creo que, ahora que el tiempo me sobra y ya me han molestado, podría contarles algo de una vieja historia...

Los Guardianes retrocedieron ante la actitud de su amo, y se calmaron finalmente.

-Se dice que, seres superiores incluso a los Dioses -o tal vez un sólo ser superior- ha creado en el principio de los tiempos un universo infinito y vacío. Y por el arte de su Voluntad y Pensamiento, han surgido quienes ustedes llamarían Dioses. Les regaló a cada uno de estos "Dioses" habilidades únicas, curiosidad, conocimiento, dotes artísticas... etcétera. Y les encargó que crearan cuanto quisieran, pues "Él o Los" seres superiores, estarían observando y deleitándose con esos tributos y avances. Aquellos Dioses trabajaron en conjunto por mucho tiempo, para conseguir el favor y la aprobación de su o sus creadores.

Mientras la voz hablaba, incluso hicieron silencio las almas, que rara vez callaban en la Frontera.

-El trabajo fue exquisito, y como recompensa les permitieron morar en aquel lugar que habían ayudado a crear. También comenzar con su descendencia, con la condición de que pasarían a las siguientes generaciones la voluntad de mantener la armonía. Y como al comenzar a procrear, el número de seres comenzó a ser confuso, se creó una forma de agrupar seres con afinidades parecidas. Así surgieron los Clanes, que organizaban las moradas de los Dioses. Un "Vástago" era el apodo (y sólo el apodo) de un miembro del primer clan que se formó jamás. Ése fue el más habilidoso de todos, y nunca se pudo igualar la belleza y fuerza de sus miembros. Se les llamaba Vástagos, pues descendían del primer Dios que los seres superiores habían creado.

La Diosa hizo otra pausa para que ellos pudieran visualizarlo en sus mentes. Un ser supremo creó una serie de Dioses. El primer Dios que creó, el más hermoso y fuerte de todos, tuvo descendencia... los "Vástagos". El resto también tuvo descendencia, y formaron clanes distintos... comenzaban a entenderlo un poco mejor.

-Los del primer clan, fueron quienes primero tuvieron la idea de unirse entre ellos para conseguir mayores progresos. Se dieron un nombre y comenzaron a avanzar a un gran ritmo. Entonces, otros los imitaron y crearon clanes también. Entre ellos, se creó uno que tenía la responsabilidad de cuidar la Frontera de los Cielos... quienes portaban la Llave. Y si ustedes la tienen, son parte de ese clan, claro.

La Diosa tomó una pausa. Y hacía bien, quizás los jóvenes Arrows no estaban acostumbrados a replantearse todo lo que creían saber.

-En la Tierra tienen por costumbre negarlo todo, cambiarlo por otra historia... mentirse, creer sus propias mentiras y repetirlas por miles de años. Su linaje... el de quienes portan la Llave, no debió olvidar la verdad. Han hecho bien en venir... pues aquellos que portan la Llave moran en la Tierra y en los Cielos y guardan la puerta.

La Diosa pareció reír complacida por un asunto.

-Quien les contó lo poco que saben, se las arregló para traerlos aquí, al menos. No les ha contado mucho pero da igual, ya lo saben. Esa persona... es muy mala relacionándose. Puede que sea... del primer Clan ¿me equivoco? ¿es un Vástago? -preguntó.

Todos escribió:

Mae Iwata

Al principio, Mae tuvo miedo, pues no sabía cómo iban a reaccionar los guardianes ante tal insulto. Sin embargo, estos fueron detenidos por una voz que parecía ser la de la Diosa. La rubia se quedó estupefacta al oírla hablar, allí estaba y era eso, una Diosa.

-¿El clan… de la llave? -preguntó en voz muy baja, para sí misma. Alex se propuso aclarar las dudas de la Diosa y también algunas dudas que él tenía, y que Mae en particular compartía.

Se sorprendió al ver que la voz femenina reía. ¿Qué estaba pasando allí? Hasta hace un momento, la chica sintió que estaban haciendo todo aquello por un propósito, pero de repente se sintió desconcertada y confundida por la nueva versión de la historia. A pesar de ello, y no sabiendo por qué, sentía que allí mismo podía decir toda la verdad y creer todo lo que le decían. Después de todo se trataba de un mismísimo Dios, ni un vástago ni un humano.

Tomó aire y comenzó a hablar, tal como Alex había hecho hace un momento.

-Mi señora déjeme decirle que esa persona que usted menciona de hecho nos ha contado una versión distinta de la historia pero fue quien nos convenció de venir a este lugar -dijo, intentando ser formal y amable a la vez- Esa persona si es en parte vástago, su nombre es Joseph Deneb…

Miró de reojo a VI ¿estaría haciendo bien en contarlo? La rubia supuso que un Dios podría escuchar la verdad y darles un consejo distinto a lo que habían odio hasta el momento.

-Se nos dijo que los vástagos eran los herederos de Caín, a ellos les corría su sangre por las venas. Pero luego, se dividieron en aquellos que se llevan bien con los humanos y aquellos que los quieren destruir. Los segundos son los que ha mencionado mi compañero, Alex -mencionó viendo al chico y luego volviendo a ver la estatua.

-Pero usted tiene razón al decir que en la Tierra es común cambiar las historias por otras y negar la verdad. Si la verdadera historia es la que usted nos cuenta, entonces nosotros somos portadores de llaves y tenemos cada uno un pigmalión, pero también poseemos poderes de vástagos ¿pertenecemos a dos clanes? -preguntó retóricamente, luego continuó- Y es porque somos unicos que se nos encomendó venir a buscarle, despertarla de su reposo y pedirle que nos ayude a evitar que un poder más grande que el nuestro destruya la Tierra, que es nuestro hogar, e ingrese al Reino de los Cielos… -la chica aún se sentía sorprendida y le parecía demasiado raro tener que hablar de aquella manera, pero el aura del lugar era inexplicable.

Todos escribió:

La Diosa escuchó las palabras de Mae y de Omeny, y cuando la blonda y la futbolista terminaron de hablar, comenzó a impartirles su sabiduría. Claro que, lo hizo como hasta ahora, es decir de un modo que ellos pudieran comprender. Era de esperarse... un Dios sabía ponerse a la altura de cualquier criatura que quisiera comunicarse con él.

-Supongo que no saben que en los primeros tiempos, a veces las mujeres de los distintos clanes daban a luz a niños sin habilidades, y así surgieron los humanos. El único clan que nunca había dado a luz a un niño sin habilidades, fue el de los apodados Vástagos. Su líder, Caín, que era el primer hijo del primer Dios, propuso ubicarlos en una tierra alejada de sus progenitores, pues consideraba que la falta de habilidades podría generar celos y odio entre los “humanos” si es que se mantenían viviendo con ellos.

Y así como en la antiguas leyendas los Dioses griegos tomaban formas humanas y animales, adaptándose según las circunstancias, el modo de hablar de la Diosa seguía adaptándose a aquellos jóvenes.

-Y por ser consejo de alguien tan talentoso y respetado incluso por los demás clanes, los Dioses accedieron. Desterraban entonces a quienes no poseían habilidades especiales, hasta que se comenzó a poblar lo que hoy llamamos Tierra. Pero al saber que la Tierra no tenía la majestuosidad ni los recursos de los Cielos, los demás clanes comenzaron a sospechar del “consejo” de Caín, tachándolo de intolerante. Por mucho tiempo, muchas familias se vieron obligatoriamente divididas por el consejo de Caín, que por cierto no tenía ese problema en su propio clan y nunca debió desterrar a ninguno de los suyos. Pronto, el clan de Caín fue mucho más numeroso y ganó fuerza como ningún otro… y sobrevino el primer conflicto entre clanes.

La Diosa parecía estar dispuesta a contarlo todo de forma tal que los jóvenes Arrows entendieran de dónde venían los conflictos actuales.

-Estalló todo con un incidente, pero no fue más que la gota que rebalsó el vaso. Y hubo guerra entre los 5 clanes existentes. Caín peleó contra los 4 clanes restantes y fue derrotado. Como resultado, uno de los 4 clanes aliados fue aniquilado… y Caín y los suyos fueron desterrados por los Dioses a un lugar inóspito, que luego llamaron Pandemonium.

La Diosa tenía un sentimiento de nostalgia en su voz, a medida que avanzaba con la historia.

-Déjenme decirles algo que no todos saben. Un grupo de Vástagos se declaró en rebeldía durante la guerra y apoyó a la alianza de clanes, pues consideraban injustos los actos de su líder Caín. Como héroes de Guerra, estos Vástagos fueron enviados a la Tierra bajo mi comando, conjuntamente con parte del clan de portadores de la Llave, para proteger a los humanos en caso de que Caín volviera a levantarse.

Luego, aquella voz de la Diosa se ensombreció, y descubrieron que hasta un Dios podía sentir angustia.

-Por algún tiempo hemos podido protegerlos. Pero Caín y los suyos eran los más hermosos y habilidosos de la creación, y los humanos… son fácilmente corrompibles. He reencarnado muchas veces sobre la Tierra, en muchas formas. Pero el resultado siempre fue el mismo… morir en soledad, escuchada sólo por los portadores de la Llave o los vástagos rebeldes. No recuerdo ya cuántes veces fui Incluso asesinada.

Hubo un silencio profundo antes de que la Diosa siguiera con su relato.

-Me habían ordenado que restringiera al mínimo mis habilidades, porque según la opinión mayoritaria de mis pares, los humanos debían de elegir su propio destino y nosotros sólo debíamos de ofrecerles protección. Pero fracasé y fracasé… hasta que los Dioses decidieron un castigo por mis fallos, y me confinaron.

La Diosa parecía haber terminado, por lo que se volvió a concentrar en lo que habían dicho las dos chicas.

-Por lo que me cuentan, en la generación de ustedes se está reuniendo la voluntad de varios clanes. Esa persona que los ha convocado quizás esté intentando borrar las diferencias y unir a todos quienes quieren la paz bajo una misma bandera. Es… interesante -declaró- y por lo que me cuenta la chiquilla Omeny, hay quienes quieren imitarlos artificialmente para el bien de sus propios planes.

No podía decirse que la Diosa estuviera conforme con la información que llegaba a sus oídos.

-Todo sigue igual, o peor… pero ciertamente me intriga que haya aparecido un grupo como el de ustedes. Podría plantearme el intentar salir de mi confinamiento para asistirlos. Sin embargo… existe un problema. Recientemente he sentido que la persona en la que debería reencarnar en esta era, ya no se encuentra en la Tierra por alguna razón. Si no se encuentra allí, no podré retornar. Pero si la regresan... podría considerar su pedido -sentenció.

Con una recuperación en su voz, como si esperara un posible reencuentro, dijo:

-Puedo sentir que son unas personas muy amables de corazón -declaró- me recuerdan a los primeros días de los clanes. Quizás ustedes puedan obtener una fuerza que va mas allá del poder y las habilidades y que existía en un principio. Sí... la fuerza de entender y aceptar a los demás, y ser entendidos y aceptados. Y crear cosas más hermosas que las creaciones de los Dioses, todos los días. No se depriman en sus intentos... son jóvenes y el camino es largo. Pero ¿quién sabe lo que les espere en el final? Ni siquiera los Dioses podemos ir en contra de la providencia del Ser Superior ¡y quién sabe y haya reservado para ustedes un Alto Destino! Créanlo, hagan de estas palabras de esperanza un cálido recuerdo, y sujeten ese sueño hasta que se haga realidad, para ustedes o para sus seres queridos.

Escuchaba atentamente lo que las chicas preguntaban, y lo que la Diosa iba narrando, le resulto interesante, después de todo era la verdad de su procedencia, aunque había algunos cabos sueltos en el relato.

-- Entonces nosotros no somos vástagos, no somos hijos de Caín, pertenecemos al Clan de la llave.  Reflexionó al respecto.

-- Esta claro también que con el tiempo nuestro Clan olvido su propósito y por eso nosotros nunca supimos nada, quizás querían vivir una vida humana normal y por eso en algún punto de nuestros antepasados olvidaron esto.  De a poco iba atando esos cabos sueltos y entendiendo un poco más como eran las cosas.

-- ¿Qué paso con nuestro Clan? O sea, la palabra clan indica que debería haber muchos más como nosotros. ¿Por qué somos tan pocos? Por otro lado ¿De qué Dios o Diosa salio nuestro Clan, si es que tiene algún nombre?  Las preguntas seguían surgiendo, era mucha información nueva.

-- Y me imagino que los vástagos quieren abrir las puertas de los cielos para terminar con esta guerra, destruir a los otros Dioses y sus respectivos clanes, conducidos por Caín quien querrá venganza por ser desterrado a Pandemonium.  Sabría Martín que procedía de un clan de un Dios, y que quería destruir a esos Dioses conducidos justamente por uno de ellos.  Después de todo su familia, su hermano, incluso él mismo eran los que tenían que proteger a los humanos y no esperar ser protegidos por ellos.

-- Ahora, siendo los Dioses tan poderosos ¿Cómo permiten que Caín y sus vástagos estén de a poco llegando a ellos para destruirlos? ¿No deberían movilizar a sus respectivos clanes y luchar contra ellos?  Sólo el clan de la Llave veo que lo intento con nosotros y aquellos vástagos que se habían rebelado contra Caín.

Las cosas iban tomando forma, pero los problemas seguían, habían despertado a la Diosa, pero el cuerpo en el cual tenía que reencarnar por algún motivo no estaba en la Tierra.  Seguramente los vástagos averiguaron lo que estaban haciendo allí, y se llevaron a Nanako.  Espero que los demás chicos estén bien.  Se dijo a sí mismo pensando que probablemente Noah no dejaría que se lleven a aquella mujer tan fácil, y si lo lograron, y se la llevaron quizás sus hermanos ya no estarían vivos, era preocupante no saber que era lo que estaba sucediendo en la Tierra.

-- Debemos volver cuanto antes! ¿Cómo regresamos?  Dijo algo alarmado después de reflexionar sobre lo que pudiera estar pasando en la Tierra.

Todos escribió:

Las dudas de Alex eran lógicas, aunque la Diosa no parecía preocuparse demasiado por aquellos detalles, y les contaba lo más importante primero. Ahora, se tomaba un poco de tiempo para explicar un poco más.

-Sí, las habilidades de otros clanes quizás puedan aprenderse. Pero la llave la posees o no la posees. Ustedes son descendientes de mis hijos... -les reveló- son Portadores. Así es como nos hemos llamado a través de las generaciones. Pero sus antepasados no han olvidado simplemente. Se requiere la presencia de los Portadores sólo en caso de necesidad, dejando la línea de sangre a salvo, oculta incluso de ellos mismos.

Como Alex tenía dudas sobre las capacidades actuales del Clan, la Diosa pronto aclaró.

-El esconder la línea es lo que detuvo el derramamiento de sangre constante desde que llegamos a la Tierra. Éramos muy numerosos en un principio... ahora sólo deben de quedar algunas pocas familias, como bien dices. Como ves, hemos perdido mucho, y la situación se ha complicado. Pero intenta verlo desde la perspectiva del poder de un Dios. Calculo que no estarán desesperados incluso si los hijos de Caín logran entrar en los Cielos... pensarán que incluso ingresando, estarían lejos de ser destruidos, y confiarían en volver a derrotarlos. Además, no iniciarán una guerra en la Tierra, pues es un territorio al que nunca le han prestado interés, y no conocen en demasía. Su poder y capacidad podría reducirse. Puede que sea... un error de su parte. Así como es un error también, pensar que un Dios no puede equivocarse.

Como uno de los últimos agregados, la Diosa sintió que debía de decir una cosa como un aspecto importante.

-Busquen a aquellos que han sido creados imitándolos a ustedes, compréndanlos y acéptenlos... tiendan sus manos a esas personas. Estoy segura de que, si fueron creados imitándolos a ustedes, deben de estar sufriendo. Sufriendo mucho... ¿comprenden? Y seguramente tienen mucho en común con ustedes, mucho más que con su creador. Así, sean con todo el que puedan... creo que, la única manera de que todo esto termine, es tendiendo puentes entre las personas, dejando de lado el pasado -indicó.

Respecto a la vuelta, la Diosa contuvo una muy modesta risa.

-No estoy tan débil como para no poder ayudarlos con eso. Regresarán de donde han venido. Cuando crean que ya fue suficiente, cada uno cerrará sus ojos y al abrirlos... estarán en casa. Buena suerte...

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VI

La mujer se mantuvo en silencio escuchando a la Diosa, su mirada se mantuvo inexpresiva pero al contrario de otras veces se la podía notar un poco más interesada en el tema.

Repentinamente, la bestia de la mujer caminó con finura y tranquilidad hasta donde esta se encontraba. Y habló en voz alta.

-Mi señora. He recibido un mensaje de Bestellen… la persona de nombre Nanako Matsushima tiene como paradero actual el lugar llamado Pandemonium. Los miembros más jóvenes de Arrows y Él fueron emboscados por los apóstoles Cyon y Fausto. Hay alguien más ayudandolos que está muy herido y otra persona que no puedo reconocer.

La albina bajó la mirada y asintió.

-Al no poder entrar en esta Dimensión mediante el contacto con los Portadores han decidido cambiar el plan y han secuestrado a esa mujer -comentó mirando a los chicos con frialdad.

Extrañamente, VI caminó hasta la estatua de la Diosa e hizo una reverencia muy profunda.

-Su excelencia, he venido aquí como penitente del Clan de los Vástagos y como vocera de Joseph Deneb. El cuerpo en el que usted ha debido reencarnar ha sido llevado de la Tierra como ya ha notado. Estos jóvenes Portadores están bajo mi tutela y agradezco que los haya escuchado y les haya impartido parte de su sabiduría. Con su permiso partiremos y traeremos a esa persona para que Su excelencia pueda prestarnos su ayuda como en otros tiempos… -dijo en un tono que solo le habían escuchado usar con Deneb. Algo raro en VI, que era el tipo de persona que no reverenciaba a nadie más que a él. Era sin dudas algo nuevo pero muy lógico, ya que la mujer seguía las intenciones y el pensamiento del jefe de Arrows, quien les había mandado a despertar a la Diosa.

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Mae Iwata

La rubia escuchó con atención todo lo que decía la Diosa y asintió al final de cada oración, asimilando cada nueva información que intentaba entrar, con mucho esfuerzo, a su mente.

-Creo que las cosas van teniendo sentido ahora… ese odio inusitado que parecen tener los Apostoles contra los Dioses viene desde aquellos tiempos ¡Y con razón son tan poderosos! Deben acumular ira desde entonces… -reflexionó algo asustada de solo imaginarlo.

Más tarde Alex planteó algunas dudas nuevas y la Diosa parecía estar lo suficientemente tranquila como para responderlas, cosa que relajó bastante a Mae.

-Entonces nuestros ancestros son descendientes de ese Clan que no habían despertado su conciencia como tales por no ser necesario. Y si nosotros lo hicimos ahora, ¿es por qué sin dudas estamos en una Guerra con la magnitud de las de los Clanes antiguos? Vaya! Qué complicado es todo, ya me marié un poco -suspiró y miró aquel cielo lleno de luces. ¿Su destino estaba marcado de esa forma, entonces? Ahora con más razón sentía la necesidad de hacer todo lo posible por proteger a aquellos seres queridos que habitaban la Tierra.

Suspiró de nuevo y escuchó las malas nuevas; primero por parte de la Diosa y luego por la confirmación de la bestia espiritual de VI.

-¡Ay no! Aprovecharon que estábamos aquí para llevarse a Matsushima-sama… ella que no podía entender nada, qué es tan amable ¡Y se la llevaron a ese lugar horrible! Justo que habíamos despertado sus poderes -pareció entristecerse de repente, todo el esfuerzo al final fue menguado por los apóstoles. Sin embargo, la verdadera Diosa no daba todo por perdido y depositaba cierta esperanza en ellos Se extrañó un poco con lo que decía VI, pero finalmente miró a los demás.

-Ella tiene razón, Natsumi, Haruki…. ellos nos ayudaron. Tendríamos que ayudarlos nosotros también en lo que podamos. Y aunque Xionia esté loca, también es otra victima de toda esta situación. Pero ahora, primero están nuestros amigos y Matsushima-sama! -expresó a los demás, preocupada al igual que Alex. Justo en ese momento Omeny hizo una pregunta, la rubia no entendía muy bien a qué venía eso pero también le dio curiosidad. Esperó a que la Diosa responda, para luego ya volver a casa.

Kisa escribió:

Sólo ante la última consulta de Omeny, la Diosa pareció un tanto sorprendida, pero respondió con seguridad y cierta premura.

-Oh, Dama Errante... si, ya veo. ¿La chiquilla no ha perdido el gusto por el misterio? Bien ¡si nada les ha dicho ella, será mejor que nada les diga yo entonces! Sé que es difícil entablar con ella, pero haced el intento de no tratarla con demasiada dureza. ¡Bien, es hora de que regresen! -sentenció.

Eitan Chassier

El albino se habia mantenido extrañamente callado mientras los demás conversaban con la diosa... La razón, sacó una lagartija de gomita de su suéter y se deleitaba con ella mientras estaba sentado en el piso, entretenido con toda aquella historia. De vez en cuando, lanzaba finos silbidos cuando algo captaba más su atención.

Ne, ne, abue! Una cosa antes que te eches por tu siesta de belleza. ¿Hay más dioses súperpoderosos como tú ahora? Ne! Por la forma en que hablas, pareciera que si.

A diferencia del resto, parecía no guardarle un respeto sofisticado.

Otra cosa, abue, y vayamos al punto. Vine aqui a desangrarme como suicida porque me dijeron que si regresabas a la tierra, todo este asunto de riña eterna entre científicos locos, vástagos hijos de Dendé por un lado y vástagos esquizofrénicos por otro será resuelto y todo quedará en paz... ¿Eso es verdad o necesitaré de muchas más pastillas tranquilizantes para no matar a Dendé?

Se terminó de comer su dulce y se limpió un poco de azúcar de la comisura de su labio con el pulgar.

Ora! Si supieras lo cansado que es todo esto, eh! Ya uno no sabe cuándo puede estar tranquilo si no viene algún hijo de...su dios a jodernos la existencia cuando no les hemos hecho nada.

Se quejó.

Sunakosan escribió:

La Diosa parecía comprender perfectamente a Eitan, aunque el chico solía confundir nombres y hablar de manera infantil. Por supuesto, lograba entenderlo a la perfección. A fin de cuentas era su "abue".

-Es probable que si me manifiesto en la Tierra, las cosas puedan mejorar un poco, sí. Lo que te dijeron es cierto. Por otro lado por supuesto que hay más Dioses, son quienes han iniciado la descendencia que formó los clanes.

Hasta Eitan expresaba lo que la mayoría sentía... era un duro trabajo.

-Piensa que al menos tu sabes la verdad ahora. Hay personas que mueren, o sufren la pérdida de su ser más querido sin siquiera comprender lo que ha ocurrido. Al menos tienen forma de modificar un poco las cosas ¿no lo crees? Tienes la chance de intentar defender a quien más quieres -agregó la Diosa con dulzura.

Okazaki escribió:

Eitan Chassier

Por lo último, Eitan juntó sus labios, con una mirada plagada de fastidio.

Ne! Pero cuando la idea de defender es prevenir primero que cosas raras sucedan, es el punto, abue. No voy a esperar ir mañana tras alguien que me importe con un desespero que me crispe los pelos! Ya tuve suficiente con unos buenos sustos antes.

Enfatizó.

Ora! Ahora tengo curiosidad de algo! ¿Qué tienes de especial a diferencia de esos otros dioses? ¿Cualquiera no podría ir a detener todo ese embrollo?

Preguntó a la deidad.

SunakoSan escribió:

Aún guardando la paciencia, la voz contestó resueltamente.

-Dudo que los Dioses se preocupen por lo que suceda en la Tierra ahora mismo. Podrían ir a la Tierra y solucionarlo todo, pero suelen pensar que los humanos deben arreglarse por sí solos. Quizás no quieran ayudar simplemente, quizás no les importe. O quizás no estén contemplando la situación correctamente. Sin embargo no puedo asegurar cuál de estas opciones es la correcta ya que aún estoy aquí confinada...

Explicó.

-Como ves, no tiene sentido hablar sobre supuestos. Hay cosas que no sé por estar aquí...