Rol en Directo: El Señor de los Anillos - Sistema FAE

Todos escribió:

Hob Bolgo

Al ser arrojado, Hob cayó del otro lado del portal y no vio inmediatamente lo que había frente a sus ojos. Se levantó haciendo algo de fuerza y por fin miró un poco, justo cuando los demás iban entrando.

-Pueden decir lo que quieran pero este lugar es espectacular -como siempre, el hobbit parecía encantado con aquellas cosas que solo parecían existir en historias antiguas, en sus cuentos o en los viejos relatos de la comarca. Lo que más llamó su atención fueron los acantilados que se veían desde aquella isla, se quedó mirandolos unos cuantos segundos hasta que Éovan habló.

-Supongo que no hay otra opción que elegir ¿no? Adelantarse a lo desconocido... -mencionó, aunque no parecía decirlo con miedo sino con algo de emoción.

Empezó a buscar un poco entre sus cosas cuando ya se veía venir el fin de aquel hermoso atardecer, revolvió en sus bolsillos y se dio una palmadita en el pecho, justo donde había un muy pequeño bulto que indicaba un bolsillo interno.

-Solo espero que no se me acabe el Viejo Tobby. -dijo con un tono de voz particularmente seco y preocupado.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Ereinion fue capaz de escapar de la primera cimitarra con una gran pirueta, saltando sobre una mesa. Pero el segundo orco partió la mesa a la mitad antes de que el elfo pudiese saltar nuevamente, arrojándolo al suelo.

Si bien ahora podía recuperar la iniciativa y hacer algo, desde el suelo y por la segunda caída en pocos segundos, se le haría un poco cuesta arriba. Y además uno de los orcos parecía tener la intención de dirigirse hacia la elfa. Quizás para que actúe como rehén en la situación y poner en un aprieto mayor a Ereinion.

-¡Oigan tontos! -gritaba ese- ¡Hay un elfo aquí, se coló una rata en la ciudad! -pedía ayuda a los alaridos limpios.

---

Ahora Ereinion puede intentar hacer lo que desee otra vez. Los orcos han creado el aspecto "Sacudido" y podrán invocarlo generando un +2 en su próxima tirada.

Recuerdo que los resultados de las tiradas se pueden modificar con puntos FATE. Gastando un punto para repetir la tirada, o para invocar un aspecto o proeza (ser ágil como un elfo por ejemplo) que agregue un +2 a la tirada o permita hacer una acción especial (en caso de proezas).

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Dalbor

-Sí, no hay mucha opción. O nadamos hasta ahogarnos, o seguimos el camino.

Suspiró, y miró a Hob, que se preocupaba por su tabaco.

-Has estado fumando mucho... ten cuidado...

Hob sabía que tenía un último paquetito de hierba aún, pero llevaba rato buscándolo.

Mientras tanto, se acomodaban un poco para comenzar a viajar. Alguna vara para apoyarse, y el hacha de Dalbor al frente, por supuesto, cortando todo lo que se interponía. El viaje era largo, y la noche hacía que los tropiezos se multiplicaran, por más que llevaba cada uno una antorcha.

Al cabo de unas horas encontraron que el terreno comenzaba a subir. Y de pronto, la noche se cerró más, adelante. Se dieron cuenta de que era porque la vegetación comenzaba a chocar contra algo. Eran paredes... adelante se alzaba un muro, una estructura hecha por el hombre probablemente. Pero empezaba después de que la cuesta se profundizara. Era como una estancia, construida sobre un túmulo de tierra. Estaba tan enredada esa maleza, que apenas si podía verse la piedra.

Dalbor clavó su hacha algo cansado ya.

-No me quejaría si nos detenemos para comer...

Dalbor, en su afán por seguir cortando y continuar el camino -y ya no quejarse- acabó vencido por su propio peso y cayó hacia atrás unos metros, quedando en medio de Hob, Éovan y Milo.

Se sacudió un poco al levantarse, agradeciendo la ayuda de quien esté dispuesto a ayudarle. Luego señaló hacia arriba.

-Creo que he cortado suficiente como para que alguien ágil vaya a dar un vistazo. Algo me pareció ver, algo en el suelo, o algo así. Pero no estoy tan seguro. No se me da muy bien escalar, y está bastante oscuro...

---

La cuesta se pronuncia aún más, hacia arriba y luego se normaliza un poco. Unos metros después comienza el muro. Dalbor contó que hay algo entre la cuesta y el muro, en el suelo, pero no pudo verlo bien. Cualquiera que quiera intentar subir tomándose de la maleza o de algún otro modo, y ver lo que allí hay, deberá hacer una tirada de algo que sirva para la situación y superar una dificultad de 2.

Hob puede entregar un punto FATE para encontrar su paquete de tabaco, o darse cuenta de haber perdido el paquete, para ganar un punto FATE.

En general lor orcos eran algo torpes, y pudo eludir con éxito la cimitarra de uno de ellos, saltando ágilmente sobre una mesa, pero el segundo golpe, lo esperaba hacia él, y se sorprendio al ver que daba en la mesa en la cual estaba parado, por lo que perdio el equilibrio y cayo al suelo.  

Desde el suelo pudo observar que uno de los orcos se dirigía hacia la prisionera, y el otro estaba llamando refuerzos... si venían mas corcos las cosas se iban a poner feas.

Saco rápidamente una daga de su bolsillo, dio media vuelta sobre su cuerpo en el suelo hasta tener la visión del orco que corría hasta la elfa, y lanzó la daga con el objetivo de parar su marcha hacia ella.

Pero sin perder tiempo, se sento en el suelo ágilmente y con su arco le disparo al orco que llamaba a los refuerzos.

---

Tiro 4dF con rapido +3 para atacar, intentando dar en el blanco con la daga lanzada al orco que corría hacia la prisionera.
Tiro 4dF con rapido +3 para atacar, intentando dar en el blanco con el arco al orco que llamaba refuerzos.

El miembro 'Slade' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar los Dados

#1 'FATE' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

--------------------------------

#2 'FATE' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Todos escribió:

Quedo bastante sorprendido al ver que después de cruzar el portal, habían aparecido en lo que parecía ser una isla.

-- No tengo ni la menor idea... Respondio a la pregunta de Eóvan algo decepcionado puesto que al final ese portal no lo había llevado a un gran tesoro como se lo imaginaba.

La mujer pidió que siguieran avanzando, antes que los tomará la noche... hacia el único camino que se veía accesible... aunque no sabían bien a donde los llevaría.

-- Volver ya no podemos, así que supongo no queda otra alternativa.  Comentó, asintiendo a lo que decía la Capitana de proseguir camino, aunque fuera sin rumbo.

Por otro lado Hob se veía maravillado por el paisaje del lugar, aunque denotaba cierta preocupación por el hecho de que se le pudiera acabar su vicio del viejo tobby.  Se quedo unos minutos mirando hacia el camino que iban a seguir, quizás mas adelante encontraran algo que valiera la pena, ahora estaban en tierras más desconocidas que antes.

Dalbor parecía la madre de Hob, cuando le decía que estaba fumando demasiado, lo que le causo cierta gracia, pero no la hizo visible, no tenía ganas de terminar con un tajo por el hacha de aquel hobbit.  Y él pensaba que los hobbits eran seres tranquilos, realmente ese Dalbor encajaba más en alguna cueva de enanos.

De esa manera continuaron su viaje, y la noche los recibía con los brazos abiertos, el camino era sinuoso, y Milo no pudo evitar tropezarse más de una vez aunque no llego a caerse.  Llegaron hasta una estructura, cubierta por abundante vegetación, que resulto ser el muro de lo que parecía ser una estancia.  La cantidad de vegetación que cubria ese lugar le hacía pensar a Milo que probablemente nadie haya visitado ese sitio, por lo menos en varios años... eso podía terminar en una cosa: una gran riqueza, que de seguro albergaba esa estancia.

-- Estoy de acuerdo con el cascarrabias.  Respondió frente a lo que decía Dalbor sobre detenerse a comer, y se sento sobre unas piedras, sacó de su mochila un pedazo de pan casero que había traido de sus tierras, y saboreo con gusto aquel bocado, mientras observaba como el hobbit peleaba con la vegetación hasta que cayo de espaldas... tuvo que aguantarse la risa que le causo.

-- No me vas a decir que ya estas cansado pequeñín?  Le dijo de forma burlona, aunque él también sentía bastante cansancio, y sus piernas le dolían un poco.  Luego Dalbor proponía que alguien con agilidad suba a echar un vistazo.

-- Pues conmigo no cuenten, es más, si es por mí acamparía aquí mismo, puesto que ya es de noche y algunos estan muy cansados.  Expresó mientras le daba una mirada con pícardia al hobbit.

-- Mañana con mas visibilidad, y energía podemos seguir explorando.  Estamos en tierras desconocidas, no sabemos con que nos vamos a topar, pero será como Eóvan diga.  Dijo, mientras le daba otro mordisco al pedazo de pan que había sacado y dejaba la desición de seguir o descansar a la Capitana del grupo.

Slade escribió:

El orco que estaba corriendo hacia la elfa sintió un fuerte dolor en la parte de detrás de la rodilla y rodó por el suelo tomándose la pierna y quitándose rápidamente la daga. Comenzó a sangrar profusamente y se quedó quieto por unos cuantos instantes.

Sin embargo, a Ereinion el arco no le sirvió de nada para atacar al segundo orco que estaba tan cerca de él, que se lanzó hacia adelante y golpeó el arco del elfo haciendo que la flecha se desviase hacia cualquier parte. Y volvió a levantar la cimitarra...

---

Nota

Spoiler:

Nota 2:

Spoiler:

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Hob

El Hobbit siguió atrás en el camino sin dejar de tocar cualquier bolsillo o agujero que tuviera su ropa en busca de su provisión de viejo tobby, por lo que caminó pero no dijo nada durante todo el camino. Se detuvo sólo cuando Dalbor lo hubo hecho, pero no lo ayudó a levantarse. Hob se veía algo ofuscado.

-Yo tampoco lo haré, creo que he perdido mi Viejo Tobby -dijo, utilizando aquello como su excusa para no hacerlo. Pero la verdad era que ya sabía que aquel paquete no aparecería y que lo había perdido en la batalla contra los orcos al parecer.

Hob se puso bastante nervioso y se sentó en el suelo de mala gana, intentando no pensar en que no quedaba mucho tiempo para ya no poder fumar si no volvían pronto.

---

Hob perdió su Viejo Tobby, asi que me anoto un punto FATE.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Éovan

Con lo poco que tenían se fueron por la dirección de aquel camino, Éovan intentaba ir detrás de Dalbor ayudandolo a despejar un poco la vegetación. Cuando este se cayquó, la rubia lo ayudó a levantarse y escuchó lo que el Hobbit tenía para decir, así mismo con Milo que también prefería descansar.

-Dalbor dijo que vio algo y por lo que se ve esta estructura es obra de hombres. Gondor tiene muchos aliados y si hay alguien quizá nos den hospedaje. Ustedes descansen, voy a intentar ver un poco más -dijo, viendo que ninguno de los otros tres parecía dispuesto a avanzar mucho más.

Gracias a lo que Dalbor había cortado no era dificil visualizar el muro por lo que Éovan decidió usar sus manos para tomarse de la maleza que cubría el muro y los alrededores y los pies para ir escalando lo más posible el muro, usando toda su agilidad y fuerza su idea era llegar a lo más alto posible para tener una visión de qué había allí.

---

Éovan intenta ver qué hay , así que tiro 4dF con Enérgico +2 para trepar por el muro.

El miembro 'Suzume' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar los Dados

'FATE' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Con la daga que había lanzado pudo detener al orco que corría hacia la prisionera momentanemante, pero cuando intento disparar una flecha al segundo orco, este ya se encontraba encima de él, y con su cimitarra le dio en el arco desviando el tiro a cualquier lado, para luego levantar la cimitarra una vez mas con un único objetivo, matarlo.

Todo sucedía muy rápido, pero el elfo se caracterizaba por sus rápidos reflejos, e intento esquivar el ataque girando sobre su cuerpo hacia un costado, esperando que la cimitarra diera en el piso y no en su cuerpo.

---

Tiro 4dF con rapido +3 para intentar defenderse del ataque esquivando el mismo gracias a sus rápidos reflejos y movimientos.

El miembro 'Slade' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar los Dados

'FATE' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


Dalbor

Dalbor intentó seguirla para que no vaya sola, pero no pudo.

-Señorita...

Éovan fue avanzando por el camino que había hecho el hobbit y llegó hasta arriba de todo. Pudiendo quedarse allí, al contrario que Dalbor, ella sí pudo ver claramente lo que había allí arriba. Una construcción que parecía un mausoleo, totalmente tomado -al menos por afuera- por la vegetación. Justo delante de la entrada algo derruida, había una gran piedra gris, que parecía guardar el lugar. En ella habían unas runas escritas.

Spoiler:

La chica conocía bien las runas. Había sido bien educada. Esas runas las habían hecho conocer más que nada, los enanos, el pueblo de Durin. Pero había sido creada por Daeron, el elfo. El bardo más importante en todo Beleriand, la parte perdida de la Tierra Media, de las Primeras Edades del Sol. Ése no era ningún lugar de enanos.

Ante los ojos de Éovan había una gran muestra de los antepasados de los hombres y de sus hazañas. El más grande símbolo de la lucha de un simple mortal, contra un destino fatal... el descanso del hombre que luchó hasta el final para evitar las desgracias que el mayor enemigo del mundo, Morgoth, el amo de Sauron, había hecho caer sobre él y sobre sus seres amados.

De pronto aún de noche, todo cobró sentido. Por un breve momento le pareció ver, como si las aguas bajaran. Campos verdes y arroyos. A la distancia, un pico brillante y blanco, escondido tras montañas. Y una sombra oscura, amenazante se erguía desde el norte.

Aquel relámpago de otros tiempos terminó, y volvió la noche. Pero Éovan ya no podía tener miedo. Sólo sentía, orgullo. Allí, donde había muerto a manos de ese simple mortal, el primero de los dragones y el más despiadado: Glaurung. Y la humanidad había mostrado su valor y coraje más allá de toda prueba, más allá de toda tortura y maldición.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


Éovan

Al principio, aquel lugar le pareció totalmente abandonado por la vasta cantidad de vegetación. La rubia intentó enfocar un poco más su mirada más allá de la piedra gris, aunque sobre esta había algo que llamó poderosamente su atención.

Achinó un poco los ojos para poder leer, dado que las runas eran algo conocido para ella.

-“Túrin… Turambar…” -leyó primero, comenzando a estar en una especie de estado de shock- “Señora de Dor Lómin” -acabó por leer sin poder dar crédito a sus ojos.

Por supuesto, Éovan conocía la historia de Túrin Turambar y todo lo que había detrás de ese relato. Aunque siempre lo había tomado como episodios tan antiguos que difícilmente alguien recordara de no ser por los cantos y los cuentos que se relataban sobre ella, la historia más triste e impactante que Éovan había oído jamás. Sus ojos derramaron algunas lágrimas, pero no eran por la tristeza de la historia sino por el orgullo que sentía por los antepasados de su raza, aquellos que realmente habían grabado en el mundo la grandeza de la humanidad.

-¿Esto es… Beleriand? Eso no puede ser, no tiene sentido -se preguntó posteriormente la mujer, pudiendo ver como en un relámpago la lejanía de aquellos lugares antiguos que habían desaparecido demasiado tiempo atrás, tanto que ni siquiera ese terreno pertenecía a la Tierra Media y se daba totalmente por perdido.

Con toda la fuerza que le quedaba se sostuvo en ese muro, sin poder dejar de ver lo que se presentaba frente a sus ojos.

Slade escribió:

Ereinion esquivaba hábilmente el ataque, y recuperaba la iniciativa frente a aquel orco. Mientras tanto, se podía escuchar que algunos orcos más estaban en alerta y comenzaban a correr hacia la casa, pero aún no habían entrado. Ereinion tenía la posibilidad de huir antes de que llegaran más, o bien usar ese tiempo para desatar a la prisionera. Luego de eso, tendría que volver a combatir si quería sacarla de allí.

La prisionera tosía y no parecía aguantar mucho tiempo más al "cuidado" de esos horribles orcos.

---

Si Ereinion decide quedarse a salvar a un elfo que no es de su misma raza, debe gastar un punto FATE.
Si Ereinion decide huir y dejarla a su suerte, ganará un punto FATE.

La balanza se había puesto a su favor por unos segundos, pero ya escuchaba los apresurados pasos de varios orcos que subían por la escalera, dio una mirada a la prisionera, no parecía que fuese a durar mucho más, pero si se quesaba a ayudarla, las cosas se iban a complicar bastante, se encamino hacia el hueco por el cual había entrado, todo parecía representar que la iba dejar morir allí... pero de pronto se detuvo en seco.

-- No puedo dejarla morir en manos de esos orcos... prefiero morir intentadolo que quedar como un cobarde que deja morir a alguien de su pueblo. Se dijo a sí mismo y de esa manera, dio un salto hacia donde estaba la prisionera y la liberó, aunque ahora iba a tener que lidiar con varios orcos, no sabía que podía pasar.

-- Huye de aquí con las pocas fuerzas que te quedan, yo los entretengo.  Le dijo a la elfa, aunque no estaba muy seguro si la mujer podía llegar sola a salir por el hueco, pero si se quedaba allí, probablemente terminaría muriendo, igual que él, y todo habría sido en vano.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Por la cantidad de ruido que Ereinion escuchaba, los orcos que llegaban eran mucho más que 3. Comenzó a pensar que cuidar de la prisionera y combatir, en esa situación, sería casi imposible. Ella estaba libre, pero lo único que hizo fue caer al suelo pesadamente. Estaba molida a golpes a tal punto que no podía moverse.

-El Palantir... toma el Palantir y vete...

Ereinion veía que por el suelo había rodado una piedra oscura y redonda, vidriada, que le chica señalaba.

---

Ereinion debe usar su rapidez para tomar el Palantir, a la rehén e intentar huir por el agujero del techo antes de que el lugar se llene de orcos. La dificultad es 2, ya que la elfo no es pesada.

El objetivo es salir de la cuidad lo más rápido posible.

Cuando vio caer pesadamente a la elfa se dio cuenta que no iba a poder salir de allí por sí sola, los orcos se aproximaban a gran velocidad, y la prisionera llegó a decir que tome una piedra oscura que había rodado por el suelo, se lanzó a intentar conseguir esa piedra, ya que parecia importante, luego intentaría tomar a la prisionera sobre su hombro y escapar del lugar lo mas rapido que pudiera, o probablemente ambos perecerían allí, en aquellas ruinas en manos de esos orcos que ya estaban casi en el lugar.

---

Tiro 4dF con rapido +3 para intentar alcanzar la piedra, subir la prisionera al hombro, y salir del lugar velozmente.

El miembro 'Slade' ha efectuado la acción siguiente: Lanzar los Dados

'FATE' :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Normalmente, escapar rápidamente se le daría muy bien a Ereinion. Sin embargo, en esa oportunidad apenas pudo hacerlo con éxito. Tomó la piedra, mientras escuchaba las pesadas botas en la escalera. Luego a la chica, mientras sonaban los chillidos de los orcos, que ya los habían visto. Y mientras estos erraban algunas flechas y corrían hacia ellos, Ereinion subió a unas cajas que habían allí, y se perdió por el techo. El resto fue aprovechar su velocidad… era más rápido aún con el peso muerto de la chica en su espalda. Pero sus fuerzas le abandonaron entrando a la línea de un bosque cercano, donde más pronto se sintieron a salvo.

Claro, en el afán de escapar, no se dieron cuenta de desde los pocos árboles que había allí, les estaban vigilando. Una flecha se clavó en el suelo.

-Quedaos quietos -se escuchó una voz.

Algunos elfos comenzaron a mostrarse, en las copas. Tenían sus arcos tensados. Unas 3 flechas más viajaron velozmente y pasaron cerca de ellos. Pero cuando volvieron a mirar, descubrieron que habían matado a un cuervo.

Uno de ellos volvió a hablar. Era otra voz femenina.

-Os espiaban. Ahora podremos hablar más tranquilos.

Algunos de los hombres de la mujer, que parecía mandar en la compañía, bajaron y les rodearon. Y comenzaron a atender rápidamente a la persona que Ereinion había rescatado.

La mujer se presentó ante Ereinion.


-Mi nombre es Celebrían.

Ereinion tuvo en claro que había algo distinto en esa mujer. Era más alta y tenía un semblante más noble que sus acompañantes. El nombre, lo conocía de oído. Así se llamaba la hija de Galadriel y esposa de Elrond. Elrond y Celebrían habían tenido tres hijos, Elrohir, Elladan, y Arwen. Pero era sabido entre todas las razas élficas, que Celebrían ya no estaba en este mundo.

-Vamos en busca de una compañía de hombres, un poco más al sur. Llevamos días cortando camino hacia ellos, y cuando estábamos a punto de encontarlos, un gran número de wargos y sus jinetes nos atacaron. Nos dispersamos un tiempo. Estamos retomando la búsqueda.

Eso había sucedido. Los wargos debían de ser muchos más, pero este grupo de elfos redujo un poco su número… y quizás por eso el grupo de hombres y hobbits que Ereinion vio había sobrevivido.

La mujer levantó el Palantir y lo colocó en una bolsa verde tejida a mano por elfos, que llevaba ella misma.

-Agradezco tu valentía. ¿Cómo te llamas?

El escape había sido éxitoso, pero tenía bien en claro que había sido por poco, la suerte esta vez estuvo de su lado, esquivando algunas de las flechas que eran disparadas por los orcos, pudo llegar hasta el hueco del techo y salir del lugar con aquella extraña piedra y la elfa, que por suerte no pesaba demasiado lo que le facilitó bastante el escape.  Pero no podía aminorar la marcha, tenía que alejarse un poco de las ruinas, puesto que ya toda la madriguera estaba alertada de su intrusión.

Así fue que llego a un bosque cercano, donde pudo relajarse un poco, aunque no le duro demasiado la tranquilidad, puesto que una flecha se clavaba cerca de ellos, y una voz les decía que se quedaran quietos.  En general tenía buen olfato para detectar a los enemigos ocultos, pero con todo el tema del escape, esta vez no se había percatado de lo que encerraba las sombras de aquel bosque.

Cuando se dió cuenta, en las copas de los árboles se encontraban algunos elfos que ya apuntaban con su arco tensado, lo que le llamo la atención, puesto que siendo elfos porque querrían atacarlo, pero luego comprendió que las flechas no iban dirigidas a él, sino a un cuervo que volaba sobre el lugar.

Varios hombres del grupo bajaron, para tratar las heridas de la que hacía unos pocos minutos había sido prisionera de aquellos orcos, al parecer esa elfa que había salvado, pertenecía a ese grupo.  Frente a él apareció una elfa, que se veía bastante distinta a lo que estaba acostumbrado y se presentaba como Celebrian.

Alguna que otra vez había escuchado ese nombre, pero también había escuchado que ya no era de alguien que perteneciera a este mundo, lo que le llamo poderosamente la atención... al parecer estaban buscando al extraño grupo con el que se había topado hace pocos días.

-- Mi nombres es Ereinion, y pertenezco al bosque... espero que su compañera se recupé pronto.  Respondió frente a la pregunta que le hacía la mujer para luego comentar lo de aquel grupo.

-- Ese grupo tan peculiar que buscas, hace algunos días me tope con ellos, se dirigían a las ruinas, cerca del pequeño asentamiento que habían hecho los hombres en aquel lugar, los lideraba una mujer, según uno de los hobbits que la acompañaba, era una Capitana de nombre Eovan. Contestó con respecto a ese tema, en general tenía buena memoria, y recordaba el nombre de la mujer que lideraba aquel grupo.

-- Pero luego vine a investigar que pasaba por estos lares, y les perdí el rastro, puede que hayan muerto en esas ruinas, o hayan vuelto a la Ciudad, eso no sabría decirselo con exactitud.  Concluyó, como para informar a Celebrian sobre aquello.

-- Las cosas se estan tornando demasiado extrañas por estos bosques, tienen información sobre que esta sucediendo? Ese cuervo que mataron, por que nos estaba espíando?  Pregunto con cierta curiosidad, por algo estaba ese grupo de humanos y hobbits dando vueltas por ahí, y ahora ese grupo de elfos; ni hablar de al aire pesado, de la contaminación, de algo oscuro que percibía pero no sabía de que se trataba.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Celebrían

La elfa cerró los ojos.

-Ereinion, otra vez te agradezco que salvaras a nuestra compañera. Y además, tu información sobre le grupo que buscamos. Como compensación, te diré que te espiaban para encontrar tu paradero, por supuesto. Éste es un cuervo que vino volando de la misma cuidad de la que has escapado.

Los elfos de Celebrían incluso recuperaron las flechas que usaron en el pájaro. Parecía que viajaban ligeros, y que no les sobraba mucho. Estaban interceptando.

-No te diré todo lo que sé, lo siento. Pero por tu ayuda, sí te diré algo... la sombra se extiende, negros dedos que intentan volver a cubrirlo todo con el arma más poderosa, el miedo, la codicia, y el exceso de confianza en la paz. -contestó.

Celebrian le comentó algunas cosas, aunque no muchas, pero al menos, ahora sabía un poco más que antes.

-- Ya veo, me temía que algo no andaba bien, y que no eran simples orcos y huargos.  Comentó para quedarse luego algo pensativo.

-- Señora Celebrian, será posible que me permita unirme a su grupo?, es que quiero saber más, y solo, apenas pude salir con vida de aquellas ruinas... Además podría serles de utilidad, conozco bastante bien estas tierras, y puedo guiarlos fácilmente al lugar donde me tope con el grupo que buscan.  Le dijo con respeto.

Si bien no se le daba bien moverse con otras personas, más si son desconocidas, al menos era un grupo de elfos, y estaba seguro que sabían mas sobre lo que estaba sucediendo y que de seguro si se unia a ellos, podría entender un poco más lo que estaba pasando, de que se trataba esa sombra, y estar mas preparado para lo que se avecinaba.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Dalbor

Dalbor, Milo y Hob esperaron a que Éovan regresara, preparando algo para comer. La estrella ahí era Hob, que con las provisiones acotadas que tenían, había hecho una cena bastante decente. Aunque, para los hobbits, no llegaba a serlo.

-La señorita debe de haber encontrado algo. Si no vuelve en un rato, tendríamos que ir a buscarla... -opinó el fortachón.

Mientras tanto, alrededor de Éovan volvía la realidad, y ya sólo quedaba la noche. Y no volvió a verse nada extraño por allí por ahora.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Celebrían

La mujer escuchó la petición de Ereinion, y parecía cuestionar algo.

-Es extraño que un elfo de tu raza nos pida unirse a nosotros -dijo con algo de dureza. Pero prosiguió- sin embargo, nos has devuelto lo que nos pertenecía y has ayudado a uno de los nuestros. Creo que podría confiar en ti...

Mientras seguían atendiendo a la que había sido prisionera, Celebrían comentó algunas cosas a Ereinion.


-Somos parte de la última compañía de que queda en Rivendel. Mi padre administra la zona desde que su hermano Elladan partió con nuestro abuelo Elrond hacia las Tierras Imperecederas. Hace tiempo, nos hemos enterado de que las dos Palantir que se creían perdidas en el naufragio del último Rey de Arnor, aparecieron nuevamente en la Tierra Media.

Suspiró un poco, sacando un hermoso cuchillo y jugando con él entre los dedos.

-Al principio no nos preocupó. Pero hemos investigado el origen de esas piedras, y nos hemos dado cuenta de que son mucho más útiles de lo que se creía. Al parecer, no sólo pueden comunicar mensajes. Además, pueden comunicar lugares...

Eso lo dijo, poniendo especial énfasis en la historia.

-Pero eso no es todo. Creemos que uno de los lugares que comunica, podría traer gran peligro a toda Arda. Hay razones para creer que el Señor Oscuro podría volver, de donde sea que se encuentre, utilizando las piedras como una forma de desplazarse hasta aquí. Y no nos extraña nada el poder que encierran potencialmente las Palantir, después de todo han sido hechas por el mismísimo Fëanor, creador de los Silmarils.

Su rostro, transmitía la seriedad del asunto.

-Hay... una profecía. No muchos la conocen. Námo, uno de los Valar la ha pronunciado, y si bien la más conocida es el Hado de los Noldor, la más importante es la que anuncia la Dagor Dagorath. Con esto se pondría fin a la sombra, para siempre. Pero la sombra se está extendiendo antes de lo anunciado... y si no hacemos algo, la profecía podría no cumplirse -explicó.

La elfa era bastante perspicaz, y enseguida entendio que él perseguía algo más que querer unirse a un grupo de desconocidos, cosa que no era habitual en los de su tipo.

-- Es cierto, pero cuando los tiempos se tornan oscuros, a veces hay que dejar el orgullo, las disputas de lado, y hacer lo que este al alcance de cada uno para que las sombras no nos consuma a todos.  Respondió con bastante determinación, y en realidad era algo cierto, así lo veía también un poco, no se iba a quedar de brazos cruzados esperando que todo lo que conocía desapareciera.

Se quedo callado escuchando con gran atención todo lo que explicaba la mujer, realmente esto era más complicado y peligroso de lo que hubiera esperando, en otros tiempos, elfos, hombres, enanos y hobbits se unieron para vencer a la oscuridad, y ahora le tocaba vivir en persona acontecimientos similares.

-- Cómo si se tratará de portales a otros reinos.  Acotó cuando escucho lo de las piedras.

-- Entonces esas piedras no deben caer en las manos equivocadas.  Reflexionó, y se alegraba de no haberla dejado en manos de esos orcos.

-- Debemos hacer que se cumpla.  Respondió bastante decidido y seguro al respecto.

-- Gracias por compartir esta información, y más aún por permitirme unirme a su grupo, les serviré de la mejor manera posible.  Concluyo, sus objetivos eran claros, tenía que desempeñar un papel en esta historia como muchos otros, y esperaba hacerlo bien.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Dalbor

Luego de haber cenado, Dalbor se preocupó un poco.

-Éovan no vuelve... voy a echar un vistazo. Estén atentos.

El hobbit, algo recobrado en fuerzas, se tomó de la vegetación y comenzó a subir hasta encontrar a Éovan allí, aún un poco pensativa.

-¿Señorita? ¿Algún problema...?

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Celebrían

Esa elfa alta y de porte elegante pensó por unos momentos.

-No nos serías de utilidad alguna de quedarte con nosotros -dijo con gran firmeza- me temo que somos un grupo ya muy consolidado, y puede que un miembro desconocido no pueda seguir nuestro ritmo. Sólo nos retrasarás...

Sin embargo, Celebrían vio a la herida. Ella también la retrasaría.

-Si en verdad quieres dejar el orgullo de lado y unirte para que la oscuridad no nos consuma... entonces cuida de ella, y...

La mujer sacó una carta sellada.

-...entrega esto al Rey Elfo de Eryn Lasgalen*. Mucho me temo que nuestra empresa fracasaría de todos modos si no conseguimos su cooperación.

Ella le lanzó una larga mirada a Ereinion.

-¿Aceptarás entonces mi pedido? -le preguntó formalmente, la poderosa elfa de la raza de los Noldor.

---

*Ex "Bosque Verde" y Ex "Bosque Negro". El Rey es Thranduil, padre de Legolas.