The Fourth Avenue Café |

Himoru escribió:

Escuchó las primeras palabras de Himoru y cómo siempre estaban llenas de razón.

A decir verdad, yo misma me sorprendo del porque me da miedo algo como esto, dices que es natural, yo he pasado por muchas cosas y a veces lo resultados han sido buenos, a veces han sido malos, pero finalmente todo eso me ha llevado hasta donde estoy. Esto puede ser como en las batallas, debo dar lo mejor de mi, si al final las cosas no salen como yo espero no podré arrepentirme de que no me esforcé hasta final.

Bebió mas champagne y dirigió sus vista hasta las rosales, eras flores muy hermosas pese que estaban rodeadas por espinas. Cuando Himoru comenzó decirle que no era la chica más, delicada, femenina, sensual y directa, ante cada palabra Ariatna se iba encogiendo en su asiento, pero cuando escuchó que eso la hacia especial, levantó la vista hacia el guardián con suma sorpresa.

¿Quieres decir que eso no importa? ¿Qué no necesito ser delicada casi una muñeca de porcelana para que alguien guste de mí?

Cuestionó con cierto rubor. Siguió escuchando a Himoru.

Lo sé y lo reconozco Henrietta es una chica muy guapa, tanto como Arkril y bueno se le respeta es buena en lo que hace y en la batalla.

Hablaba con suma sinceridad.

No, no he preguntado abiertamente, ¡ay! Por eso me siento así.

Sopló su flequillo

Yo siempre he sido tan libre, tan rebelde, tan me vale jejejejeje, pero mira que a pesar de todo eso Atoli fue primero mi mejor amiga a ella no le importaba como era yo, y también Shura y Arisa, no tengo que dejar de ser yo misma para agradar ¿cierto?

Se levantó de su asiento y fue hacia el barandal del kiosco, había muchas rosas cerca y las contemplaba, miró una rosa, rosa y quiso tomarla, pero se espinó.

Auch, está bien está bien no te cortaré, pero no seas agresiva

Sonrió y lamió la sangre, regresó la atención a Himoru y le miró de forma divertida.

¡Himoru Shirayama, creo que eres la única persona que sabe leerme como a un libro!

Dejó escapar una risa mucho más liberal.

Me hacia falta charlar contigo en verdad, gracias y gracias por preocuparte por mi, eres un excelente amigo.

Volvió a la mesa.

Haré las preguntas adecuadas antes de hacerme ideas que no son, lo prometo. Y no solo en situaciones así, sino en otras también. No dejaré que el orgullo, mis inseguridades y los celos tomen el control. Tomaré la vida como venga

Levantó el puño con decisión, esa era la Ariatna de siempre la del gran ímpetu, bebió su champagne de un solo trago como si fuese tequila.

¿Está temblando o soy yo? Himoru te sigo debiendo, ¿puedes poner mis deudas en hielo?

Sonrió.

Si yo puedo hacer algo por ti, con mucho gusto lo haré, puedes confiar en mi,siempre has sido un guía para mi, pero sobretodo un gran ser humano y amigo. No dudaría en patear unos cuantos traceros por ti

Charlie escribió:

Eire

Aunque un poco tarde, pero no fuera del tiempo establecido Eire por fin se encontró a la espera de su invitado: Charlie. El sitió que había elegido era bastante reservado, se encontraba ubicado en lo que parecía ser un balcón, donde se veian las luces de una ciudad neon, cuya vida en la noche deja ver sus detellos en el manto gris y negro de las calles, en los cuales sobresalían los destellos de colores de los anuncios publicitarios. A la vez, al estar en un sitio elevado, arriba destacaba el cielo despejado, donde las pequeñas luces mortecinas de las estrellas mostraban un suave y natural brillo en el misterioso cielo nocturno. Una combinación peculiar.


Dentro, se encontraban sillones, de varias formas, puff y pequeñas mesitas que iluminaban con velas, un toque extra para la luz opaca que destacaba en la iluminación del sitio. En el lado opuesto al paisaje, dejaba ver una puerta y paredes de cristal, y en el cuarto contiguo un bar con todo tipo de bebidas y botanas que se podían preparar. Había música suave para amenizar la ambientación ocre del sitio. Eire reparó en los últimos detalles antes de que llegara su invitado.

La dirección de aquel sitio, sin embargo, era desconocida, sencillamente Charlie seria llevado ahí en cuanto lo indicara, para eso Eire preparó una invitación cuyo papiro era de tono beige y la escritura en un café que contrastaba suavemente con un brillo dorado obscuro.


–Bueno, sólo espero que no se pierda- indicó en tono suave, mientras la carta desaparecía para ser enviada al invitado. Una vez que así lo pidiera la carta misma lo llevaría a aquel lugar.

No paso mucho tiempo cuando hubo terminado con los arreglos y mientras esperaba se dedicó a ver la vista que mostraba aquel sitio; se perdió en sus pensamientos, tanto que apenas se percató cuando su invitado hubo llegado. No obstante, al darse cuenta no perdió el estilo de darle la bienvenida como se debe.

–Valla que bueno verte aquí.- indicó con gusto, una sonrisa amable le indicó para que avanzara y conociera el sitio. Ahí Charlie podía ver que aunque Eire no se complicó en su atuendo, el cual era bastante sencillo, se le notaba formal.

Spoiler:

–Espero te sientas cómodo; no hay personas aquí, más que tu y yo; y como podrás ver en el bar hay un extenso surtido de licores, bebidas y botanas que hagan buena compañia- Eire esperaba también probar lo que le habían prometido.

&Griever escribió:

"Rebecca"

Escuchó atentamente todo lo que el chico tenía para decir. Mientras él hablaba ella seguía comiendo aquel postre. Antes de decir cualquier otra cosa se detuvo a mencionar algo al respecto.

-¡Esto es delicioso! mmm lo elegiste tu? Hace tiempo no probaba algo así -mencionó sonriendo ampliamente, era un hecho que a la chica no le cohibía comportarse así, incluso frente a alguien que recién conocía. Luego retomó su actitud anterior, centrándose en la respuesta de su acompañante.

-Ya veo, creo es un tema que aun te pesa ¿verdad? -indicó ante el suspiro del muchacho, le observó de forma comprensiva mientras jugueteaba un poco con la cuchara del postre- Como no conozco las circunstancias y solo me baso en lo que me cuentas me pregunto si has tenido al menos una conversación con ella, si le has dicho lo que realmente sentías... a esta altura me pregunto también si pudieras decírselo, muchas veces pasa que si quiera uno mismo está seguro de lo que siente -agregó finalmente mientras daba un bocado más al postre.

Posteriormente, Griever le comentaba un poco sobre su vida; tal como ella lo había pedido. Sin pensarlo mucho fue y se sentó a su lado, quería escucharle lo mejor posible.

-Ohh eres un niño, al menos comparado conmigo, yo tengo 25 -dijo sonriendo, a la par cruzaba las piernas tomando una posición un poco más relajada- Woao, eres una persona interesante, y te gustan los libros. Debería haberlo imaginado, tu educación y... este lugar ¿por eso lo elegiste? -a diferencia del chico, la mujer parecía estar divirtiéndose en todo momento. Era un hecho que no tenía ninguna preocupación encima, o al menos no lo demostraba directamente.

En un momento entro alguien al lugar, fue Rebecca quien lo recibió. Al parecer traía un pequeño papel con un mensaje y un presente. Al ver que era para Griever se lo acercó y volvió a sentarse.

Spoiler:

Miathamle escribió:

Sarutobi Kohaku

Disfrutó del saludo y por supuesto, de la vista. Miró a Noelle de arriba hacia abajo y al revés, y le tomó una mano de inmediato. Levantó uno de los brazos de la chica para verle mejor.

-Es tan... ¿marítimo? y francés. Estás tan hermosa vestida así...

Se notaba que lo decía con sinceridad. Estaba en sus ojos, perdidos y placenteros, como si mirara un sueño.

-Quizás debí de atender un poco más a la moda de los muchachos de aquí -se reprochó un poco- pero nunca creí que fueran tan sofisticados.

Tomó el peluche y con él le jugó un poco a Noelle, tocando su nariz con el suave hocico y aullando como lobito.

-En serio, te agradezco que me des un regalo. La verdad es que no me lo esperaba. ¿Vamos? Quiero que le pongas tu un nombre ¿puedo confiarte algo así? - ahora, si le invitó a pasar al restaurante.

Spoiler:

Era uno de esos lugares en donde podías comer pero además podías charlar con tu acompañante aún si decías algo en voz baja. Y es que la mesa no era grande en exceso, por lo que los comensales se encontraban bastante cerca el uno del otro. Casi todas las mesas, eran para dos personas. Kohaku le quitó el abrigo a Noelle como correspondía y dejó el de ambos en la entrada, a alguien que los guardaría.

-Ah, no hay mucha gente. Bien, si el lugar estuviese atestado no sería lo mismo.

Los acompañaron a sentarse y les dieron la bienvenida, recibiéndolos con el menú, pan de la casa y algo que parecía mantequilla, según Kohaku. El rubio le indicó a Noelle que se sentase en la parte más cómoda: los asientos rojos de la pared.

Spoiler:

-¿Qué me dijiste al llegar? -preguntó algo curioso.

Sonrió al acomodarse mejor y observar el restaurante con mas detalle.

-Me interesaría saber más sobre París. ¿Qué tanto lo conoces? Es hermoso, ya estuve recorrido algunos otros lugares para cenar y vi un poco de la ciudad. Me decidí por este porque es lindo pero no estaba tan cargado de excentricidades como algunos otros. Y pregunté por referencias a personas de por aquí.

En verdad, se estaba divirtiendo. En cuanto se sacó el frío del cuerpo supuso que lo mejor sería no estar tan pendiente de qué hacer y qué no. Le sonrió con todo lo que pudo,como siempre. No tenía realmente idea de qué era lo que podía comer ahí ni de lo que decía el menú. Sin embargo no tuvo problema en cortar un poco de pan y untarlo con lo que sea que le habían dejado en la mesa.

-Ojalá me ayudes con el menú. Si quieres de hecho puedes pedir lo que sea para mí, después de todo no entiendo el idioma. ¿Quieres? -le dijo y a propósito, como si fuera el romper una regla, le acercó un trocito a la boca por si deseaba probar.

Miathamle escribió:

Charlie

El Guardián llegaba en cuanto le pedía el favor a la carta de Eire.

-Gracias por la invitación, Eire. Es muy halagadora.

Le entregaba de inmediato una sonrisa y una barrica de roble. Dentro, dos botellas de vino numeradas.

-Se llama última hoja, porque se cosecha en otoño. Hay pocas... 1.800 creo. Lleva 24 meses de crianza. Pensé que en caso de que te gustase, deberías de poder quedarte con una, para otra ocasión.

Spoiler:

Debajo del abrigo beige sólo tenía una camisa blanca y una corbata negra. También llevaba un pantalón negro y zapatos negros.

Recorrió el lugar, como le indicaba Eire. La vista era sencillamente genial y las comodidades no se quedaban atrás. Finalmente el rubio fue atraído por el bar privado que se puso a examinar con detalle. Pero en seguida volvió con ella, a contemplar una vez más la vista.

-Veo por qué elegiste este lugar. Cualquier momento es mágico con todas esas luces. -dijo observando.

Se quitó el abrigo y se sentó en uno de aquellos asientos blancos.

-Salir de la biblioteca para ver esto... qué suerte tengo. ¿Cómo te encuentras? -preguntó.

Suzume escribió:

Offenbach Dorian

-No sé qué hacen ustedes para divertirse... pero parece que no puedo hacer magia ¿no? -preguntó por las dudas.

Les alcanzaron las bebidas y los dejaron en paz, para que hablaran de lo que quisieran. Estaban en un lugar algo bullicioso pero aún así no tenían muchas personas cerca.

-Entiendo entiendo... la memoria. Pues no te trataré como a una hermanita pequeña entonces...

Sonrió y tomó un sorbo de lo que había pedido. Pero en seguida se detuvo y miró a Suzume. Pensó y pensó pero luego resolvió lo que iba a decir. Levantó un dedo como si informara algo muy importante, pero con una actitud infantil que parecía no recibir ninguna opinión sobre lo que diría:

-Dorian está bien y debería de quedarse así -dijo. Luego sonrió e inclinó la cabeza. -Es que si le agregas algo ¿no debería ser mi apellido? Que por cierto no debes recordar. ¿No?

Le miró como si evaluara un poco.

-¿Qué quieres saber, entonces? -le preguntó de pronto- ya sabes a lo que me refiero... ¿qué cosas son las que te gustaría preguntarme?

Dorian escribió:

Yamada Suzume

-Bueno, Dorian entonces. Por cierto, no puedes hacer nada de magia. Nadie hace ese tipo de cosas en lugares como este -dijo sonriendole amistosamente. Dorian en aquel lugar le parecía como un niño pequeño que no entiende nada del mundo, de cierta forma era entretenido explicarle que había limites y cosas que incluso el no conocía.

Al igual que el hombre bebió varios sorbos de su daikiri, el cual le pareció bastante rico: su sonrisa y ojos lo demostraban. Sin embargo le apenaba ese pequeño-gran asunto de su "memoria". Sentir que el hombre sabía todo de ella y Suzume ni siquiera lo recordaba era frustrante. Finalmente, fue el mismo Dorian quien sacó el tema.

-Lo siento, no recuerdo tu apellido ni nada... excepto de la última vez que te vi no tengo ningún otro recuerdo tuyo -murmuró, mientras daba un último sorbo a su bebida. Allí estaba cómoda, y si bien no tenían muchas personas cerca prefería hablar de todo aquello en algún otro lugar- Tengo una idea... sígueme -pidió. Ambos se retiraron y Suzume lo llevó hasta un parque cercano. Por la hora que era había apenas unas pocas personas y algún que otro negocio abierto, además de algunos asientos; pero lo que más destacaba de aquel lugar era el paseo de luces que había, típico de Japón.

Spoiler:

La joven lo guió hasta allí y comenzó a caminar.

-Sabes Dorian? Hay tantas cosas que se me ocurren preguntarte... hasta ahora lo único que se es que viví en Bremen por un tiempo, y todo sobre mamá y papá, gracias a tu carta. En mi cabeza hay dibujada una vida muy distinta a la creo que llevé y me gustaría saber algo más sobre eso -comentó, de vez en cuando sus ojos se desviaban hacía las luces de los arboles. Suspiró- Por ejemplo el lugar en el que nací, cómo era mi relación contigo y con el resto de la gente de la alianza, o cómo era yo de pequeña; podrías comenzar contándome algo sobre aquello ¿qué te parece?

Paró su caminata por unos segundos, miró a su alrededor y antes de esperar siquiera una respuesta de su acompañante volvió a hablar.

-Antes de que me respondas voy a buscar algo, ahí vengo -dijo algo animada. Se fue corriendo hasta un puesto que había cerca y regresó con dos helados. Sabía que Dorian seguro no conocía algo parecido y le pareció divertido enseñarle sobre aquello.

Spoiler:

Le explicó como se comían y siguió avanzando en su camino. Ahora si esperaba con ansias la respuesta del hombre.

hendrixkin escribió:

Bereshit Lilim

Tomaba con aceptación cada una de las palabras de Hendrix, de hecho lo miraba con determinación a los ojos sin soltarle la vista, un par de comentarios no me gustaban en lo personal pero igual lo tomaría mas adelante

Amigos.. muy bien Hen gracias por tus consejos y los contemplare, aunque siendo sincera por el momento no lo hare, no le diré esas palabras al chico

Cuando terminaba eso miro un poco al suelo y guardo silencio algunos segundos, después dirigió su mirada otra vez con una sonrisa

Tengo que cambiar Hen, debo hacer un esfuerzo por ser mas sociable y agradable con la gente, ya no quiero ser la misma chica encerrada en su mundo y con sus pensamientos tontos

Sacando también un poco la lengua jugaba de la misma forma como lo hacia el.

Himoru escribió:KARIM

La acción fue sumamente inesperada, pero de igual forma acepté aquel chocolate.

n.n Eres muy gentil, gracias.

Agradeciendo los halagos escuché al chico de morados cabellos.

¿Ali? Creo que si he escuchado hablar de él.

Me encontraba de rodillas frente a Karim mientras escuchaba su charla.

¿Cómo es que alguien como tu puede estar sin ninguna compañía, más qué sus juguetes?

Tomé algo de más de fruta y la comí.

¿Sirviente? De ninguna manera, aquí eres mi invitado n.n. Pues que te puedo contar, sigo trabajando en el café, pero últimamente soy una pluma de ave que se deja llevar por el viento, digamos que un alma libre.

Reí un poco.

Si necesitas ayuda en la juguetería, yo podría colaborar con mucho gusto y a la vez… hacerte compañía n/////n

No le había ofrecido nada de beber así que me levanté y fui a servir algo de clericot rosado en unas copas y algunos bocadillos.

Spoiler:

Aquí tienes, espero te guste, es una bebida a base de frutas con un toque ligero de alcohol y algunos bocadillos

Se senté a su lado, tomé la copa y lo invité a brindar.

¡Salud! Por aceptar mi invitación y por compartir tu tiempo conmigo.

Lo decía muy enserio, no todos los días se podía disfrutar de la compañía de alguien tan galante,juguetón y sexy cómo Karim. Volví a quedarme viendo el rostro del juguetero hasta que pensé en voz alta

¿Sabrás a chocolate?... Ahmmm quiero que decir, me alegra que te hayan gustado los chocolates.

Henrrieta escribió:

Al escuchar el comentario sobre la música de fondo y el resaltar a Himoru, no dudo en responderle al respecto

- Claro, Himoru es Himoru y él tiene un don increíble con el violín, por eso lo admiro tanto –

Algo más llamaba la atención del castaño de lo que mencionaba Henrrieta, por lo que de inmediato se notó la cara de desconcierto

- ¿Conoces a Lilim? ¿Cómo?, bueno supongo que no debo ser precipitado y esperar a que el tiempo me de aquellas respuestas –

Cruzando los brazos escuchaba con atención la historia que le contaba la peli roja, algunos puntos comenzaban a tener sentido aunque al final hubo algo que le llamo la atención, aguanto un poco antes de preguntarlo hasta que llego la pregunta con respecto a Ariatna

- Ah te refieres a la Tortolita… -

Bebía un poco más de la copa hasta acabar el contenido, volteo a verla un par de segundos para después responderle

- Ariatna fue creo la persona que más se acercó a mí, me tolero, me acepto y de alguna forma siempre ha estado para apoyarme, yo reprimía muchas cosas por lo que guardaba mis pensamientos y sentimientos, después de todo mi patético pasado con las relaciones con otras mujeres no quería envolverme de nuevo con el amor –

Lanzando un suspiro parecía que recordaba ciertas cosas

- Parece algún tipo de maldición, que se yo… Zara la chica de mi mundo murió en mis manos al ser atacada por uno de los enemigos, a Pi la tuve que purificar al ver que se convirtió en una Phase, Arisa aunque nunca tuve nada con ella, se enamoró de mí, me busco incluso en los mismos viajes y también murió en mis manos, ¿Ahora me entiendes a lo que me refiero? –

Prendiendo un cigarro continuaba para no salirse del tema

- Admito que me agrada mucho la Tortolita, de hecho sé que sin querer se introdujo suavemente en mi corazón, no por algo me atreví a besarla porque realmente me impulso a hacerlo, pero tengo miedo a involucrarme de nuevo por esa maldita maldición, no me cierro y no niego ciertos sentimientos, pero creo que debo tomar ciertas prioridades antes de pensar de nuevo seriamente en una mujer y tal vez… una limpia también je je –

Algo mórbido terminaba el comentario, el rostro serio desapareció por un instante y volvió a fijar su mirada en la peli roja

- Puedes preguntarme lo que quieras desde luego, creo que aún estamos a tiempo de conocer uno de otro y no sé cuando volvamos a tener otra oportunidad, pero me intriga algo que mencionaste hace rato, ¿A qué sentimiento te refieres que se despertó en ti? ¿Quién es ese alguien más? -

Lilim escribió:

Hendrix D'Ancre

Hendrix asintió, estar con su amiga le hacía bien.

-^^ ¡Claro! Eso es tu decisión, cuando te sientas con la confianza suficiente ya sabrás que hacer. ^^ Yo te estaré echando porras- le aplaudió con gusto, esas ideas eran buenas -Me agrada saber eso, aunque a veces es difícil hacerlo. Pero sé que lo lograrás porque eres una chica fuerte.- le hizo un gesto como los niños chiquitos.

Se estaba divirtiendo de lo lindo, su amiga parecía dispuesta a cambiar.

-am... ¿Cómo que te gusta hacer, tus hobbies? ¿Cuál es tu mayor sueño?- le dijo un tanto curioso, casi no tenían tiempo de platicar -¿No tienes curiosidad por algo en particular? Vamos a viborear sobre alguien- se rió, no se imaginaba a Lilim siendo una vibora

Azumi escribió:

Kei

Kei sonrió ante el piropo de Azumi y asintió en un ronroneo, era cierto ya que realmente no podía ver a otra chica con otras intensiones, más que Azumi... y el tiempo que habían pasado decía mucho de ello.

– Y yo agradezco poder ser tuyo - dijo, – y tu mi hermosa dama- finalizó. Si bien ante la inocencia que mostró Azumi, le hizo sonreír a Kei, se sentía gustoso de verla así, al final con ella disfruto de la comida, en especial por el postre. Azumi comenzó la plática y Kei asintió, esta vez con tranquilidad pero también con respeto.

– Sí, aunque a veces me ausentaba mucho incluso de aquí, Noruega. Me siento tan identificado con todo esto que realmente deseo haber nacido aquí- indicó, ya que como era bien sabido, su abuelo modificó mucho del origen real y edad verdadera de Kei, tanto que era nacionalizado en aquel país.

–aunque si puedo decir que por mi obstinación los mejores recuerdos que tengo con ellos fue aquí… y son más de los que son negativos… así que tampoco puedo quejarme. O al menos eso siento ahora… - miró hacia la distancia, a aquel paisaje, pero después regresó su mirada a Azumi.

– Pese a que pensé que nunca sabría parte de los secretos que ellos escondieron… con los viajes he podido conocer más sobre Misuho… no sabia que ella tuviera una hija o que incluso tuviera relación con mi familia, o algo así… a veces me pregunto si mi abuelo lo sabía, y en el fondo pienso que sí…- hizo una pausa. – Pero siento que al final será casi imposible desentrañar lo que pudo haber ocultado mi abuelo… y seguiré perdiendo mucho si me aferro a eso, tal como alguna vez me dijo Owen.-

Los meseros del sitio pasaron a retirar la vajilla ya usada y después les dejaron a solas.
–Cada año que pasa, he podido ir afrontando su perdida y su ausencia; ahora lo que quiero es honrar su recuerdo viviendo con bien, como lo se que lo hubieran querido…- su mirada aun era melancólica ya que la ausencia de sus únicos parientes vivos había sido bastante fuerte. –solo el tiempo lo dirá. Ahora tengo muchas cosas por las que seguir... entre ellas la más importante eres tú- le sonrió, le dio un suave beso en los labios; para cuando los encargados en el navío reportaron que una de las primeras paradas se daba.

–Ven, quiero que conozcas este lugar… - Tras bajar en el primer punto de visita, Kei le pudo ir explicando un poco de los sitios que se encontraban en el paso por los Fiordos, sin ahondar mucho en aquella que iban a ir a conocer. Subieron a la parte más alta de la zona llamada Sognefjord, ahí se alcanzó a observar el paisaje tranquilo y sacro que guardaba el sitio, en la cual se proponía un hermoso contraste entre el color oscuro de un templo antiguo, el azul turquesa de las aguas del fiordo y el blanco perfil de las cumbres nevadas.
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Spoiler:

–Me encanta la tranquilidad que logra traer este país - dijo, como si agradeciera haber encontrado eso hace mucho. – y sobretodo poder compartírtela…- mencionó mientras le tomó la mano con suavidad.

– También he visto que te ha servido mucho los viajes para crecer…. Así como también me alegra que encontraras a tu hermano - le dijo y le sonrió, estrechó su mano con la de Azumi. –Aunque me gustaría saber de ti, sobre tu sentir - dijo con curiosidad, mientras tenían la oportidad de descansar, aquel sitio realmente se abría a la relajación.

Suzume escribió:

Offenbach Dorian

Dorian acompañó con gusto a la chica y disfrutó de la idea que había tenido. Ese paisaje era muy bonito y le inspiraba caminar junto a ella. Miró alrededor maravillado como si se tratara de un hechizo.

-Este lugar... ¿en serio no es mágico? Yo juraría que...

Justo fue cuando Suzume comenzó a preguntarle sobre su vida. Él cerró la boca y comenzó a escuchar. Al fin y al cabo la vio ir a comprar algo que parecía comida, por lo que hacía Suzume con él. Entnoces Dorian probó haciendo lo mismo y descubrió que si bien aquello era frío, tenía un gusto incomparable a cualquier otra cosa que hubiera experimentado antes.

-Asombroso... ¿qué es esto?

Comió un poco y eso le hizo recordar algo. Le tomó de la mano y se acercó a ella mientras caminaban.

-Naciste en Bremen y eras una niña muy quieta y observadora. Yo jugaba con tu hermano y tu nos veías sin participar.

Comió un poco más de su helado y pasó una mano por sobre la cintura de la chica. Estaba tan cómodo que no pensó bien en lo que hacía.

-En la alianza te querían bastante. Eras mucho mejor que el altanero de Júpiter. Y el problemático de Amarok. Hacías caso y eras de aprender rápidamente lo que se te enseñaba. Amarok era muy rebelde, tu no.

Dorian levantó aquel brazo con el que la abrazaba y acarició un poco el cabello de Suzume, de forma suave y cariñosa.

-Te extrañamos todos. Tu... eras una gran compañía cuando Amarok estaba castigado. Leíamos e inventábamos historias juntos. Tenías una gran imaginación... era el único momento donde hablabas bastante. Luego eras bastante callada, el resto del tiempo...

Rió un poco y explicó un poco más.

-Teníamos algo parecido a una compañía de teatro. Se suponía que haríamos personajes e inventaríamos una linda historia. Y Amarok bueno... en realidad no sabía de eso, era una ambición muy privada que te habías trazado. Nunca se lo dijiste, porque él era muy bullicioso y creías que no le interesaban esas cosas.

Kohaku escribió:

Delacroix Mir Noelle

Noel sonrió ante el halago de Kohaku.

– Gracias y créeme no elegí estar contigo por que seas sofisticado. Te ves bien, no es tan necesario caer en la moda mientras seas tu mismo.- le dijo tranquila. El pequeño peluche tomaba movimiento conforme el rubio lo manipulara y si bien cuando Kohaku le invitó a poner el nombre, Noel se detuvo a meditarlo mientras pasaron al sitio.

Entraron al restaurante, Noel se quedó callada mientras disfrutaba de la vista del sitio y asintió ante el gesto de amabilidad de Kohaku al entrar. Finalmente tomaron asiento, ella aceptó sentarse donde le indicó el rubio.

-Merci beaucoup - indicó al mesero con una sonrisa cordial, aunque al final la cuestión que hizo Kohaku le hizo reír.

–Te dije: mi cielo, disculpa mi retraso - dijo con suavidad, coqueta. – Y de Paris, no conozco tanto como quiero; como te he explicado, desde pequeña me reclutaron… Además que mi ciudad natal se encuentra en la ciudad de Pau- comentó tranquilamente.

–o cuando menos eso me dijeron… Por otro lado, puede que lo que sepa sea mucho a comparación de lo que tu sabes, para mi seria más importante saber que es lo que quieres conocer de esa ciudad? - le invitó. – Y apreció mucho que este sitio lo eligieras por que te gusta, es más especial así- agregó.
Finalmente reparó también en el menú, al final asintió.

– Escogeré tu platillo, pero tu pon el nombre al lobito, vale? No puedo hacer todo y creo que es importante que este lobito sepa que será tuyo, para cuidarte - dijo divertida. –A ver - tomó el menú y empezó a buscar. No demoró en escoger y llamó al mesero, ahí habló con el en francés. Como primer entrada escogió “Los oeufs en cocote”, que consiste en un huevo con nata y mantequilla; suele ir espolvoreados de finas hierbas y guarnecidos con champiñones. Todo colocado en pequeños cuencos de porcelana. El segundo plato, “El entrecôte Bercy”, que consiste en un rico filete con salsa de vino blanco. Y como postre “Peche Melba” un postre de melocotón, helado, jarabe de grosellas.

Spoiler:

Era un menú típico francés.

–Ne? Ya encontraste un buen nombre para el lobito? - le preguntó inquiriendo traviesa y con interés.

Kohaku escribió:

Eire

Eire apreció el presente que Charlie le daba.

–Eres bastante amable, lo usaré en una ocasión muy importante. Eso tenlo por seguro.- Asintió, realmente parecía haber sido un gran halago. Siguió con la vista a su interlocutor, dejo entre ver una risilla ante la opinión que tenia del sitio.

–En ese caso no me equivoqué en elegirlo. Que bien!.- dijo con un dejo de presunción. Fue a colocar las botellas, una la guardó en un sitio que permitía su cuidado y la otra la dejó disponible a las necesidades que pudieran presentarse durante la velada.

–Yo me encuentra mejor de lo que esperaba- dijo continuando la platica. –Supongo que parte de eso me encontraba pensando hace unos pocos instantes a tu arribo a este sitio.- se recargó en la barra, su semblante lucia bastante apacible.

–También creo que debo de explicar antes, la razón del por qué te invite… por un lado es para devolverte el gesto de haberme elegido alguna vez como pareja de compañía, aunque yo tuviera otra apariencia. - dijo con naturalidad. Sin ahondar en aquella peculiaridad.

–por el otro, debido a que sentía que necesitaba hablar contigo para ayudarme a recordar más de lo que aun mi mente no puede evocar.- finalizó, dejo mostrar una luz de inquietud en su mirada que se perdió casi de inmediato al cambiar el tema.

–Siendo sinceros no pensé que aceptarías; supongo que ahora estamos a mano- dijo con diversión.

–Tu decide, como quieres que iniciemos esta velada?- dijo, sin evitarlo su mirada se mostró coqueta y cautivadora. No tanto por qué tuviera una intención más con Charlie, sino únicamente era reflejo de su interés en aquella cita.

Miathamle escribió:

Sarutobi Kohaku

-¿Dijiste eso? Qué bonito... -dijo absolutamente colorado.

Sabía que Noelle podía poner aquellos tonos de voz y caras que le vencían completamente. Bajó un segundo la mirada y luego se recostó hacia atrás en su silla.

-Será difícil reponerme -dijo como si estuviera herido.

Sonrió sin embargo y salió de su actuación ante la elección de la comida. Le parecía una hermosa mezcla entre algo sencillo y con clase, rico y especial. Tenía un gran balance para que no se quedara en una cena cualquiera, y no fuera tampoco algo imposible de comer. Se alegró de haber dejado la responsabilidad en ella, al fin y al cabo no se equivocó.

-Veo que puedo confiarte mi alimentación... -bromeó.

Le observó sonriendo de costado. No paraba de sonreír, ¿era un tarado?

-Antes de que pienses que me río de algo, te diré que... es sólo que me quedo tonto.

Le tomó de la mano fácilmente por un segundo.

-Gracias por venir. Y por traerme a Zoe, porque... después de todo, es Ella ¿no? -dijo, respondiendo al gran dilema del nombre.

Luego, le acarició un poco aquella mano que había tomado y el acercamiento de la comida dio paso al comienzo de la cena.

-¡Ah, Bon Apetit! Eso lo aprendí de un cartel de otro restaurante. ¿Ya soy todo un francés, no? -bromeó. No paraba de hacerlo, estaba de muy buen humor allí con ella.

Mientras comenzaba comiendo el primer plato -el cual había pensado estaba estupendo- decidió responder la duda de Noelle sobre París.

-Ah... entonces naciste en Pau. Bueno, deberíamos aprovechar mi pésima geografía y hacer un nada seguro viaje por la ciudad. Quiero conocer aquellos lugares que me arrepentiría de no visitar. Y quiero morirme de frío contigo viendo el Sena, de noche, con un café caliente en las manos...

Hizo una pausa, quería comer un poco más. Luego agregó, por último:

-Fantasías de chica ¿no? Aún así quiero. -aseguró, serio.

Dorian escribió:

Yamada Suzume

La chica soltó una risa un poco tímida por la reacción de Dorian ante el helado y el lugar. Interiormente le alegraba que ambas cosas le hayan gustado, le producía una grata sensación de satisfacción.

-Se llama helado, es una de mis cosas favoritas y no he conocido a nadie que no le guste -aclaró orgullosamente sobre el tema. Pero luego retomaron la charla sobre las preguntas que le había hecho anteriormente Suzume, quien aceptó caminar de la mano junto a él. Había un pequeño rubor en sus mejillas pero este era imperceptible a las luces azules del lugar. Disimuló mientras seguía comiendo su helado hasta finalmente terminarlo.

Escuchó las cosas que él le decía, eran todos recuerdos desconocidos para ella pero de cierta forma le daban una sensación familiar. Al ser abrazada por Dorian, Suzume le correspondió recargando la cabeza en su pecho. Era muy cómodo caminar así, escuchando cosas de su propia infancia. Allí, apoyada y escuchando, sus ojos se habían humedecido un poco por la emoción.

-Todas estas cosas que me dices... no las recuerdo pero si siento que me identifico con ellas; me hace muy feliz saber todo esto. Si pudiera ahora mismo cambiaría muchas cosas, con mi hermano por ejemplo -comentó en un principio.

Así como estaba apoyó aun más su cabeza y sin pensarlo mucho abrazó fuertemente a Dorian. Se sentía con la certeza de que al regresar a casa, alguien la estaría esperando. Luego de unos segundos levantó la mirada, aunque sus ojos seguían húmedos se dejaba ver una sonrisa muy sincera. En esa posición se notaba la diferencia de altura de ambos, Dorian tenía que bajar la mirada para poder observarla.

-Quisiera volver a inventar historias, juntos, de verdad espero algun día poder hacerlo. Se que han pasado muchas cosas horribles, pero hay algo que ni siquiera los recuerdos modificados pueden eliminar y eso son los sentimientos. Realmente te agradezco que hayas venido y me hayas contado todo esto, lo necesitaba; gracias... -indicó bastante conmovida, pero no para mal, sino sinceramente contenta. Lo abrazó un poco más fuerte, pero tras un momento finalmente se soltó.

-Se que en algún momento voy a volver a Bremen, por eso es que no puedo darme por vencida, porque se que allí todos me quieren ver. Incluso tú ¿cierto? -finalizó ladeando la cabeza de forma simpática.

Miathamle escribió:

Charlie

-Ah no, no te equivocaste, es bastante especial para el tipo de reunión que planeaste... -indicó Charlie.

De igual manera, dejó de ver hacia afuera en cuanto la conversación se volvió menos trivial. Le observó con atención cuando Eire comenzaba a decir sobre estar mejor de lo que esperaba. Se preguntó sobre eso, aunque no dijo nada por el momento.

No se levantó, le observó sentado desde su sitio incluso cuando la barra era un sitio tentador.

-Está claro, no aceptar es un error que no me daría el lujo de cometer.

Se quedó allí un minuto o dos, sin hacer nada. Observaba aún a su alrededor y luego a Eire. No informaba nada de lo que estaba pensando en aquel momento. De igual forma no parecía muy preocupado por aquello y se tomó el tiempo que quiso sentado cómodamente en ese lugar. Era como si simplemente disfrutara. Finalmente se levantó y se acercó a la barra. Tomó el hielo, una botella de Campari y una de jugo de naranja.

-En el Stress Club servían el "Stress Orenji". No usaban Campari, tenían su propio aperitivo: Stress. La mayor parte de los tragos de la casa contenían Stress. Creo que lo llamaban así como una pequeña broma a aquellos que iban a ese lugar.

Pronto el Campari tornó de rojo a un morado muy claro mientras Charlie sostenía la botella. Sonrió complacido ante el cambio. Rió un poco al recordar, mientras agitaba el trago que acababa de hacer, junto a la medida exacta de hielo picado.

-Se formaba una particular mezcla de sexys cazahombres que iban por su 3er matrimonio, aventureros estilo Bogart y oficinistas con su estrés. Increíblemente, de ese ambiente lleno de humo y un pésimo pianista, salían tragos frescos, algo dulces. No sé realmente si en este mundo sería legal, el Stress atraía mucha clientela ciertamente...

Sirvió dos copas hasta la mitad y les colocó un poco de menta.

-Salud... -dijo, invitándole a tomar.

Pero no era lo único que harían, obviamente. Y él no hablaría sólo de Stress.

-No estás tan bien, supongo. Creo que si estás cómoda con tu vida actual -se quedó pensando un momento- no deberías ahondar demasiado en alguna otra cosa.

El rubio se sentó en la barra y le miró con sinceridad.

-Sabes dónde he estado ¿verdad? Hay cosas que ganas y que pierdes ahí dentro. No sé con qué te encontrarás. Pero aquí estoy, ya te di la primera sorpresa... -agregó tomando un poco más, observando aquellos ojos que le recorrían.

Suzume escribió:

Offenbach Dorian

El mago asintió ante el último comentario de Suzume.

-Por supuesto, te estoy esperando.

Le sonrió y volvió a acariciar su cabello. Lo sentía suave al tacto, le gustaba eso.

-Estoy haciendo algunos encargos para Daiyousei. Me gustaría terminarlos y poder volver a encontrarme contigo alguna vez... Quiero pensar que tendremos tiempo para escribir todo aquello que quieras con mi ayuda, Minerva...

Estaba terminando su helado, porque descubrió que si no lo hacía se derretiría como la nieve. Lamió un poco uno de sus dedos, con el que había aprendido aquella fría y dulce lección.

-Es una lástima que tenga que irme de aquí, pero tu debes continuar con lo que haces. La última vez que nos vimos yo no tenía idea, pero luego Daiyousei me lo contó todo. Realmente me preocupa que estés bien, en medio de toda esa lucha...

Él la contuvo en sus brazos y le dio un inesperado, suave y tierno beso en los labios con cierto sabor a helado. También tenía cierto sonrojo sincero, casi imperceptible.

-No puedo evitar verte de forma diferente que cuando eramos niños y jugábamos a las historias y los cuentos. Eres ahora bella, poderosa, autosuficiente... y aún así hay sólo una cosa que conservo de esos días. Mis ganas de protegerte...

Miró por unos segundos hacia abajo, para luego volver a alzar la mirada. Las luces azules y brillantes de aquel paseo hacían de ese momento algo realmente especial, que difícilmente podría olvidarse.

-Siento cambiar así una conversación amistosa pero...

Kohaku escribió:

Delacroix Mir Noelle

-Zoe - meditó el nombre que Kohaku le había puesto a la pequeña lobita de peluche. – suena bastante bien - asintió. También le extrañaba que el chico estuviera tan entusiasmado, a veces demasiado, pero no comentaba más; aunque no evito reírse cuando Kohaku se refirió a que ya era todo un Frances.

– Supongo que por algo se empieza.- dijo con calma y también procedió a comer; mientras eso ocurría escuchó el comentario del rubio con atención; pocas veces lograban hablar de cosas por el estilo. Al final sonrió cuando hubo terminado el primer tiempo de comida.

–No creo que sea sólo fantasía de chica que quieras conocer lugares - indicó divertida.

–Me parece perfecto que podamos recorrer el Sena de noche, seguro que es algo que sería inolvidable ne? - dijo, pero cabía la peculiaridad que no refería más sobre el sitio en el que nació.

–En mi caso, conozco muchas partes de Japón, pero también seria divertido conocer el ambiente en el que creciste, me causa curiosidad; supongo que me doy apenas una idea. - dijo con tranquilidad. –Tal vez alguna vez me puedas invitar y así conocer más de ti - comentó con un tono suave, seductor; posteriormente se mostró calma, le habían traído el segundo tiempo para comer; ella continuó mientras cortaba la carne para poderla comer a gusto.

–En las misiones a las que iba que tuve que llevar en mi anterior trabajo, siempre me negué a ir a lugares donde no hubiera al menos una ciudad imponente; así que me perdí de casi todo lo demás que se puede encontrar. No me arrepiento, claro; en su momento era lo mejor - mencionó sin dar mucha relevancia.

– Que por cierto, el día de hoy te ves más animado que de costumbre - justo había preparado su primer bocado y cuando terminó esa frase comenzó a comer.

Charlie escribió:

Eire

En ningún momento perdió el interés ni el hilo de la plática sobre el stress; e incluso hizo cierto gesto de sorpresa en algún momento, ya que no conocía de aquello. Pese a su forma de actuar aparentemente tranquila, madura; se le notaba que aun le faltaba conocer demasiado y le agradecía del mejor modo: escuchándole y brindado con el.

Al final sonrió cuando Charlie le refirió sobre su estado emocional actual.

–Es mejor decir que “me encuentro mejor de lo que esperaba”, a decir que “no estoy también”; cambia mucho el estado de ánimo según como se diga. Y no es que esté mal con mi vida actual… la disfruto. Pero me falta algo más…- un curioso brillo de tristeza se dejo ver en su mirada, pero se opaco cuando continuó hablando.

– y no se encuentra donde estoy ahora. Supongo que es lo único malo...- suspiro. –Sólo el tiempo decidirá que pasara al respecto, así que… sólo busco ponerme al corriente… no es tanto que me meta en más problemas por buscar. Mi vida desde siempre ha estado en vuelto de eso.- indicó y negó con la cabeza.

–No se donde te encuentras a bien actualmente; ya después de la ultima pelea, donde perdí también recuerdos, me desconecté de todo eso; aunque por lo poco que me he enterado por lo que me han dicho, realmente ´puedo afirmar lo que dices: es una sorpresa tenerte aquí - dijo con emoción, se le mostró un tanto infantil.

–Además… veo que haces mucho énfasis en aquel sitio en el que estas - mencionó con curiosidad. –“Hay cosas que ganas y que pierdes ahí dentro”, dices- repartió la frase sin ningún problema.

–Que cosas ganas, que cosas pierdes? Pareciera que en tu caso si iría la frase: “no estoy también” que empleaste hace un momento - . Como siempre gustaba de los enigmas al hablar. –Cuéntame un poco de lo que has pasado ahí, claro si lo crees prudente.- indicó pidiendo permiso; bebió un poco más.

Dorian escribió:

Yamada Suzume

La joven no se esperaba aquello por parte de Dorian, pero cuando sucedió no le molestó. Había sido un cambio radical, sin embargo, era como si se sintiera acostumbrada a ello, o quizá simplemente no lo pudiera describir. Cuando Dorian se separó de ella, Suzume le observó.

-N-no me molesta... -dijo un poco apenada, pero de forma verdadera. Se detuvo por unos segundos a observar el paisaje a su alrededor, realmente era un lugar especial- Yo también quiero pensar que tendremos tiempo, pero ahora que sabes cuál es mi misión entiendes que tengo mucho por lo que luchar, y aún me falta. También debo aprender mucho y crecer. Aun así, te agradezco que te preocupes por mi, me hace sentir muy feliz. Después de lo que pasó con mis hermanos y mis padres pensé que estaba casi sola, ahora se que tengo amigos y gente que también me tiene presente.

Esta vez sonrió abiertamente, tomó la mano de Dorian nuevamente y caminó algunos pasos más. Sabía que era hora de despedirse, y aunque eso no le gustaba, la paz que sentía en su interior opacaba aquella pérdida. Negó con la cabeza antes de volver a hablar.

-No tengo ninguna duda de que tendremos oportunidad de escribir e inventar, cuando ambos terminemos con lo que tenemos que hacer; quisiera verlos también a todos una vez más -dijo mirando por unos segundos hacia abajo. Tras aquello levantó la mirada, y observó directamente a los ojos de su acompañante, sin vergüenza ya.

-Gracias por confiar en mi, Dorian, y por venir y contarme todo esto. Muchas gracias... -apoyando sus manos en los hombros de Dorian tuvo que levantar un poco los pies para tenerlo directamente de frente. Cuando lo consiguió, inclinando un poco la cabeza le dio un tímido beso que duró algunos segundos. Finalmente se separó sonriendole un poco.

-Ahora tenemos que irnos, es una lástima. Y-yo recuperaré mis recuerdos, se que tiene que haber una manera. Nos vemos! -concluyó, era ya hora de partir. Sin embargo, había pasado muy buenos momentos, seguramente lo tendría presente por mucho tiempo.

Miathamle escribió:

Sarutobi Kohaku

Kohaku asintió a lo dicho por Noelle sobre el Sena. Pero ante lo de su mundo, negó con la cabeza. Su sonrisa se había ido súbitamente.

-Creo que será imposible. Si es cierto lo que dijeron, entonces ya no existe.

Hizo una pausa, estaba pensando. Nunca se había detenido a reparar en ese detalle hasta ese mismo momento. Pero sabía que debía de aceptar esa posibilidad. Hablaba ahora más sereno que antes.

-Creo que todo lo que soy, es lo que estás viendo. Las técnicas que enseñé, el sapo Gamaroshi, mis Links, los viajeros... mi novia. Eso es Kohaku. -indicó.

Para el plato principal estaba de nuevo animado. Aunque ya no sonreía como tonto.

-Me crió una señora con bastante afecto, pero realmente no me quería. Quería lógicamente a su verdadero hijo, que me odiaba. Pedí por muchos años vivir solo hasta que lo conseguí. Mi grupo de la academia eran Yukina y Kaoru. Ella nunca me prestó atención y Kaoru me odiaba también. Llegó a la élite, aunque yo llegué a Capitán ANBU también. Era básicamente un escuadrón especial de táctica y asesinato. Los que llegaron aquel año, conmigo, se hicieron éste tatuaje que llevo en el rostro.

No sabía por qué específicamente se había puesto a hablar sobre su pasado. Le pareció que era porque Noelle estaba allí escuchando, y él quería que supiera más cosas.

-Los 5 murieron en guerra.

Terminando el segundo plato, tomó un poco de la bebida e hizo una pausa, diciendo que estaba bastante rico.

-Mi aldea era tenía una enorme muralla circular, y la arquitectura era una mezcla de lo actual con lo clásico. La gente era sencilla y tenía su cultura muy arraigada. Pero entre aldeas los conflictos eran constantes...

Sonrió y negó con la cabeza.

-Lo pongo claro, no es un lugar donde criarías a tu hijo.

Finalmente acabó con el plato principal. Quizás se había tomado mucho tiempo para hablar de él mismo, ahora mismo estaba curioso por otra cosa.

-¿Y qué hay de ti? Algo sé... no todo lo que me gustaría. No hay apuro de todas formas... cuando quieras.

Suzume escribió:

Griever D'Ancre

Se sonrió, al verla tan feliz, era reconfortante comer con alguien.

-No, no, la señorita que atiende lo eligió para mi dijo tranquilamente, no tenía por que llevarse halagos para otra persona, seguía un tanto apenado a comparación de la joven que ya estaba más en ambiente.

Al escucharla sobre el otro tema, bajó la vista y se sonrojó un poco.

-Sí, pero estoy todavía en lo días que me permito llorar... si paso del tiempo que yo mismo me puse, no seré más que un llorón. Es como me ha dicho mi hermano, "Llora, llora cuanto quiereas, cual alto puedas pero mañana ya no puedes seguir sintiendo pena por ti. Mañana es un nuevo día y tú debes seguir tu camino"- contestó sinceramente, volvió a suspirar, había cosas que aún no pensaba si quiera -La última vez que hablamos fue cuando me devolvió el anillo de compromiso. No hemos tenido tiempo de platicar más... y yo no sé si podría hablar con ella sin que mis visceras tomaran el control- comentó tristemente -Supongo que es por eso que no he hablado, aún mi razón está un poco nublada

Le asustó que la chica se sentara a su lado, estaba muy cerca, casi podía oler el perfume que emanaba de la chica.

-¿En serio? Pensé que era más jóven- contestó de manera educada, sabía perfectamente bien que a una dama jamás se le preguntaba su edad -Jjajajaa, gracias por los cumplidos, un poco... lo elegí más bien por la personita que espero, a ella le gustan bastante- contestó un poco más alegre.

De pronto alguien entregó a Rebecca algo, ya que ella había salido a recibirlo. Se lo dio y Griever lo abrió sorprendido. Leyó la nota.

-oh! Parece que me han plantado- dijo con fingida risa y volvió a suspirar, al parecer era prescindible para muchas personas, le ofreció la otra mitad del chocolate que le había enviado Suzume -¿Gusta? Mi amiga me envió un chocolate y dice que debe ser compartido

&Ariatna escribió:

Himoru Shirayama

El guardian reia un poco ante los ultimos comentarios de Ariatna, para luego negar con la cabeza y caminar hacia donde se encontraba la rosa que Ariatna deseaba cortar.

- Hazlo a su tiempo y forma...porque si lo haces de manera tan rapida y sin cuidado te podria pasar lo mismo que con esta rosa...-

Tomandola, el peliazul la cortaba con cuidado para luego entregarsela a Ariatna.

- Me basta con que sigas creciendo como hasta ahora y que cuides de aquellos que no han tenido tanta experiencia como tu...-

Asentia para luego darle un pequeño beso en la mejilla.

- El amor es tan extraño Ariatna que nunca podras indicar como una persona se enamora, pero eso si, el amor siempre respetara la forma de ser de las personas-

Indicaba para luego señalar una puerta.

- Me dio gusto estar contigo en estos momentos, pero creo es mejor si asistes a otro compromiso...-

El peliazul asentia.

- No dudes en ti misma y recuerda forzar las cosas puede dañarlas, trata que todo avance y finalmente si el no da el paso, dalo tu, por que probablemente el tiempo entonces jugara a tu favor...-

El guardian caminaba alejandose del sitio desapareciendo de aquel jardin.

Kisa escribió:

Karim

El joven asentia mientras besaba la mejilla de Kisara y le susurraba al oido.

- Quieres probarme realmente?-

Despues sonriendole un poco le miraba tranquilo.

- Claro que si un gesto tan noble no puede no gustarme-

Bebiendo su copa y tomando algunos bocadillos, el jueguetero disfrutaba de aquel momento y de la compañia de la chica.

- No creas que los juguetes no son una gran compañia ellos me hablan y pueden contarme sus secretos, sentimientos e inclusive sobre todo sus historias de vida, por lo que no me siento solo...-

Exclamaba mientras sonreia un tanto nostalgico.

- Es un don que segun me dicen es unico y muy valioso, para otros es simple y hasta absurdo, yo no reniego de el...realmente me agrada por que asi puedo conocer a millones de personas con tan solo hablar con los juguetes y repararlos o crearlos-

La velada continuaba Karim parecia tranquilo y muy contento, sin embargo su tiempo habia llegado y debia retirarse.

- Acepto que usted ha sido una gran compañia linda señorita, espero repetir la experiencia, debo retirarme, no sin antes...-

Acercandose y depositando un beso en cada mejilla de la joven y uno pequeño en sus labios, el juguetero asentia y se despedia cordialmente.

Miathamle escribió:

Charlie

-Tienes razón, creo que se llama optimismo. Y es bueno tenerlo.

Sonrió con lo que decía la chica. Sobre la sorpresa. Él también estaba sorprendido de tomar aquella decisión. Aunque le parecía lógica, implicaba dejar la biblioteca. Parecía observar la vista nuevamente, pero en realidad, tenía la mirada algo perdida. Estaba pensando en aquel lugar.

–No me parece prudente contarte lo que he pasado allí. La Biblioteca de Twilight Town no atiende a las reglas del universo, es autónoma. Allí, el tiempo transcurre caprichosamente y lo que ocurre... pues varía según cada quien. -aclaró, informando a Eire.

Claramente, no le contaría nada de Kaeli, al menos por ahora. Tomó la botella de Stress, y algo de Granadina. Ambos líquidos, al hacer contacto, emanaron un aroma casi frío, que de inmediato les abrió a ambos las vías respiratorias como si se tratase de alguna magia.

-El Stress Soul no se mezcla, queda morado debajo, azul/celeste arriba. Nunca tomarás algo más refescante...

Con una botella de agua tónica en su mano, agregó un poco a la mezcla, que ya estaba preparada en dos copas.

-Esto hace que las gargantas de las lindas señoritas como usted, no se raspen al tomar... Salud -dijo elegantemente, alzando la copa.

Al terminar de probar el Stress Soul, puso su empeño en responder más. Meditó un poco hasta que resolvió algo. Se le notaba en el rostro.

-Pues, lo que pueda contarte varía mucho según con quién hablaste, y qué es lo que te dijo. ¿Cómo diste conmigo otra vez? -dijo, tomando otro sorbo de Soul.

Ryann escribió:

Henrrieta

- Es usted realmente patetico y muy curioso señor entrevistador-

Indicaba Henrrieta con cierta tranquilidad para proseguir.

- Si, sabia de la existencia de Lilim, fue una de las misiones que Zelkova me otorgo, sin embargo alguien me detuvo, no entendia sus razones, pero ahora creo comenzar a comprender por que Himoru debia estar con nosotros en esos momentos....-

Exclamaba con nostalgia para luego beber su copa y terminar el contenido de esta.

- Te creia mas inteligente Ryann como para creer en boberias como maldiciones, si bien es cierto que tu lista de fracasos amorosos supera enormemente la lista de exitos de compañeros viajeros tuyos, creo has olvidado una cosa...-

Tomando la mano de Ryann parecia mirarle con toda seriedad y sinceridad.

- La chica de tu mundo, Pi y Arisa tomaron sus desiciones, si las tres no tuvieron la fortaleza necesaria para seguir a tu lado, por luchar por sus vidas y sus sentimientos no es culpa tuya...si bien es cierto que las mujeres mueren por ese ideal del hombre fuerte y poderoso que nos proteja, habemos otras y en ellas incluyo a Ariatna, tienen el ideal de no tener que ser protegidas, si no de luchar por su felicidad, al lado de esa persona que aman...-

Suspirando la dama sonreia.

- Si no eres sincero con tus sentimientos, si no destrozas esa fachada de total confianza que puede confundirse con la misma soberbia que poseia tu compañero Koshiro, no es malo estar seguro y hacer las cosas como dicta el corazon, pero de vez en cuando hay que pensar dos veces las cosas y viceversa, Nunca sera pecado demostrar debilidad, miedo o tristeza...lo sera siempre que lo ocultes...o que no hagas nada para no superarlo-

Indicaba para acariciar la mejilla de Ryann.

- Asi que porque no arriesgarte? Igual y el amor te hace cambiar un poco y recapacitar mucho mas-

La pelirroja se levantaba y miraba a Ryann.

- Tal vez si nos hubieramos conocido en mi tiempo y en el mismo bando podriamos haber tenido esta conversacion hacia mucho, sin embargo me alegra que nos hayamos visto un rato mas...y conocerte un poco, el beso de aquella ves, digamos que solo me sirvio para saber que te quiero como amigo...-

Caminando se acercaba al joven y se quitaba la corbata, para volversela a poner con toda amabilidad.

- Sobre tu ultima pregunta...creo es obvio, que sentimiento peude hacer que una mujer algo amargada como yo pudiese hablarte como lo he hecho hoy...sobre esa persona...prefiero reservarme el nombre, si dices comenzar a comprenderme, recordaras eventos y sabras quien es...-

Dando la media vuelta extendia su dedo indice y señalaba una puerta.

- Tienes otra cita no es asi? Ve...adelante, recuerda, si tardas demasiado en arriesgarte puede que nunca lo hagas...-

Henrrieta se despedia con un gesto de su mano y se retiraba del lugar, desapareciendo.