[ER] Jinja Temple - Templo Shinto (Entrenamiento)

Todos escribió:

Amanda Grudke

Una vez que TODOS habían regresado a la mansión, Amanda se hizo presente. La mujer traía un vestido blanco pegado al cuerpo y un enorme de ala ancha con un lazo rojo, muy parecido al que solía llevar siempre en el cabello. Definitivamente, era ropa como para salir a algún lugar especial.


Bajó de su camioneta y los reunió a todos en la puerta trasera de la casa principal cuando todos hubieron terminado con sus asuntos pendientes, hablar, comer, etc. Allí les comentó que para el nuevo entrenamiento irían a un lugar distinto, fuera de la ciudad.

-No será mucho tiempo, así que no se me impacienten -les dijo a modo de broma. Miró también a Rania y le sonrió con amabilidad- Por supuesto, también estás invitada. Sería bueno que vengas para que conozcas mejor a los chicos y nuestros métodos ¿ne?

Los invitó a subirse a un mini-bus, cortesía de la compañía de transportes de Haon. Era idéntico a aquel mediante el cual habían ido a una posada, hace tiempo. En él anduvieron por algunos minutos, hasta llegar a un típico templo japonés, que se encontraba rodeado por un frondoso bosque.

-Después de lo que pasó en la última misión con Bastorius no podemos quedarnos de brazos cruzados, hay que comenzar a enfocarnos y a mejorar si queremos conseguir algo mejor. Para eso, tuvimos que venir a este lugar. Tenía que ser un lugar tranquilo, un lugar donde ustedes pudieran pensar y, sobre todo, un lugar a donde los animales vienen mucho. -dijo, acomodándose enfrente de todos ellos y sentándose en el suelo, el cual estaba cubierto de hojas. Con un gesto de la mano, les proponía hacer lo mismo.

-Como todos saben, tenemos una bestia interior. Hasta ahora, logramos dominarla parcialmente, puesto que la forma de vástago que manejan no es la definitiva. Pero también, tenemos que tener la capacidad de oír lo que dicen las bestias a nuestro alrededor -comentó con tranquilidad y de forma pausada, esperando que todos pudieran comprender.

-Lo que tienen que hacer ahora es concentrarse e intentar comprender a los animales que están dando vueltas por el templo. Si se esfuerzan lo suficiente por hacerlo, podrán entenderles. Intentenlo y después vemos qué sucede… -concluyó, animandolos a comenzar.

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Acciones:

-Traer el cofre que han comprado y no separarse mucho de él.
-Concentrarse, meditar o utilizar alguna habilidad para intentar entender a los distintos animales alrededor del templo.
-Por cada intento, arrojar 3 dados de Elementos.
-Repetir el proceso de diferentes maneras hasta que 2 de los dados de elementos coincidan en un mismo elemento: EJ: Fuego, Fuego, Agua. Coincidencia: Fuego.

Notas:

-De lograr la coincidencia, pedir a Amanda nuevas indicaciones para la segunda etapa.

Sunakosan escribió:

Amanda Grudke

Mientras los chicos comenzaban su entrenamiento, la pelivioleta se acercó a Meredith y le mostró una pequeña esfera dorada que tenía varios orificios.

-Bueno Mere, lo que debes hacer es mirar a través de este Llamador, como si quisieras ver qué hay dentro. Una vez que lo hagas, podrás ver cuál es tu bestia interior ¿Viste las de los demás cierto? -le preguntó con curiosidad, alcanzandole aquel extraño objeto.

-Mira con atención y descubrirás esa bestia que tienes dentro, una vez que lo hagas te diré cómo continuar -dijo acomodándose el sombrero y dandole luego una palmadita en el hombro.


Acciones:

-Meredith deberá usar el Llamador para observar dentro del mismo. Cuando lo tome, podrá ver una réplica en miniatura de su Bestia Interior.

Notas:

-Puede elegir cualquier animal existente (No un fénix como Deneb, o un dragón, o etc etc).
-Se le asignará a la bestia de Meredith, algunas habilidades luego de escoger una Bestia Interior.

Amanda escribió:

Meredith Ackerman

Arrivaron al sitio donde se llevaría a cabo su primer entrenamiento. Mientras los demás estaban en lo suyo, Meredith los observaba, estaba algo nerviosa al respecto... tanto que da un saltito de sorpresa cuando percibe repentinamente que Amanda se encontraba allí junto a ella.

Ah! Amanda, que susto!

Llevó su diestra a sus labios y rió por lo bajo. Se mostró interesada por la explicación, asintiendo, levemente sonriente.

Claro. Ya he visto las bestias de algunos. No puedo esperar a conocer la mía.

Confesó y tomó el objeto que la chica le exponía con ambas manos. Lo miró con asombro y con mucha emoción aflorando de su interior... Estaba cerca de descubrir algo mágico para ella. Desvió su atención a Amanda cuando le dirigía la palabra. Le sonrió nuevamente.

Está bien.

Mencionó y procedió a hacer lo que se le sugirió. Entre ansiedad, un poco de nervios y una pizca de emoción, miró a través de aquel objeto al que denominaban "llamador". Una imagen poco a poco cobraba vida en lo que podía alcanzar a ver en aquel objeto. Era un hermoso gato rojizo con parte del pelaje blanco en la parte inferior que yacía sentado, mirándola con sus brillantes ojos tan rojos como los suyos.

Gatetoh:

Es una gatita! Es muy linda.

Mencionó algo ruborizada por la impresión y un poco entusiasmada. Le devolvió el objeto a Amanda.

¿Debo hacer algo más ahora, Amanda?

Preguntó, interesada por continuar.

Eitan Chassier

Después de acompañar a cenar a Omeny, llegó Amanda para llevárselos a todos a una nueva localidad. Era un sitio japonés muy relajante, donde se podía respirar aire muy puro. Se sonrió, mostrando sus blancos dientes, estando justo a un lado de Omeny.

Ora, ora! Dormir aqui debe ser La Gloria!

Añadió. Luego escuchó toda la explicación de Amanda hasta que ésta se marcha hacia la peliroja. Eitan Se vio algo pensativo al respecto.

¿Hablar con animales? Eso si es extraño...

Miró a Omeny y se sonrió.

Bueno, no tanto como hablar con una yegua o un águila que pone huevos!

Le lanzó una mirada señaladora para provocar a Alex. Se rió a carcajada y puso su cofre en el piso para luego transformarse en cachorro.

Ne, ne! Espero sea más emocionante que una clase de lenguaje!

Estiró sus patas delanteras como desperezándose y una vez listo, empujó su caja con el hocico hacia uno de los puntos de aquel ambiente. Al dejar de hacerlo, se sentó sobre sus patas traseras e intentó localizar algún sonido con sus orejas. Presentía a varios animales merodeando, pero se puso a 4 patas para dirigirse sigilosamente hacia el crujir de la hierba más cercana.

¿Holaaaa?

Preguntó como si algo le fuera a responder. Siguió andando a pasos naturalmente silenciosos y sin alejarse mucho de su cofre hasta que se detiene y se vuelve a sentar.

Vamos, Eitan. Vas a lograr hacerlo, eh!

Se animó a sí mismo en voz baja y cerró los ojos, concentrando su fino sentido del oido en escuchar algo o sentir algo anormal.

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Eitan Chassier

No lograba escuchar nada del otro mundo, por lo que abrió los ojos. Hizo una mueca de disgusto y se levantó a 4 patas de nuevo para regresar por su cofre.

Paciencia, Eitan, paciencia!

Resopló con fastidio ante la sensación de frustración que comenzaba a asomarse. Empujó de nuevo con su hocico el cofre para distraerse un poco y se acomodó en otro punto un poco más adentrado de la vegetación. Al detenerse, se sentó nuevamente y cerró los ojos. Contaba que al estar lejos de los demás, podría enfocarse más en concentrarse. Era esa curiosa y agradable sensación de cuando quieres tomar un tiempo a solas...

Vamos...

Susurró y volvió a canalizar sus sentidos en percibir algo fuera de lo común en los animales cuyos pasos podía escuchar por el crujir de la hierba.

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Salir en grupo fue algo que la emocionó bastante. Aquel sitio era agradable y su templo antiguo daba cierto aire de serenidad. Se sentó cuando Amanda les invitaba hacerlo con ella y escuchaba lo que debían hacer.

-Vaya, no es tan fácil enteneder a una animal, si con las personas es dificl tratar y eso que tienen boca, los animales son un tanto más complejos, pero lo intentaré, será interesante ver que puedo hacer.-

Rania les había acompañado. Omeny se acercó a ella.

-Me da curiosidad saber que tipo de bestía tienes, Rania.-

Le sonrió.

-Me da gusto vete un poco más repuesta, ese gorrito se sienta creo que mejor que a mi.-

Le dijo con simpatía. Se levantó.

-Ya regreso iré a explorar un poco.-

Llevando su cofresillo con ella, Omeny se aventuró a recorrer aquel bosque tratando de no alejarse demasiado. Tras haber pasado algunos minutos la chica escuchó algunas pisadas, observó en varias direcciones tratando agudizar el ido y la vista, de momento ya no se escuchó nada, caminó un poco cuando de pronto se topo de frente con algo.

Spoiler:

Un gran lobo estaba sobre una roca, miraba a Omeny de forma desafiante. El animal tenia algunas cicatrices, rastros de algunas peleas.

-Es enorme...-

Se acercó un poco más, pero aquel lobo comenzó a mostrar sus dientes y a gruñir más a cada paso que daba Omeny. Ella trataba de comprender, dio unos pasos hacia atrás y el lobo parecía dejar de gruñir... volvió a avanzar más y sus afilados dientes se mostraban más amenazantes.

-Tranquilo, no voy a hacerte daño... Te sientes amenazado por mi ¿verdad? Este es tu territorio y yo la intrusa soy yo.-

El lobo mantenía su mirada fija en la chica. Omeny trataba de no transmitirle una energía nerviosa. Sus ojos grises miraban los ojos de aquel lobo, tratando de comprender su sentir.

Se mantuvo muy quieta.

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Eitan Chassier

Las cosas seguían sin funcionar. Eitan abrió sus ojos e hizo una mueca de fastidio.

Ésto está tardando más de lo que creí.

Se quejó para sí mismo y miró alrededor. Su frustación por no lograrlo ascendía a pasos agigantados cada vez que pensaba en el molesto ejercicio.

Tsk! Me harté!

Se puso a 4 patas de nuevo y comenzó a andar hacia el templo, pero se detuvo de golpe apenas dado un par de pasos. Lo estaba haciendo otra vez. Bajó la mirada en una mezcla de decepción y clara molestia. Comenzó a rebovinar lo vivido recientemente en la mansión, específicamente con las palabras de Omeny. Se da la vuelta de nuevo y comienza adentrarse ésta vez más en el bosque a pasos cortos, mirada al piso y las orejas gachas.

Ora, ora! Tengo que hacerlo o no podré avanzar

Se dijo a sí mismo como autoexigiéndose la acción. Quizás si lo lograba, estaría un paso más cerca de los otros e incluso, como Omeny le supuso, quizás ese ejercicio también ayudaría a entender a su bestia interior. Se detuvo de golpe, con los ojos muy abiertos, la cara al frente y las orejas levantadas. Algo se le había ocurrido. Se sonrió.

Eso es! No es suficiente con que luzca como una bestia. Debo actuar como una!

Concluyó ante su idea y se sentó sobre sus patas traseras mientras miraba hacia la copa de los árboles, pensante.

Ora... ¿Y qué debe hacer un cachorro de león? mmmm...

De repente, detecta un ruido cercano con una de sus orejas moviéndose en tal dirección. El crujir de la hierba no era muy fuerte, por lo que supuso sería algo muy pequeño. Se sonrió y, como si se tratara de un pequeño cazador, se movía mientras mantenía una pose de alerta. Sus pasos eran tan silenciosos, que la pequeña ardilla que felizmente comía de una bellota, no se percató del león que aparecía por detrás.

Hola hola, pequeño ratón~

Dijo en voz baja y sonriendo como cuan niño travieso.

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Amanda escribió:

Manteniéndose relajada, se arriesgó a avanzar un poco más, el lobo comenzó a moverse de un lado a otro sobre aquella roca, parecía estar analizando a la chica o que haría.

-Si nota que quiero atacarlo el hará lo mismo...-

Se dijo, el lobo soltó un gruñido más en forma de advertencia. Era tipo "Si te acercas demasiado no respondo" Ella ya estaba a una distancia considerable del animal, incluso podría lanzarse sobre Omeny desde esa distancia y considerando la altura en la que estaba.

-Amanda-sempai. Me ha permitido acercarme un poco, pero..¿Ahora que hago?-

La voz de la chica no era muy fuerte, así que no estaba segura si Amanda le escucharía.

Eitan Chassier

La pequeña ardilla se volteó de golpe, asustada. Escaló rápidamente por el tronco del árbol más cercano y se detuvo a medio camino para chillarle algo al leoncillo y después arrojarle la bellota en la cabeza antes de seguir subiendo.

Aaaauch!

Se masajeó con la pata delantera donde le había golpeado la bellota.

Oye, oye! Ya sé que no eras un ratón, eh! Shishh! Ahora nadie puede jugar por éstos días!

Se quejó y se giró para devolverse, un poco molesto. De repente se detiene, sorprendido.

Ora! ¿Le entendí?

Volteó a mirar hacia el árbol en que había subido el animalito. Se sonrió, orgulloso de haberlo conseguido.

Lo hice, lo hice!!!! Yujuuuu!!!!

Comienza a correr de regreso. Se le ve trotando hacia Amanda en su forma humana con su cofre en su brazo izquierdo. Se le veía contento.

Lo hice, Matilda! Lo hice!!

Contó, algo emocionado por el asunto. Ve igual a Omeny cerca de la chica y la abraza como a los cuates con su brazo disponible.

Lo logré, Wendy! Yahaha! No me voy a quedar atrás, eh!

Añadió con entusiasmo.

Rania, Meredith, Eitan escribió:

Después de que Mae tomara la fotografía, llegaba Amanda para llevarlos al lugar en el que iban a entrenar.  Durante el viaje varias cosas pasaron por su mente, recordo cuando tenia como Hobby la fotografía hace ya varios años atras, muchas de ellas eran de Martín ya que siempre lo molestaba con que le saque a él, le encantaba salir en sus fotos, y era otra de las cosas que compartian con su hermano.

Miro a Rania que estaba sentada cerca, esa chica podía darle algunos datos sobre su hermano, cómo llego ahí? Cómo se comporta? Cuáles son sus verdaderos anhelos?  Recordo lo que le había dicho en la mansión antes de partir "su hermano tiene una reputacion bastante alta entre los apostoles", era increible que aquel chico lleno de vida y tan inocente ahora fuera uno personaje respetado entre esos enemigos tan temibles. Pero no era el momento de interrogarla, apenas se empezaba a integrar al grupo, y pronto estarían entrenando.

Cuando llegaron al lugar, le dieron el Llamador a Meredith para que descubriera su bestia interior, se acerco para ver que le salía, resulto ser una gatita.

-- Realmente es muy linda, muy bien Meredith ya tuvistes tu primera impresión de tu bestia interior.  Le dijo sonriendo, en ese momento Eitan decía una frase indirecta con respecto a la transformación de Alex.

-- Si, debe ser extraño, ni te digo hablar con una mascota virtual como si estuviera viva, como algunos.  Le dijo devolviendole la provocación.

Los chicos empezaban a alejarse un poco del grupo para concentrarse mejor, Alex decidio convertirse en águila y salir volando hacia el bosque, se poso sobre una rama de un árbol bastante alto, y se quedo allí observando y analizando su entorno.

-- Así que hay que entender a los animales que estan alrededor nuestro... Se quedo mirando dos pájaritos en una rama cercana interactuando entre ellos.  -- Pareciera una parejita.  Los miraba atentamente, mientras trataba de analizarlos.

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Eitan, Amanda escribió:

De pronto los pájaritos se acercaron al hueco de uno de los árboles, y uno de ellos empezo a darle alimento a sus crías mientras el otro se quedaba algo mas alejado como cuidando que no apareciera ningún visitante indeseable, y de hecho su mirada se dirigia hacia Alex.

-- Tranquilo... no como pájaritos... dijo un poco entre risas.  -- Mi interpretación fue acertada.  Era como si percibiera y entendiera lo que cada uno de esos pájaritos sentía o hacía.

-- Vaya, no fue tan dificil, sale buscar a Amanda. Salio volando del lugar hacia cerca del templo donde ya se encontraban Omeny y Eitan, al parecer también lo habían logrado.  Volo en dirección a Eitan para luego transformarse en humano y caer sobre el menor de los Chassier tirandolo al piso.

-- Ups, todavía no manejo bien esto del aterrizaje.  Le dijo tratando de no morirse a carcajadas, mientras le extendia la mano a Eitan para ayudarlo a levantarse.

-- Amandaaaaa... creo que lo logre... y ahora qué?  Le pregunto a la profesora para saber cual eran los pasos a seguir, mientras levantaba su cofre que había comprado en la tienda, por si tuviera que hacer algo con él ahora.

Kevin Iruka

El paseo con Brian había sido divertido, la había pasado bien como solia ser en esas salidas, y Brian estaba algo emocionado por escuchar la voz de Kevin.  Cuando volvio a la mansión, no paso mucho tiempo que llego Amanda para llevarlos al lugar de entrenamiento.  Se sento lo mas alejado posible de Rania, no quería ni tenerla cerca.

Cuando llegaron al lugar, escucho con atención la explicación de Amanda, y decidió encontrar algún lugar donde estuviera cómodo para empezar con ese extraño entrenamiento.  Desde que tenía su bestia interior, le era fácil detectar lugares con agua, así que se fue guíando casi por instinto en el bosque hasta llegar a un pequeño arroyo, se sento en la orilla, y comenzó a observar la naturaleza de aquel lugar, el movimiento de los animales, algunos pescados que se asomaban cada tanto en el arroyo por sus saltos.  Era un lugar pacífico y hermoso, aunque no entendía bien que es lo que tenía que hacer exactamente.

Escucho detrás suyo hierba que se quebraba, en un primer momento se sobresalto, últimamente no sabía donde podía aparecer un enemigo, pero luego se percato de que se trataba de un conejo que se acercaba a la orilla a tomar agua.

-- Hola co-conejito... Agarro un poco de hierba del lugar y extendio su mano en dirección al conejo para ver si se animaba a acercarse y comer.  -- Ven co-conejito... ven... no te... no te voy a ha-hacer daño.  Le dijo con voz tranquila, se quedo en silencio unos segundos para ver si el animal se acercaba.

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Amanda escribió:.__.

Gabrielle Cohen O.

Al salir del baño levantó la ceja, aún había fiesta en su habitación, miró a Rania y vio que la chica estaba contenta con su regalo. Aquello le dio esperanzas, todo poco a poco. Pronto apareció Amanda, tomó sus cofres y junto con los demás subía al bus. En eso la ex-apostol les daba una recomendación, implicaba que además de sus poderes la bestia era realmente importante. Vio a Kevin alejándose de nuevo.

El lugar al que llegaron se le hizo increíble, era muy hermoso, realmente no entendía como algo tan bello podía coexistir con lo escandaloso de la ciudad. El aire era más puro, era más juguetón. Mientras disfrutaba de la placidez de ese lugar, escuchó a Amanda hablar. Se sentó imitando a la mujer, una vez que terminó de explicarles asintió. Miró a Rania y le guiñó el ojo.

-Suerte, espero poder ver tu bestia interior, seguro que es tan linda como la de Meredith -  le dijo para buscar un lugar cercano en el cual poder estar a sus anchas. Le hizo un gesto amistoso a todos.

Caminó un poco con el cofre en sus manos y encontró un pequeño claro, donde daba un poco de sol, pero en general las hojas de los árboles daban una protectora sombra, respiró profundamente y trató de aislarse de sí mismo, se convirtió en zorrito y comenzó a rascar el suelo como tratando de seguir una pista. Gracias a sus sentidos, se dio cuenta que alguien lo veía entre los arbustos, era un gatito que estaba sentado tomando el sol con total tranquilidad. Se vieron fijamente. Parpadearon, pasó la mosca, no parpadearon, caía un hoja... el gatito era poderoso pero no le ganaría.

-hola... ¿Vives cerca?- preguntó al plácido gatito quien había ganado el duelo

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Kevin Iruka

En un primer momento parecía que se estaba por acercar, pero luego salio corriendo del lugar.

-- Vaya... va a... a estar di-dificil.  Se saco las zapatillas que traía puestas, y se remango el pantalon, para meter los pies en el arroyo, el agua estaba realmente fría, cerro los ojos y se quedo escuchando los sonidos de aquel lugar, eran muchos y variados, por momentos le daba la sensasión de que algunos animales era casi como si hablaran entre ellos...

Cuando abrio los ojos, del otro lado del pequeño arroyo había un gato salvaje, con uno de sus cachorros tomando agua, el animal lo miraba con desconfianza y cada tanto rugía de manera intimidante, le daba algo de temor, aunque se suponía que a los gatos no les gusta el agua, así que esperaba que no se cruce a atacarlo.

--Tranquilo... no... no voy a hacerle daño a tu... a tu hi-hijo.  Le dijo con voz tranquila mirando directo a los ojos de aquel animal, esperando que de alguna forma lo entendiera.

Tirada de los dados, cierto que cuando alguien postea antes no salen. Todo por culpa de Gabo :p

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Gabrielle Cohen O.

-Oh! Vamos, no me estás poniendo las cosas fáciles!- agitó su peluda cabeza mientras el gatito seguía en pose Zen

Gabrielle parecía perder la paciencia, una de dos o el gatito lo estaba trolleando o realmente no lograba hacer lo solicitado por Amanda. Optó por la segunda, aunque la primera era muy válida. Quizá no había iniciado con la pregunta adecuada. Pero tampoco estaba tranquilo, tenía que aprender de aquel minino que ahora bostezaba como aburrido de aquello. Se sentó frente a él y lo miró, acomodó su colita a su alrededor.

Comenzó a escuchar que había más cosas, muchos otros animales pero el gatito no lo perdía a él de vista ¿Cómo era que lo lograba? Estaba concentrado, quizá ni siquiera lo veía a él sino a través de él. Trató de concentrarse en la parte trasera del cráneo del gatito. Sin prisas ni complicaciones, sólo miraba.

-Mmmm... ¿Cómo haces para concentrarte?- le preguntó

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