Rol en Directo: El Señor de los Anillos - Sistema FAE

La elfa era bastante perspicaz, y enseguida entendio que él perseguía algo más que querer unirse a un grupo de desconocidos, cosa que no era habitual en los de su tipo.

-- Es cierto, pero cuando los tiempos se tornan oscuros, a veces hay que dejar el orgullo, las disputas de lado, y hacer lo que este al alcance de cada uno para que las sombras no nos consuma a todos.  Respondió con bastante determinación, y en realidad era algo cierto, así lo veía también un poco, no se iba a quedar de brazos cruzados esperando que todo lo que conocía desapareciera.

Se quedo callado escuchando con gran atención todo lo que explicaba la mujer, realmente esto era más complicado y peligroso de lo que hubiera esperando, en otros tiempos, elfos, hombres, enanos y hobbits se unieron para vencer a la oscuridad, y ahora le tocaba vivir en persona acontecimientos similares.

-- Cómo si se tratará de portales a otros reinos.  Acotó cuando escucho lo de las piedras.

-- Entonces esas piedras no deben caer en las manos equivocadas.  Reflexionó, y se alegraba de no haberla dejado en manos de esos orcos.

-- Debemos hacer que se cumpla.  Respondió bastante decidido y seguro al respecto.

-- Gracias por compartir esta información, y más aún por permitirme unirme a su grupo, les serviré de la mejor manera posible.  Concluyo, sus objetivos eran claros, tenía que desempeñar un papel en esta historia como muchos otros, y esperaba hacerlo bien.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Dalbor

Luego de haber cenado, Dalbor se preocupó un poco.

-Éovan no vuelve... voy a echar un vistazo. Estén atentos.

El hobbit, algo recobrado en fuerzas, se tomó de la vegetación y comenzó a subir hasta encontrar a Éovan allí, aún un poco pensativa.

-¿Señorita? ¿Algún problema...?

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Celebrían

Esa elfa alta y de porte elegante pensó por unos momentos.

-No nos serías de utilidad alguna de quedarte con nosotros -dijo con gran firmeza- me temo que somos un grupo ya muy consolidado, y puede que un miembro desconocido no pueda seguir nuestro ritmo. Sólo nos retrasarás...

Sin embargo, Celebrían vio a la herida. Ella también la retrasaría.

-Si en verdad quieres dejar el orgullo de lado y unirte para que la oscuridad no nos consuma... entonces cuida de ella, y...

La mujer sacó una carta sellada.

-...entrega esto al Rey Elfo de Eryn Lasgalen*. Mucho me temo que nuestra empresa fracasaría de todos modos si no conseguimos su cooperación.

Ella le lanzó una larga mirada a Ereinion.

-¿Aceptarás entonces mi pedido? -le preguntó formalmente, la poderosa elfa de la raza de los Noldor.

---

*Ex "Bosque Verde" y Ex "Bosque Negro". El Rey es Thranduil, padre de Legolas.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


Éovan

Después de haberse quedado unos cuantos minutos admirando aquella escena, la voz de Dalbor la sacó un poco de esos pensamientos y le hizo volver a la realidad por un momento. Con cierto cuidado se soltó un poco del muro y bajó hasta donde había llegado el Hobbit.

-Depende de como lo veas será un problema o no… -comentó limpiandose un poco la maleza que había quedado pegada en sus ropas- Desde ese muro acabo de ver la tumba de Turin Turambar -expresó y miró a Dalbor con los ojos algo expectantes.

-Salvo que haya sido una ilusión eso fue lo que vi, después parece todo mar… cosa que tiene sentido. Si no me he vuelto loca, significa que estamos bastante lejos de casa y no tengo idea de cómo volver ni hacia donde ir, en este momento no se qué pensar -le comentó con bastante preocupación.

-Quizá podamos seguir por detrás del muro pero no sé con qué nos encontraremos -concluyó.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Dalbor

Primó el sentido común: era de noche y estaban en un lugar que no conocían. Se retiraron un poco de momento, a descansar. Aunque hicieron turnos para la guardia, nada extraño sucedió durante las horas de sueño, y se podría decir que habían recuperado sus fuerzas del día anterior.

Amaneció rápidamente, y se levantó una pequeña bruma por el rocío que había caído en las horas oscuras. Los rayos de luz eran tenues aún, y a la luz del día el muro parecía un tanto pálido, algo más bajo que en la noche anterior. El de la noche parecía azul e imponente. Ahora quizás había un poco más de ánimos para cruzarlo, al menos no lucía tan amenazador.

-¿Cómo es que acabamos aquí, en primer lugar? Esa piedra nos trajo con alguna especie de magia ¿verdad? -dijo el hobbit, acariciando un poco su barbilla- este lugar podría estar hechizado. Avanzar es ciertamente peligroso pero ¿qué otra opción nos queda? ¿el mar hacia atrás? ¿con qué embarcación lo cruzaríamos, y adónde nos llevaría concretamente? ¿Y cuándo tardaría el viaje? ¿Tendríamos provisión suficiente?

Se encogió de hombros y comenzó a trepar con esfuerzo como en la noche anterior.

-Yo voy a echar un vistazo y se acabó... si encontramos algo o alguien que nos ayude, podría ser nuestra única salvación...